
Capítulo 15
Hubo un gran temblor en el suelo que hizo a ambas agarrarse a un árbol mientras corrían para alejarse de los escombros de la mansión en la que la pelinaranja había vivido sus mayores pesadillas. Aprovechó aquella pausa para mirar a la chica.
—Bien, estamos relativamente a salvo— comenzó girándose hacia la que controlaba los elementos primarios — ahora eliges. Yo tengo que hacer mi trabajo, que es defender esa ciudad bajo cualquier otro coste. Tú no tienes por qué hacerlo. Te aviso, si decides ir ahí nadie cubrirá para que salgas ilesa, no se puede ser niñero de nadie más que de uno mismo cuando se llega al campo de batalla.— recordó como una de sus heridas de batalla se debía al poder de la chiquilla que parecía no haber dormido bien en días — Lo único que importa ahí es conseguir salvar a los inocentes. Tú eliges lo que haces a partir de aquí.
—Voy, tengo claro que voy— Crystal lo dijo segura sin presentar ningún detalle que demostrara el cansancio que debía acarrear por las noches abandonada. Por un lado quería ayudar, por otro quería ver de nuevo a Pietro.
—Está bien, vamos— volvió a correr antes de usar su pinganillo al descubrir que Anne estaba en Sokovia. No podía permitirse que ella saliera dañada, no se lo permitiría —Steve, si ves a Anne encárgate de que se vaya y esté a salvo. Por favor. JUNE ¿a qué distancia estamos de la ciudad?
—Me temo que estamos a unas cuantas millas por debajo — arqueó una ceja sin entender lo que pasaba hasta que Crystal golpeó su brazo. Señaló el cielo por encima de aquel pinar. La ciudad ascendía en el cielo de manera lenta y costosa. Abrió los ojos de par en par empezando a plantearse como llegar allí. Podía usar sus poderes pero al estar la ciudad en movimiento...¿Pasaría algo?
—Mmmm...Tenemos que llegar ahí arriba — informó Rebecca, quien gritó de manera rápida al verse elevada en el aire gracias a una corriente creada por la pelinaranja. Sobre ellos vio a Hulk llevar a Natasha, le tranquilizó saber que ambos estaban bien. Entre los escombros caían mujeres que la chica trataba de estabilizar mientras que Rebecca creaba distintos portales para dejar a la gente en el inmóvil suelo. Al llegar a la ciudad cayó de rodillas por no aterrizar adecuadamente.
—Estamos en la ciudad ¿dónde necesitáis ayuda? — preguntó de nuevo por el pinganillo tratando de conseguir una respuesta por parte de alguien.
—Capi, te llegan amigos — escuchó a Stark antes de recibir sus órdenes — id a ayudarle.
—Vamos — comenzó a correr escuchando las órdenes del hombre de hierro. No podía dejar solo a Steve ante aquellos robots asesinos, no se lo perdonaría.
—Los que llegaban han llegado — a unas cuantas manzanas el Capitán se levantaba decidiendo un plan — Stark tú encárgate de la ciudad. El resto tenemos un trabajo, acabar con esos robots. Si os hieren, se lo devolvéis. Si os matan, os levantáis.
A la vez que corrían ella aprovechaba para disparar y lanzar bolas de energía. Era complicado evitar los vuelos de aquellas máquinas preparadas para matar. Por suerte, Crystal ayudaba mucho cambiando el viento y golpeándolos con rocas.
Llegaron al puente para ver como Steve se lanzaba por el precipicio para coger a una mujer. Rebecca corrió hacia allí porque un robot les iba a atacar mientras que Crystal corría a acabar con todos los esbirros de Ultrón que se encontraba.
—No podéis salvar el mundo, nunca...— su espada le atravesó, después lo tiró por el acantilado.
—¿Decías? — preguntó Rebecca antes de ver como Thor aterrizaba con un coche junto a ella y Steve subía junto a una mujer.
—Hola cariño— comentó el rubio antes de mirar al asgardiano — ¿estabas echándote la siesta? — Rebecca rodó los ojos para hacer que ambos volvieran a la pelea real en las calles. Se separaron para abarcar más terreno. Se ayudaban entre ellos de manera que siempre había un muro de piedra que aparecía para defender o un escudo que destrozaba los robots.
—Aquí está limpio — Clint lo decía satisfecho mientras el resto sufría tratando de defender a los ciudadanos que se encontraban en los centros.
—Aquí no está limpio, nada limpio — se quejó el Capitán América luchando de manera contundente.
Crystal sonrió al ver a los Maximoff. No podía imaginarse perderles. Una vez que estaban dentro de un edificio llegó a abrazarles. Incluso besó a Pietro sin poder evitar los sentimientos que afloraban en su interior tras lo sufrido.
—No te preocupes, vamos a salir de esta— fue el comentario del chico a la vez que miraba a los ojos vidriosos de su novia. Solo ella sabía por todo lo que había pasado allí. Toda la gente que había visto morir y el tiempo que había tardado en reaccionar.
—Pero y si...
—No te hagas esto, pequeña— susurró él como último comentario antes de dejar un beso en su frente— no te atrevas a pensar eso ahora— una vez acabada aquella conversación ambos se abrazaron esperando por las siguientes instrucciones. Aquella oleada había acabado y todos los ciudadanos estaban en los edificios resguardados.
—Queda poco para la siguiente oleada, ¿Stark qué tienes? —Steve miraba el cielo a la vez que preguntaba. Rebecca se permitió apartarse para respirar tras el esfuerzo realizado. No estaba acostumbrada a usar tanta energía y la falta de vida a la que robársela (como pasó con los Chitauri) comenzaba a pasar factura. No porque fuese más difícil, sino porque no estaba acostumbrada.
—Nada bueno, una forma de pulverizar la ciudad. Así no podrá caer. Si la conseguís evacuar— escuchó a Stark hablar con calma por el pinganillo de manera que ninguno se perdiese aquella información.
—Busco una solución, no una vía de escape — se levantó con dificultad viendo a Natasha hablar con él.
—El radio del impacto crece por segundo, hay que decidir— por mucho que le costase seguir conectándose a la gema de manera consciente se esforzó en llegar al rubio y a la pelirroja.
—Cap, esta gente no tiene salida. Si Stark puede hacerla explotar...
—No hasta que estén a salvo.
—¿Los de aquí frente a todos los de abajo? Las cuentas no están a su favor.
—No me iré mientras haya un solo civil.
—No he dicho que nos vayamos, hay peores formas de morir...
—Hay una posible solución — susurró apoyándose en los escombros de lo que había sido una farola. Ambos miraron a la mujer reparando en su presencia de manera inmediata. Los ojos de Steve pedían que no se sobre esforzara mientras los de la pelirroja demandaban información — puedo hacer portales, pero no sé cuánto puedo aguantarlos. Necesito que me cubráis y saquéis a la gente por bloques.
—Creo que podemos ayudarte con ello — la voz de Fury resonó en sus oídos, los tres sonrieron al ver un Helicarrier frente a sus ojos. Pietro corrió para poder mirarlo bien — Bonito ¿eh? Lo he conseguido gracias a un par de amigos, está polvorienta pero servirá.
—Fury, hijo de...— la voz de Steve se apagó ante el comentario de respuesta de Fury.
—Uhhh ¿Besa a Rebecca con esa boca? — la morena se sonrojó echándose para atrás, al tener que enviar a la gente al Helicarrier gastaría menos energía pues se encontraba realmente cerca. Botes salvavidas aparecieron en los costados mientras Rebecca se preparaba para crear un portal hacia una de las salas del Helicarrier.
—¿Esto es SHIELD? — preguntaba un Pietro impresionado con la mirada brillante al ver que podía haber estado equivocado.
—Es lo que se supone que debe ser — el rubio respondió a la vez que se alejaba para ayudar a gente a pasar el portal y a los botes.
—No está mal— susurró Crystal, quien vigilaba que los botes llegasen bien.
—¡Alto! — gritó Steve a la gente del portal a los cinco minutos de estar abierto — ciérralo — ella, que sentía como el día comenzaba a pesarle en los hombros (teniendo en cuenta que llevaba mucho tiempo sin descansar realmente) se apoyó en los brazos del chico. — estás cansada, párate un momento. Ya has cargado a mucha gente y aún queda trabajo.
—Pero tienen que resguardarse — se quejó ella, él negó limpiando el sudor de su frente.
—Hay cosas que otra gente no puede hacer, vamos — asintió para seguir los pasos de su novio por las calles. Llegaron a la iglesia justo antes que Natasha. Todos rodeaban una especie de pilar de Vibranium que estaba enraizado en el centro.
—¿Cuál es la misión? — preguntó la pelirroja, incluso los Maximoff y la pelinaranja se encontraban allí, mirando a Iron man.
—Ese es el plan — miró el gran pilar — si Ultrón toca el núcleo perdemos — Hulk llegó en ese momento. El robot nombrado apareció en el centro de la calle, Thor gritó de manera recurrente.
—¿Es lo mejor que tienes? — preguntó haciendo que Rebecca tragara en seco. Ese tipo de frases siempre daban mala suerte o eran un mal augurio, después de tantos años en misiones eran cosas que se sabían. Estaban al nivel de "solo falta que llueva".
En efecto, una multitud insana de robots aparecieron en la calle contigua a la vista de todos los vengadores. La piel de Rebecca se erizó al sentirse amenazada por tantos seres que realmente no eran considerados vivos. Aquello se empezaba a parecer a una de aquellas distopías en las que había más robots que humanos.
—¿Tenías que preguntar? — se quejó el Capitán al rubio de melena larga.
—Esto es lo mejor que tengo, exactamente lo que quería — añadió la voz metálica que chirriaba en sus oídos — todos vosotros contra todo yo ¿Cómo pensáis detenerme?
—Como el viejo dijo que debíamos hacer...Juntos — los robots comenzaron su ataque a la iglesia. Todos comenzaron a protegerse de manera desenfrenada. Era una lucha por salvar la tierra que tenía un punto claro, un objeto que no podía ser siquiera rozado. Rebecca usaba su espada combinada con algunos ataques de energía a la vez que sentía como ráfagas de viento, escudos, rayos y flechas pasaban por su lado. Consiguieron limpiar la zona gracias al esfuerzo. Aun cuando parecía difícil conseguirlo.
—Hay que irse, incluso yo noto que comienza a faltar el aire. Subid a los botes, yo buscaré rezagados — los que quedaban (quienes no volaban y no habían perseguido a los robots que huían) se miraron.
—Yo buscaré rezagados en el Este — añadió Crystal como ayuda para hacer más rápida la tarea. Gracias a sus poderes aquello era más fácil para ella.
—¿Qué hay del núcleo? — preguntó Clint.
—Yo lo protegeré, es mi trabajo— la frase de Wanda descolocó mínimamente al resto, que asintió antes de cumplir lo mandado por el Capitán América.
Rebecca siguió a Steve a pesar de no llevar el camino más cercano a los botes. Necesitaba asegurarse de que ambos sobrevivían a aquella situación. Él al darse cuenta la miró enfadado.
—¿Qué haces? — se quejó sin parar de correr, entrando cada uno en un edificio para peinar más terreno.
—¿No lo ves? Ayudarte — respondió mientras corrían hacia otra calle, él bufó rodando los ojos.
—No fueron mis órdenes, debes subir — estaban acabando aquella zona. Él no aceptaría que su ayuda había servido ya que era aceptar lo útil que podía llegar a ser su capacidad para ignorar órdenes.
—Ya, pero hay órdenes más importantes como encargarme de que subas a esos botes. Vamos, no queda nadie en esta zona — en mitad de su carrera ella escuchó una ametralladora, se puso delante del chico y usó la poca energía que le quedaba para crear un campo de protección. Las balas se pulverizaron al contacto con aquel diseño circular. Al acabar aquella arremetida se apoyó en Steve, quien miraba asombrado como un mechón se su pelo había adquirido un tono violeta como recuerdo de la energía usada. Le miró a los ojos, una lucha de violeta intenso y azul que podría durar para siempre — no me mires así, hay que irse ya.
—Sí, vamos — comenzaron a correr y el rubio, al ver que a ella le costaba, agarró su cintura y la levantó sin dificultad. Corrió hasta los botes para saltar en uno de ellos justo cuando la ciudad comenzaba a caer, una vez dentro vieron el panorama. En el suelo yacía el cuerpo de Pietro, a su lado Crystal lloraba.
Aquello no se podía considerar victoria. Steve se quitó el pinganillo y le quitó el pinganillo a la chica a la vez que se sentaba en el suelo dejando espacio a Rebecca para que se apoyase en él.
—Ha sido un día muy largo, date el privilegio de descansar, por favor. Sigue mis órdenes por una vez — las dudas que le quedaban por resolver se disiparon al sentir el olor del chico en sus fosas nasales, sus caricias y su respiración acompasada. Le dolía demasiado estar lejos, solo podía luchar por aprender a controlarse para que aquella relación nunca acabase como en su sueño. Y aun sabiendo que era necesario para ella, no podía dejar que la vida del chico se alterase por su culpa.
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Dije que seguiría y como llevo bastantes capítulos de ventaja he pensado en subir un capítulo por día durante una semana.
¿Os apetece?
Aunque a lo mejor hay alguno que en vez de un día son dos para que saboreéis el drama y el feeling (igual que si hay algo de relleno a lo mejor subo 2 en un día).
Fuera de eso, ¿qué os parece? Siento no haber salvado a Quicksilver (pero no era justo) y ¿qué os parece la relación de Rebecca y Steve? ¿Conseguirán hablar ahora que se ha acabado todo?
Muchas gracias por leer, espero que os guste tanto que comentéis y votéis.
Anna
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