Capítulo 43 🗝️: Shock
Ian
Agradezco que Rose haya tomado la decisión de haber acompañado, tenía el presentimiento que lo iba a hacer pero me sorprendió, durante el camino hacia el hospital conducía con una sola mano, mientras la otra estaba entrelazada a la de mi esposa, estaba tan absorto en mis pensamientos que manejaba por inercia y ella me ayudaba con la palanca de cambio, le daba las gracias por ellos, creo que no será mala idea hablar con Lea.
Mi mejor amiga es una de las mejores psicólogas forenses de la CIE, debo admitir que en algunos momentos me siento agotado emocionalmente, no he querido pensar en ello ahorita saco un espacio para escribirle, porque si quiere el puesto del próximo jerarca de la FMC debo estar muy bien en todos los sentidos, por el tipo de pruebas que me llegará a realizar entonces podrían detectar mi salud mental, cosa que no les parecerá apto.
También tengo cierto temor que la historia del bebé se vuelva a repetir, espero que esté bien. ¿Será que lo que le dije a Adele, le afectó a ella? No me perdonaría nunca si esa es la verdadera razón.
Llegamos y dejamos el vehículo en el estacionamiento de la clínica, al bajarnos Rose me suelta la mano, observo por encima del hombro y como lo presentía nuestro anillo de seguridad nos estaba siguiendo el paso. Ambos rodeamos el auto, después ella se me acerca y vuelve a entrelazar su mano con la mía.
—Tranquilo, todo saldrá bien.—me anima.—Hay que ser optimistas.
Tanto sus palabras como la sonrisa de lado que me está regalando me animan, me acerco a ella pero a un costado de su rostro deposito un beso.
—Gracias.—digo con sinceridad.
Comenzamos a caminar por los pasillos de la clínica.
—¿Y como están en ellas?—vuelvo a hablar.
—Están muy bien.—asegura.—Se encuentran con Harvey y Kavya, estuvieron jugando un rato con ellas después vieron una que otra de sus películas favoritas, comieron palomitas, ellas quedaron en muy buenas manos.
—En definitiva.
Aunque Kavya y Harvey no pudieron llegar a tener hijos, hubieran sido unos maravillosos padres, siempre tuvieron ese instinto paternal, hubo un momento donde pensaban adoptar pero no lo hicieron, por temor a que ese niño o niña corriera peligro. Y aún más con los puestos que ambos tienen, llamo a Alex para preguntar en qué habitación se encuentran ambos, hacemos una pausa en la recepción para que por favor nos brindaran información para llegar a ella, cosa que hacen sin ningún problema.
Están en el piso de cuidados intensivos, con ayuda de Rose la encontramos efectivamente nos lo confirma al ver a Alex caminando de un lado al otro de manera impaciente afuera de la habitación. Levanta su mirada y está algo confundido al ver a la mujer de ojos verdosos que está a mi lado.
—¿Ella qué hace aquí?—reclama en un tono tajante.
—Si quieren me puedo ir...
—No.—interrumpo a Rose.—No te irás, ella está aquí porque me quiere acompañar, además tengo entendido que ella y Adele se llevan bien, te recuerdo que es mi esposa.
Las expresiones de Alex se relajan ante mis palabras y asienten solamente, no quiero tener discusiones, siento como uno de los dedos de la preciosa me estaban dando pequeñas caricias para tranquilizarme, respiro profundo.
—¿Cómo se encuentra ella?—cambio de tema.—¿Le realizaron exámenes?¿El bebe está bien?
—Él médico está adentro con ella dándole el dictamen, deberías ingresar.—me explica.—A mi no me permitieron el ingreso, por no ser pariente de ella, puede que te permitan estar con ella por ser el padre del bebé.
Suelto la mano de Rose, ella asiente para que continué, paso a un lado de Alex y le hecho una ojeada a esos ojos verdosos, en voz bajo murmura que estará bien, giro la perilla de la habitación. Me repito en varias ocasiones que todo estará las manos me comienzan a sudar, puede que sea por los nervios, abro la puerta y una oleada de tristeza me invade el cuerpo al escuchar el llanto de Adele, mi corazón se detiene todo a mi alrededor sucede en cámara lenta, mi vista pasa estar sobre ella a observar directamente al médico.
—Lo siento mucho señor Evans...
Rose
Siendo sincera quiero que ella se encuentre bien y no solo ella también ese bebe, me siento en una de las sillas que hay cerca del cuarto, me concentro en observar a Ian entrar a la habitación, Alex está mirándolo con cautela. Lo entiendo se preocupa por su mejor amiga y es comprensible que actúe de esa manera, hablando de mejores amigos me he alejado algo de los míos al parecer, hace tiempo no hablo con Brian, Declan, se que Liam esta bien porque le pregunto a Sophie por él, me alegra saber que haya encontrado a la mujer indicada, él merece a una persona excepcional como ella.
Escucho un llanto salir de la habitación de Adele, es ella, aquel sonido me saca de mis pensamientos. De inmediato me levanto del asiento y me acerco a Ian, al notar que está estático, tomo su rostro en mis manos haciendo que me mire.
—Mi amor, Ian.—digo y capto su atención.—Mírame estoy aqui, no estás solo...
Me toma de la cintura y sus brazos rodea mi cintura, apoya su cabeza en mi hombro, se me hace un taco en la garganta al escuchar como llora silenciosamente, pierde el equilibrio por un momento, deja de abrazarme y se aleja. No lo sigo, porque eso significa que él necesita tiempo consigo mismo, cuando se sienta listo para que sea escuchado él lo hará saber, necesita un respiro porque son varias cosas que ha vivido en tan solo semanas, lo conozco perfectamente, no es malo que se concentre en sí mismo de vez en cuando, para poder encontrarse cuando se sienta perdido.
Decido tomar otro rumbo, camino unos cuantos pasos y me encuentro en la entrada de la habitación, Adele está sentada sobre la cama, abraza una de las almohadas de esta misma, ahora llora para ella misma. Hago a un lado las indiferencias que tengo con ella, tomándola desprevenida para abrazarla, como era de esperarse fue algo que no se esperaba, pero rompe en llanto en mis brazos. Es algo que siempre dolerá, aún más que anhelabas ese pequeño puntito que crece dentro de ti tenerlo en tus brazos, verlo creer pero se convierte en tu ángel guardián...
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Algo que no esperaba nunca que fuera a suceder, es la conversación que tuve hace algunos minutos atrás con la exnovia de Ian, todo fluía de una normal como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo, ella me comento lo ilusionada que estaba de tener al bebé. La ayude a cambiarse para que estuviera más cómoda y pudiera descansar, porque debía hacerlo ya que le realizaría un aborto quirúrgico, por otro lado Ian no ha llegado y tampoco quiero presionarlo, hable con Mike.—Nuestro guardaespaldas.— Y se encontraba en el penthouse que arrendaron Lea y Vic.
Le pido a Jayden si por favor me puede traer algo de la cafetería del hospital, asienta enseguida, Alex se encuentra en la habitación con Adele está pendiente de ella yo les estoy dando algo de privacidad. Supuestamente me podría ir dentro de unos minutos porque ya venía en camino la mejor amiga de Adele, camino de un lado hacia el otro en el pasillo, evitando que el sueño llegue a mi cuerpo y así me distraigo algo. Sin embargo me quedo en standby cuando mi celular está sonando, frunzo el ceño porque lo que hace que me despierte aún más es ver de quién se trata: Mamá.
Me cuestiono si contesto o no, pero no para de pasar por mi cabeza la conversación que tuve con Selene, aunque duele admitirlo ella tiene razón, deslizo la opción de contestar.
—Hola mamá.—La seriedad en mi voz me sorprende.
—Hola Danielle.—me habla en la misma tonalidad.
Y algo que me impresiona es que esté utilizando mi segundo nombre, mismo que me encargué de quitármelo porque nunca me agrado la idea de llamarme Rose Danielle Williams Jones, el mío es un poquito "decente" no a comparación al de mis hermanas, se puede decir que son muy originales.
—¿Cómo estás mamá?
—Todo muy bien...—hace una pausa.—Me gustaría hablar en persona contigo...
¿Ella está tomando la iniciativa?¿Esto realmente está sucediendo? Que alguien me pellizque.
—¿En persona o...
—Preferiblemente en persona.—deja en claro.
—Entonces será dentro de unos días, no me encuentro en la ciudad.—explico.—Y tengo varios pendientes que realizar junto a Ian, me tardaré en llegar a Nueva York.
—¿Regresaste con Ian?—pregunta perpleja.
—Sí.
Hablando del rey de Roma, está caminando hacia donde me encuentro.
—Bueno mamá hablaremos después...
—Gracias cariño, por haber contestado.
Ella es quién finaliza la llamada. No me esperaba que Hottie fuera a llegar tan rápido, me mira con cautela tratando de analizar con quién estaba hablando por el móvil, puede que se haga una idea por los gestos que realice, su mirada está algo apagada.
—¿Todo en orden?—pregunta y asiento.
No quiero darle más preocupaciones, será un tema que hablaré luego con él.
—¿Podrías ir a descansar?—vuelve a cuestionar.—Me gustaría que descansarás algo y yo me quedaré acompañando a Adele, las niñas junto a nuestra familia partirán dentro de unas horas de regreso a Nueva York, pero ambos nos quedaremos, tenemos que hacer las pruebas para los cargos.
—Iré con las niñas, ahora hablaré con Kavya.—le aseguro.—Cualquier cosa estaré pendiente ¿De acuerdo?
Me acerco aún más a él, acuno su rostro en mis manos dando con una de ellas caricias a su mejilla, después deposito un beso en esta misma, cosa que lo hace sonreír un poquito, no como suele hacerlo pero cambia su semblante. Me despido de él, le dejo un mensaje a Kavya me iré en una de las camionetas de los escoltas, uno de los autos se quedo en el hotel donde estaba con Ian hace varios minutos atrás luego iré por el.
Al estar en la camioneta blindada aprovecho que tengo todo el espacio de los asientos traseros para mí y me recuesto, quedando dormida porque el cansancio me venció.
Nota de escritora: Váyanse preparando para despedirnos de Ian y Rose, falta muy poco para acabar su historia. <3
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