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Capitulo 35 🗝️: Cortina de humo

Rose

Estoy en la lista negra.

Sí, en la lista negra dónde me convertí en una de las agentes más buscadas en el mundo criminal, cosa que puede colocar en riesgo a toda persona que esté a mi alrededor. Sabía que mi regreso iba a traer consecuencias, nada buenas era para algo que está preparada porque puede sentirme, como si estuviera en todo un cuento de hadas, pero también como si viviera un calvario, una moneda tiene dos caras y mi vida tiene esas dos caras.

Hubo una persona que ví en la gala, mientras estábamos en el fuego cruzado, sus gestos y comportamientos eran muy similares a los Blande hasta llegué a pensar que era él. Pero me comunique con la prisión de Máxima seguridad y continúa preso, me distraje un momento porque estaba en una esquina sentado en una de las silla observando todo lo que estaba pasando como si le causará cierta diversión, mi objetivo era acabar con él, pero en ese preciso momento sucedió el ataque hacía esa mujer que le tengo aprecio.

Afortunadamente lo que hizo Ian por su Didi la mantuvo con vida, tuvieron que realizarle una cirugía a Diane para extraerle la bala, además su hemorragia fue mucha y Ryan donó sangre para su madre, porque Didi es AB+ solo cierto porcentaje en el mundo tiene ese tipo de sangre y en nuestra familia Ryan la tiene. Ian es AB- no podía donar, yo soy A + pero el AB + lo tiene Grace y está muy pequeña, cosa que no se podía realizar. Las niñas están perfectamente bien, Agnes también lo está, es un alivio.

Recuesto mi cabeza contra la pared y cruzo mis brazos frente a mi pecho, Beatrice, Chase, Ryan, Sam, Joseph, Jacob, Kavya, Ian y yo estamos en una de las salas de espera del hospital médico de la CIE, observó uno de los letreros informativos que puedes encontrar en una clínica y lo leo, tratando de distraerme.

—Llamando Rose a tierra. —menciona Chase acercándose.

—Llegue a tierra. —le contesto.

—Harvey quiere hablar con todos.

Me indica que la siga, luego él se lo menciona a los demás, Jacob pide a una de las enfermeras del lugar si nos pueden prestar una habitación o algún sitio donde podamos estar un momento. Ella no reprocha aquella petición, todos la seguimos a ella, evitamos llamar la atención entre los presentes hay cierto aire de nostalgia y tristeza, porque lo que pasó fue algo impactante para cada uno de nosotros.

—Gracias. —dice Bea hacia la enfermera.

Estamos en una de las habitaciones que claramente está vacía, quedó de pie en medio de Ian y Sam, Ryan está al lado derecho de ella muy poco se les ve a ambos separados de pronto mi cuñado quiere que no haya esa cierta indiferencia. Chase saca su móvil y presiona la pantalla.

—Ya estás en voz alta. —habla Chase y coloca el móvil encima de una cama hospitalaria.

De acuerdo. —le responde Harvey. —Ian y Rose ¿Hay algo que quieran decir?

Comparto una mirada con Hottie, tomo una bocanada de aire.

—Ustedes dos están en peligro. —determina el vicepresidente. —Y según lo que investigue no son los únicos, también Ryan y Sam.

Él menciono esos dos últimos nombres y nos quedamos en silencio impresionante.

—Hace algunas semanas atrás. —intervengo. —Blande Daniells quería hablar conmigo, al principio pensé que todo era juego por su perfil criminal, pero no lo era. Cómo se sabe oculte a las niñas por tres años, al regresar otra vez junto a ellas aquello trajo consecuencias.

Todos me prestan atención.

—Ahora algunas mafias, criminales. La lista puede ser larga, porque quieren acabar con cada hijo de esta nueva generación que está formándose. —Hago una pausa. —Por el simple hecho de pertenecer a las familias fundadoras, Chase me estaba ayudando a investigar sobre eso y es cierto.

—¿Y continúan las amenazas hacia las niñas?—pregunta Ian algo molesto y preocupado al mismo tiempo.

Niego.

—Por ahora todo está tranquilo, pero Blande había mencionado que a la hora de saber quién era el padre de las niñas todo iba a empeorar, porque confirmaría las sospechas de sus raíces.

Ya todos saben que esas niñas, son hijas de Ian. —concluyó Harvey.

—Quiero ayudarle a Chase. —interviene Kavya. —porque eso significa que hay alguien cercano que los mantiene informados de todo, sabían dónde estaban con las niñas, por el ataque en Atenas y eso fue un viaje que ustedes no planearon con antelación, fue en algunas horas que lo hicieron sin contar que trataban pasar desapercibidos como una familia normal.

—Kav tiene razón. —la apoya Chase.

—Tendrán mi apoyo. —habla por primera vez Sam. —Desde Londres los ayudaré con todo lo que lleguen a necesitar, porque hay que darle un fin a ello además no permitir que le hagan algo a las niñas, porque por ahora son las primeras que empezaron una nueva generación entre todas las familias fundadoras.

—Claro que no se permitirá aquella cosa. —dice Bea. —Nadie le hará daño a esas niñas, si quieren fuego es algo que recibirán.

Se determina que las olimpiadas continuarán en pie, porque si se cancelan creerán que estamos haciendo algo o que por lo menos estamos advertidos. Es como una pequeña cortina de humo que utilizaremos a nuestro favor, porque Samantha tiene razón, hay que ponerle un fin a todo esto. 

Durante el resto de la noche y parte de madrugada decidimos turnarnos para estar pendiente de Didi, también porque debemos descansar toda esta semana se nos aproxima una larga lista de cosas que debemos hacer y no podemos dejar a nuestra base, en una mala imagen, ni tampoco que Harvey entre su mandato con una reputación inaceptable. A las tres de la mañana Sam, Ian y yo nos dirigimos hacia el penthouse donde nos estaremos quedando en el transcurso de estos días.

Fue un día desastroso, al llegar al penthouse Sam se despide de nosotros deseándonos una buena noche, gesto que devolvemos amablemente. He notado a Ian algo callado, cuando lo está es porque esté analizando, cosa que hace muy bien y utiliza esa habilidad a su favor, pero también por sus gestos puedo reconocer que está algo preocupado por la situación que se está presentando porque es mucha información por digerir. 

En nuestra recámara nos cambiamos en silencio, ninguno de los dos dice algo, no es un silencio incómodo. Es solo que ambos necesitamos espacio y estamos algo agotados, lo entiendo y no quiero presionarlo, cuando quiera hablar o necesite que alguien lo escuché estaré aquí. Él me conoce muy bien y viceversa, eso debe a que tenemos una muy buena comunicación, cosa que con el pasar del tiempo nunca ha cambiado al contrario se ha intensificado. Me coloco un vestido en algodón quedando mis piernas descubiertas y una parte de mi espalda, me deshago de los aretes dejándolos sobre la mesita de noche, me acomodo en la parte derecha de la recámara.

Coloco la sábana blanca para que cubra mi cuerpo hasta mi cintura , siento las piernas de Ian entrelazarse con las mías, después posa su mano sobre mi cintura me acercó aún más hacia él, recuesto mi cabeza sobre su pecho siento sus brazos envolviendome, respira de una manera tranquila. Escucho como aclara su garganta.

—Preciosa...—murmura. —¿Por qué nunca me dejaste?

Aquella pregunta hace que levanté la cabeza, para mirarlo directamente a los ojos. Esos mismos que me observan con una intensidad, trago grueso.

—¿A qué te refieres Ian?

—Desde que nos conocimos empezaste a darte cuenta como era mi vida. —explica. —Una vida donde sabías que en cualquier momento estarías en riesgo, pero... nunca me dejaste y si lo hubieras hecho lo entendería perfectamente...

—Hey, hey. —lo interrumpo. —Nunca te abandonaría. 

Se formó cierto destelló en esos ojos azules.

—Desde que permití que estuvieras en mi vida, sabía cómo era tu entorno y lo aceptaba. —confieso. —Hottie nos prometimos que nos defenderíamos a capa y espada mutuamente.

Mencionó uno de nuestros votos matrimoniales.

—Y míranos aquí. —digo sonriendo. —Hemos tenido una relación que ha atravesado muchísimos obstáculos, tenemos dos hijas preciosas, el futuro es incierto pero de una u otra manera estamos viviendo esa vida que ambos anhelábamos.

Me acerco a él y le doy un beso en esos labios que son tan suaves, sonríe en nuestros labios. Luego hago lo mismo, cambios de posición recuesta su cabeza en mi pecho sin dejar de abrazarme, con una de mis manos acaricio su cabello mientras lo hago aquella acción hace que nos quedemos dormidos, aprovechando esas pocas horas que tenemos para descansar. 

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Ian.

—Papá. —es la voz de Haz. 

Aprieto mis ojos tratando de abrirlos, porque al escucharla llamándome hace que me despierte los abro, muevo con cuidado a Rose hacía a un lado para no despertarla, con una de manos la paso por mi rostro, parpadeó en varias ocasiones para ya acostumbrarme a la oscuridad, me siento en una parte de la cama y noto a Haz abrazando un panda que le regale el día en que estuvimos de compras, su cabello oscuro cae detrás de su espalda.

Bosteza me levanto y me acerco a ella.

—¿Sucedió algo linda?—le pregunto. 

Trata de sentarse en mi piernas entonces la ayudo a hacerlo, recuesta su cabeza en mi pecho sin dejar de abrazar el panda. Que por cierto lo llama Hipo, quiso colocarle ese nombre. 

—Tuve una pesadilla. —me dice algo triste. —Una muy fea pesadilla ¿Te puedes acostar conmigo?

—Si. 

La llevo en mis brazos, su cabeza queda recostada en mi hombro me dirijo hacia el cuarto donde ellas se encuentran es una cama algo grande para ambas. Pero duermen juntas, tienen una muy buena relación entre hermanas y espero que eso continúe por el resto de su vida, porque si en algún momento Rose o yo llegamos a faltar se tendrán de una a la otra, se apoyarán mutuamente, son contadas los momentos dónde han discutido pero luego se piden disculpas y siguen como si nada hubiera pasado. 

Mi pequeña sigue sin soltar el peluche, la puerta de la habitación está abierta como la habíamos dejado lo hacemos porque ellas todavía no alcanzan la perilla de la misma, entonces por si llegan a necesitar algo o a suceder algo, preferimos dejarla abierta. Me acomodo con mi versión en miniatura al lado de mi otra pequeña, Haz no me suelta sigue abrazándome, los dos no nos movemos tanto para no despertar a Grace que duerme plácidamente.

—Papá ¿Siempre me protegerás cierto?—me pregunta murmurando Haz, pero noto un pequeño temor en su voz. 

—Siempre lo haré, mi vida. —aseguro. —¿Por qué lo dices?

—Solo quiero asegurarme. —me contesta de inmediato. —Porque ví unos monstruos muy feos en mi pesadilla.

Depósito un beso en su frente, colocó un mechón de su cabello detrás de la oreja.

—Te protegeré de esos monstruos muy feos. —le digo y aquellas palabras la tranquilizan. —Solo fue eso un mal sueño, nada de eso sucederá ¿Bueno pequeña?

—Te quiero papá.

Sus palabras me reconfortan yo también te quiero mucho Haz, para desaparecer y hacerla olvidar de lo que haya pasado de su pesadilla le leo un cuento, evitó hablar muy alto para que no se despierte Grace, pero ella se levanta de todas formas hasta presta atención a todo lo que narro, me siento tranquilo al ver que cumplí con mi meta, ambas se distraen y Hazel olvidó así sea por algunos minutos ese mal sueño, porque solo será eso.

Ellas se quedan primero dormidas nuevamente y yo vuelvo a hacerlo por segunda vez está noche dónde ambas, descansan en ambos costados de mi cuerpo las abrazo. Nos quedamos dormidos de esa manera. 

Notita de autora: Actualizaré los domingos, además estoy emocionada porque empezaré un diplomado de ortografía, espero que se encuentren bien y gracias por estar presente siempre desconocidxs. <3

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