Capítulo 25 🗝️: Grecia
Rose.
Me colocó un sombrero playero porque como me lo esperaba está hay sol, llegamos el vuelo fue largo relativamente las niñas estuvieron un poquito imperativas porque comieron helado en el jet ahora están dormidas, Hazel está durmiendo en mis brazos su cabeza está recostada en mis hombros, tiene los mejillas coloradas y esas largas pestañas descansando en ellas.
Ian y yo alquilamos un auto mientras estamos aquí, estamos caminando hacia el hotel donde nos hospedamos, Grace también está dormida Ian es quién la carga. Nuestra escolta está aquí con nosotros pero saben pasar desapercibidos, no llaman tanto la atención. Hazel colocó alrededor de mi cuello sus brazos.
Entramos al lobby del hotel, Ian es quién se encarga de hablar con el recepcionista por medio del idioma natal de Atenas, él sabe más idiomas que yo. Le entregan las tarjetas de nuestra suite, los botones llevan nuestro equipaje hacia dónde estaremos, tomamos el ascensor.
Evans selecciona el piso y todo es muy lujoso en este lugar, es uno de los mejores hoteles de Atenas y por el simple hecho que pertenece a la cadena de hoteles de nuestra familia. ¿Coincidencia? No lo creo, recuesto mi cabeza a un costado de la de Hazel y suelta un: mmm.
Acomodó mi bolso en mi otro hombro.
—¿Mami llegamos? —me pregunta Haz sin abrir los ojos.
—Si cariño.
Ella se despierta y se incorpora luego bosteza, tiene uno que otro mechón rebelde de su cabello gracias a las trenzas, me mira directamente y organizó su vestido.
—¿Que haremos mami?—vuelve a preguntar.
Y miró a Ian, Grace se despertó al escuchar la voz de su hermana, después le quitó las gafas oscuras a su padre.
—No deberías colocarte gafas. —le aconseja Grace.
—¿Por qué lo dices princesa?—continúa la conversación Ian.
—Me encanta el color de tus ojos, señor de ojos azules. —menciona orgullosamente mi hija. —Se parecen a los de Hazel, ella no los oculta porque me gusta, así que tú tampoco deberías hacerlo.
—Entonces no volveré a colocarme lentes. —dice Ian y deposita un beso en su mejilla. —Y me gusta el apodo que me tienes.
Bajo a Hazel me tomó de la mano, observó el tablero en dónde indica en qué piso nos encontramos y llegamos vuelven a abrirse las compuertas, caminamos por el pasillo que conlleva a las suites, luego Ian baja a Grace y camina tomada de la mano de él, con mi mano libre me deshago de los lentes y sombrero guardandolos en el bolso.
🗝️
Decidimos que estaríamos en la piscina del hotel, en la playa será mañana temprano porque es un poquito tarde para las niñas, tengo a Grace sobre mis piernas ,mientras le aplicó protector solar. Tiene su vestido de baño, Ian fue a comprar algo con Hazel ella quería acompañarlo, acomodó a mi hija en un mueble blanco para comenzar a aplicarme, el protector. Me coloque un bikini de color azul, esparzo el producto en mis piernas.
Grace se baja del asiento corriendo en dirección a no sé dónde, levanto mi vista y trago grueso al ver al hombre de ojos claros, con la camiseta beige abierta mostrando todo su abdomen. Sí lo he visto denusdo, pero siempre generará sensaciones en mí, sus ojos se encuentran con los míos y sonríe ampliamente. Noto que Hazel tiene un ramo de flores, se me acerca y me lo entrega.
—¿Son para mí?—preguntó recibiendolos.
—Papá y yo las compramos para ti. —me responde sonriendo y la abrazo por aquel gesto.
Me levanto del asiento para hacer lo mismo con Ian, pero su acción me toma desprevenida al colocar su mano en mi cintura y une sus labios con los míos, cubico mi mano sobre su pecho si fuera por mí desearía que este viaje nunca acabará. Nos separamos y Hottie deposita un beso en mi mejilla.
—Gracias, están hermosas. —digo mirando a Hazel e Ian.
Grace tiene tres girasoles en sus manos puede que Ian y Hazel se los hayan traído, siempre será la flor favorita de mi hija menor.
—De acuerdo iremos a nadar. —menciona Ian quitándose la camisa.
Luego camina hacia la piscina y al llegar a la orilla toma impulso clavando perfectamente, después sale a la superficie se acomoda el cabello al ver que se le pega al rostro, dejó las flores en la mesita de madera que tenemos en el centro de la carpa. Le colocó a Hazel sus flotadores, cuando finalizó con ella, repito la acción con Grace, Hazel se lanza a la piscina Ian le recibe.
Tanto Grace como Hazel saben nadar, se defienden pero no a la perfección por eso prefiero que usen los flotadores por ahora ya cuando estén más grandes, ellas mismas sabrán que es lo que hacen. Y mi hija menor también se lanza, luego lo hago yo clavando, cierro los ojos mientras caigo, la piscina si que es honda, muevo mis pies para sumergirme mi larga cabellera de pega a mi espalda, nado hacia dónde se encuentra Ian con las niñas.
Me sonrojo al sentir la mirada de Ian sobre mi, pero hay algo más en ella me río nerviosa por eso y...
—¿Qué sucede?—le preguntó. —¿Qué?
—No puedo creer que seas mi esposa. —dice.
Me sonrojo mucho más de lo que estaba, apuesto de que mi cara está ardiendo, salpicó agua en su dirección.
Ambos mencionamos que dejaríamos nuestras indiferencias a un lado por las niñas durante el viaje, pero creo que nos estamos confundiendo más de lo que ya estábamos, porque actuamos de una manera tan natural como si mis acciones hablarán por sí solas al igual que las de él.
Espero aclarar que somos, una vez lo mencionó Harvey ya no somos dos adolescentes como para andar en estás. Lo que tenemos es más que ¿Sexo? ¿O realmente somos lo que éramos antes? Porque sí él está confundido yo igual. Dejó aquellos pensamientos a un lado, concentrándome en lo que habíamos quedado, ambos comenzamos a divertirnos con las niñas en la piscina, jugando diferentes juegos en ellas.
Ambas no paraban de reírse, tanto Ian como yo tampoco parabamos de hacerlo y durante horas éramos una familia normal, una que podía viajar y conocer un nuevo lugar. Cómo lo dije, ojalá esté momento nunca se acabe.
Después de estar en la piscina cenamos cerca de ella comiendo platos típicos del lugar, todo sabe delicioso. Al finalizar nos dirigimos a la suite y tiene un enorme balcón en el que puedes presenciar los atardeceres y amaneceres, ducho a las niñas luego les colocó ropa cómoda, escucho a Ian ducharse, él sale del baño con otro atuendo.
Entonces aprovechó el momento para también ducharme, me coloco un vestido blanco y camino descalza por el sitio. Está suite es enorme, tiene dos habitaciones, una sala, un comedor, un minibar y una cocina con los implementos básicos.
Cuando llegó al balcón para cerciorarme cómo están, Grace y Hazel están las piernas de su padre observando el anochecer, los tres están tan perdidos en ello que no notan mi presencia, corro en puntitas saco mi móvil del bolso y les tomó una fotografía, luego guardo el celular en uno de los bolsillos de mi vestido me acerco a ellos sentandome al lado de Ian.
Hazel se baja de las piernas de su padre y me pide que la cargue, lo hago y así mismo la abrazo.
—Mami es hermoso. —comenta Haz y señala el cielo.
—Si, corazón es precioso. —apoyo sus palabras.
Acaricio su cabello se lo deje suelto, aquella acción hace que se quede dormida en mis brazos, Ian no se mueve y es porque Grace también se quedó dormida. Ambas han estado haciendo muchas cosas por el día de hoy, con cuidado cargo a Hazel para no despertarla, Ian hace lo mismo con Grace.
Las dejamos sobre una de las camas, acomodó la colcha cubriendoles el cuerpo, depositó en la frente de cada una el beso de buenas noches. Ian apaga las luces de su cuarto y dejamos la puerta abierta del mismo para estar pendientes de ellas. Los dos nos quedamos en el marco de la puerta observandolas.
—Si que somos buenos para crear clones ¿No?— murmura Ian.
Evitó reírme porque sabía que lo había notado.
—Somos muy buenos para ello. —aseguró. —Además son hermosas e inteligentes, no me imagino cómo serán dentro de unos cuantos años.
—Son mis hijas claro que iban a ser hermosas e inteligentes. —me responde Ian.
Caminamos hacia la sala y le doy un pequeño golpe en el hombro.
—No deberías darte el crédito por completo. —digo. — también son mías.
—Bueno, bueno. —se ríe. — gracias a ambos son hermosas.
Él camina hacia el minibar y saca una botella de champagne, me acomodo en uno de los muebles y cruzo mis piernas, colocó un cojín encima de ellas.
—¿Quieres?—me pregunta Ian alzando la botella y asiento.
—Pero serán unas cuantas pocas,—advierte.— no podemos embriagarnos.
—Si, por las niñas. —estoy de acuerdo con su comentario. — Vaya, sonamos como dos adultos.
Se acerca a mí y me entrega la copa, bebo un sorbo de ella, él se sienta a mi lado derecho y giro mi cabeza para observalo.
—Nos conocimos tú teniendo 22 y yo 24. —recuerda Hottie. — Ahora tienes 27 y a mí me falta poco para tener 30.
—Estamos envejeciendo Evans. —lo molesto.
—Claro que no, solo hemos cogido experiencia. —comenta cómo una sabia.
Me río por ello, bebo otro sorbo de champagne y después chocó mi copa con la suya, el futuro si que es muy incierto.
Notita: Solo digo que habrán capitulos que serán cortos. 💗 Y otros largos hasta puede que me exceda 🥺, solo me da un poquito de nostalgia porque cada vez nos estamos acercando al final, con el paso que estoy actualizando. ❤️
Dani.
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