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Capítulo 10 🗝️: Palabras incorrectas

Rose.

Según lo planeado todo iba a ser fácil, ahora me estoy comportando como una chica de dieciocho años, teniendo las hormonas alborotadas. Aprieto la correa de mi bolso, al sostenerle la mirada, esos ojos azules claros que me encantaban, él ha cambiado físicamente, sus casi treinta años les han sentado de maravilla. En mi mente empiezan a pasar varios recuerdos donde él era mío y yo era suya, me muerdo el labio inferior porque no sólo llegan aquellos buenos momentos.

También algunos oscuros en donde había gemidos, jadeos, porque cuando lo hacíamos, preferíamos quedarnos despiertos, toda la noche, repitiendo una y otra vez, tragó grueso porque no quiero que mi cuerpo responda a la atracción física que, al parecer, sigue habiendo y automáticamente rompo el contacto visual. Max está a mi lado derecho, sentado.

—¿Podemos hablar? —me pregunta Evans.

—De acuerdo. —digo con tranquilidad.

Él abre la puerta de su oficina y me parece un acto un poquito inmaduro, lo que está haciendo Adele en este preciso momento, se acerca a él y lo besa frente de mí. Quisiera tomarla del cabello y después golpearla contra la baranda de las escaleras «Tranquila fiera», me reprime mi subconsciente, por la manera que estoy pensando.

«Recuerda, es su novia actual y no tienes derecho de opinar.» Vuelve a recordarme y tiene razón, entonces alejo ese tipo de pensamientos, mi celular vibra en el bolso y lo saco. Lo saco y rectifico es Chase, me explica que es una chica con la que está saliendo Ryan, ella sabe quiénes son las mellizas, pero prometió tener oculto aquel secreto.

Además, que se lleva muy bien con las niñas, bueno me alegro por Ryan que después de tanto tiempo se dio la oportunidad de conocer a alguien, él se lo merece ser feliz después de todo lo que ha pasado, luego de contestar el mensaje lo guardo.

—Cariño nos vemos pronto. —le dice Adele a Ian, vuelve a besarlo, pero esta vez es corto y se acerca al pastor alemán tratando tomar su correa, pero lo hago yo primero.

—Max es mío. —dejó en claro, me fulmina con la mirada y ella quiere acariciarlo, pero este le ladra tres veces haciendo que se aparte de inmediato de él.

Sehr guter Freund. —«Muy bien amigo» Felicitó a Max, cuando el pastor alemán no se lleva bien con alguien, debe ser por algo al igual que Bella, ellos fueron entrenados para protegernos. Ian se ríe por lo bajo, ante mi comentario.

Ella desaparece de mi campo de visión, luego pasó por el lado de mi supuesto esposo y el pastor alemán, me sigue el paso. Me lo llevaré, las niñas lo adorarán, increíble antes teníamos un pastor alemán y ahora son tres. Bella y Klaus vendrán con las mellizas en el vuelo, le quitó la correa a Max, él cuando está con Ian o conmigo nunca utiliza una correa, le acomodo su chaleco donde tiene su placa de la CIE.

Me siento en una de las sillas que Ian tiene frente a su escritorio, Evans jamás ha llegado a vestir mal. Él se ubicó en su asiento correspondiente, la tensión desapareció, se esfumó como si nada y me siento incómoda de una u otra manera.

—¿Por qué me dejaste? — me pregunta seriamente.

«Rose no puedes decirle la verdad.» Me recuerdo a mí misma y aquello duele aún más, porque el merece saberlo, las niñas deben tener a su padre. Pero ahora no puedo hacerlo, no hasta que sepa que ellas están por completo seguras, puede que esté siendo algo egoísta con los tres, pero después me cerciore de ello, Hazel y Grace tendrán ese padre que ellas se merecen.

Respiro hondo y aprieto la correa de mi bolso, el corazón se me va a salir del pecho.

—Ian te fui infiel. —miento.

Mis palabras causaron cierto efecto en él, al verlo como niega con la cabeza, se le oscurece la mirada, aprieta sus manos, es como si algo dentro de él se acabará de romper por culpa de mi comentario. Las manos me sudan y yo jamás sería capaz de hacerle tal cosa.

—La Rose de ese entonces nunca me haría tal cosa. —asegura él y su voz se entrecorta, continúa negando con la cabeza y se levanta del asiento.

Me quedo callada, él camina de un lado al otro, impaciente.

—Ian siempre he sido sincera contigo...—digo y noto que estoy igual de rota que él.

Deja de caminar de un lado al otro y me mira directamente, agacho la cabeza y no soy capaz de sostenerle la mirada.

—Rose mírame. —ordena y no lo hago. —¡Mírame! —esta vez alza su voz y capto su orden, comienzo a ver borroso, la respiración la tengo aún más acelerada, empecé a llorar, aprieto con más fuerza la correa de mi bolso.

—Lo siento mucho, enserio, lo lamento... —me defiendo. —nunca fue mi intención causarte daño Ian.

—¡¿Por qué lo hiciste?!—me reclama Ian. —¡¿Nunca fui suficiente para ti?! ¡¿Me querías solo por mi dinero?! ¡¿Solo por mi físico?!¡Rose te entregue mi maldito mundo!

Sus palabras hieren, ahora su maldita sinceridad hiere, lastima, desgarra, debí quedarme en Londres y nunca volver a esta ciudad.

—¡Hice que el mundo te diera todo en bandeja de plata! —vuelve a recalcar. —¡Te amaba Williams!

No le contesto porque es como si me hubiese quedado sin palabras. «Me amaba...» Soy tan ilusa al creer que, en el fondo, anhelaba que por lo menos íbamos a tener una buena amistad, por las niñas y eso lo veo imposible, me levanto del asiento y limpio mis lágrimas.

—¡¿Me reclamas por eso?!—le encaro. —¡Cuando a los meses de haberte dejado, me cambiaste por una cualquiera!

Mi comentario lo tomó por sorpresa.

—¡Sí, Ian! —no me dejaré rebajar. —Mientras tratabas de encontrarme ¡Estaba pendiente de ti Ian!¡Te ayudé en todo lo que estuviera en mis manos!

Si él tenía que decirme cosas, yo igual lo haré. No permitiré que me humille o por lo menos quedarme con las palabras que se encontraban guardadas.

—¡Me uní a la CIE, por ti! —le gritó. —¡Me convertí en una de las mejores agentes por ti! ¡Para que estuvieras orgulloso de mi! ¡Fui una novia ejemplar!

—¡¿Ejemplar?!— se burla.

—¡Deja de ser un idiota!

—¡No me reclames nada! —nos seguimos gritando. —¡Que no tienes derecho de hacerlo!

Me río sarcásticamente.

—¡Te odio tanto Ian! —vuelvo a encarar. —¡Por tu culpa perdimos al bebe!

Y mis últimas palabras lo hieren más, porque toque algo que le dolió y al parecer todavía sigue doliendo esa herida infinita, porque si él hubiese estado conmigo Noah estaría con vida, si no hubiese pagado la deuda de algo que no debía, Hazel y Grace tendrán a su hermano mayor.

—¡A él no lo metas Rose! —corta la poca distancia que había entre nosotros. —¡Porque sabemos muy bien que él está muerto por ambos!

Me río porque muchos pensaban que éramos una pareja perfecta, cuando en realidad ni siquiera estamos cerca de serlo ni lo seremos, respiro hondo y trato de calmarme, pensar con cabeza fría, porque debo fingir una relación con él, hasta que Harvey entre su puesto de vicepresidente, después le pediré el divorcio para que no tenga que pagar un maldito karma, el aire me exaspera.

—Ahora hablemos como personas civilizadas. —me rindo. —Mientras Harvey continúe siendo el vicepresidente de la CIE, seguiré siendo tu esposa y fingiremos tener la relación ejemplar que todos quieren. —le dejó en claro. —Luego nos divorciamos para que tú como yo podamos seguir nuestras vidas, como si nada hubiese pasado, tu con Adele y yo con Jackson.

—¿Jackson? —pregunta sorprendido y asiento.

—Como tu digas, fingiremos tener una relación. —vuelve a hablar, ahora creo esa pared de hierro. —Por cierto ¿Dónde te estás quedando?

—En la casa del bosque. —le contesto, mientras recojo mis cosas y Max deja de estar acostado en el suelo, para irse conmigo. —Por cierto, Max, se ira conmigo pronto llegará Bella y no quiero que ella esté sola.

—Está bien. —no me contradice.

Y después de haber escuchado su respuesta me marcho de su oficina junto al pastor alemán, ya llevo dos días en esta ciudad y han sido muchas emociones encontradas, varias palabras y acciones que salieron a flote, al parecer era necesario que sucediera tal cosa. Ahora me dirijo hacia el baño de mujeres que tiene esta planta, necesito lavarme la cara para aclarar mi mente, así sea por tan solo unos cuantos minutos.

Porque en serio lo necesito, empujó con una mano la puerta del baño luego ingresó Max no se me despega, me acerco al lavamanos. Me observó en el espejo, mis labios están rojos más de lo normal, la punta de mi nariz está igual, el maquillaje de mis ojos está hecho un desastre, porque llore. Colocó el bolso a un costado del lavavajillas y sacó unos pañitos para limpiar mi rostro.

Lo que sucedió hace unos cuantos minutos atrás, todavía sigue pasando el momento por mi mente, no dejo de mirarme frente al espejo, evitó llorar de nuevo, no lo haré. Pasado mañana llegan las niñas y ellas me tienen que encontrar bien, no quiero que me vean en este estado, ya quedó sin nada de maquillaje en mi rostro. Alguien entra al baño.

—Sabía que te encontraría aquí. —dice Lea detrás de mí, por medio del espejo me doy cuenta de que cruce sus brazos.

Me giro, voto los pañuelos en la basura.

—Escuche su discusión desde mi oficina. —vuelve a hablar Lea. —Me acerqué a Ian por si necesitaba hablar, pero ahora no quiere hablar con absolutamente nadie.

—Nunca habíamos llegado a discutir de esa manera. —le digo.

—Fue bueno que ambos lo hayan hecho, cariño. —me anima Lea. —los dos debieron quitarse un peso de encima, pero se hirieron con palabras.

Me quedo bastante tiempo conversando con ella, Lea es psicóloga y sabe muy bien como guiarte a la hora de tomar decisiones, además te da una opinión sincera. Sin necesidad alguna de herirte, luego de realizarme nuevamente el maquillaje básico, nos dirigimos hacia la cafetería de la central.

Para almorzar y nos encontramos a Megan, Richard y Sophie, los cuatro almorzamos juntos porque querían darme la bienvenida y me siento en casa, sin importar lo que sucedió hace algunos años atrás las cosas quedaron claras entre Richard y yo, tenemos una amistad buena, sin necesidad de recordar lo pasado. Me río con ellos, por sus comentarios e incoherencias, además me colocan al tanto de todo lo que ha pasado en mi ausencia.

Me hablan de sus hijos con orgullo, así como Lea comenta que tanto ella como Víctor están algo indecisos si tener otro hijo, porque ambos creen que con Asher es suficiente, pero a veces mi sobrino pide un hermanito o hermanita. Entonces lo han estado pensando, luego Megan me recuerda que mañana iremos todos al Club cómo en los viejos tiempos.

No quería ir, porque no me sentiría cómoda estar en un lugar que le perteneció a la persona que me entregó, así como ayudó a la muerte de mi mejor amiga. Richard me anima porque el lugar lo compró Brian y lo renovó, también me cambió el nombre del club para que no quedará rastro de lo que había sucedido.

Sin mencionar que sería la inauguración del club, entonces no me negué, Thomas me aconsejo que me ayudara a despejar la mente a hacer yo misma, cómo hace algunos años atrás. Esa joven adulta que estudiaba leyes y de vez en cuando aprovechaba su fin de semana, para viajar con sus mejores amigos o para estar en fiestas y no es mala idea después de todo.

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Después de almorzar y charlar, nos dirigimos hacia el Pentágono, donde por una reunión de emergencia quedamos divididos en cuatro grupos. De seis personas en cada uno, quedé con Megan, Richard, Víctor, Ian, una agente que llega dentro de algunos días desde Washington, también llegará un hombre desde esa sede y mi persona, espero que en esa misión todo salga con normalidad.

Debemos viajar a Colombia a desmantelar a un senador corrupto de nuestro país, ya que ha llegado a trabajar en la trata de personas, sin contar que es un pedófilo de mierda que se mete con chicas menores de edad, eso me causa cierta repugnacion, es asqueroso que puedas llegar a encontrar ese tipo de personas, con una mentalidad algo corrompida.

Partiremos el miércoles por la noche, para llegar en horas de la madrugada a San Andrés, al finalizar la reunión los chicos y yo nos dirigimos hacia una heladería que queda cerca de Central Park, pero antes de ello recogemos a los niños en la casa de cada uno, para que también se diviertan con nosotros. Richard, Megan y Melissa están en su auto, Lea en el suyo con Asher, Víctor no pudo venir, Sophie con Mathew porque Liam se encuentra algo atareado en la veterinaria, entonces no podía.

Era comprensible, aparcamos los vehículos cerca de un estacionamiento de Central Park porque no se pueden dejar en la cera. Luego caminamos hacia la heladería, Asher camina conmigo cogido de la mano, Max se está comportando muy bien, no entiendo porque Adele mencionaba que es algo rebelde, él es todo un amor.

— Tía Ros ¿Desde hace cuánto conoces a mis padres? — me pregunta Asher.

—Cariño desde hace varios años atrás. —le contestó.

—Gracias al tío Ian la conocemos. — agrega Sophie.

Pero su comentario no me incomoda.

— El tío Ian es ¡Increíble! —me asegura Asher. —me ha enseñado varias cosas, a veces me recoge de la academia, tía Ros.

—¿En serio?

— Sí tía. —me asegura.

—Tía Ros ¿Cuántos años tienes? —me pregunta Melissa.

—Me hiciste sentir vieja linda. —la molesto y ella se ríe. —No mentiras, tengo veintisiete, pequeña.

—Vaya tienes la misma edad de mi mami. —dice orgullosa. —¿Cierto mami?

—Si, Mi amor. —le responde Megan.

Quién iba a creer que la maternidad le iba a sentar de maravilla a Megan, varios de nosotros hemos mejorado para bien, luego de estar unos cuantos minutos en la heladería. Llevamos a los niños al zoológico, cuánto me gustaría que en este preciso instante Grace y Hazel estuvieran aquí conmigo, porque sé que se estarían divirtiendo, los niños se sorprenden al ver los distintos animales que se encuentran en el lugar.

Buscamos la forma de que dejarán ingresar a Max para no dejarlo afuera, tanto en la heladería como en el zoológico nos tomamos varias fotografías. Sophie me toma algunas en dónde estoy sola y se las envió a Chase para que se las muestre a las niñas, me envían un audio sorprendidas. Les explico en dónde me encuentro, además les aseguro que las traeré para que conozcan el zoológico, me gusta que tengan una niñez normal.

Y está tarde jamás la olvidaré, me divertí bastante con cada uno de los niños, sin mencionar que tener a mis mejores amigos cerca fue maravilloso, porque son como mi segunda familia, esa en dónde nos apoyaremos en las buenas y en las malas, sin tener algún impedimento.

Continuará...

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