Capítulo X: Amanecer de un día muerto (Parte II)

Eran las 3:00 AM, caía una intensa lluvia sobre Royal Woods, los incendios se fueron apagando poco a poco hasta que no eran más que ascuas y humo blanco en los Cielos de la Ciudad. Sin embargo, el peligro aún perduraba sobre la zona y en la Comisaría Central, mientras que dormían los supervivientes, era el turno de Alexander en montar guardia por las dudas. Se hallaba sentado en la silla frente a la computadora de la Recepción, estando pendiente de lo que pudiera ocurrir. El sueño lo dominaba pero no pensaba dormirse en un momento tan duro como ese, tecleando las cámaras que daban hacia las diversas partes del edificio hasta que, por alguna extraña razón, sus ojos se enfocaron en la del estacionamiento y frente a los coches que estaban aparcados, una sombra comenzó a moverse por los alrededores del lugar, llevando a que se despabilara y viera que no estaba soñando.

- ¿Y eso?.- Preguntó con dudas y al hacer un zoom con la cámara, notó que la sombra se movió hacia el interior de donde estaba el pasillo que daba al "Polígono de Tiro", la Morgue y las celdas de prisioneros.

- ¿Qué pasó?.- Escuchó la voz de "Hunk", quien se hallaba despierto.- Te oí murmurar, ¿viste algo?.- Preguntó éste y el Bosnio asintió.

- Sí, hay algo allí, en el estacionamiento y que entró por esta puerta.- Señaló el peli blanco-plateado, llevando a que el Capitán del "U.S.S" tomara su rifle de asalto y fuera en dirección hacia esa zona.- Espera, "Hunk", no es seguro, allí está la perrera y de seguro los de la "División K-9" deben haberse convertido en Zombies.- Intentó detenerlo.

- No te preocupes estaré bien. Si eso pasa, los eliminaré.- Prometió y tras sacar el seguro a su rifle de asalto, se dirigió hacia ese lugar para investigar.

Fue en silencio hacia el estacionamiento, armado con su rifle, manteniendo vigilada su espalda, sin saber qué clase de peligros podía haber allí. Se abrió camino hacia la puerta principal que daba hacia esos corredores, pero le llamó la atención unos pasos "pequeños" pero rápidos.

Se volteó y para sorpresa suya, un "Cerberus" se lanzó contra él, gruñendo, ladrando y venía acompañado por otros tres perros convertidos Zombies, los cuales se prepararon para atacarlo, sin embargo, el Capitán del "U.S.S" abrió fuego con su rifle, matando a los tres por escasos centímetros. Pensó que estaba a salvo hasta que un cuarto de esas aberraciones se le vino encima, tomándolo por sorpresa y tirándolo contra el piso, llevando a que éste forcejara contra el animal muerto y evitando que le mordiera el cuello. Justo cuando estaba por terminar de la peor manera, un disparo resonó por el lugar, dándole en el cuello a aquel perro infectado, el cual cayó al piso, a un lado de "Hunk" y bajo un charco de sangre más adelante.

El sujeto vio a su salvador: Se trataba de una bella mujer alta, largos cabellos azabache negro que terminaban en una cola de caballo, zapatos del mismo color junto a un abrigo largo y de color marrón claro, además de llevar unos lentes de Sol negros.

- Vaya, no me esperaba toparme con supervivientes por este edificio.- Habló la mujer, quien avanzaba con una Pistola 48 MM en sus manos y el cañón que humeaba a más no poder. "Hunk" pudo notar que su acento era francés.- Venga, no se quede allí y por cierto...- Dijo ella, tendiéndole su mano con ese tono de gracia en su voz y disparando contra el perro.- Asegúrese de que estén muertos de verdad, un segundo tiro no afecta a nadie.- Sostuvo la francesa y cuando se puso de pie aquel Capitán, éste volvió a su postura seria.

- Manos arriba. Identificación.- Ordenó, apuntándole con su arma.

- Oh, por favor.- Bufó la francesa y sacó su credencial.- Agente Amelie Lacroix, "Servicio Secreto de Francia".- Le entregó aquel documento, llevando a que lo viera de pies a cabeza por unos segundos.

- "Hunk, Hunk, ¿va todo bien?".- Oyó la voz de Alexander y el Capitán se puso en contacto con él.

- Te recibo.- Respondió éste.

- "Escuché disparos en el estacionamiento, ¿va todo bien?".- Preguntó sobre ese punto.

- Tranquilo, lo estoy, me he encontrado con una superviviente, se llama Amelie Lacroix, Agente del "Servicio Secreto de Francia".- Le contó sobre aquella persona.

- "Mmmm, ni idea, no tengo ningún registro de ella por aquí. Pero luego hablaremos de ella y escucha, ve a las celdas, parece que encontré algo por allí".- Le encargó esa nueva misión al Capitán.

- Recibido, voy para allá. Cambio y fuera.- Colgó la comunicación y se dirigió hacia la puerta.

- Bueno, ¿qué pasó?.- Preguntó Amelie, cruzada de brazos.

- Deberá venir conmigo, Señorita Lacroix. No es seguro este lugar.- Le informó "Hunk", mientras que ella le seguía.

- Jejejeje, si conoce de un sitio mucho más romántico, estoy dispuesta a ello.- Apuntó la francesa, mientras que se internaban por aquellos pasillos que daban hacia las celdas.

El lugar estaba desolado, habían dos de éstas, mientras que no veían a nadie por allí, pero cuando llegaron hacia la última de todas, se les apareció una grata sorpresa en el interior de la celda. Allí, recostada y con sus brazos bajo su cabeza yacía una muchacha de cabellos castaños con tonos violeta, vestida con unas ropas llamativas y hallándose dormida en su cama. "Hunk" se acercó y llamó a la puerta, provocando que la chica se despertara.

- Wow, wow, ¿y ahora qué hice?. Yo no formé parte del ataque cibernético al "Pentágono".- Se defendió la joven, quien era extranjera.

- Teniente Alexander, ¿quién es esta persona?.- Preguntó "Hunk" y el Bosnio comenzó a verla desde la cámara de ese lugar.

- "Ufff, Olivia Colomar, una de las Hackers más famosas de toda Royal Wood...y la responsable del ataque cibernético contra la Base de Datos del "R.W.P.D". Creí que la habían trasladado a otra prisión".- Recordó el Bosnio a aquella persona.

- Ohhh, ¿qué onda, Teniente Ivanisevic? ¿Cómo está?. Bueno, yo le responderé a su pregunta: Cuando trasladaron a los otros dos presos que tenía de "vecinos", se olvidaron de mí cuando empezaron los disturbios, así que me tuve que quedar aquí, sin mis preciados "Bebes", pero ahora que han llegado hasta aquí, podrían sacarme.- Respondió la mexicana.- Oh, por cierto, llámenme por mi apodo: "Sombra".

- ¿Por qué "Sombra"?.- Preguntó "Hunk".

- "No te das cuentas de que ha atacado hasta que ves las consecuencias".- Le respondió Alexander a aquel Jefe.

Olivia se levantó de su cama y fue hasta los barrotes.

- Bueno, ¿qué esperan, chicos? ¿Acaso creen que voy a estar esperando tanto tiempo?. Vamos, abran esta puerta.- Pidió la mexicana, llevando a que "Hunk" fuera hasta el panel, el cual tenía corriente y logró abrir las puertas, provocando un chirrido con su movimiento y de ahí salió la joven, pero el militar le apuntó con su rifle.

- Las manos arriba y no intentes nada.- Le advirtió seriamente.

- Uhhh, bueno, bueno, tranquilo, Señor Sargento.- Le calmó ella con ese tono sarcástico.

- Soy Comandante del "U.S.S", ahora vienes con nosotros.- Sostuvo "Hunk", mientras que se la llevaba consigo hacia la planta alta.

Una vez que cruzaron el estacionamiento, dejando atrás a los perros muertos de la "División K-9", volvieron al "Hall Central" del edificio, en donde Gyul los estaba esperando junto a Alexander, siendo el Bosnio el que rechazaba la idea de tener a "Sombra" con ellos, debido a los problemas que podría causarles y más al tratarse de los inconvenientes ocurridos en el Pasado. La chica lanzó una risita, se estaba mofando de los "S.T.A.R.S", por lo que el peli blanco-plateado la miró seriamente y ésta le hizo una mueca de burla, viendo que nadie la iba a detener.

- Bueno, bueno, parece que tenemos más compañía.- Alegó "Four Eyes" seriamente.

- Más tú, te vi con las hermanas Chang a tu lado.- Señaló "Hunk" y eso llevó a que su hermano frunciera el ceño ante esa burla.

- Ok, luego iremos con ese punto, por ahora hay que ver qué hacemos con ellas dos, sobre todo con la francesa.- Señaló Alexander y Amelie le lanzó una mirada seria.

- Ya les dije: Me enviaron para investigar este desastre.- Apuntó la peli azabache, caminando con elegancia hacia el Teniente de los "S.T.A.R.S".

- No trate de venirnos con juegos, Señorita Lacroix.- Le advirtió Gyul y la encaró.- Responda: ¿Qué hace aquí?.- Interrogó a la francesa, quien llevó sus manos hasta los bolsillos de su abrigo.

No iba a lograr lo que quería, dentro de aquellas Oficinas del Oeste, Amelie permanecía tranquila, mientras que Gyul la interrogaba sin obtener respuesta alguna por parte de la francesa.

- Supongo que la "Súper Agente" no va a decir nada al respecto. Por cierto, ¿tienen algo para comer?. Tengo un hambre que me comería un caballo.- Alegó "Sombra", disfrutando de aquel espectáculo, siendo Alexander quien le trajo unas barras energéticas de las máquinas expendedoras.- ¿Solo esto? ¿Acaso se piensan que soy de aquí?.- Preguntó con queja y burla a la vez.

- Al Amanecer saldremos a buscar provisiones.- Le respondió el Bosnio.- ¿Y podrías bajar la voz?. Muchos están durmiendo.- Pidió con seriedad.

- Ohhh, de acuerdo.- Alegó ella con ese tono sarcástico y de ahí se quedaba en silencio.

- Ya les he dicho toda la verdad.- Dijo Amelie y aquello fue señal para que Gyul dejara de interrogarla.-

- No vale la pena, pero te estaremos vigilando.- Le advirtió el virólogo, volviendo a dormir un rato junto a su hermano y acompañado por las dos nuevas integrantes, mientras que Alexander iba continuando con la guardia.

Pronto, el Reloj marcó las 5:00 AM. Un nuevo día había llegado a aquella ciudad convertida en un campo de batalla por la supervivencia de los que no pudieron salir y salvarse del desastre.