Capítulo IX: Amanecer de un día muerto (Parte I)

La noche había caído sobre la Ciudad de Royal Woods, por el "Puente Raven" se hallaba el bloqueo que impedía que cualquier civil o personal militar pudiera ingresar por vía terrestre hacia dicho lugar. Los Zombies deambulaban en busca de carne humana para comer, los intentos de la Policía, los Militares y "Umbrella" por impedir que los muertos viviente siguieran aumentando fueron en vano, los supervivientes se enfrascaban en sobrevivir, como único objetivo en mente, ya que si eran atacados por cualquier criatura reanimada, eso significaba que debían tomarse dos opciones: Suicidarse o ser asesinados para no volver a la vida, ya que con cada caído que se levantaba, pasaba a engrosar aquellas siniestras filas. La Corporación Farmacéutica había enviado al "U.S.S" para rescatar al objetivo principal: La Doctora Mei Ling-Zhou.

Sin embargo, una vez que el rescate se llevó a cabo, la extracción, tal y como debía realizarse, nunca pudo realizarse por motivos desconocidos, dejándolos a merced del peligro que se cernía por allí. Por su parte, el "Ala Militar" de "Umbrella", la "U.B.C.S" enviada para rescatar civiles y limpiar las calles de Zombies, había fracasado en su intento por la amenaza que éstos constituían y mientras que los miembros del "U.S.S" debieron buscar refugio junto a los supervivientes en la "Comisaría Central de la Policía de Royal Woods", allí era donde se estaba llevando a cabo la acción de esa noche:

Mientras que procedían con enterrar los cuerpos de los caídos que dieron su vida por defender el edificio de las hordas de Zombies, en los exteriores del gran inmueble, dentro del mismo, los sobrevivientes se hallaban en las duchas, lavándose, dándose una ducha tras un día agitado y se recogía la poca comida que había allí.

- Genial.- Bufó McCree tras revisar las cajas enviadas por los Militares desde la vía aérea, en donde todas estaban vacías.- Esto es genial.-

- No puedo creer que se agotaron tan rápido.- Quedó Lena sin palabras al terminar de examinar otro de esos embalajes de metal.

- Ni yo, parece una locura.- Suspiró el Sargento de "S.T.A.R.S", quien se quedó pensativo por un rato.- ¿Qué sugieres?.- Se giró hacia su novia, la cual respiró profundamente.

- Vamos a tener que ir a buscar provisiones por las calles, de lo contrario, moriremos de hambre.- Dio ella su idea, mientras que su novio le colocaba su mano en los hombros y la acercaba para abrazarla.

- No nos queda otra alternativa.- Sentenció, apoyando la idea de ella.

Jamás habían vivido una cosa como ésa. Eran "S.T.A.R.S", el mejor "Cuerpo de Élite" que la "R.W.P.D" tenía y disponía para enfrentar las situaciones más críticas, sobre todo al tratarse de asuntos tan complicados como una toma de rehenes o un desastre en las Montañas donde había que ir en misión de rescate por los supervivientes, pero aquello, ese "Incidente de la Mansión" los había puesto a prueba, una que nunca podrían sacarse de encima sus consecuencias, si es que salían de allí con vida. Lena suspiró profundamente, era una chica valiente y aventurera, siempre lista para enfrentarse al peligro, pero todo lo que había visto, hasta ahora, le había dejado en un estado de terror y más al ver a sus compañeros de armas con los que tenía una amistad importante, yacer muertos, que habían optado por el suicidio o convertidos en muertos vivientes. Lo bueno era que contaba con el Sargento McCree, su novio, junto al Comandante Morrison, a la Jefa Médica Ziegler y al Teniente Ivanisevic, pero la pregunta era si iban a poder salir con vida de allí. Era mejor no preguntarlo, no era el momento ideal para hacerlo.

Mientras tanto, Gyul se encontraba viendo las armas y municiones que habían conseguido, tomando nota de ello y clasificándolas según el tipo de éstas, pero lo que no sabía era que cierto dúo de hermanas asiáticas lo estaba observando detrás de las columnas de la entrada a la "Sala de Espera", susurrando y murmurando, llevando a que éste se volteara pero no veía a nadie allí, por lo que volví a concentrarse en su trabajo.

- Jejeejeje, es tan guapo con ese peinado este K-Pop.- Murmuró Sid Chang por lo bajo.

- Sí, oye, ¿y si vamos a hablarle?.- Propuso Adelaida y esa no era una mala idea, por lo que su hermana caminó y ambas se dirigieron hacia Gyul, el cual seguía enfocado en su tarea de clasificación.

Ambas hermanas caminaron la poca distancia que los separaba y cuando el peli negro se volteó para llevar aquellos papeles, éste se topó con esas dos chicas asiáticas, las cuales se le quedaron viendo con emoción y ahogando suspiros al verlo, llevando a que éste volteara los ojos para no darles importancia.

- Jejejeje, hola, Señor Amable Gyul.- Saludó Adelaida y eso llamó su atención.

- Muchas gracias por protegernos.- Agradeció Sid Chang y ambas lo abrazaron con fuerza.

- Oigan, ¡esperen, cuidado!.- Pidió Gyul y por aquel peso terminó cayendo al piso junto a ambas hermanas que no se separaban de él.

Mientras tanto, desde la Biblioteca en donde se encontraban Pavel y Mercy, el lugar se hallaba custodiado por "Reaper" y "Roadhog", quienes estaban asegurando de que las persianas metálicas no cedieran por algún ataque Zombie.

- Disculpa, Pasha, pero ¿has conocido a alguna chica que te guste?.- Preguntó ella a su "Hermanito" y él la miró a la cara.

- Claro, muchas vienen a mí, rendidas.- Respondió y aquello fue un buen chiste para "Reaper", quien estalló en carcajadas junto al grandote Experto en Demoliciones.

- ¡Jajajajajaja, si nunca te tocó ninguna con esa personalidad tan fría que tienes!.- Le corrigió aquel "Espía", llevando a que el chico bajara la cabeza, avergonzado por lo que había dicho, mientras que Mercy lo abrazaba.

- Owwww, tranquilo, Pasha, tranquilo, un día encontrarás a alguien que te quiera de verdad.- Le animó la Jefa Médica, sin soltarse de él por un buen rato.

A su vez, en los baños, algunos se hallaban esperando a que salieran los demás, entre ellos estaba Dimitri, quien tenía su camisa blanca de la "Universidad de Royal Woods" empapada de sangre, al igual que su rostro y arañada por los Zombies, esperando a que se vaciaran las duchas, así que aprovechó para recorrer el segundo piso del "Ala Este", encontrándose con varias puertas que no habían revisado antes, metiéndose en una que era muy elegante y espaciosa, entre ellos había una mesa de roble bien pulida y tomó asiento en ese lugar, examinando por si encontraba algo que tuviera sumo valor en información.

Dentro del escritorio halló un cuaderno de tapa dura y con un candado en su Centro junto a la llave que estaba atada a una correa. La tomó y procedió con abrir aquel objeto y ver qué había allí escrito en sus páginas.

"Las cosas no podían descontrolarse aún más en Royal Woods: La "Barricada Oeste" cayó a las 12:00 del Mediodía, desatándose un feroz enfrentamiento, en donde perdimos a 10 agentes y 9 civiles, todos ellos a manos de los Zombies, pero logramos hacerlos retroceder. No me debo olvidar que también tuvo el doble de heridos y que debimos llevarlos al interior del "R.W.P.D".

No contamos con suficientes municiones para enfrentar a las hordas de Zombies. Estamos perdiendo la batalla...Nuestro equipo de comunicación no responde...Pero hemos llegado a una solución los demás agentes y yo, aunque sea arriesgada, vamos a colocar bombas en las Avenidas Principales de la Ciudad para diezmar a esos podridos y a enfrentarlos.

Solo espero no morir allí, pero ya estoy preparado, decidí ahorrarme una bala por si acaso, antes de que me maten esos malditos, me haré cargo de enviarlos directamente al Infierno. En el caso de que me ataquen, tomaré la decisión de jalar el gatillo para evitar que mi cuerpo no vuelva a levantarse.

La hora ha llegado, debo ir allí...

Helena, te veré pronto, Amor Mío.

Jefe del Departamento de Policía de la Ciudad de Royal Woods, Michael Brown".

Un escalofrío recorrió la espalda de Dimitri al leer aquella fuente, se le encogió el corazón al pensar en el destino de ese hombre, si estaba vivo o muerto, si cometió suicidio o logró salvarse. Pero una cosa debía estar seguro, necesitaría ese archivo, por lo que se lo quedó justo cuando entraba Alexander a la Oficina.

- Estaba...- Iba a decir el chico, pero el Bosnio le tranquilizó.

- No te preocupes, venía a decirte que el baño está libre, puedes ir.- Le dijo el joven peli blanco-plateado, llevando a que el castaño dejara la Oficina del Jefe de la Policía y así irse a dar un baño para quitarse la sangre seca que tenía.

Mañana irían a buscar provisiones pero el plan iba a ser que no estarían todo el tiempo allí, sino que sería por unos días, luego proseguirían en hallar una salida que condujera hacia afuera de la Ciudad de Royal Woods. Pronto, después de que todos se pudieran dar una ducha, cenaron con lo poco que dieron las máquinas expendedoras y aprovecharon para irse a dormir.

24 horas iban a cumplirse desde que el desastre había comenzado.