Un Problema
Nota de autora, por favor leer:
¡Hola! Aquí les dejo otro capítulo, cada vez más cerca del final.
Tiene algunas escenas flashback que buscan justificar ciertas decisiones y que en el momento de escribir la historia no sé cómo iban a ser editadas la primera vez, así que espero que no sea tan confuso.
Los siguientes tienen adiciones de cosas que salieron en los últimos juegos y que edité estas semanas, por eso me tomó más tiempo y lamento que sea tan tarde, pero tenía problemas para entrar a fanfiction.
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Para saber más de los próximos proyectos que tengo de Resident Evil y otros fandoms, los invito a seguirme en mi Instagram @asukadattebayo, ya no uso mi Facebook, por lo que ahí podrán encontrarme.
Pueden encontrar el fanfic también en Wattpad y AO3, este último les permitirá descargarlo como PDF, pero de todas maneras terminando este fanfic, publicaré donde pueden descargarlo completo.
Espero, que, durante estos tiempos difíciles, se encuentren bien y seguros, quédense en casa si pueden y tomen precauciones.
Muchísimas gracias y aquí les dejo el nuevo capítulo.
TREINTA Y CINCO: UN PROBLEMA
JAKE
Se sentó en el comedor, notando como Amy se mantenía atenta a la hoja apoyada en la bandeja de su silla alta de bebé, su mirada demasiado parecida a la de la espía, a pesar de que ambos niños tenían una combinación de los ojos de sus padres, Scott parecía simplemente tener más rasgos de Leon, y la mirada seria y concentrada de la niña era pura genética de Ada, incluso para alguien tan pequeña como la infante que recién tenía dos años.
Miró a su derecha cuando escuchó pasos en su dirección. Scott se acercó hasta él, sin decir nada y solamente dejando una manzana junto a los papeles que Jake leía, él agradeció y el niño volvió a desaparecer por la puerta que llevaba al jardín.
—Mana— miró a la niña con una sonrisa cuando notó su atención en la fruta. Se levantó para ir por un cuchillo y algunas servilletas además del babero que guardaban en un cajón lleno de cosas para la bebé.
Ya conocía la casa bien, tanto que a veces se cuestionaba que estaba haciendo, pero ver a Scott entrar otra vez en la cocina, dejando otra manzana junto a la otra y volver a irse, hizo que olvidara una vez más su cuestionamiento.
Jake regresó hasta la mesa, intentando ver al niño por el ventanal, pero no estaba a la vista, sabía que estaba ayudando a Leon con algo de la casa del árbol que estaban instalando, después de todo incluso él había estado todo el día interior ayudando y ahora solamente quedaban detalles que agregar.
—Mana.
—Lo sé, Amy, espera— mientras pelaba la manzana Scott volvió a entrar. Otra manzana roja en sus manos que rápidamente dejó sobre la mesa. —Scott— Lo vio detenerse, confusión en su mirada cuando volteó a verlo tras avanzar unos pasos, esperó un momento a que hablara, pero no dijo nada. —¿Qué haces?
—A usted le gustan las manzanas— asintió ante la respuesta, dejando el cuchillo y las servilletas sobre la mesa, mirando al pequeño de reojo cuando colocó el babero a Amy.
—Sí, pero no entiendo por qué traes tantas— Scott abrió su boca y luego la cubrió con sus manos. —¿Scott?
—Vuelvo después.
Arqueó una ceja cuando lo vio salir sin responder su pregunta, no dijo nada, tomó asiento nuevamente y cortó unos gajos de la manzana para entregárselos a la pequeña. Volvió a leer los papeles, atento a cómo comía Amy, hasta que Scott regresó, esta vez con dos manzanas más y tomó asiento al otro lado de él, justo frente a su hermana y con su espalda muy recta.
—¿Scott?
—¿Recuerda cuando me dijeron en lo que usted trabajaba? — Jake asintió, siempre fascinado por lo correcto para hablar del niño. —Cuatro manzanas, para que me entrene.
—Oh, niño— sonrió encantado por aquello.
—Cuando tenga dinero le paga-.
—No, necesitas dinero ni manzanas.
—¿Me entrenará? Quiero pelear como usted lo hace.
—Lo harás, quizás algún día, pero aún eres pequeño— cortó un pedazo de la manzana y se lo entregó a Scott, quien sin apartar la mirada de él la recibió. —Si tus padres te dejan, te entrenaré, pero no todavía— vio la mueca en los labios del niño y rápidamente suspiró, tomando una de las manzanas. —Te aceptaré estas por protegerte, a ti y a Amy.
—Bien.
—Con la única condición de que seas una persona buena, que no le hagas daño a otros.
—Por supuesto.
La sonrisa que reemplazó a la mueca fue suficiente para saber que aquello había convencido a Scott, pero realmente tomaba la oferta de las manzanas en serio. No veía nada de malo con prometer algo que ya estaba pensando hacer desde hace tiempo.
»SECRETO«
ADA
Amy simplemente no había dejado de abrazarla desde que se había acercado a ella, Scott no era distinto, pero finalmente se había quedado dormido para cuando recibió la llamada de Jill.
—Leon se contactó, está en una ciudad cerca de donde nos encontramos y está bien— Ada sintió su pecho más liviano, esa tensión que había controlado su cuerpo se había disipado un poco y sonrió sin proponérselo. Acarició la espalda de Amy, quien continuaba sobre su pecho, rehusándose a alejarse de su madre que estaba sentada en la cama que tenían para la niña.
—¿Lo sacarán de ahí?
—Están trabajando en eso, las ciudades tienen orden de cuarentena y los focos se han controlado— escuchó la respuesta que podría haber sido tranquilizante para el resto, pero ella notó el tono de voz distinto y miró a la cama que estaba al otro lado de la habitación, la misma que compartían Scott y Sherry, el pequeño finalmente calmado y la agente finalmente descansando tras recibir atención por una herida que no había notado hasta que su cuerpo finalmente exigió un descanso.
—¿Y Jake? — hubo un silencio del otro lado de la línea y Ada cerró sus ojos, jamás pensó en preocuparse por otras personas que no fueran sus hijos o Leon, pero el mercenario significaba mucho para los niños como para no interesarse por su bienestar.
—Se separaron, dijo algo de que era para evitar que los encontraran juntos y uno de ellos pudiese regresar.
—Deben encontrarlo, Wesker no dejará que ponga en peligro sus planes.
—Chris ha ordenado su búsqueda. Yo he organizado todo y tengo preparado un refugio, Kathy con las niñas regresarán a Canadá ahora que Barry ha venido a ayudar, por su seguridad y sabiendo que Wesker está tras esto.
Jill le había hablado durante la tarde a ella y la esposa de Barry, el problema de seguridad que estaban enfrentando y la incertidumbre por lo que fuese a suceder. Ella se iría con los niños, Sherry, Claire y Helena a un lugar en donde solamente los más cercanos tuvieran conocimiento, después de todo le había confesado su temor y el de Chris porque otros supieran sobre la exposición de ellos a virus y plagas, especialmente porque eran los objetivos de Albert Wesker y eso hacía que no pudiesen confiar en cualquiera.
—Rebecca ha tenido que confirmar que con un detonante muchos virus, plagas o lo que sea, pueden volver a afectar al organismo— el pecho de Ada se volvió a apretar ante esa idea, acarició la espalda de Amy para encontrar una forma de tranquilizarse. —En cuanto descubran la lista, podrían estar en peligro. Así que al amanecer habrá un helicóptero esperándolas.
—¿Rebecca cree que puede activarse en mis hijos? — notó la pausa en la respuesta de Jill y tuvo que respirar hondo.
—Cree que nadie está a salvo, no importa cuánto tiempo haya sucedido desde una vacuna, un detonador podría reactivarlo y-.
—Y Wesker obtendrá lo que quiere si eso pasa— supuso que Jill asintió porque no hubo una respuesta, que estaba tan afectada como ella por la sola idea de que sucediera aquello, pero ella era Ada Wong, ella había entrenado para superar los obstáculos que se interponían en sus objetivos, ahora el principal objetivo que tenía era asegurar el bienestar y seguridad de sus hijos.
El teléfono de Sherry sonó provocando que la rubia despertará dando un leve salto y Ada volteó a mirarla, la luz sobre el velador permitió ver la pantalla y la letra 'J' aparecer en letras grandes sobre un número.
Sherry con rapidez se levantó, evitando despertar a Scott, quien se quejó ante el ruido y Ada acomodó a Amy en sus brazos, sin dejar de lado su celular mientras miraba los ojos celestes abrirse con sorpresa antes de contestar.
—¿Jake?— preguntó, pero Ada no pudo escuchar lo que sonó del otro lado de la línea. —Sí, lo haré, dame un minuto.
—¿Está bien?— Sherry asintió. —¿Está en un lugar seguro?
—Deben sacarlo, está en una comisaría en Arklay, escondido— notó la urgencia en la voz de Sherry. —Hay infectados intentando entrar. Dice que hay un ataque.
—Jill, en Arklay hay un ataque, Jake está allá.
—Iré con Chris, espera.
»SECRETO«
LEON
Observó el helicóptero bajar en medio del helipuerto de la comisaría. Sintió alivio al ver a Jill y Chris bajar con su equipo, armados y con las expresiones serias.
—Es bueno verte a salvo— Jill fue la primera en hablarle cuando se acercó a ellos, Chris estaba dando indicaciones que no pudo distinguir, confundido miró a la agente que le entregó un comunicador.
—Ada dijo que Jake llamó, al parecer hay infectados en Arklay.
—¿Cómo está Ada?¿Los niños?¿Realmente están bien?— Jill asintió, apoyando una mano sobre su hombro.
—Están bien, seguros. Me he encargado de eso, hablaremos después.
—Bien, bien. Dijiste Arklay, ¿no? Pasé por ahí, él se bajó, pero no parecía haber nada raro— dijo cuándo recordó la ciudad más allá de las montañas, la única más cercana a Raccoon City.
—Llamó que está encerrado en una comisaría con otros, que empezó de pronto, pero no hemos podido contactarnos con nadie de allá, Sherry es la única que tiene contacto con él, pero no sabemos cuánto dure— Leon volteó a ver al oficial que lo acompañaba cuando escuchó la explicación de Jill. El hombre sin dudarlo les señaló el interior y entonces entraron.
—Creo que el Capitán Collins tiene su radio de alto alcance aún— dijo el hombre guiándolos hasta el interior del edificio.
—Él es el Capitán Dorman, está a cargo de esta comisaría— explicó Leon mientras miraba por sobre su hombro a Chris que parecía molesto mientras revisaba su comunicador. —Recibió la orden de cuarentena y ya cerraron la ciudad.
—Todas las ciudades al rededor, pero Arklay está demasiado cerca— ambos observaron al hombre sacar una radio del cajón de su escritorio, intentando recibir alguna señal del otro capitán.
—¿Y han sabido algo sobre él? — fue cuidadoso de no mencionar el nombre de Wesker, especialmente porque al hablar con ellos habían señalado que todo quedaría como secreto entre superiores.
—El maldito no ha sido encontrado— finalmente Chris hablaba y no sonaba para nada feliz, aunque era algo obvio considerando todo lo que el Redfield había pasado para derrotarlo. —Enviaron aviones a sobrevolar la zona y no han encontrado nada.
—Aunque sabemos su objetivo, así que podemos adelantarnos— Barry apareció en el pasillo, Leon había notado que se había quedado atrás con los otros agentes, pero finalmente entraba en la oficina con un puro en su mano y su arma en la otra. —Por cierto, creo que querrán ver el cielo.
—¿A qué te refieres? — Jill no se detuvo a preguntar cómo Chris, ella se dirigió hasta la ventana y Leon la siguió, ambos junto al Capitán Dorman abrieron las cortinas de la oficina y notaron las nubes que se acercaban desde las montañas Arklay, espesas y cargadas con lluvia. —Los cielos deben estar despejados, era el reporte.
—Quizás se equivocó— escuchó al capitán Dorman, quien continuó intentando encontrar la señal para contactarse.
—Quizás sí, quizás no, lo mejor es prevenir, además está anocheciendo y será un obstáculo— Barry tenía razón, en que no era algo normal y no estaba seguro de que fuese algo que no diera más problemas a la situación.
»SECRETO«
JAKE
El teléfono había dejado de sonar de pronto, las radios informaban de avistamientos de otros infectados o como los policías los llamaban, 'personas con comportamientos erráticos'. Habían decidido cerrar la comisaría y para cuando aseguró todo finalmente logró contactar a Sherry.
—¿Estás bien?¿Estás segura?— preguntó una vez más mientras mantenía el arma cerca de él y vigilaba a través de la ventana. Las calles tenían personas, pero no estaba seguro de que estuvieran bien.
—Sí, aunque la que debería preguntar soy yo— caminó de una ventana a la otra, asegurándose de que los demás estuvieran en sus lugares. —¿Estás seguro ahí?
—Sí, solamente no te preocupes por mí, asegúrate de estar a salvo y bien.
Jake no sabía si continuar hablando. No quería ponerla en peligro y prefería no tener una promesa que quizás no podría cumplir, por lo que prefería guardar el secreto por un tiempo más. Ella podía empezar otra vida cuando todo esto terminara, tenía más opciones y oportunidades que él y no pensaba arruinar eso.
—¿No ha llegado Chris?
—No, tampoco creo que sea buena idea-.
—Ellos te ayudarán, te sacarán de ahí— Sherry tenía cierta desesperación en su voz que era fácil de identificar incluso si susurraba y hablaba en voz baja.
—Háblame de que han hecho los niños, supongo que has estado con ellos— cambió el tema cuando se apoyó en el marco de la ventana, revisando el exterior con su mirada. Sherry guardó silencio un momento y pareció entender que no quería seguir con el asunto, en esos momentos necesitaba una distracción.
—Han dibujado mucho, aunque al parecer Scott no se distrae tanto como hace unos años— sabía que se refería a la vez que tuvieron que escapar y refugiarse con el niño durante el ataque de Simmons y lo comprendía. Scott no tenía seis años, no era ignorante del peligro que existía afuera, especialmente tras lo sucedido con su secuestro. —Amy tiene dibujos para ti, muchos.
—Es toda una artista.
—Scott me contó que será policía o un agente, aunque no sabe cuál aún.
—A todos parece decirle lo mismo.
—Y que tú lo entrenarás.
—Espero poder hacerlo— notó el silencio al otro lado de la línea, pero antes de poder hablar para romperlo el capitán Dorman se acercó hacia él rápidamente. Una radio de largo alcance en su mano. —¿Qué-?
—Un Chris Redfield quiere hablar contigo, dijo que es de la B.S.A.A.
—Sé quién es— extendió su mano para aceptar la radio, pero entonces recordó su comunicador en su mano y rápidamente lo llevó a su oído. —Sherry, necesito que esperes, se contactaron conmigo. — no tardó en dejar el comunicador en el marco de la ventana, sin cortar la llamada para no perder la señal, para recibir el otro, presionando el botón para hablar. —¿Redfield?
—Jake, no cambies la señal, llevamos media hora intentando contactarnos— le advirtió la voz de Jill del otro lado un momento y entonces continuó: —¿Qué está pasando? No hay señal.
—Lo sé, nadie sabe qué pasa, solamente sé que un maldito le sacó un pedazo de garganta a un policía.
—Ada ya nos dijo, solamente esperen. Tenemos preparado camiones para evacuar y estamos esperando a que se despeje o las nubes dejen de avanzar.
—¿Nubes? — Jake volvió a mirar al exterior, las nubes negras aún cubrían el cielo y algo en su interior le advirtió que algo malo estaba pasando. El alivio que había sentido, ese peso que se había quitado de su pecho al escuchar la voz de Sherry, volvió a reaparecer. —No vengan, no sin cubrirse, creo que hay algo en la lluvia o la neblina.
—¿Por qué?
—Wesker preguntó por el clima, esto no es coincidencia. Estoy seguro que era parte del plan, y estoy seguro que no lo controla, pero ¿lluvia en esta época del año?
»SECRETO«
SCOTT
Cubrió su boca con sus manos y apoyó su cuerpo contra la muralla, intentando escuchar con más atención la conversación que se desarrollaba en el comedor. Había logrado que no lo escucharan cuando bajó la escalera, su primera intención fue buscar agua aprovechando que los adultos del hogar continuaban levantados, pero en cuanto escuchó a sus padres hablando con Jake, la curiosidad fue mayor y no pudo evitar mantenerse quieto en la entrada al comedor, intentando no ser atrapado.
—No creo que Redfield apoye una idea como esa— Scott sabía que el señor Chris y el señor Jake no se llevaban muy bien, aunque no se odiaban, al menos eso le explicó Leon cuando notó la tensión en las veces que los vio juntos, pero no entendía qué era lo que podía que no le agradara. —Tampoco sé si yo quiero.
—Mi abogado dijo que no hay problema, podrías iniciar cuando quieras una vida nueva— su madre era siempre tranquila para hablar, rara vez alzaba la voz, tanto que no recordaba más de tres veces, una de ellas cuando el hombre malo lo había secuestrado. —Eres joven, puedes evitar todo lo que viene con un trabajo como el que tienes.
—Es todo lo que conozco y siento que estoy solucionando los problemas que provocó mi padre— Scott sabía que el padre de Jake no había sido un hombre bueno, por lo que no lo mencionaba y tampoco se atrevía a preguntar.
—No tienes por qué pagar por sus errores— Leon tenía una voz imponente de acuerdo a Scott, quizás era lo cortante de sus palabras o su tono más fuerte, pero para él era tranquilizante escucharlo. Era todo lo que esperaba escuchar para saber que estaba aún con él, que su padre si estaba con ellos. Sin embargo, sus palabras lo confundieron, ¿Qué errores había cometido el padre de Jake para que dijera eso? —Y no creo ser el único que piensa lo mismo.
—Es tu decisión— dijo con tranquilidad Leon con una voz suave que desapareció en dirección a la cocina, acompañado por sus pasos.
—El esposo de Rebecca pudo rehacer su vida, yo pude hacerlo, ¿por qué tú no podrías?— Scott no entendía a qué se referían, tampoco entendía porque el Señor Coen había vuelto a rehacer su vida, ¿qué habían hecho todos ellos?
Intentó acercarse más para escuchar con claridad, una oportunidad para saber un poco más que ocultaban los adultos.
—Scott, es hora de dormir— dio un pequeño salto cuando escuchó la voz de su padre, parado bajo el arco que conectaba con el pasillo que llevaba al resto de las habitaciones del primer piso, entre ellas la cocina.
Leon se acercó y lo tomó en brazos, Scott no se resistió, dejó que lo levantaran y caminara hacia la escalera, pero en la mitad de esta no pudo resistir las ganas de preguntar.
—¿Papá qué hicieron?— notó la confusión en el rostro de Leon por un momento, pero entonces el hombre miró sobre su hombro y entonces notó como el hombre comprendió a qué se refería.
RESIDENT EVIL: SECRETO
Espero que les gustara, nuevamente pido disculpas por desparecer y agradezco la paciencia. Cada viernes encontrarán los últimos capítulos del fanfic y podrán saber más a través de mi cuenta en Instagram @asukadattebayo.
Muchas gracias por leer.
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