Frente a Frente
Jake se quedo con los pequeños en el patio trasero jugando mientras los Kennedy y Sherry hablaban en la sala.
—¿Entonces? — pregunto preocupada la rubia mirando a su antiguo tutor atentamente.
—Deberá esperar aquí a que ver si el caso continua o se desestima— respondió mirando con seriedad y preocupación a su esposa quien ni se encontraba inmutada.
—Pero, ¿te dijeron cuales eran los cargos o porque? — insistió preguntando Sherry.
—Fui reconocida y culpada en ese territorio— respondió ya algo cansada Ada poniéndose de pie del sofá que compartía con Leon —Iré a darme una ducha.
Fue lo último que dijo antes de salir del salón tras un asentimiento del rubio. Ya fuera de la vista de ambos rubios, la Birkin volvió a hablar.
—¿Qué piensas hacer?
—No hay mucho que yo pueda hacer— dijo algo enojado ante este problema —Llame a Jill y cuando Chris regrese vendrán.
—Agente Kennedy— llamo uno de los hombres, caucásico y con rasgos americanos, grandes ojos de tono café al igual que su cabello y su corpulento cuerpo enfundado en un traje de la agencia.
—Agente Larter, ¿Que sucede? — pregunto al verlo de pie en la entrada del salón.
—Los agentes Redfield y Valentine solicitan entrar— informo con voz grave y seriedad reflejada en su joven rostro.
—Adelante, déjalos.
El joven agente asintió y se retiro por donde había llegado, tras un rato desde el mismo lugar aparecieron Jill y Chris, la primera cargando con una gran carpeta.
—Hola chicos— saludo el Kennedy poniéndose de pie y acercándose a la pareja.
—Hola— saludaron ambos, Chris dándole la mano a Leon y Jill un beso en la mejilla.
—¿Y Ada? — pregunto la morena tras saludar a Sherry y notar la ausencia de la asiática.
—Esta dándose una ducha— respondió Leon volviendo a tomar asiento en el sofá. La pareja tomo asiento en el sofá restante y la agente sin esperar le entrego la carpeta.
—Es la ficha de Ada, ahí están los detalles del caso— le dijo la agente mirando con seriedad las resmas de papeles que el rubio comenzaba a revisar.
—No lo sabía— dijo el Redfield llamando la atención de Leon quien levanto la vista de los papeles. —Sabes muy bien que cuando me dijeron que debía confirmar al culpable de los últimos ataques elimine la posibilidad de Ada.
—Lo sé— asintió.
—Hemos hablado con nuestro superior y el no nos ha querido decir nada ya que es un caso de Alexander Witt— hablo Jill —No tenemos manera de saber qué es lo que traman y no nos han permitido interrogar a Svetlana, nos han dicho que no es nuestro trabajo.
—Esta bien— dijo negando con la cabeza —No deben insistir si eso los mete en problemas.
—Hable con un amigo y recomendó el que buscáramos algún abogado para que comience con la defensa ya que a su favor testificara su secretario y un testigo— hablo la mujer nuevamente.
—Obviamente ellos no nos dijeron quien era el otro testigo— comento el Redfield.
—Debe ser otro idiota comprado por ella— dijo Leon fastidiado mientras leía el informe en el que se señalaba a su esposa como la responsable del caos en la república, cosa que él, como testigo, podía desmentir.
.
Ada se encontraba terminando de enjuagar su cabello de manera inconsciente ya que su mente se encontraba sumida en sus pensamientos. Su temor de antes regresaba, sabía que en algún momento ellos vendrían por ella y aunque esta vez de verdad no tuviera culpa alguna, sabía que corría el peligro de ser encarcelada, de ser alejada de sus hijos y de Leon.
Termino de bañarse y salió de la ducha envuelta en una toalla, camino por su cuarto sacando lo que necesitaba, ya lista y vestido tomo su teléfono y marco un numero que jamás pensó que volvería a necesitar.
—Hola soy Ada— hablo cuando al otro lado de la línea contestaron.
—Necesito un favor... problemas... es grave esta vez... no, no escapare como siempre... no puedo... necesito que vengas... no, no puedo salir... estoy en libertad por ahora pero debo permanecer en mi casa... si, aja... te enviare un mensaje con la dirección... muy bien, gracias— hablo entre pausas en que escuchaba a la otra persona tras el teléfono. Tras esto corto y rápidamente envió la dirección de su nuevo hogar para luego bajar al primer piso.
—Hola— saludo algo desconcertada por la presencia de los agentes, rápidamente Jill se puso de pie y fue hacia ella para saludar.
—Ada, lo siento no sabía que habías sido arrestada— dijo dándole un pequeño abrazo sabiendo de la incomodidad que aun le daba a la ex-espía el afecto de otros.
—No hay problema, incluso me sorprendió a mi— dijo ya alejada de la ex-rubia. Miro el ventanal por donde pudo ver a sus hijos aun jugando y a Jake mientras los cuidaba. Luego regreso la mirada al cuarto, miro a cada uno hasta que su mirada se fijo en los papeles que leía Leon. —¿Qué es eso?
—Tu informe.
—Déjame leerlo— hablo la pelinegra mirándolo con seriedad mientras se acercaba. Le quito algunos de sus manos y se sentó junto a él y con enojo leyó lo escrito.
—Vas a necesitar un abogado— murmuro Leon quien leía los restantes —Llamare a Hunnigan y veré si puede conseguir alguno-
—No— negó —Ya he llamado a alguien.
—¿Quien? — cuestiono preocupado su esposo.
—Es alguien de confianza,
—Bueno, iré a ver los turnos que tendrán— dijo el Kennedy haciendo referencia a los agentes de su agencia. El rubio se puso de pie y salió del salón.
—Quédense a cenar— les invito la Wong —Necesito que se queden para que hablen con él.
—Claro— dijo asintiendo la Birkin. La pareja asintió. Ada asintió y se puso de pie para ir al patio trasero por sus hijos.
.
—¿Señor Anderson? — dijo Leon al reconocer a su jefe en la entrada de su propiedad.
—Leon—saludo con un gesto entrando a la propiedad y acercándose a él.
—Oh, por favor pase vamos a la casa— dijo reaccionando al notar que estaban afuera.
—Claro— dijo antes de seguir al rubio hasta la casa.
Leon abrió la puerta y le invito a pasar. Ya adentro le señalo el salón y los otros invitados algo sorprendidos saludaron.
—El es el señor Paul Anderson, mi superior— presento el agente a su jefe.
Todos saludaron con cortesía.
—La agente Valentine y el Agente Redfield— dijo presentando a sus amigos a los que el hombre correspondió el saludo para luego mirarlo. —Ellos es tan al tanto de todo.
—Bueno— dijo asintiendo —¿Y tu esposa?
—Señor Anderson— dijo Ada quien aparecía con la pequeña Amy en brazos en la entrada del salón, camino hasta el jefe de su esposo y dándole la mano lo saludo.
—Es un gusto volver a verla señora Kennedy.
—Igualmente señor Anderson.
—Ella es tu bebe, ¿no? — le cuestiono al ver a la pequeña niña de rasgos símiles a los de sus padres.
—Así es, Amy— respondió Leon.
—¿Y tu hijo? — pregunto notando la ausencia del mini-Leon.
—Está jugando atrás— respondió Ada —Por favor tome asiento, ¿le traigo algo?
—Esta bien— asintió sentándose en uno de los sofás individuales.
—Yo iré— dijo poniéndose de pie la Sherry. Ada asintió y tomo asiento con Leon. Sentó a su pequeña en su regazo y con algo de confusión noto que los informes ya no estaban sobre la mesa de café, miro a Jill y esta le indico el cojín. Los habían escondido.
—Es bueno saber que se encuentra mejor señora Kennedy.
—Así es, le agradezco su ayuda.
—Leon me explico su situación y a pesar de que debería haberme informado mas, siento que él dice la verdad.
—De verdad señor Anderson que lamento que se tuviera que enterar de algo tan... — intento hablar Leon pero la idea se le fue de la cabeza.
—Es mi pasado y esperaba que eso se quedara ahí, por el bien de mi familia— se antepuso Ada, su pequeña hija tomo su dedo y lo apretó entre su mano. —Por mis hijos en especial, ellos no tienen porque pagar por mis cosas del pasado.
—Lo comprendo— dijo asintiendo el superior de Leon.
—También lamento el que se enterara de esto.
—Bueno, ya fue— dijo haciendo un gesto con la mano, Sherry justo llego en ese momento y le entrego el vaso de bebida —Gracias, pero bueno venia a hablar por el hecho de que mi jefe ha llamado para decir que mientras dura la investigación deberé pausar tus obligaciones.
—¿Por qué? — cuestiono Leon sorprendido.
—Debido a tu directa relación con una de las sospechosas— dijo mirando a la ex-espía un momento para luego regresar la mirada al agente.
—Comprendo— asintió.
—También para decirte que dejare a dos agentes por turno debido a la condición para haberla sacado.
—Si señor.
—Bueno, debía decírtelo en persona debido a que esto es extraoficial, para no generar más problemas— dijo dejando el vaso sobre la mesa y poniéndose de pie —Ahora debo ir a las oficinas a reorganizar todo y dar tus misiones a otros.
—Claro, lo siento por eso.
—No te preocupes— dijo despidiéndose de los demás con gestos articulados con la mano —Es un poco de trabajo solamente.
—Gracias nuevamente— hablo Leon.
—Muchas gracias— agradeció esta vez Ada sorprendido un poco a los demás. La pelinegra se puso de pie aun con Amy en brazos y le dio la mano.
—No es nada, solo no se metan en más problemas— miro a la pequeña que atento lo observaba y le sonrió —Adiós pequeña.
Tras despedirse Leon lo acompaño hasta la salida de la propiedad. Ada se relajo y suspiro.
—¿Mucho trabajo el parecer buena? — bromeo el Redfield.
—Jaja— rio con pesadez Ada acomodando a su pequeña. —¿Por qué escondieron los informes?
—Porque son una copia sin autorización— respondió Jill.
—Bueno, iré a preparar la cena.
—Dame a Amy, yo la cuido— dijo sonriendo Sherry a lo que Ada asintió y le entrego a la pequeña que con intentos frustrados intento agarrarse de la polera de su madre.
—Ire a hacer la papa tu quédate con sherry— le hablo a su hija sonriéndole.
—Yo te ayudo— se ofreció Jill.
Ambas caminaron hasta la cocina y sacaron los ingredientes. Oyeron la puerta cerrándose indicando que Leon había regresado y por lo cual comenzaron a cocinar. Tras un rato Ada observo por la ventana a Scott ya cansado tirado boca arriba en el pasto y noto como el frio se hacía presente en el ambiente. Se acerco hasta el ventanal y lo abrió.
—Ya es hora de que entres— le dijo a su hijo quien ni se movió, solo su pecho agitado se movía.
—Ya lo entro— dijo Jake parándose y acercándose al niño al que tomo como si de un saco de papas se tratase y lo subió a su hombro.
Ada regreso a lo que estaba haciendo hasta que entro Jake a la cocina cargando al niño, que cansado miro a su madre.
—Ve a cambiarte, cenaremos— le ordeno a su hijo quien asintió con cansancio —Y tú no te vayas que te quedaras hoy.
El hijo de Wesker hizo una mueca con la boca y un gruñido para luego salir de la cocina aun cargando al niño.
.
Tras terminar de cocinar todos se sentaron a cenar, mientras hablaban de otras cosas debido a la gran atención que Scott tenia a la conversación Ada le daba de comer a la pequeña Amy y Sherry con Jill hablaban. Tras terminar Ada le entrego a Amy a Leon y llevo a Scott al piso de arriba para cambiarlo cuando el celular de Ada sonó.
—Hey no me dejan entrar— le dijo la persona al otro lado de la línea.
—Dame un momento— dijo antes de cortar —Termina de cambiarte y baja por tu leche.
Su hijo asintió y Ada bajo al primer piso.
—Ada— dijo el Kennedy quien tenía el teléfono en su mano libre.
—Dile que lo dejen entrar— le dijo a su esposo quien asintió.
—Déjenlo— tras esto corto, guardo su teléfono y acomodo a su hija en sus brazos para mirar a su dama —¿Quién es?
—Mi abogado— respondió con simpleza caminando hacia la puerta.
Al abrirla dejo ver al hombre caucásico y corpulento, con el cabello corto y de un tono rubio, vistiendo un traje de tono negro. Saludo sonriendo a la pelinegra y tras alejarse con simple gesto con la mano a los presentes.
—El es Shawn Roberts*— presento Ada al hombre quien sin dejar de desembozar la sonrisa de su rostro saludo a los demás y por último a Leon quien con su mano libre le estrecho la suya. —El es Leon, mi esposo.
—Hola— saludo con un tono poco amistoso el Kennedy al invitado.
—Buenas noches— saludo de igual manera —¿Y esta pequeña?
—Mi hija— respondió con sequedad Ada notando el tenso ambiente que se formo.
—Wow, no sabía que habías sido madre— dijo volteando a verla.
—Si, si, como sea— dijo intentando cambiar de tema —Te tengo el reporte de aquella vez y han traído el informe de mi detención.
—Perfecto.
—Mami— hablo el pequeño Scott quien sin ser oído había bajado las escaleras y se encontraba al pie de esta.
—¿Otro niño? — pregunto Shawn
—No te hagas el tonto— dijo mirándolo seriamente la ex-espía y caminando hacia el pequeño a quien tomo en brazos.
—Jeje, sí que has crecido Scott.
—Vamos, te daré tu vaso y subirás a dormir. Leon
El padre de los niños solo camino hacia ella aun cargando a la niña y ambos entraron a la cocina. Ada le dio su vaso de leche, el cual rápidamente el niño se termino y lo volvió a tomar en brazos.
—Evita aun las preguntas primero que Scott y Amy se duerman, ¿sí?
Pregunto al notar como el seño fruncido del rubio quien solo desvió la mirada enojado. Tras esto ambos regresaron al salón y subieron las escaleras, llevaron a Scott a su cuarto y lo acostaron mientras Leon intentaba hacer dormir a Amy quien ya bostezaba cansada.
—¿Volverás a irte mañana? — pregunto el pequeño rubio llamando la atención de sus padres que lo miraron preocupado.
—No, no iré a ningún lado— le murmuro Ada sentándose a su lado y cubriendo mejor al niño. —Ahora duerme.
—Si— asintió el niño sonriendo y acurrucándose mejor en la cama.
—Buenas noches guapo— dijo la pelinegra antes de besar la frente de su hijo.
—Buenas noches Scott— hablo Leon acercándose a su primogénito y inclinándose para besar su cabeza —Duerme bien, nosotros estaremos abajo.
Tras esto salieron del cuarto y se dirigieron al de la pequeña Amy. Ya adentro la pequeña bebe ya había caído dormida, con cuidado la dejo en su cuna y Ada la tapo. Ambos salieron del cuarto y se dirigieron escaleras abajo, pero antes de bajar estas Leon detuvo a Ada agarrándola del antebrazo.
—¿Como conoce a Scott? — pregunto con seriedad.
—El es quien me ayudo con los papeles para cuando nació Scott— respondió soltándose del amarre de Leon —No te enojes, que por el no me habían capturado aun. Él fue quien me ayudo siempre con los papeles y para salir de detenciones en las que caí.
—A pesar de eso, no me agrada.
—No te pongas celoso— le regaño —pareces un niño pequeño.
—Ada.
—Bien bajemos, ¿quieres?
Ambos bajaron en silencio y se dirigieron al salón. Ya hay Shaw y los otros estaban sentados, Chris con la expresión menos amigable observaba al abogado.
—¿Y bien? — cuestiono Ada sentándose en el sofá que durante todo el día había usado y Leon junto a ella.
—Bueno, es un caso difícil pero te puedo sacar, solo necesitaremos que tu esposo atestigüe y que mantengas la calma durante el juicio.
—Ja, que gracioso— dijo con seriedad Ada mirándolo de la misma manera.
—Si ellos confirman tu antigua identidad será malo así que compórtate como una mujer de hogar, una madre con hijos y una esposa dedicada.
—Shawn— le recrimino.
—No miento, eres una de las espías más buscadas— dijo Roberts —Debes actuar tranquila o te podrían acusar simplemente y seria creíble.
—Bueno, como sea, ¿puedes o no? — pregunto.
—Si, como siempre.
—Leon— hablo Chris —Es hora de que nosotros nos vayamos.
—Si— dijo poniéndose de pie a la par de la pareja. Miro a la Birkin y a el Muller a punto de ponerse de pie y hablo —Sherry si puedes quédate, nos serias de ayuda y tu.
—Claro— asintió la rubia y el Muller solo hizo un sonido con la boca en afirmación.
—Adiós— se despidieron ambos agentes y siguieron a Leon hasta la salida, ahí afuera se despidieron.
—Mantente atento— hablo el Redfield —No me agrada él.
—Lo sé— asintió cerrando los ojos por un momento —Pero Ada confía en que ayudara.
—Más le vale.
—Adiós.
La pareja se despidió y camino hasta su camioneta estacionada en el estacionamiento de la casa. Leon regreso adentro antes de verlos irse. Al regresar a la sala tomo asiento nuevamente junto a su esposa y tomo atención a la conversación.
—¿Tu estuviste no? — pregunto Shawn a Leon quien asintió —Perfecto, entonces podemos usarte de testigo.
—Pero en ese tiempo no estábamos juntos— intervino Ada.
—No importa si eran bandos rivales— hablo el hombre —Con tal de que atestigüe la verdad, todo bien. Aunque necesitamos uno o dos más para confirmar la historia.
Leon se acomodó en el sofá y volvió a mirar fijamente el archivo que habían traído, sin siquiera releerlo intentaba recordar lo escrito y lo vivido hasta que una imagen de una persona se le vino a la mente.
—Buddy— pronuncio en voz baja pero logrando ser oído por Ada.
—¿Quien? — pregunto intrigada.
—Un miembro de un grupo de resistencia Eslava. Alexander Kozachenko— respondió al recordar su nombre —El fue quien me ayudo aquella vez.
—Perfecto, hoy intentare comunicarme con él y lo traeré.
—Puede quedarse aquí— dijo rápidamente Leon.
—Muy bien, entonces les avisare ya debo irme para comenzar con todo— dijo poniendose de pie y tomando los archivos.
—Bien.
Ada se puso de pie al igual que Leon. Roberts se despidió de todos y salió de la casa tras Ada dejarlo en la salida.
—¿Confías en él? — le pregunto Jake a la dama de rojo tras que el hombre se fuera.
—No— negó preocupando a los demás —Pero es bueno y por dinero hace los mejores trabajos.
—Bueno, más le vale— agrego Leon —Iré a darme una ducha y a dormir.
Ada asintió, tras un rato ordenando llevo a Sherry y a Jake a sus habitaciones en la casa y termino de ordenar, apagar las luces y fue a su cuarto. Leon ya estaba acostado y ella bajo la fija mirada del Kennedy se cambio con tranquilidad la ropa. Tras esto apago las luces y se recostó junto al agente quien la abrazo.
—No quiero que nada malo te pase— le murmuro en el oído mientras se acomodaba. Ada simplemente se quedo quieta junto a él y entrelazo sus manos.
—No sucederá nada malo— murmuro como respuesta dándole la espalda y haciendo que el rubio se acercara aun mas a ella apegándose a su espalda.
Tras esto ambos se quedaron dormidos.
Así pasaron dos días en los que simplemente se centraron en papeleos y en los niños. Ada intentaba pasar la mayor parte del tiempo con sus pequeños hijos y cuando no, Jake y Sherry se encargaban de ellos, distrayéndolos mientras el matrimonio revisaba los papeles con Shawn. A eso de las seis de la tarde un auto llego con una persona a quien hace años Leon no veía.
—Hola Buddy— saludo cuando el hombre ya estaba sentado en su silla de ruedas tras haber sido bajado de la camioneta.
—Hola Leon— saludo dándole la mano. —Ha pasado mucho tiempo.
—Asi es— asintió —Ven, vamos adentro.
Leon tomo la maleta de Buddy y lo siguió por la orilla de la casa y ingreso por la parte trasera de la casa, ahí encontró a Ada terminando de cocinar.
—Ella es Ada, mi esposa— le presento Leon a la pelinegra.
—La recuerdo— dijo al reconocer a la mujer que había visto un par de veces rondando por el territorio Eslavo.
—Hola— saludo la ex-espía. —Termine el cuarto.
—Bien— asintió Leon y le indico a Buddy que lo siguiera.
Avanzaron por el pasillo junto a la escalera y se dirigieron al pasillo que llevaba a un par de habitaciones de invitados. Leon abrió la puerta y entro seguido del Kozachenko.
—Tiene un baño privado— le dijo indicando una puerta al final del cuarto —Ada dejo todo lo que pudieras necesitar.
—Gracias— agradeció.
Leon dejo la maleta sobre la cama y Buddy comenzó a desempacar.
—No sabía que eras casado— comenzó a hablar Alexander.
—Je, no lo era hasta hace un año y algo— dijo apoyándose contra la pared y cruzando los brazos. —Una larga historia.
—Bueno, al menos la conozco en persona— dijo sacando unas camisas —Seria raro defender a alguien que no conozco.
—Créeme que no esperes que sea amistosa.
—Leon— llamo Ada provocando que se le erizara la piel al rubio.
—Estas en problemas— se burlo el esloveno.
El Kennedy salió de la habitación y fue hasta la cocina en donde Ada continuaba cocinando.
—¿Si? — pregunto acercándose. Ada se fijo por un momento en Leon y noto que vestía un antiguo suéter.
—¿Aun conservas eso? — le pregunto señalando la prenda con el cuchillo.
—Si, ¿algún problema?
—No te hagas el valiente que quien tiene el cuchillo en mano soy yo— dijo meciendo el cuchillo —Y aun recuerdo tu consejo.
—Jaja.
—Ese suéter no sé cómo no se destiñe aun, te lo regale hace seis años— dijo al notar que el tono verde oscuro aun no se desteñía y no parecía desgastado.
—Corrección, me lo dejaste antes de irte por un mes en donde no diste señales de vida— dijo cruzando los brazos sobre su pecho.
—Bueno, bueno— dijo suspirando —Ve a buscar a Amy que para eso te llame, Sherry debe descansar en algún momento.
—¿Sherry?, ya no es Birkin.
—Tu solo ve— dijo volviendo a levantar el cuchillo.
Leon levanto las manos y extendió las palmas en forma de sosegó y salió de la cocina en dirección a donde sus hijos jugaban con Jake y Sherry.
—Yo me llevo a esta princesa— dijo extendiéndole los brazos a la pequeña quien ante la presencia de su padre se emociono. —Ada dice que descanses
—Bien— dijo entregándole a la niña y levantándose de la manta.
—¿Y yo qué? — pregunto Jake quien tenía reducido a Scott como parte de su "entrenamiento".
—Solo me dijo de Amy— dijo sonriendo mientras regresaba a la casa.
Ya adentro le señalo a Ada quien continuaba preparando la cena que ya tenía a la pequeña hija de ambos y continuo su camino hacia la habitación en donde se encontraba Buddy. Golpeo la puerta que se encontraba entreabierta y hablo.
—¿Se puede?.
—Claro— dijo desde el interior.
—Alguien ha venido a verte— dijo abriendo la puerta y pasando ganándose la atención de Buddy quien observo a la pequeña niña de cabello negro. —Ella es Amy mi hija.
—Hola pequeña— le saludo sonriéndole. —Tampoco sabía que tenias hijos.
—Amy solo tiene un año y dos meses, aunque Scott, mi hijo, tiene ya seis años— dijo sentándose en la cama para poner a la niña a la altura de Buddy.
—¿Tienes un hijo? — pregunto sorprendido —¿De 6 años?, espera el ya había nacido en ese entonces.
—Si, una larga historia créeme— dijo sonriendo con nerviosismo.
—¿Te molesta si lo conozco? — le pregunto ya más confiado tras lo vivió en Eslovenia.
—No, ven vamos esta en el patio de atrás— dijo levantándose con la pequeña en brazos.
Ambos salieron y el niño curioso como siempre se acerco al señor que acompañaba a su padre.
—Scott, el es Alexander Kozachenko, un amigo mio— dijo presentando al hombre. El niño sonrió y con cortesía se acerco extendiéndole la mano. Buddy acepto y saludo.
—Un placer Scott.
—Igualmente señor.
—El es Jake Muller— presento al pelirrojo quien se había acercado junto con Sherry —Y ella Sherry Birkin, amigos de la familia.
Ambos saludaron de igual manera.
—El es Alexander Kozachenko, quien ayudara en el juicio.
—Un placer— dijo simpática como siempre la rubia sonriendo levemente.
.
Tras las presentaciones entraron a cenar. Durante la comida hablaron de anécdotas y de cosas banales hasta la hora de irse a domar. Leon ayudo a Ada con los niños y después de esto todos se dirigieron a sus cuartos, al otro día tendrían un día ajetreado y debían descansar.
.
Por la mañana y tras el desayuno Ada vistió a los niños y los bajo al primer piso.
—¿Estás segura que te puedes quedar con ellos? — le pregunto a Sherry quien sonriente asintió.
—Así es, no hay problema. Además Jake me ayudara.
—Gracias.
—Ustedes solo concéntrense en el juicio que nosotros cuidaremos de ellos— hablo Jake tomando en brazos a Scott.
—Gracias, vamos Ada es hora de irnos.
—Si— asintió y beso la mejilla de su hija. —Nos vemos pronto— se acerco a su hijo e imito la acción y lo dicho.
—Nos vemos. volveremos después— dijo Leon imitando a su esposa al darle un beso en la frente a sus hijos y diciendo que volverían.
Ambos salieron, Buddy ya estaba en la camioneta que era de la familia y ellos entraron, al otro lado estaba estacionado el auto de Shawn y la camioneta de los agentes. Autos que siguieron al de Leon hasta la BSAA.
.
Al llegar muchas de las miradas se centraron en Ada quien fue llamada por Shawn al igual que Buddy. Leon en cambio entro en la sala y camino observando atento el lugar que parecía una enorme oficina de reuniones con asientos para expectadores. Uno de los hombres uniformados y que estaba al frente se acerco al agente.
—Un placer señor Kennedy soy el Capitán Witt— se presento un hombre de no muy avanzada edad, pero si mayor que él, con un cabello café con algunas canas visibles y con ojos de un verde oscuro.
—Me gustaría decir lo mismo si no fuera porque está acusando a mi esposa— dijo con seriedad y algo de hostiliad.
Sin siquiera alcanzar a decir más el hombre se retiro y camino hasta su asiento al otro lado de la corte. Leon vio a Shawn entrar a la corte y tras él a su esposa, siempre digna con la cabeza en alto, sus ojos fríos y su expresión inmutada. simplemente Ada Wong.
Ada desvió la mirada un momento y la fijo en su esposo a quien le sonrió con complicidad intentando relajarlo para luego seguir a el abogado hasta donde debían tomar asiento.
Tras un rato las conversaciones cesaron cuando desde una de las puertas del costado derecho salió Svetlana custodiada por dos guardias. La mujer vestía el traje de la cárcel y se encontraba esposada. Con la misma seriedad de la vez que la vio la mujer fijo su mirada en Ada fijo y la morena de igual manera en ella. Ambas se miraron con enfado.
Sin siquiera saber porque Leon se puso de pie al presentir que Ada haría algo impulsivo y el sonido de su silla moviéndose llamo la atención de la Belikova quien se fijo en el Kennedy, a quien reconoció fácilmente, sonriendo miro nuevamente a la ex-espía.
Eso fue una mala señal y ella lo sabía, esto acababa de comenzar. ambas estaban ahora frente a frente.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro