Familia parte 2.
Mis queridos lectores,
Primero que nada, debo pedir disculpas de la manera más sincera posible porque me tomó demasiado tiempo para actualizar esto y, a pesar de las circunstancias que propiciaron mi retraso de cumplir con esto, es algo de lo que no me siento orgullosa.
Sin embargo, insistiré que no dejaré la historia sin completar, aunque me tome tiempo, algo que espero no sea así ya que he avanzado en mucho, incluso en unos nuevos proyectos relacionado en Resident Evil, una especie de continuación spin-off y una de las versiones alternativas.
Por lo mismo, me propuse actualizar el día de mi cumpleaños como una forma de empezar un año más de vida cumpliendo cosas que tenía pendientes, además de que han pasado casi seis años –se cumplirán en diciembre- desde que comencé esta historia y no quiero dejar este hermoso proyecto botado.
En estos momentos me encuentro en práctica profesional y en periodo de tesis debido a que me encuentro en mi último año de universidad, pero evitaré que esto quite tiempo para subir lo que resta de capítulos. Especialmente porque se los debo a cambio de la paciencia que me tienen, también editaré los capítulos anteriores para, además de mejorar la ortografía y gramática de mi yo de quince años –lo cual ahora con veintidós recién cumplidos me da vergüenza- para subirlos editados y corregidos pronto.
Además de que me encuentro trabajando en proyectos literarios propios y originales, por lo que me tomé un tiempo para eso también y sobrellevar cosas de la vida.
Por lo que, sin molestarlos más, los dejaré para que lean el nuevo capítulo.
Muchas gracias por todo, por su paciencia, interés y cariño, porque me han motivado a continuar con esto y empezar proyectos propios.
Asu.
Disclaimer: Los personajes de RE no me pertenecen, estos son de total propiedad de sus respectivos creadores y dueños, hago uso de estos solo con fines de entretenimiento y no lucrativo. Solo son de mi invención la trama y personajes originales.
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TREINTA Y TRES: FAMILIA PARTE II.
"Te amo, Jake. Lo siento por dejarte de esta manera. Por favor, perdóname.
Y por favor, no odies a tu padre. Estoy segura de que te ama y piensa en ti, y sé que ustedes dos se encontrarán algún día. Mantente fuerte"
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Cuando sus pies tocaron suelo la soltó. Sherry había forcejeado con ella todo ese tramo, pero sabía que no haría nada más, morirían ambas si caían al río, pero en tierra firme la rubia rápidamente intentó ir tras el Muller. Ella tampoco quería dejar atrás a Leon, no cuando ya lo había dejado más de una vez en esos años, y lo último ocurrido, pero si era verdad que Wesker iba tras sus hijos, debía irse antes de que fuera demasiado tarde.
—¡Debemos volver por ellos! — exclamó la agente furiosa aún, pero eso no sorprendía a la espía que simplemente la ignoró para comenzar a caminar en dirección a la ciudad. —¿Abandonarás a Leon?
—Iré a proteger a mis hijos— su respuesta sonó con tanta frialdad como pudo, pero no podía negar la angustia de dejar al Kennedy atrás. —Somos padres, esa es nuestra responsabilidad.
—Ada, no sobrevivirán ahí solos, lo sabes— dijo a punto de llorar la rubia, parecía tener más rabia que tristeza, impotencia al no poder regresar sin tener que cruzar ese abismo mortal.
—Lo harán, estoy segura.
Era una mentira, tenía esperanzas, pero no la seguridad que alardeaba siempre. Simplemente observó una vez más a la joven antes de ir rápidamente en la dirección por la cual los demás habían avanzado. Tenía que ir por sus hijos pronto, tenía que asegurarse de que no se encontraran en peligro, de que podría cumplir la promesa de mantenerlos a salvo del pasado de ella y la vida de Leon.
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Leon notó que Jake regresaba al pasillo, mientras él continuaba impidiendo el paso de los agentes con sus disparos. El hijo de Wesker sacó otra arma y le dio apoyo en el ataque.
—No me traiciones— le advirtió el rubio, recibiendo un solo asentimiento por parte del joven, quien sin alejar su mirada de los objetivos continuó disparando.
—No soy tan idiota, la espía me asesinarìa— respondió avanzando junto a él, ideando algún plan que los salvara de esa situación y garantizara que salieran de ahí vivos. —¿Alguna idea?
—Otra salida o uno de los vehículos— dijo en cuanto corrieron por un pasillo tras hacer retroceder lo suficiente a los soldados de Wesker. —No podemos quedarnos.
—Entonces salgamos de aquí pronto, antes de que envíen más refuerzos.
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—Señor Jake— la voz de Scott llamó la atención del mercenario, quien llevó su mirada hasta el pequeño que se encontraba recostado sobre el pasto, respirando de manera agitada debido al cansancio tras terminar de jugar. —¿Puedo hacerle una pregunta?
—Claro— espetó acomodándose para apoyar su antebrazo sobre su rodilla y mirar al niño que observaba el cielo que asemejaba el color de sus ojos.
—¿Usted tiene hermanos? — la pregunta lo desconcertó un poco, arqueó una ceja y desvió la mirada en cuanto el Kennedy fijó la suya en él.
—No, no tengo— respondió con el tono más calmado que pudo, Nunca había hablado con otros sobre su familia, realmente no le llamaba la atención tras lo sucedido con Carla, pero ese niño no preguntaba con maldad alguna, solo una curiosidad infantil que no le molestaba en absoluto. —¿Por qué preguntas?
—Porque Amy es mi hermana menor, y mi papá dijo que debía protegerla, pero aún no sé cómo hacerlo— Jake se detuvo a mirarlo con algo de sorpresa, conmovido por la preocupación de Scott por la menor de los Kennedys, pero rápidamente negó, buscando las palabras para quitarle ese peso de encima al niño.
—Oh, no. Scott, no debes preocuparte de eso aún, para eso están tus papás y yo también estoy aquí para protegerlos a ambos— le respondió apoyando su mano sobre la cabellera rubia. El pequeño tenía sus ojos fijos en él y Jake no pudo evitar sentirse responsable por él, después de todo si realmente era la cura para lo que había heredado. —Recién tienes ocho años, aún debes crecer más y entrenar duro para que llegue el momento de protegerla, mientras tanto nosotros nos haremos cargo de eso, ¿Qué te parece?
—Tiene razón, señor Jake, por eso quiero entrenar y ser tan fuerte como usted, mi papá y el señor Chris— dijo con una sonrisa enorme, confiado y decidido, provocando que Jake no pudiese evitar que una sonrisa se formara en sus labios. —Aunque, obviamente, mamá será mi modelo a seguir, ¿La has visto pelear? Ella es la más fuerte de todas.
—Apuesto a que sí— dijo divertido al ver que el menor de los rubios no había olvidado como su madre había contraatacado a los disparos de los secuaces de Simmons años atrás.
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No tardaron en llegar a la ciudad cuando atravesaron el bosque corriendo, intentando no detenerse ante ningún ruido y menos aún para pensar en algo que no fuera una forma de escape, debían alejarse lo más posible y llegar pronto a la base, por lo que al primer auto que vieron Ada se metió y lo hizo arrancar solamente moviendo los cables para hacer contacto.
Chris la imitó con otro y rápidamente, después de que todos estuvieran en sus lugares avanzaron por las calles envueltas en caos y destrucción. Ada no se detuvo ni siquiera para evitar a algunos zombies, solamente avanzó arrollando a algunos o golpeado a otros. el comunicador sonó de pronto, provocando que Ada sacara el aparato para responder.
—¿Leon?— preguntó la mujer del otro lado de la línea.
—No, soy Ada, ha ocurrido un problema y necesito que hagas algo por mí— dijo de inmediato al reconocer la voz de Hunnigan.
—Claro, ¿que necesitas?
—Que preparen un helicóptero o avión para nuestra llegada, y que el laboratorio esté listo para recibir muestras.
—Bien, estoy enviando las órdenes, ¿Cuál es el destino?
—Al mismo que llevaron a Scott y Amy, debo ir por ellos.
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Sostuvo la puerta de la cocina para que Scott entrara y se acercó hasta el canasto de frutas para sacar una de las manzanas sin ser notado por Leon, quien de espaldas a la entrada cocinaba algo. Le dio un mordisco y tomó su chaqueta que colgaba del respaldo de una de las sillas, listo para retirarse.
—Toma asiento, no te irás sin comer algo antes— habló Leon sin siquiera voltear a verlos. Jake iba a protestar, pero Scott rápidamente movió una silla para él, invitándolo a sentarse a su lado en la mesa que estaba puesta, y el mercenario no pudo negarse.
Ada entró segundos después con Amy en brazos, para dejar a la pequeña en la silla que iba junto a ella y sonriéndole al niño con sutileza, antes de ir a ayudar a Leon con los platos. Jake observó a la pareja con atención, como parecían tan normales a pesar de que se trataban de un agente gubernamental y una espía, expertos en matar zombies, era incluso irreal.
—¿Viajará de nuevo, señor Jake? — la pregunta de Scott lo hizo reaccionar, pasando su mirada desde los adultos hacia los más pequeños de la casa.
—Tengo trabajo que hacer— el niño parecía desanimado, por lo que evitó mirarlo directamente y ayudó a Amy, quien intentaba alcanzar su leche y la cual el le entregó. —Pero volveré pronto.
—¿A dónde irás esta vez? — la voz de Ada hizo que mirara al frente, especialmente cuando la vio acercarse para dejar un plato frente a él.
—Algún lugar de medio oriente, gracias— murmuró lo último, esperando a que el resto se sentará para comer algo.
—¿Algo de lo que deba preocuparme? — cuestionó Leon, siendo el último en tomar asiento.
—No, aunque como mercenario no te diré— sonrió al notar en ceño fruncido por parte del padre de los pequeños, obviamente como agente del DOS estaba preocupado por ataques que podrían afectar la seguridad de Estados Unidos.
—¿Qué es un mercenario? — la pregunta inocente y curiosa de Scott provocó que la mirada de los tres adultos se dirigieran al pequeño.
—Algo que espero que no seas— Leon había tenido suficiente con el aspecto ilegal de la antigua profesión de Ada como para pensar en explicar eso tan pronto a su hijo, esperaba tener que mencionarlo cuando fuera un adolescente, no un niño.
—Es una persona que hace trabajos o pelea a cambio de dinero o favores— explicó Ada con un tono calmado. —No tiene otra motivación más que eso, sin importar si está bien o mal lo que hace.
Jake no se sintió tan cómodo cuando escuchó la explicación y la mirada del pequeño se llenó de dudas por un momento, observando a un punto muerto hasta que llevó sus ojos verdes hasta el pelirrojo.
—¿Por qué lo hace, señor Jake? — el hijo de Albert Wesker dudó un momento, sintió la mirada de los adultos sobre él, Ada sabía la historia, pero sin verlo estaba seguro que Leon tenía la misma expresión que el niño.
—Porque necesitaba el dinero— respondió intentando mantener su expresión tranquila. —Mi madre estaba enferma y necesitaba pagar su tratamiento.
—¿Dónde está ella?
—Ella murió hace algunos años— el pequeño rápidamente se arrepintió de su pregunta y lo notó en el pánico que sus ojos jades delataron, pero Jake sonrió. —pero fue hace mucho, tranquilo.
» Ella era toda la familia que tenía, así que cuando falleció seguí trabajando solamente porque era lo único que conocía, lo único que me quedaba. No necesito ya el dinero como antes, pero ahora no trabajo haciendo cosas malas, ahora ayudo a la gente.
El pequeño asintió con comprensión por un momento, procesando cada palabra. Lo observó apartar su mirada un momento en dirección a Leon y Ada para entonces sonreírle al mercenario.
—Ya no necesita seguir trabajando en eso. Nosotros somos su familia ahora— la sonrisa que acompañó lo que dijo Scott lo hizo sentirse débil de una manera que su vulnerabilidad casi lo venció.
No lo afectaban negativamente esas palabras, pero si lo conmovieron al pensar en una familia nuevamente, especialmente cuando la única que conoció murió con su madre, ella era todo lo que tenía y había quedado solo, hasta ahora.
Imitó al pequeño al sonreír como respuesta, pero con un gesto más sutil, apoyando su mano sobre la cabeza del pequeño para alborotar los cabellos rubios que estaban más cortos que antes.
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No alcanzaron a salir de la ciudad cuando el helicóptero aterrizó cerca, incluso si el lugar era una ciudad fantasma y arrasada por el paso del tiempo, no podían negar que se sentía más viva que nunca, pero esta vez de una sensación de peligro que recorría el ambiente y calaba hondo en los huesos de manera inquietante.
Habían acordado que no todos se irían, si realmente estaban secuestrando a inocentes debían salvarlos también y aún quedaba que Leon y Jake regresaran, por lo que Chris dirigiría al grupo y los refuerzos que habían llegado y los que restaban por arribar mientras Ada, Sherry, Claire y Helena iban por los niños.
—En cuanto llegues avísanos, enviaré a algunos hombres confiables para escoltarlos a un lugar seguro— habló el Redfield cargando su arma. Ada asintió mientras se subía al helicóptero, sin dejar de pensar en las formas en que podría solucionar todo, siempre buscando una respuesta a los problemas. —Ada, necesitas estar concentrada.
—Debería ir por Leon— respondió de inmediato a su llamado de atención, pero Chris negó.
—Ve con los niños, nosotros nos encargaremos del resto— insistió el agente de la BSAA con seriedad e impidiéndole bajar cuando se paró frente a la única salida. —Te avisaremos si hay noticias, hasta entonces llévalos a un lugar en donde no puedan encontrarlos y no se muevan de ahí, ¿entendido?
Ada lo observó un momento con dudas, pero no por su plan, sino que por cómo todo había cambiado en esos años, en como ya no era a la que perseguían, sino que la estaban ayudando a proteger a su familia. Siempre supo que Leon la ayudaría sin importar cuantas veces lo traicionara, pero jamás pensó que un día el resto de los sobrevivientes de Raccoon city y aliados que se unieron al equipo con los años, la estarían ayudando en una situación como esa.
Anteponiendo las vidas de sus hijos, los hijos de la dama de rojo y el eterno sobreviviente.
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Ada entró seguida de Leon a su casa, habían tenido finalmente una cena a solas después de meses y todo gracias a Sherry, quien se había ofrecido sin dudar para cuidar de Scott y Amy. Realmente llevaban años sin un minuto a solas, por lo que incluso tranquilizaron a la rubia, asegurando que confiaban en ella, incluso tras lo que pasó con Simmons, seguros de que no se repetiría, de que no secuestrarían a nadie.
Desde el recibidor podían oír la televisión y como parecía ser una película infantil, a pesar de que las luces estaban apagadas y solo algunas lámparas de mesa se mantenían encendidas dando un aspecto tenue a la ambientación. Sin embargo, ninguno de sus hijos apareció a recibirlos y tampoco la rubia, por lo que tras colgar sus abrigos, Ada rápidamente se dirigió a la sala, Leon la siguió un par de pasos atrás, sacando su arma de servicio en caso de que hubiesen problemas, pero fue todo lo contrario.
Ada no pudo reprimir una sutil sonrisa al ver a Jake sentado en el medio del sofá mirando atentamente la televisión con algo de desconcierto la película de niños, mientras Sherry estaba a su lado durmiendo con su cabeza apoyada en el hombro de él y sosteniendo en sus brazos a Scott, mientras que Amy estaba apoyanda en el pecho del pelirrojo, quien sin despegar su mirada de la televisión acariciaba la espalda de la niña que se resistía a dormir a pesar de que sus ojos luchaban por cerrarse y caer rendida por el sueño. Leon guardó su arma de inmediato y sonrió al compartir una mirada con su esposa antes de acercarse a ellos.
—Que sorpresa verte por aquí, Jake— habló el Kennedy, haciendo reaccionar a la niña, que sin dudarlo se movió intentando alcanzar a su padre.
—Amy será terca como su madre— dijo sonriendo el pelirrojo para mirar a la ex-espía, quien enarcó una ceja cruzando sus brazos sobre su pecho.
—Espero que no— sonrió Leon compartiendo la broma e inclinándose para alcanzar a su hija, quien sin dudarlo se aferró a la camisa de su padre. —La haré dormir mientras.
—Bien— Ada se acercó para besar la frente de la pequeña y le sonrió. —Buenas noches, cariño.
Leon se volteó un breve momento cuando la niña se despidió sacudiendo su mano hacia Jake, quien imitó el gesto antes de que padre e hija se dirigieran al segundo piso. Ada se sentó en el sofá individual y observó a los tres un breve momento, provocando que Jake la mirara cuestionando que pasaba por la cabeza de la mujer.
—Serás un buen padre, algún día— aquello hizo que Jake no se atreviera a moverse para no darle señales a la ex-espía, quien obviamente las detectaría y conocería su respuesta sin siquiera tener que escucharla. —Por experiencia debo decir que una vida huyendo, no te dará más que problemas.
—Tampoco es vida para un niño el tener a un mercenario o una espía a su alrededor.
—Por eso es mejor sacrificar algunas cosas antes de que sea muy tarde.
—Superchica— murmuró intentando hacerla despertar sin que Scott también lo hiciera. Estaba evadiendo ese tema de conversación porque ambos sabían muy bien a qué se refería, y ningún entrenamiento de mercenario lo había preparado para enfrentar algo como eso. —Sherry.
La rubia se movió perezosamente para observar al pelirrojo, quien hizo un movimiento con la cabeza señalando a Ada. Observó con cierta gracia como la agente estadounidense se acomodó sosteniendo al pequeño contra ella, sin levantarse y un poco sonrojada.
—Ada, ya llegaron— dijo algo sorprendida y la dama de rojo sonrió.
—Está bien, supongo que fue una noche tranquila.
—Sí, los niños son un encanto— la rubia sonrió un momento, pero entonces ambas miradas se centraron en el pelirrojo que se levantó,
—Te ayudaré con Scott— se dirigía a Ada, pero aun así no miró a ninguna de ellas. La señora Kennedy solamente asintió y Jake se inclinó lo suficiente para tomar en brazos al pequeño antes de dirigirse hacia la escalera.
La ex-espía le señaló a Sherry que esperara y siguió a Jake escaleras arriba. Pasaron frente a la habitación de Amy notando que Leon continuaba intentando hacer dormir a la pequeña por lo que son hacer mucho ruido entraron en el cuarto de Scott. Ada se acercó rápidamente a la cama para mover las sabanas y el mercenario bajó al pequeño acostándolo con cuidado. Ya estaba en pijamas, por lo que la mujer solamente le quitó los zapatos y cobijó antes de salir junto a Jake.
—¿Una buena misión? — preguntó dirigiéndose a la escalera.
—Lo usual, algunas BOWs y un idiota tras ellas— respondió encogiéndose de hombros. Ada entendía muy bien a qué se refería, de todos ellos era quien más conocía ese tipo de oficio, por lo que lo hablaba con más normalidad y sin tantos prejuicios.
—¿Te quedarás? — el no respondió de inmediato y Ada supuso una respuesta. —Los niños te han extrañado, eres como un hermano mayor para ellos.
—Si estás intentando convencerme, debo decir que ese es un golpe bajo.
—Si hubiese tenido una razón como esa, habría renunciado antes de llegar a los extremos de poner a mis hijos en peligro.
—¿Te han dicho que eres algo manipuladora? — Ada arqueó una ceja y él suspiró. —No te negaré que los extrañé.
—Entonces deberías quedarte— él la miró un momento sin expresar mucho, pero Ada sabía que en su interior se estaba cuestionando muchas cosas, demasiadas. —Tienes una oportunidad que no muchos tuvieron.
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Se detuvieron en un pasillo que estaba a oscuras para esperar que el equipo de guardias pasara y se alejara finalmente, Leon y Jake no estaban en las mejores condiciones, pero debían salir de ese lugar pronto y aún quedaban un par de pasillos hasta alcanzar el estacionamiento. No tenían muchas balas y ahora estaban atrapados con un científico maniático tras ellos y los que amaban, por lo que no tenían mucho tiempo para pensar las cosas que harían, debían actuar pronto para sobrevivir a aquello, especialmente estando en un lugar como Raccoon City.
—Diez segundos y corremos, no malgastes balas— murmuró Leon tras asomarse una vez más y notar que no había nadie más en el pasillo, pero debía estar seguro de que no los encontrarían, especialmente gracias al punto ciego en donde se encontraban.
El Kennedy contó mentalmente y entonces le indicó a Jake que avanzaran, corriendo rápidamente por el pasillo, incluso con las cámaras encendidas, no se detuvieron porque solamente tenían una oportunidad y no dudaron en forzar la puerta y disparar al guardia que apareció frente a ellos. Era un estacionamiento de camionetas para equipos SWAT por lo que era un lugar enorme y tenía un ascensor que subía a la superficie los vehículos, obviamente no había muchos debido a que Wesker se había encargado de mover sus fuerzas para ir por los elegidos. Jake corrió a una de las camionetas para buscar cómo hacerla funcionar y Leon se dirigió a una pequeña sala de control en donde activó la salida para preparar el ascensor.
Incluso cuando las alarmas sonaron en el lugar y las luces se cambiaron por unas rojas de emergencia, no se detuvieron y Jake avanzó para mover el vehículo hasta la plataforma. Leon activó el ascensor y rápidamente corrió justo en el momento en que un equipo de seguridad entraba en el lugar, subiendo a la plataforma con la ayuda de Jake en el preciso instante que abrieron fuego contra ellos.
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Ada respiró hondo cuando notó que continuaba tensa, incluso siendo una espía con largos años de experiencia, las últimas situaciones no eran fáciles, menos aún con la preocupación que sentía por su familia, si antes se preocupada por Leon y Scott, ahora tenía a Amy tambien y una vida mucho más tranquila de lo que jamás tuvo. Miró a Sherry de reojo, quien tenía su mirada fija en el exterior, concentrada viendo lo que estaba tras el vidrio del helicóptero, demasiado pensativa y molesta para fijar su atención o ella.
La dama de rojo sabía que la rubia estaba molesta por haber dejado a Jake y Leon atrás, pero sabía también que no podía poner en riesgo a Scott y Amy, especialmente con Wesker de regreso. Por lo que en cuanto el helicóptero bajó en el medio de un campo de trigo no dudó en bajar cuando el piloto se los indicó, dejando al resto atrás cuando avanzó hacia la casa de campo que estaba junto a un bosque. Un ambiente muy extraño, pero garantizaba el que se encontraran lejos de todo, escondidos el tiempo suficiente.
—¡Ada espera! — gritó Claire tras ella, pero la ex-espía no se detuvo, solamente se movió entre la vegetación abriéndose camino al mover con sus manos el trigo más alto antes de alcanzar el camino de tierra que llevaba a la entrada.
Miró su comunicador una vez más antes de caminar hasta el porche de manera más relajada, su corazón aún latía desenfrenado, no había noticias de Leon o Jake aún y ya habían pasado casi tres horas desde la última vez que lo vio. Ahora tendría una prueba incluso más grande, y es que al ver a Scott asomarse por la ventana y mirarla con sorpresa, supo que él preguntaría por ambos hombres, además del resto que se había quedado en Raccoon City.
—¡Mamá! — exclamó el pequeño que salió de la casa seguido por Moira.
—Guapo— dijo en cuanto lo levantó en brazos, sosteniéndolo contra su cuerpo, intentando no llorar al verlo de nuevo.
—¿Cómo estás? — preguntó el niño que a sus ocho años ya era mucho más atento que antes a los detalles y que rápidamente se separó para verla, jade con jade. —¿Dónde está papá?
—Pasemos, debemos hablar.
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—¿Cómo se conocieron con mamá? — la pregunta inocente de Scott provocó que dejara de cocinar por un momento, olvidando por un segundo los huevos que freía y mirando por sobre su hombro a su hijo que sentado junto a Amy estaba ayudándole a colorear un dibujo. —Ella dijo que tu me lo contarías.
—Bueno, no sé realmente cómo explicarlo, es algo complicado— rápidamente sirvió lo que cocinaba y caminó hasta el comedor para sentarse frente a los niños. Scott continuaba atento al tema, especialmente cuando sus ojos se apartaron del dibujo para fijarlos en él, curioso y expectante a su respuesta. —Fue... hace 18 años, en una ciudad que ahora está abandonada por algo malo que pasó ahí— realmente estaba intentando filtrar la mayor cantidad posible para poder contarle una historia como esa a un niño de apenas ocho años, pero debía reconocer que era algo difícil. —Ella estaba buscando a su amigo y yo había llegado a trabajar justo cuando algo malo ocurrió y nos ayudamos para salir de ahí a salvo.
—¿Cómo lo que pasó antes? — el incidente con Simmons era algo vivo en la mente del niño para su pesar, incluso con sus visitas al psicólogo no habían logrado quitar aquellos recuerdos, sin embargo los estaba sobrellevando mejor de lo que hubiese esperado.
—Sí, algo muy parecido.
—¿Y ahí se enamoraron?
—Oh, supongo que puedes decir que si— dijo algo inseguro y sonrojado, nervioso por confirmar algo que le tomó tiempo comprender debido a que pensó que ese día la había perdido para siempre para encontrarse años después en España más que viva. —Ella era tan hermosa como ahora, y muy valiente e inteligente, aunque no fue hasta años después que nos acercamos y salimos.
—Después nací yo, ¿no? — habían acordado no decirle exactamente las circunstancias de su nacimiento para no empeorar la situación e imagen que tenían de ambos, obviamente le dirían toda la verdad cuando creciera y comprendiera todo, pero ese no era el momento y por lo tanto el agente solamente asintió con una sonrisa adornando sus labios.
—Y, aunque el trabajo me mantuvo alejado por unos años, creeme que no dejé de amarla ningún momento, porque sabía que estariamos juntos al final, sabía que regresaría.
—Ella siempre creyó en ti, papá.
Leon no pudo evitar la sonrisa tonta que se formó en sus labios, encantado por saber eso y esperanzado de la vida que ahora tenían ambos por delante junto a sus hijos.
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Casi chocaron contra un árbol cuando Leon giró en una curva cerrada en el medio del bosque, obviamente no era un camino fácil, pero el que los persiguieran solamente estaba agravando la situación. Llevaban una hora al menos, perdidos realmente en el bosque debido a que no tenían cómo guiarse, pero seguros de que se alejaban de Raccoon y que la ciudad más cercana les ofrecería el resguardo necesario. No se detuvieron hasta que encontraron un pueblo cercano que claramente había sido alertado debido a que se encontraba todo con barricadas y con la policía custodiando la calle principal.
—Dejamelo a mí— tras presentarse frente a uno de los policías pasaron del otro lado de la barrera y se estacionaron junto a un edificio.
—¿A dónde crees que vas? — preguntó en cuando el Muller se quitó el cinturón de seguridad y abrió la puerta, dispuesto a bajarse.
—Debes salir de aquí, pronto, seguir hasta la otra ciudad.
—Vamos, Muller, no será sin tí.
—Sabes que viene hacia acá, y yo estoy en su lista, no me asesinará, pero tú debes ir por los niños, mantenerlos a salvo— dijo deteniéndose para asegurarse de que no estaban siendo seguidos, al menos cerciorarse de tener cierta ventaja para que el Kennedy huyera sin problemas.
—No puedes quedarte, no sabes si realmente no te matará— ambos estaban de acuerdo en eso, pero Jake parecía tener otros planes en mente. Y, aunque fuera un golpe bajo, Leon conocía las debilidades del hijo de Wesker. —Le prometiste a mis hijos que regresarías, ellos te esperan. Sherry te espera.
—Creo que tendré que romper esa promesa— esperaba que no hablara en serio, pero el pelirrojo sacó su arma y la cargó antes de sacar un par de los asientos traseros que se encontraban equipados para los equipos de Wesker y que claramente no habían usado debido a que ellos habían robado el auto.
—Muller, debes ir conmigo, no solo porque no es seguro que ese loco no te asesine, sino que porque se lo prometí a Sherry.
—A ella no la dejes ir tras mí, llévatela lejos, a un lugar seguro— interrumpió rápidamente el mercenario con seriedad, con un tono incluso cortante, pero decidido. —Aléjala de mí, ahora. Debe estar a salvo, por favor, es lo único que te pediré. Yo iré a buscar una forma de detener esto, pero hasta entonces alerta a todos. Desviaré a los que nos siguen hacia otro lado, tu vete. Y aunque no soy de hacer muchas promesas, te prometo que no dejaré que él gane.
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Próximo capitulo:
"Promesas"
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Nota autora:
Bueno, eso es todo por ahora, espero tenerles el siguiente capítulo muy, pero muy pronto.
Muchas gracias de nuevo y espero que se encuentren muy bien.
Saludos.
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Para más info sobre las próximas actualizaciones.
¡Muchas gracias por leer!
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