Capitulo 3: Corre...
Resident Evil Nightmare 3
Nos desplazabamos por las desoladas calles de Raccoon City, hemos tenido la suerte de no encontrarnos con más zombies, únicamente caminábamos en sus solitarias calles, todos con nuestras armas listas por cualquier sorpresa, de vez en cuando nos encontrábamos con una calle con accidentes de tránsito, y cuerpos repartidos por el lugar, pero después de lo que nos encontramos decidimos evitar esas zonas por si acaso, no fuera y esos cuerpos se volviesen al levantar mientras pasábamos por ahí.
Yo mientras aprovechaba para explorar con la mirada la ciudad, sus calles eran bastante amplias, habían coches estacionados por doquier, y uno que otro accidentado por una calle, me dí cuenta de que contaba con muchos negocios, como cafés, bares, lugares de comida, para desayunos, etc. Por lo cual llegué a pensar que tenía muy buena economía y podía ser visitada por turistas en ciertas épocas del año.
Empecé a imaginarme a la ciudad en sus buenos tiempos, antes de que se desatase este infierno, sentí nostalgia por ello, al ver como había terminado esta ciudad. Muerta…
Pero pasemos a lo importante, teníamos que seguir avanzando. Sin embargo ahora estábamos en un dilema, al frente de nosotros habían múltiples autos de policía estacionados y a la vez frente a estos, decenas de cuerpos tirados en el suelo, más adelante creo que podía ver los cuerpos de la policía. Era más que claro que hubo un enfrentamiento entre los de la policia y los zombies.
- Y bien ¿qué hacemos?, a este paso nunca llegaremos a la comisaría, si seguimos rodeando será la de nunca acabar - Dijo Josh.
- Puede ser peligroso - Dijo Mathew.
- Yo…no sé, pero Josh tiene razón, no podemos seguir rodeando, y en el dado caso que se levanten podemos aprovechar que son lentos y correr - Opiné.
- Sí, pero no podremos correr siempre, nuestra resistencia no es infinita - Comentó Mathew.
Y ahí fue cuando su comentario me hizo ver otra clara realidad de que esto no era un juego, él tenía razón, en el juego podías correr infinitamente sin que tu personaje se cansara y de esa manera podías evitar enemigos, pero esto era real, aquí mi condición física jugaría un gran papel, si me cansaba y no podía correr más podría ser acorralado, también no tendría fuerzas para resistirme o pelear, e igual estaba la opción de que si tropezaba y caía quedaría a merced de los monstruos que rondaban la ciudad, moriría ahí, sería mi fin.
Una diferencia más llegó a mi mente, en el juego únicamente podías ser mordido por un zombie a la vez, aunque te vieras acorralado solo uno a la vez podría atacarte y había posibilidades de que pudieses zafarte de una de esas, pero esta realidad sería muy diferente, si una de esas cosas me atrapaba y yo no me libraba a tiempo llegaría otro y con el otro y otro sufriría horriblemente hasta la muerte siendo devorado por varias de esas cosas.
Ahora me daba cuenta de cuan bajas eran las posibilidades de que llegara a la comisaría sin morir en el intento y peor aún, como podría afrontar lo que me esperaba ahí, únicamente o un milagro o mucha suerte me ayudarían. Sin embargo a pesar del horrible miedo que tenía, me motivé a mí mismo.
Escondiéndome en un lugar como una gallina esperando a que me rescaten o me maten sería peor, y tal vez de un modo u otro moriría, pero tenía que seguir, nadie vendría a salvarnos, casi toda la ciudad está muerta, si aún hay sobrevivientes o están tratando el modo de salir de este maldito lugar o están bien atrincherados tratando de sobrevivir. Por eso debía seguir, aún si no lo conseguía…la sola idea me aterraba, pero al menos lo abría intentado. Pero aunque eran bajas las posibilidades de éxito, aun podíamos lograrlo, ¿qué tal si lo conseguíamos?
Con el cuidado adecuado y un poco de ingenio podrían ayudarnos a lograr nuestra misión. Teníamos que intentarlo.
- Puede que sea riesgoso, pero tenemos que ir - Dije más decidido.
- ¿Y si esas cosas se levantan como antes? - Preguntó Mathew.
- El riesgo bien lo vale, son lentos tendremos la oportunidad de escapar y una vez lo suficientemente lejos tomar un respiro, además es claro que hubo un enfrentamiento, muchos de ellos ya no se levantarán, y si lo notas hay muchos autos de policía, podrían haber armas y municiones que nos ayuden - Dije seguro de mi análisis.
Tanto Mathew como Josh me miraron sorprendidos, tal vez por lo rápido que analicé la situación, o lo seguro que me escuchaba, tal vez les recordó a un héroe de película. Pero yo estaba igual o más asustado que ellos por dentro, pero las ganas de vivir me motivaban y me empujaban más para no rendirme, puede que no sea alguien tan importante y mi vida sea insignificante, pero me niego a morir aquí, no voy a hacerlo.
- Bien, tienes razón, seguiremos, vamos por la acera, evitaremos pasar entre los cuerpos - Al fin Mathew había cedido.
Empezamos a caminar en la acera, tratando de evitar en lo máximo posible pasar cerca de los cuerpos repartidos por la calle, finalmente cuando nos acercamos lo suficiente detrás de la barrera de autos el lugar en verdad parecía campo de batalla. Entre más me acercaba mas veía, habían varios cuerpos tirados en la calle, el suelo, puertas y ventanas de los autos estaban manchados y salpicados de sangre, había muchos casquillos de todo tipo de balas, de pistola, escopeta, metralletas.
Realmente aquí hubo una sanguinaria batalla. Por la gran pila de cadáveres que hay atrás, las fuerzas de Raccoon debieron contenerlos por un tiempo, pero supongo que fueron demasiados para ellos y no lo lograron. Pobres…
Habían de todo ahí, policías, fuerzas especiales, con uniformes parecidos a los especiales del FBI,y otros que parecían ser militares. Me sentí realmente mal por ellos, todos unieron fuerzas, y no pudieron contener la infección.
- Bien, hay que empezar a buscar cosas que nos sirvan - Dijo Josh con voz melancólica mientras se agachaba y empezaba a registrar uno de los cuerpos de policía.
Yo solo asentí, mientras Mathew y yo empezábamos a hacer lo mismo.
Me acerqué a uno de los cuerpos de las fuerzas especiales, me sentí mal por lo que iba a hacer, saquear a los muertos. Pero no quedaba opción, obedecer la ley y seguir las reglas ya no entraba en esta situación, teníamos que hacer lo necesario para sobrevivir.
Mi lado de sobrevivencia justo con el coherente hablaban en mi cabeza “están muertos” “no hay nada que hacer, no necesitarán su equipo, pero a ti te puede servir” “les agradaría que almenos un desconocido tomara su equipo y consiguiera escapar de este infierno”.
Tomé una bocanada de aire y tensé mi cuerpo, preparé mi arma por si tenía la mala suerte de que su cuerpo fuese reanimado estando yo tan cerca. Tomé su fusil de asalto y lo revisé, era la primera vez que sostenía uno, pero gracias a los videojuegos y personas que grababan tutoriales y cosas así, sabía como funcionaba el arma. Le extraje el cargador, y comprobé que estaba totalmente vacío, suspiré decepcionado, seguí revisando su equipo, y miré a su pierna. Lentamente saqué el arma que tenía enfundada, encontrándome con una glock 17, una de las mejores pistolas que me podía encontrar, revisé su cargador y una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver que estaba cargada.
Seguí revisando me alegró mucho encontrar municion, eran 4 cargadores, por lo cual, 17 balas en cada cargador y contando las que ya están en la pistola…tengo 85 balas.
Mi corazón saltaba de felicidad, esto ayudaría mucho para nuestro recorrido. Seguí revisando el cuerpo de ese policía pero nada, ya no tenía municiones que pudiese tomar. Sin embargo al ver una vez más su pierna me centré en su funda, definitivamente para cambiar de armas rápido la necesitaría. Una vez pude soltarla, la miré detenidamente, luego traté de ponerla en mi pierna.
Veamos, esto va aquí... tengo que abrochar esto aquí, luego esto aquí…y ¡listo!
Miré satisfecho mi trabajo, ahora tomé la glock y la enfundé, ahora tenía dos armas, y con los clips que ya había echado en los bolsillos, al parecer venir aquí, no fue tan mala idea. Seguí revisando con cuidado entre los otros cuerpos de oficiales en el suelo, tratando de encontrar una escopeta o una metralleta cargada pero todas estaban vacías. Lo bueno es que encontrŕ otro par de cargadores para pistola, me acerqué a uno de los autos que estaba con la puerta abierta y revisé su interior, busqué tanto en los asientos delanteros como traseros, pero nada, chequé en la guantera y me encontré un paquete rojo, lo tomé y cuando lo saqué me dí cuenta que era un paquete de munición de pistola, por lo menos con esto tengo suerte. Salí del auto y caminè hasta Mathew.
- Y bien ¿qué encontraste? - Pregunté.
- Municiones, no fue tan mala la idea de acercarnos a ver, las armas como fusiles y escopetas están completamente vacías, eso explica por que la calle está llena de casquillos -
- Sí, tambien lo noté, debió ser una dura pelea - Comenté con melancolía, pues a pesar de no conocer a ninguna de estas personas no podía evitar sentirme mal por como terminaron sus vidas.
- ¡Hey chicos! Miren lo que encontré - Dijo Josh, mientras se acercaba a nosotros con una escopeta en mano.
- ¿Está cargada? - Preguntó Mathew.
- Sí, también encontré un par de cartuchos más - Respondió nuestro compañero.
- “Que suertudo” - Pensé.
- Bien entonces que ya estamos mejor equipados hay que seguir, por cierto buena idea Alex, en serio nos ayudó -Me felicitó Mathew.
- Sí, buena idea Alex - Lo imitó Josh.
- Bueno, de nada - Respondí algo apenado.
Sin embargo me tensé y preparé mi arma al ver como uno de los cuerpos tirados en la calle, empezaba a moverse.
- Chicos, será mejor irnos de aquí, y rápido - Dije serio.
Ellos giraron y comprendieron mi prisa al ver que los muertos volvían a levantarse como cuando los encontramos antes.
Sentí algo aferrarse a mi pie, miré abajo y me encontré con que uno de esos malditos muertos se había aferrado a mi pierna
- ¡No! - Grité yo molesto y asustado, apunté mi arma a aquel cadáver viviente y le disparé, sin embargo este se negaba a soltarme.
Una segunda bala impactó su cráneo acabando así con él y liberándome.
- De nada - Se apuró a decir Mathew - Tenemos que salir de aquí antes de que nos rodeen.
- Sí te apoyo, no quiero quedarme a gastar la munición que acabamos de encontrar - Comenté.
- No podría estar más de acuerdo - Respondió Josh.
Y así empezamos una vez más a correr, por suerte eran lentos por lo que los dejamos en un santiamén, pero nos encontrábamos a algunos en la calle por lo cual no podíamos parar, hasta que finalmente conseguimos perder a varios y nos detuvimos a descansar.
- Diablos, eso estuvo cerca, será mejor que encontremos un lugar para refugiarnos o un auto, a pie vamos a morir aquí - Dijo Josh.
- Sí, pero tenemos que llegar a la comisaría, ya solo unas cuadras más...-
- Grrrrrrr… - Mathew fue interrumpido por un gruñido proveniente de un callejón oscuro.
Los tres apuntamos nuestras armas hacia el lugar de donde escuchamos ese sonido. Pronto desde las sombras salieron 4 perros, y me hubiese encantado que fuesen perros normales, pero en este lugar no encontraría paz, ¡eran canes infectados!
Desde lejos se notaba. El tamaño de sus colmillos los cuales estaban llenos de sangre, sus cuerpos presentaban múltiples heridas notables, además de sus ojos lechosos y muertos.
Los 4 canes gruñeron mientras se preparaban para atacar.
- Tienes que estar de broma - Dijo Josh incrédulo.
- Oh mierda… - Dijo Mathew.
- A correr, ¡rápido corran! - Grité.
Y sin vacilar entramos al callejón que estaba a nuestras espaldas, salimos a la siguiente calle y seguimos corriendo, mientras dabamos uno que otro tiro tratando de darle a los canes que ya nos estaban alcanzando.
- ¡Maldición! - Grité en pánico al ver que no los perdíamos y los teníamos muy cerca.
Uno parecía que estaba a punto de saltarme encima, pero para ello tuvo que acercarce lo cual fue su error. Disparé tres veces, la primera bala dió en el pavimento, pero las otras dos consiguieron impactar en su cuerpo. Pude escuchar un chillido de dolor para después ver de reojo como tropezaba y rodaba por la calle. Menos uno.
Aún a pesar del alivio de haberme deshecho de uno de esos monstruos, todavía habìan tres tras nosotros y si no conseguíamos un lugar donde escondernos y protegernos no lo lograríamos. Enfrentarlos no era una opción, a diferencia de los zombies, los perros eran rápidos y nos alcanzarían en lo que tardábamos en apuntarles.
Busqué rápidamente con la mirada un lugar en la cuidad pero solo encontraba sitios para comida rápida, restaurantes, hasta un jodido burdel de donde salían sus trabajadores ya convertidos.
- “Maldición, a este paso nos alcanzarán si es que no nos encontramos con unos zombies que nos den fin” -
Seguí buscando con la mirada. Hasta que un rayo de esperanza apareció.
En algunos callejones habían puertas de metal, no se para qué carajos ni me importa en este momento.
- ¡Ahí! - Grité mientras señalaba uno de esos callejones en el cual había una puerta de reja metálica la cual estaba entre abierta.
Corría todo lo que mis piernas daban, Mathew y Josh me siguieron de cerca, finalmente llegamos
Yo me giré y traté de apuntar pero era difícil, pero hubo un momento en el que creí ver todo en camara lenta, y pude darle un tiro en la cabeza a uno de esos perros.
Una vez Mathew y Josh se encontraban de mi lado, cerré la puerta y puse un pasador de metal rápidamente. Apenas la alcancé a cerrar cuando los perros se lanzaron contra la puerta golpeándola con todas sus fuerzas. Yo por el susto caí de espaldas al suelo mientras veía como ellos luchaban por alcanzarnos, tratando de derribar la puerta o saltando tratando de pasar por arriba.
- ¡Alex rápido! - Mathew me tomó del brazo y me levantó con fuerza.
Retomamos nuestra carrera y salimos a la siguiente calle. La cual era bastante amplia, tal vez era una avenida principal.
- ¡Grrrr ahhhhh! - Dirigí mi mi vista a la derecha, donde para nuestra pésima suerte habían mas de una docena de zombies, los cuales estaban devorando múltiples cadáveres, uno al vernos empezó a gruñir y a gritar atrayendo la atención del resto.
El mismo gritó una vez más para luego emprender carrera hacia nosotros.
- “No es posible, se supone que no pueden correr, ¡se supone que no pueden correr!”-
En pánico alcé mi arma y disparé cuatro veces, para mi suerte las balas impactaron en su cuerpo el cual cayó al suelo. Sin embargo no fue suficiente para matarlo, y ahora todos esos muertos vivientes tenían su atención en nosotros.
- ¡Mierda, mierda! ¡Tenemos que refugiarnos en alguna parte! - Gritó Mathew desesperado.
- ¡Por ahí! - Señaló Josh.
Cerca había un lugar con una puerta de garaje entre abierta, no miré bien que tipo de lugar era, no había tiempo de analizar.
Empezamos a correr tratando de evitar a los múltiples zombies que trataban de atraparnos con sus asquerosas manos. Una vez llegamos pasamos por debajo de la puerta cada uno y tratamos de cerrarla.
- ¡Maldición! ¡No cierra! - Gritó Josh asustado.
El pánico en mi aumento, me uní y entre los tres tratamos de cerrarla pero nada. Los zombies ya estaban cada vez más cerca, podía escuchar sus gemidos hambrientos, sus torpes pisadas tratando de alcanzarnos para devorarnos hasta la muerte. ¡Maldición!
Mire a lado de la puerta y me encontré con el mecanismo de la puerta, vi a la cadena que se supone debía bajar, la tomé y tiré de ella con todas mis fuerzas pero no funcionaban.
- ¡Chicos! ¡Aquí! ¡El mecanismo de la puerta! - Grité para llamar su atención.
Ellos me miraron para después ponerse a mi lado
- ¡Con una mierda por eso no cierra! ¡Está atorada! - Gritó Josh en furia.
- Alex, rápido ¡cúbrenos! ¡Nosotros tenemos más fuerza! ¡Trataremos de cerrarla tu mantenlos a raya! - Gritó Mathew.
Aún con el miedo en mí, asentí torpemente. Alcé mi arma y me preparé para disparar. Cuando uno se acercó lo suficiente, disparé. La bala dió en su abdomen, pero esto no lo detuvo, ni siquiera le afectó, disparé una vez más, esta vez la bala impactó en su pecho, pero a pesar de que lo hizo retroceder un paso, siguió caminando hacia nosotros. Desesperado, traté de apuntar a su cabeza pero no podía fijarlo. Así que le disparé a los pies, con lo cual conseguí derribarlo.
- ¡Ahhhhhh! - Escuché un horrendo grito desde afuera.
Y con horror ví como uno de esos zombies corría a toda velocidad hacia mi.
Mi pulso empezó a temblar terriblemente, apunté mi arma y tiré del gatillo. Sin embargo ahí fue donde escuché el sonido más horrendo que podía llegar a mis oídos en este momento.
¡Clik! ¡Clik! ¡Clik!
¡La pistola se había quedado sin balas!
Abrí mis ojos en total shock y horror ¡No! ¡No! ¡Esto no puede estarme pasando!
- ¡Grrrrahhhhhhh! - Aquel ser que alguna vez fue humano entró e inmediatamente se lanzó contra mi.
- ¡Alex! - Gritó Mathew tratando de ir en mi ayuda pero otro de esos malditos entró y se lanzó contra Mathew.
Empezamos a forcejear, el tratando de morderme y yo tratando de alejarlo El panico se hizo mi huésped, las lágrimas de miedo y desesperación empezaron a bajar por mis ojos.
¡No!...¡NO MALDITO! ¡NO ME VOY A MORIR AQUÍ! ¡¡NO LO VOY A HACER!!
La glock…
En medio del forcejeo traté de alcanzar la glock en mi pierna pero me hizo retroceder y chocar con la pared dificultando más alcanzar mi arma. Ese maldito zombie lanzaba mordiscos tratando de arrancarme la cara a mordidas.
¡La tengo!
- ¡Puta puerta! -
¡Bang!
Pude escuchar claramente como la puerta se cerraba finalmente. Pero esto no quitaba el mortal peligro en el que me encontraba. Conseguí desenfundar la glock y ni siquiera apunté, solo puse el cañón en su estómago y tiré del gatillo repetidas veces.
¡Bang! Bang! Bang! Bang! Bang!
Los disparos consiguieron debilitarlo lo suficiente para quitármelo de encima, sin embargo apenas me lo quité de encima se lanzó una vez más sobre mí, sin darme tiempo de siquiera apuntarle y lo peor con ello la glock cayó de mis manos.
Le dí un empujón alejándolo de mi, me agaché y tomé lo primero que mi mano alcanzó.
Sin dudarlo lo golpee con ello en la cabeza. El golpe lo aturdió levemente pero cuando se recuperó me miró molesto.
- ¡Grrrahhhhhhhh….! - Lo golpeé una vez más, no esperé a que se recuperara, empecé a golpearle la cabeza sin parar.
Una vez lo derribé me posé sobre él y lo golpeé una y otra y otra y otra y otra vez.
- ¡Muérete! ¡Muérete! ¡Muérete! ¡Muérete! ¡Muérete! ¡MUERETE! - Grité una y otra vez mientras lo golpeaba sin parar.
Pude escuchar sus huesos romperse, dejó de luchar, pero yo seguí golpeándolo, el miedo y la adrenalina seguían corriendo por mis venas. Queria vivir, ¡lo quería muerto! No podía detenerme, no quería.
Lo golpeé hasta que literal su cabeza terminó aplastada y esparcida por el suelo.
Yo estaba en shock, retrocedí arrastrándome y quedé contra la pared, mi respiración era agitada y mi corazón latía a un ritmo anormal, jadeaba agitado.
Aún no podía creer lo cerca que estuve de morir.
- ¿Alex? - La adrenalina actuó activando mis instintos, y rapidamente apunte con…lo que sea que tenia en la mano. - Hey tranquilo, soy yo -
- ¿Mathew? - Pregunté en la oscuridad del lugar.
- Sí, tranquilo, si ahora todo esta bien, o eso me gustaría pensar, escucha, tenemos que irnos puede que la puerta no resista o encuentre otro modo de entrar aquí -
Yo aun temblando asentí, estaba bastante oscuro asi que me quité mi mochila y busqué dentro de ella la linterna que tomé.
Una vez la encontré, la saqué y alumbré el suelo en busca de mis armas. Las encontré tiradas en el suelo, y ahí me dí cuenta que tenía una llave inglesa ensangrentada en la mano.
La solté, y tomé mis dos pistolas. Podía escuchar claramente como esos malditos cadáveres andantes golpeaban la puerta de garaje tratando de entrar. Busqué una salida y en una de las esquinas de este feo lugar había una puerta gris.
- ¡Por aquí! - Indiqué.
Rápidamente corrimos hacia ella, para nuestra suerte estaba abierta. Entramos rápidamente y Josh cerró con llave.
- Bien, en el caso de que logren entrar esto los retrasará, ¿se encuentran bien? - Preguntó.
- Sí, cansado pero bien, ¿Alex?-
- Sí, bien, estoy bien, sigamos - Dije.
Mientras usé mi linterna para iluminar un pasillo gris que seguía recto, Josh y Mathew me imitaron y sacaron sus linternas.
- ¿Dónde demonios estamos? - Preguntó Mathew.
- No tengo idea - Respondió Josh.
Yo en cambio mire mi VP70 la cual tenía la corredera atascada atrás. Extraje el cargador vacío y lo reemplacé con uno lleno que tenía en mis bolsillos. Por este momento decidí usar la glock así que enfundé la VP70.
- Bien vamos, hay que seguir - Dije mientras empezaba a caminar.
Seguimos el final del pasillo donde a la derecha había otra puerta gris, con cautela giré el cerrojo y la abrí, una vez estaba abierta alcé la pistola esperando a cualquier enemigo pero no había nada. Entré a una cuarto igual de deprimente, sin embargo pude ver un interruptor cerca, así que simplemente lo presioné y las luces se encendiero.
Miré más detenidamente el lugar y…
- El almacén del conserje se supone que debería ser limpio - Comentó Josh, viendo que el lugar estaba hecho un desastre.
El cuarto era pequeño, tenía dos casilleros abiertos con ropa tirada en el suelo y también había escobas y trapeadores en el suelo, y el olor para seguir no era agradable. El lugar poseía dos puertas, por la que acabábamos de entrar y otra que al abrirla ví que seguía en un pasillo mal iluminado a la derecha.
- Con todo lo que esta pasando no me sorprende - Respondio Josh.
- “¿Conserje? ¿Dónde demonios estamos?"
Bang! Bang! Bang!
Por instinto nos agachamos al escuchar disparos y luego nos miramos entre sí.
- Sobrevivientes…- Dijo Mathew incrédulo.
Sin pensarlo dos veces derecho salimos corriendo a toda velocidad por la segunda puerta avanzando por el pasillo mal iluminado. Este terminaba en unas escaleras a la derecha que doblando seguían subiendo. Una vez llegamos arriba el camino se dividía en izquierda y a la derecha, por dos grandes pasillos, había varias puertas de madera bastante elegantes.
- Mierda, ¡¿por donde?! - Preguntó Josh.
- Carajo…por la izquierda - Indicó Mathew.
Siguiendo su sugerencia, corrimos a la izquierda, seguimos recto hasta doblar a la derecha donde al final había una puerta de madera, Mathew a toda velocidad la embistió y abrió.
Una vez dentro, nos dimos cuenta de que estábamos en el segundo piso. Estábamos en un pasillo abierto por el cual podíamos ver lo amplio que era el primer piso, donde se encontraban una gran variedad de escritorios, mesas, sillas y grandes estantes repletos de libros, incluso, si seguíamos a la derecha al final se encontraba otra sala con estantes y libros por doquier.
Miré el techo donde se encontraba un gran traga luz de cristal.
Estamos en una biblioteca…
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Parte editada!
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