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Capitulo 2: infierno


Hola gentes, aqui no comentare mucho que digamos para que sientan mas tensión 😈

Descargo de responsabilidad: no resident evil ni sus personajes me pertenecen, todo es propiedad de sus respectivos creadores, hago esta historia para mi diversión y la de ustedes

Advertencia: esta historia puede contener gore( escenas sangrientas, violentas etc) lenguaje no apto para menores de edad entre otras cosas, pero yo no soy su papa y se que muchos aqui no son inocentes, yo ya hice mi trabajo con la advertencia

Sin mas disfruten 😀😁😆

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Resident Evil Nightmare 2

Mi corazón latía tan rápido que sentía que iba a explotar. Golpeaba mi pecho como queriendo salir. Tenía miedo, miedo como nunca, es más creo que la palabra correcta es horror. Tal vez iba más allá de eso. Desearía que fuese una de esas ocasiones que vas de regreso a tu casa sabiendo que tus padres saben tus "buenas notas", desearía 1000 veces una situacion asi.

Durante el viaje y desde que me enteré que íbamos a Raccoon City y que era verdad me rasguñé y pellizqué muchos lugares del cuerpo pensando que esto era un mal sueño y que así despertaría. Ojalá fuese así, al parecer no tenía escapatoria de este infierno.

Nuestro auto vagaba por las desoladas calles de Raccoon City. Al parecer el peor escenario posible era en el que estábamos mis compañeros y yo, mis compañeros de viaje miraban las calles de Raccoon, al principio parecía una ciudad abandonada, calles totalmente solas y autos abandonados. A pesar de que había pasado bastante tiempo, no me acostumbraba a esta "realidad", si es que se le podía llamar así.

¡Estaba dentro de un videojuego maldicion! Esto no tenía lógica. 

Aún estaba manoseado los asientos con mi mano derecha tratando de seguir confirmando si esto era real o solo una ilusión, mi mente se negaba a aceptar que me encontraba en esta pesadilla de verdad. A cada segundo que pasaba, mi miedo aumentaba, mi cuerpo temblaba sin parar, una vez más vería Biohazard 2, pero esta vez de un modo que nunca imaginé, esto le daba un nuevo sentido a la frase "vivir la experiencia", lo que estaba pasando estaba por completo fuera de toda lógica, no entendía como fue que llegué aquí, la simple idea era muy loca, pero el hecho de estar en una dimensión totalmente diferente a la mía, y no era cualquier dimensión.

¿Tenía que ser esta jodida realidad? ¿Estado cuántico? ¿Mundo paralelo? 

No tenía idea y por más que le daba vueltas al asunto solo me confundía más formando hipótesis que no me llevaban a ningún lado. 

Finalmente viendo que estaba en Raccoon city decidí buscar una explicación a todo esto después, si conseguía salir de este infierno lleno de zombies y engendros monstruosos, buscaría una respuesta para saber cómo estar aquí era posible. Mientras me centré en el presente, suspiraba cada diez segundos, tomaba grandes bocanadas de aire tratando de llevar todo el oxígeno que podía a mi cuerpo y mantenerme lo más activo que podía, sabía lo que venía y lo que me frustraba más era el no poder decirles a mis compañeros el gran peligro que nos rodeaba. Miré, a través de la ventana, la oscura y desolada ciudad de Raccoon city, en el fondo sentía curiosidad y quería recorrer la ciudad completa, pero mi sentido común me advertía que en estos momentos eso era una decisión suicida.

Aún en el fondo tenía la esperanza de que la infección no se hubiese desatado aún, que en estos momentos Raccoon city fuera como otra ciudad, pero bastaba con ver por la ventana y descubrir hay una ciudad abandonada, en un cruce que pasamos y a lo lejos una barricada de autos en llamas, lo cual me puso en alerta, pocos segundos después ví una sombra que se movía torpemente en un oscuro callejón, cosa que pasó completamente inadvertida para mis compañeros. Fue ahí que me dí cuenta de que ya no había salvación, estaba condenado.

Mi mente una vez más empezó a formular decenas de planes de qué hacer en distintas situaciones de extremo peligro, pero con tanta tensión en mi cuerpo solo generó un dolor de cabeza. Mis pensamientos se detuvieron al mismo tiempo que el auto en que nos transportabamos. Miré al frente y nos detuvimos debido a una barricada improvisada y un par de autos chocados, más adelante se podía ver un auto en llamas y al parecer vidrios tirados por todas partes, miré a los edificios alrededor y confirmé que pertenecían a ellos los vidrios en la calle, pero noté que habían tres cuerpos tirados en la oscuridad de la calle. Me congelé en mí asiento, ya sabiendo lo que venía.

- Quédate aquí, ya regresamos - Dijo Josh mientras bajaba del auto en compañía de Mathew.

Mi corazón golpeaba mi pecho como queriendo salir de este. Mi cuerpo temblaba y sentía ganas de desmayarme.

- ¿Qué tenemos aquí? ...- Preguntó Mathew mientras se agachaba para inspeccionar uno de los cuerpos.

Por un momento me recordó el momento en que Leon llegaba a esta ciudad y se encontraba con el cadáver de aquella mujer solo para así empezar su aventura por la supervivencia. La unica diferiencia es que ahora sería yo y mis compañeros quienes se enfrentarian a todos los zombis y otras asquerosas y horrendas criaturas. 

En el fondo me preguntaba si Leon existía en esta..."realidad", la probabilidad era muy alta. Posiblemente al mismo tiempo que nosotros estabamos aquí el encontraba el cadáver en alguna parte de esta infernal ciudad, o posiblemente el ya hubiese iniciado su carrera por la supervivencia.

Sacudí mi cabeza, no era el momento de pensar en eso, era claro que las cosas se pondrían feas desde este momento, y yo no podía quedarme más tiempo en el auto, debía advertirles a mis compañeros.

Empecé a moverme disimuladamente hacia los asientos delanteros y caí en cuenta de algo. Con todos los peligros de Raccoon rodeándonos teníamos que defendernos con algo. Josh y Mathew, tenían una pistola cada uno, lo noté cuando bajaron del auto, pero yo no tenía nada para hacerle frente a los peligros que ya hacían en este lugar esperando en las sombras. Sentí la gran necesidad de hacerme con un arma, la que fuera, un bate de béisbol o una tubería oxidada, lo que fuera con lo que pudiese defenderme.

Una vez en los asientos delanteros, miré al frente y mis compañeros hablan preocupados. Aprovechando que no me ponían atención, revisé el auto en los asientos en la parte de abajo, donde sea que tuviesen un arma de repuesto, busqué en la guantera y ¡bingo! Había un arma. La tomé y la identifiqué al instante, era una H&K VP70, la pistola que Leon usaba en el juego, la inspeccioné y tenía el cargador lleno, volví a mirar dentro de la guantera y me encontré con tres clip más llenos, una vez con la seguridad de estar armado guardé la pistola en mis ropas y guardé los clip en uno de mis bolsillos.

Después de todo tenía que esconderlas por el momento, no podía mostrarme armado frente a mis compañeros, hasta que la situación hiciese ver que estar armado fuese una bendición.

Bajé silenciosamente del coche y caminé en silencio hacia mis compañeros, quiénes al tenerme suficientemete cerca notaron mi precencia.

- ¿Alex? ¿Qué haces aquí? Te dijimos que te quedaras en el auto - Dijo Mathew.

- Yo...tengo un mal presentimiento - Dije, y no era un mal presentimiento. Era la certeza de que algo muy malo iba a pasar.

- Alex, nosotros nos encargaremos regresa al auto y espéranos ahí - Ordenó Josh 

- Es que no puedo estar tranquilo después de ver esto - Dije refiriéndome a los cadáveres, y estando afuera noté que había más.

Eran siete en total, cuatro eran policías, los demás eran civíles, su estado era deplorable, tenían heridas que con solo verlas sentía ganas de vomitar, yo sabía el origen de esas heridas y me preguntaba cuánto tiempo más pasaria antes de que estos cuerpos fuesen reanimados por el virus-T.

- Escucha, no te asustes, las autoridades de la ciudad ya deben saber de esto -Dijo Mathew a modo de calmarme.

- ¿Y por qué no están aquí? - Pregunté -  Chicos algo anda mal - Dije con voz afligida. Y no la estaba fingiendo estaba realmente asustado.

Por un lado no quería tomarme con los monstruos de esta ciudad, solo quería tener la suerte de irnos sanos y salvos, aunque en el fondo sabía que eso no sería así, por otro lado quería quitarme esta carga de encima, quería que todo empezara cuanto antes para idear un plan para salir de aquí, para que mis compañeros entendieran que teníamos que salir de esta ciudad cuanto antes.

- Escucha, Alex, entiendo que esto te asuste así que vuelve al auto y trata de tranquilizarte ¿si? Todo va a estar bien - Dijo esta vez Josh 

- Ahh.....-  Un gemido se escuchó justo detrás de nosotros.

Mi cuerpo se congeló del miedo sabiendo lo que era el causante de dicho sonido. Un escalofrío bajó por mi espina dorsal. Me giré lentamente y a unos metros de nosotros se econtraba una persona, de pie y con la miraba baja cerca de un oscuro callejón. Dudo mucho que pueda llamarlo persona pues yo sabía que ya no lo era.

- ¿Señor?... ¿Se encuentra bien? - Preguntó Mathew empezando a acercarse despacio. Yo quería detenerlo pero mi cuerpo se encontraba paralizado debido al miedo. 

- ¿Señor?- 

- Ahh...- Aquella criatura emitió otro gemido y lentamente empezó a caminar en nuestra dirección.

- Señor... ¿se siente bien? -  Sin embargo aquella criatura seguía avanzando sin parar en nuestra dirección. Al parecer Mathew se sintió inseguro.

- Señor, por favor, quédese dónde está -  Yo sentía miedo, un miedo terrible que desbarataba mi alma, y finalmente lo ví. 

Él se acercó lo suficiente a una de las lámparas en la calle y la luz reveló su estado. Y he de describirlo como algo más que asqueroso. Estaba hecho pedazos, no era como en los videojuegos que únicamente se muestra un muñequito manchado de rojo, pero esta realidad me mostró que en verdad esto no era un juego.

El estado del cuerpo era nefasto, la carne de su cuerpo mostraba un avanzado estado de putrefacción, tenía horrendas heridas que dejaban expuesta la carne y en algunas partes piel colgante, las más notables eran dos, una en el cuello, el cual apenas tenía a causa de ello estaba cabizbajo, pero aún hacía esfuerzo por levantar la mirada, dejándonos ver sus ojos lechosos y sin vida y a la vez haciéndonos ver el horrendo estado de su yugular me impresionaba que las cuerdas vocales siguiesen ahí, no es que las pudiese ver pero es obvio por sus gemidos que no fueron devoradas, la otra estaba en el pecho donde claramente podía notar algunos huesos de la caja toráxica, la sangre manchaba sus ropas las cuales estaban hechas jirones, le faltaba un brazo y lo poco que le restaba de este le llegaba cerca del codo donde había carne y piel colgante además de que el hueso estaba expuesto, y si la visión que nos daba no era lo suficientemente perturbadora su nauseabundo olor era más que suficiente entonces.

El asqueroso olor a muerto llegó a mis fosas nasales, y me asqueó hasta la médula, sentí ganas de vomitar y lo hubiese hecho de no ser por que estaba viendo un zombie real y mi mente en lo único que pensaba era en huir lo más rapido posible de ese lugar.

- Oh por dios... - Dijo Josh en shock.

- Mier... ¡quédese ahí! - Ordenó Mathew, sin embargo aquel monstruo solo seguķa avanzando hacia nosotros - ¡Le he dicho que no se mueva! - Gritó nuevamente Mathew, esta vez desenfundando su arma y apuntándole, era un tonto por tratar de comunicarse con aquella criatura pero no podía culparlo, él no sabía nada de lo que pasaba aquí - Bien ¡Ya basta! ¡Esta es su última advertencia! ¡No se mueva! - 

Mi cuerpo estaba estático en su lugar, estaba paralizado por el miedo.

¡Vamos muévete cobarde! ¡Muévete! ¿Acaso quieres morir? ¡Muévete!  -“no puedo…” -  ¡Claro que puedes maldita sea! ¡Te va a comer! ¡Vas a servirles de cena a esos malditos! ¡Y luego volverás como uno de ellos! ¿¡Eso es lo que quieres!? ¡Muévete! 

Aún temblando conseguí llevar mi mano cerca de mi boca e hice lo único que se me ocurrió para que mi cuerpo saliese del shock. Me mordí tan fuerte como pude, mis dientes consiguieron perforar mi piel y el sabor a mi propia sangre llenó mi boca, pero aún asi aumenté la fuerza de la mordida. Hasta que por fin....  A causa del horrendo dolor mi cuerpo reaccionó...  ¡¡Por fin podía moverme maldita sea!!

Una vez recuperado el movimiento de mi cuerpo, empecé a retroceder lentamente, viendo como aquella criatura se acercaba a Mathew lentamente, llevé mi mano al mango del arma que había tomado del auto dispuesto a sacarla y acabar con aquel ser que amenazaba nuestras vidas. Ahora con el arma en mis manos y aprovechando que tanto Josh y Mathew estaban distraídos, apunté a aquella criatura dispuesto a matarla, pero mantener mi puntería era más difícil de lo que pensaba, debido a mi miedo y nerviosismo mi pulso temblaba por lo cual no podía conseguir apuntarle bien. Pero eso mataría a Mathew ¡No habia tiempo!

Justo un momento antes de que se abalanzara sobre mi compañero disparé ¡Bang! 

El retroceso del arma fue mayor de lo que esperaba, y casi caigo al suelo producto de la sorpresa de mi propio disparo. La bala impactó sobre el hombro de aquel muerto lo que causó que perdiera el poco equilibrio que tenían sus piernas y cayera al suelo. Tanto Josh como Mathew dirigieron la vista a mí, no sé si me miraban sorprendidos por salvar a uno de ellos o por el hecho de estar armado.

Pero no hubo tiempo para pronunciar alguna palabra pues la bala que disparé no fue suficiente para erradicar la amenaza que estaba a unos metros de nosotros. Ese maldito zombi ahora se arrastraba desesperado por tomar un trozo de Mathew, quien esta vez no dudó en disparar su arma. La bala para mi felicidad dió en la cabeza, así poniendo fin a ese ser.

El ambiente una vez más se quedó en silencio. Yo solo me mantenía en mi lugar, sin saber qué hacer, mi cuerpo temblaba, y sostenía con demasiada fuerza el arma en mis manos, temiendo que esta me abandonara y quedar totalmente a merced de los tantos monstruos que acechaban la ciudad. Tanto Mathew como Josh me miraron, al parecer iban a decir algo pero...

- Ahhh.... - Otra vez escuchamos ese maldito gemid.

Me giré junto a mis compañeros y comprobamos así que uno de los cadáveres que adornaban la calle se estaba levantando, y no exactamente por que esa persona se había recuperado milagrosamente. Una vez de pie, se quedó cabizbajo y moviéndose torpemente, pero no fue el único en regresar de entre los muertos, los cuerpos restantes también empezaron a moverse unos levantándose y otros quedándose en el suelo sin poder levantarse. Pero todos estaban centrados en una cosa. Comer. Por lo cual uno de ellos en busca del alimento que saciase su hambre, se giró y nos ubicó y al encontrar algo de que alimentarse empezó a caminar torpemente hacia nosotros tratando correr, a causa de lo tonto que era pateó una lata que dios sabe como había llegado ahí y atrajo la atención de los otros que no dudaron en imitar a su "colega" y caminar/arrastrarse en nuestra dirección.

Esta vez Josh, al salir del shock, también desenfundo su arma y apuntó a los zombies, Mathew habiendo comprobado que eran una amenaza también apuntó. Yo los imité, pero torpemente, mi experiencia con armas era casi nula, milagrosamente el disparo de hace rato consiguió conectar con aquel zombie por lo cual no sabía si podía eliminar los restantes, mi miedo aumentaba a medida que se acercaban. 

Aún así, apunté mi arma la cual temblaba, sin embargo cuando logré ver que tenía en la mira a uno de esos muertos disparé…  

¡BANG! 

El sonido del disparo fue mayor pues disparé al mismo tiempo que mis compañeros, los disparos fueron exitosos, pude ver que mi bala dió en el pecho de uno de esos zombies, pero eso no fue suficiente para eliminarlos o pararlos. Ese zombi pareció no haberle afectado mi disparo, pero al parecer sí fue suficiente para captar su atención, ahora yo era su objetivo, empezó a caminar hacia mí. Yo abatido por el miedo, disparé otra vez, pero esta vez la bala no le dió.  ¡Habia fallado! 

Volví a disparar, pero esta vez el problema no solo fue que fallé, si no que el rebote de la pistola me lastimó.

-“ ¡¿Te crees ganster estúpido?! ¡Eres un idiota! ¡Sostén la pistola con las dos putas manos!”- Me grité a mí mismo molesto. 

Esta vez apunté sosteniendo la pistola con ambas manos pero aún así tenía dificultades. Para nuestra suerte dos de esos muertos fueron abatidos por mis compañeros. Ahora era mi turno. Apunté nuevamente, y al estar seguro que tenía en la mira a ese zombie volví a disparar, esta vez fue certero, y le dió en el hombro, con más confianza en mí mismo, volví a disparar, y volví a darle en el pecho lo cual lo hizo retroceder dos pasos aturdido, viendo mi oportunidad, me forcé a mí mismo a apuntar a su cabeza aprovechando que ya no caminaba torpemente y se movía tanto.

¡Bang!

¡Falle!

¡Bang! 

Lo volví a hacer, ¡diablos!

¡Bang! 

¡Concéntrate maldita sea! 

Una vez más apunté, relajé mi cuerpo y tomé una bocanada de aire, miré a través de la mira de la pistola la cual estaba ubicada sobre la corredera. Ese zombi se había recuperado y había vuelto su marcha hacia mí, pero esta vez estaba listo, y se presentó la oportunidad, conseguí apuntar a su cabeza y no pensé esperar a que escapara esta vez.

- Vete al infierno - Dije con odio y disparé.

¡Bang! 

Esta vez lo logré, el disparo resultó en un hermoso headshoot. Mi enemigo cayó de espaldas al suelo para ya no moverse.

Yo liberé el aire retenido en mis pulmones con alivio, pero no pude relajarme por mucho rato, al parecer nuestro pequeño enfrentamiento no había terminado, aún quedaban tres zombies, y el ruido de los disparos estaba atrayendo más, por un par de callejones venían varios, eran muchos para nosotros, demasiados, si nos quedábamos aquí ibamos a morir.

Mire a Josh y Mathew y al parecer ellos también entendieron que no sobreviviríamos si nos quedábamos más aquí.

- ¡Al auto! - Ordenó Josh. 

Yo a pesar de que lo dudé por un segundo, corrí a la camioneta por la cual llegamos a esta endemoniada ciudad. Entré por uno de los asientos de atrás y Josh y Mathew tomaron sus respectivos lugares.

- ¡Vamos enciende el maldito auto! - Gritó Mathew a Josh, quién con las manos temblorosas trataba de insertar las llaves en el auto - ¡Vamos tenemos que salir de aquí! - Volvió a gritar Mathew 

- ¡¿Y crees que no lo sé?! - Respondió Josh.

Finalmente el auto encendió, y Josh puso reversa a toda velocidad, el auto retrocedió alejándonos de la horda de muertos que empezaban a rodearnos en la calle. Y al más puro estilo rápidos y furiosos, Josh cuando estaba en retroceso giro el auto para entrar en la calle de la derecha para, seguido de eso, acelerar. Pronto estábamos alejándonos de esa zona de muerte.

Mi respiración era irregular, mi cuerpo temblaba sin parar, en mi mano derecha aún sostenia con fuerza la VP70. Mi cerebro trabajaba a toda velocidad procesando lo que acababa de pasar, aún sin poder creer que me había enfrentado a unos zombis reales.

- Con un demonio… ¿¡qué eran esas cosas!? - Preguntó Mathew alterado.

- No tengo idea…maldición, eso estuvo cerca - Respondió Josh soltando un sonoro suspiro.

- Alex, tomaste mi arma - Dijo Mathew más o menos como acusación mientras volteaba a verme.

  -  Yo…sí, lo siento, pero tenía un mal presentimiento - Respondí apenado esperando que aceptara esa patética excusa. Me miró por unos segundos para después hablar.

- Bueno, supongo que está bien, por esta vez fue una buena decisión - Yo solté un suspiro de alivio ante su respuesta.

- Bien, nos vamos a la comisaria, estoy seguro que saben lo que pasa ahí, además, creo que es el lugar más seguro en esta ciudad - Comentó Josh.

- Estoy de acuerdo - Lo apoyó Mathew.

-“si ya esperaba eso”- 

Josh giró en una calle sin mucho cuidado causando que las llantas del coche derraparan un poco, y en esa vuelta nuestro respiro acabó.

- Oh mierda…. - Musitó Josh.

Miré al frente, dónde a unos metros había una barricada de dos autos, y no muy lejos de estos había un tercero en llamas, pero ese no era el problema principal, era que habían varios zombies cerca de esa barricada.

- ¡Demonios! ¿Qué hago? - Preguntó Josh.

- Maldita sea… arrollalos - Ordenó Mathew.

- ¿¡Qué!?- 

- ¡Tú mismo has visto que no son personas normales!, ¡ya no lo son, tenemos que cruzar, asi que acelera!- 

- ¡Maldición! - Josh pisó a fondo el acelerador y el auto poco a poco ganó más velocidad.

El choque era inevitable, así que desesperadamente busqué el cinturón de seguridad, y lo encontré, me coloqué en el asiento donde estaba y trataba de ponérmelo, pero en medio del miedo mis manos temblaban tanto que no podía asegurar el dichoso cinturón.

- ¡Preparense!- Gritó Josh, al estar apunto de arrollar a esos zombis y embestir la barricada.

-“¡vamos, vamos! ¡Ya no hay tiempo!”- 

¡Click!  ¡Lo logré! 

Una vez más miré el frente y estábamos solo a unos metros del inevitable choque. Busqué mi VP70 la cuál deje en el asiento de al lado, la tomé y la sostuve con fuerza en mis manos, para evitar perderla. Cerré los ojos esperando el choque y con miedo pude sentir y escuchar el momento en que atropellamos a varios zombis, y el momento en que impactamos la barricada. Fue una gran idea el ponerme el cinturón de seguridad, de lo contrario la hubiese pasado mal, el golpe fue más fuerte de lo que esperaba, pero aún así con poca potencia el auto siguió avanzando solo para chocar otra vez. 

Yo algo aturdido abrí mis ojos, y me percaté que habíamos chocado contra una pared, tal parece que después de embestir la barricada, Josh no pudo mantener el control del auto 

- ¿Están bien? - Preguntó Josh.

- Joder…sí, me duele el cuello pero estoy bien - Respondió Mathew 

- ¿Alex?- 

- Sí, yo algo desorientado pero estoy bien - Respondí.

Me quité el cinturón de seguridad y miré hacia atrás, donde para nuestra mala suerte venian cuatro zombis en nuestra dirección, al parecer no murieron todos. 

- Eh, chicos, tenemos que salir de aquí-

- ¿Qué? - Preguntó Josh.

- No murieron todos y ahí vienen unos atrás - Dije un poco más desasperado, busqué mi VP70 la cual se me zafó de las manos en el choque, por suerte la encontré en el suelo del coche.

- ¡Oh mierda! - Se quejó tanto Mathew como Josh al comprobar que efectivamente algunos zombis caminaban torpemente para alcanzarnos.

- ¡Rápido! Hay que salir del auto - Gritó Mathew.

Yo no dudé ni un segundo en seguir sus instrucciones, y me acerqué a una de las puertas, y rápidamente la abrí, Mathew y Josh salieron rápidamente por la misma puerta, por que al parecer la de Josh se atoró. Dirigí mi mirada a los zombis y comprobé que ya estaban muy cerca, ¡diablos! Y se supone que son lentos.

- ¡Tenemos que correr, ya! - Grité, mis compañeros entendieron rápido y echamos a correr.

- Joder, mi auto - Se quejó Josh.

- ¿En serio crees que importa en un momento así? - Le reclamó Mathew.

Seguimos corriendo sin parar, encontrándonos por el camino muchos zombies, los cuáles caminaban sin rumbo alguno, pero intentaban alcanzarnos al detectarnos. Doblamos en una calle a la derecha y luego tomamos un callejón a la izquierda, una vez que salimos a la siguiente calle tuvimos que tomar nuevamente la calle de la derecha ya que a la izquiera habían varios autos chocados, y a la vez todos ardían en llamas.

- ¡Por ahí!- Señaló Josh un pequeño centro comercial.

Sin dudarlo corrimos y entramos rápidamente, al hacerlo, buscamos con que tapar la puerta de entrada, ya que estaba oscuro, no sé ni que rayos movimos, finalmente después de trancar la entrada con un montón de cosas, caímos agotados al suelo. Mi pecho subía y bajaba, mi respiracion era errática, la arenalina aún corría por mis venas, en esas calles estuve apunto de ser atrapado por esos malditos zombis muchas vaces, por poco y muero, ha sido la experiencia más aterradora de mi vida.

Después de unos minutos nos recuperamos. Me levanté y escaneé el lugar con la mirada pero ya que estaba oscuro no podía ver nada. Sin embargo ese problema se solucionó rapidamente ya que de la nada todas las luces del lugar se encendieron de golpe.

- Bueno, creo que estaremos a salvo aquí - Habló Josh, quien había encendido las luces ya que estaba al lado del interruptor.

-“¡¿En qué momento se movio ahí?!”- 

- Sí, eso espero…por dios, ¿qué demonios pasa en esta ciudad? - Preguntó Mathew agarrándose los cabellos claramente alterado.

- No lo sé viejo, pero primero tenemos que encontrar a más personas y salir de aquí - 

Pensé en hablar también, pero mejor guardé silencio y me senté en el suelo, pero sentí un líquido en mi mano cuando toqué el suelo, al levantar mi mano y verla pude ver un líquido rojo, mi cerebro trabajó rápidamente dándome una idea de qué era ese líquido, miré al suelo donde estaba esparcido y aún con miedo lo seguí hasta su origen, que no estaba muy lejos de mí, era un cuerpo, ¡un jodido muerto!

Por las caracteristicas de su rostro le calculaba unos 30, tenía una expresión de horror y dolor, sus ojos sin vida estaban abiertos de par en par, al bajar la mirada me encontré con la causa de su muerte, tenía el abdomen destrozado, hasta podía ver sus tripas de fuera. Grité de la impresión y susto de verlo para después alejarme de ahí inmediatamente.

Mi grito de terror atrajo la atención de mis compañeros, quienes apuntaron esperando cualquier peligro.

- ¡Pero que mier!, Alex que… - 

Yo solo me mantenía mirando con terror el cuerpo de esa persona, y luego miré mi mano la cual estaba llena de su sangre. Sentí que me movieron el hombro por lo cual me volteé, me encontré con Josh quien me ayudó a levantarme y me alejó de ahí.

- Alex escucha, todo está bien ¿si? Te protegeremos, no te asustes por lo que viste ahí ¿si?, mantente fuerte tal y como lo hiciste ahí fuera- 

- Pero, yo…- Una vez más mire mi mano ensangrentada y la imágenes de los zombies y el cuerpo sin vida de ese hombre atacaron mi mente.

Sentí un horrible asco, y una desagradable sensación que me subía desde la boca del estómago a la garganta. No tengo idea de como ubiqué el área de los baños tan rápido, pero yo solo corrí a ellos, entré a un baño y vacié mi estómago. Después de eso, respiré agitado. Salí y me lavé las manos y el rostro, también me enjuagué la boca.

Salí lentamente del baño y regresé con mis compañeros, quiénes no me dijeron nada, debieron suponer que era una reacción normal en alguien como yo.

- ¿Mejor? - Me preguntó Mathew.

- Sí, yo…lo siento- 

- No te preocupes, es algo normal - Comentó Mathew para aligerar el ambiente.

Volteé hacia donde estaba el cadáver, pero ahora estaba tapado por una sábana, suspiré de alivio por lo menos ya no lo vería.

- Joder ¿qué demonios les pasa a esas personas? ¡¿Qué demonios son?! - Gritó Josh alterado.

- Creo que sabes la respuesta a eso compañero - Respondió Mathew mirándolo serio. 

- ¡No, no! ¡No puede ser, muertos levantándose de sus tumbas, eso solo pasa en las jodidas películas!- 

- Pero esto no es una película, no es una broma, tú mismo lo viste, Alex le disparó y a pesar que cayó herido no dejó de moverse y tratar de alcanzarme, y después los demás en la calle se levantaron tú y yo comprobamos su pulso, estaban muertos y después se levantaron- 

- No, no, no, esto no puede ser, tiene que ser una puta pesadilla.

- Si una pesadilla, una maldita pesadilla. 

Mientras mis compañeros discutían, yo una vez más me senté en el suelo, tratando de callar mi mente, estos últimos minutos han sido…terribles, no tengo idea de cómo describir cómo me siento en este mometo, ahí me dí cuenta que por más que trabajara mi mente, los conocimientos necesarios que tenía para sobrevivir eran los básicos, disparar a la cabeza, aprovechar que eran lentos, ahorrar munición…

Fuera de eso mi mente no podía pensar en nada más. Gracias a dios que tenía a Mathew y Josh, por que de lo contrario seguro y ya estaría muerto.

Miré el pequeño centro comercial en el que estábamos, habían algunas partes que estaban hechas un total desastre, otras con sangre, en una de las ventanas había una mancha de una mano ensangrentada, supongo que era del desafortunado tipo que estaba cubierto por una sábana en este momento, dios, pobre hombre como debe haber sufrido. Miré su cuerpo, o más bien la silueta de su cuerpo a través de la sábana.

Yo no queria terminar así, quería salir de esto. Quería vivir.

Pasaron los minutos en los que me mantuve en silencio sin pronunciar palabra alguna, Mathew y Josh dejaron de discutir, ahora ambos se mostraban callados, supongo que cada uno analizaba y procesaba la información, después de todo no era nada fácil asimilar por lo que acabábamos de pasar. Suspiré en cansancio, sin embargo, me obligué a mí mismo a salir de mi estúpida burbuja de crisis y miedo, si en verdad quería vivir, y en verdad iba a sobrevivir, tenía que esforzarme para ello.

Ahora con un nuevo ideal en mente, me levanté y busqué en mis ropas la VP70 que tomé sin permiso, al no encontrarla la busqué con la mirada en el lugar, y la encontré en el suelo, seguro la tiré cuando fui a vomitar. Caminé hacia ella, la levanté y saqué el cargador que tenía, comprobando que aún tenía balas. Bien tengo suficiente munición por el momento.

- Alex… ¿qué haces? - Preguntó Mathew. Sin embargo le resté importancia a responder a la pregunta de mi compañero y analicé el lugar.

Un pequeño centro comercial, si el lugar en verdad era pequeño, tal vez no tanto pero diría que era más pequeño que cualquier otro que hubiese visitado.

Un centro comercial… 

Este lugar me ayudaría mucho, aquí tendría todo lo necesario para equiparme. Es por eso que parece que solo una pequeña parte había sido asaltada, al parecer por su pequeño tamaño no era muy conocido.

Bien, caminé entre el lugar buscando cualquier cosa útil ignorando el llamado de mis compañeros, había muchas cosas que podrían ser útiles, pero ¿cómo podría llevarlas todas? 

La respuesta a mi pregunta apareció al doblar un pasillo a la izquierda, encontré unas mochilas tiradas, tres eran para niños pequeños y dos eran lo suficientemente grande para guardar varias cosas. Me acerqué y me agaché para registrarlas, las tres pequeñas no me servían de mucho, pero las grandes sí. Una por desgracia estaba medio rota, y no había tiempo para repararla, pero para mi suerte la otra estaba intacta.

- Alex ¿qué pasa? ¿qué haces? - Tanto Josh y Mathew me alcanzaron.

- No podemos quedarnos aquí, busquen más - Dije refiriéndome a las mochilas.

- ¿Cómo que no podemos quedarnos? ¿¡Quieres volver a salir después de ver lo que hay afuera!?- Me preguntó molesto Josh.

- No podemos refugiarnos por siempre, salir implica sus riesgos, pero cabe la posibilidad de que esas cosas nos encuentren, y defender la posición hasta el final no es una idea que me agrade - Comenté mientras revisaba el interior de la mochila en la cual solo habían cosas inútiles para este momento - En este lugar hay muchas cosas que pueden servirnos, busquen todo lo que crean que pueda sernos de utilidad, tenemos que buscar la manera de llegar a la comisaría o en el mejor de los casos salir de esta ciudad - 

Cada una de mis palabras iba cargada de seguridad, tanta seguridad que hasta yo me sorprendí, ¿en qué momento yo me imagine tomando el mando? Al parecer mi seguridad fue transmitida a mis compañeros, quienes dejaron su miedo y ahora estarían dispuestos a pelear.

- Entendido, buscaremos todo lo que pueda sernos util y cuando terminemos nos reuniremos en la entrada - Dijo Mathew. Josh y yo asentimos estando de acuerdo con el plan.

Asi nos dividimos, yo busqué entre tantas cosas que mi mente suponía podian sernos de utilidad en una situación como esta. Lo primero una linterna, definitivamente esto nos sería de mucha utilidad, en algunas zonas posiblemente estuviese muy oscuro, y con linterna todo se nos facilitaría, pilas (baterias) nunca se sabía en que situación nos podía servir. Equipo médico. Esto en particular no era mi campo, pero aún así me equipé con algunas cosas que serían un paquete de primeros auxilios improvisado. Alcohol, tela y trapos, vendas para mi suerte encontré, aunque eran pocas, algodón y por último encontré muchos paquetes de pastillas, no sabía muy bien que hacer asi que equipé varias, por si acaso, hilos, un paquetito de agujas y para finalizar un par de tijeras. Armas, siendo sincero no tuve suerte con esto, después de todo tampoco es que fuese a haber una venta de armas aquí, pero encontré un juego de cuchillos de cocina, eso sería de utilidad. Cuerda, esto lo encontré de casualidad, al igual que un martillo y clavos, no estaba seguro si agregarlos, pero por precaución también los equipe.

Aún sin saber que más tomar de este lugar, empecé a registrarlo todo sin buscar nada en específico, y encontré cinta adhesiva, vaya esto si sería útil, guardé un par de cosas más y eché a correr para llegar a la entrada del centro comercial tal como había dicho Mathew. 

Una vez ahí me encontré con Josh, quien tenía una mochila con diseño militar y también equipaba un bat de béisbol.

- ¿Listo? - Preguntó.

- Sí, eso creo ¿y tú?- 

- También, creo tener lo necesario - Comentó revisando un poco su mochila.

- ¡Hey chicos! ¿Ya estan listos? - Preguntó Mathew al llegar, también había conseguido una mochila y traía consigo un machete.

-“¿de dónde demonios lo sacó?”

- Sí, eso creemos - Respondió Josh.

- ¡Esperen! - Los detuve a la vez que me quitaba la mochila y buscaba algo en ella, una vez lo encontré, lo saqué y me acerqué a ellos - Son cuchillos de cocina, por si ya no hay nada a la mano, son muy afilados así que supongo que serán de utilidad - Comenté extendiéndoselos.

- Vaya, definitivamente servirán - Comentó Mathew.

- Sí, bien hecho Alex - Me felicitó Josh.

- Gracias, bien una última pregunta, ¿tienen linternas?-

- Sí- 

- Por supuesto- 

- Bien, entonces supongo que podemos irnos - Comenté.

- Espera, ¿no llevaras algo asi? - Me preguntó Mathew refiriéndose al bat y el machete. 

- Lo siento, pero no tengo la complexión para usarlos, cada uno necesita fuerza y velocidad, yo no tengo mucho de ambas, pero no se preocupen, aún tengo unos cuchilos por aquí.

- Ok, si tú lo dices -  Dijo Josh. 

- Pues bien, supongo que llegó el momento - Comentó Mathew mirando a través de las ventanillas la ciudad de Raccoon.

- Sí, llegó la hora - Dije para imitarlo.

- Bien, entonces vamos, busquemos a todos los sobrevivientes que podamos y salgamos de aquí - Dijo Josh preparando su arma.

Y aquí era donde sería nuestra carrera por la supervivencia en este infierno, aún en el fondo dudaba de mis capacidades pero aún asi, teniendo la seguridad de que ningún milagro me sacaría de esta pesadilla, tenía que arreglármelas por mí mismo para escapar y sobrevivir.

- ¡Bien vamos! - Gritó Josh y así salimos de ese refugio temporal para buscar un modo de escapar de este infierno.

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