Esta es una continuación de la reseña de "A golpes contigo" de @palomagomez78. Esta actualización abarca desde el "noveno asalto" hasta el "décimo noveno asalto". Sin más preámbulo, saltemos de lleno al estado de la trama:

Estado de la trama:

La relación de Paola y Hugo ha progresado a tal punto que ya se han vuelto bastante abiertos acerca de lo que sienten el uno por el otro, además de que ambos han experimentado crecimiento como personajes. En este tramo de la historia, los principales obstáculos fueron las "parejas" de ambos protagonistas, que estaban como un lastre que impedía que nuestro dúo llegara a unirse; Hasta este punto, Paola ya se ha podido desligar de su chico juguete, Christian, pero Hugo aún carga con tener que aguantarse a Marta, la hija de su jefe. Si bien, durante este plazo, la pareja vivió bastantes obstáculos, indicios del conflicto principal empiezan a vislumbrarse desde ahora, siendo este la relación de ambos personajes con la estabilidad económica y la idea del dinero, viendo que Paola, que es perteneciente a la realeza, y Hugo, que es sin lugar a dudas un proletario, perciben de una forma completamente distinta el tema de la economía. También hay otras líneas narrativas aún sin cerrar, como el pasado de Paola con Jürgen, y el de Hugo con Ana. Dicho esto, es buen momento para cambiar de apartado y hablar sobre cómo han progresado los personajes.

Personajes:

Usualmente, suelo dedicar párrafos individuales a cada personaje pero, considerando que esto es una continuación de una reseña previa, y que el crecimiento de los personajes principales está directamente ligado con las interacciones que mantienen entre ambos, describiré a Hugo y Paola al mismo tiempo.

El crecimiento de ellos va ligado a una creciente afección entre ambos, que les da la confianza para vulnerarse el uno con el otro, lo que permite que tanto los personajes como los lectores veamos facetas desconocidas de estas personas. Paola empieza a mostrarnos su lado más sensible y débil, el de una mujer que en verdad tiene miedo a que le rompan el corazón, y que se aferra con fuerza a este amor que está experimentando. Hugo nos muestra su lado inseguro, una personalidad que hasta el mismo no parece recordar que tenía, como si todo el tiempo que pasó vistiendo máscara para presentarse como un "producto" más llamativo para las mujeres, hizo que olvidara parte de su propio ser y de su propia humanidad, y ahora, en medio de esta relación con Paola, está atravesando un viaje de redescubrimiento, y diría que su arco argumental ha sido mi favorito de leer.

Fortalezas:

Los que leyeron la primera parte de esta reseña podrán esperar que las fortalezas que detalle ahí sigan presentes en los capítulos presentes, además que algunas de las críticas se han visto solucionadas.

Lo principal que quiero resaltar de esta sección de la historia va de la mano con los personajes, y cómo poquito a poco, han ido ganando mucha más profundidad y ya no siento como arquetipos en una novela romántica, sino legítimas personas con reacciones e interacciones que tienen sentido en el universo de la historia. Siempre he sido muy fanático de cuando la historia surge naturalmente como consecuencia de las acciones directas de los personajes, y esta novela cumple con creces ese aspecto, porque son nuestros protagonistas, con sus deseos y problemas, los que mueven la historia adelante.

Otro aspecto a destacar es que la estructura de la novela ya no se siente tan repetitiva como en los primeros capítulos. Algunos tienen más de un cambio de narración, otros no, y los cambios suceden en contextos distintos la mayoría del tiempo, lo cual se agradece porque hace que cada capítulo se sienta fresco.

Críticas:

No hay mucho que decir que no se haya dicho ya, pero hay una crítica bastante puntual y bastante insignificante en el gran orden de las cosas, pero que, como no tengo mucho que decir en este apartado, la voy a poner de todos modos.

En uno de los capítulos, Marta llega al gimnasio de Paola a reclamarle sus recientes acercamientos hacia Hugo. La conversación se calienta, y Marta termina agarrándole el pelo a Paola. Ahora bien, Paola es una instructora de artes marciales en su gimnasio, siendo una de estas el Muay Thai, un arte marcial bastante agresiva. También sabemos que Paola es una persona relativamente impulsiva, y que más de una vez ha deseado pegarle a Marta. Con esto sobre la mesa, ¿Cuál esperarían que fuera la reacción de Paola a que le agarren el pelo? ¡Pues que le dé un patadón a Marta! Pero eso no sucede, sino que Paola se rebaja al nivel de su rival, y también la agarra del pelo, hasta que Christian lo separa. Esto me irrita porque no calza con la clase de personaje que es Paola, y si bien dije que adoro que los personajes guíen la historia, el inverso también es cierto, porque me deja mal sabor de boca cuando los personajes cambian de la nada para continuar una cierta historia.

Como les dije al principio, bastante intrascendental en realidad porque es solo una escena que no tiene muchas repercusiones, pero tenía que sacarlo del pecho.