Argumento: Oh Yeon Joo es una cirujana cardiotorácica, cuyo padre es autor del webtoon más popular de Corea del Sur: W. Por diversos motivos este autor está obsesionado con asesinar al personaje principal de su historia, Kang Chul. Oh Yeon Joo es una ferviente admiradora de este personaje, así que no está nada contenta con la decisión de su padre.

Un día entra por error al estudio de su padre, descubriendo una escena en la que Kang Chul está a punto a morir debido a una puñalada. De alguna forma ella termina entrando al mundo de la caricatura y salva la vida de Kang Chul. A partir de ese momento se verá arrastrada a ese mundo desconocido en más de una ocasión, mientras la línea entre la ficción y realidad se vuelve cada vez más tenue, y comienza a desarrollar un amor aparentemente imposible.

¿Qué me pareció?: Antes de entrar en materia, dejadme enviarle mis más sinceras alabanzas a la mente maestra que ideó esta maravilla. Él o la guionista deberían ser nominados a la próxima edición de los Óscar y, si me apuráis, hasta un Premio Nobel de la Paz.

Comencemos dejando claro que el drama me encantó. Hasta el momento no había visto ninguna producción que tuviera tan presente el misterio y la acción (suelo ser más de género románico), pero eso lo hizo incluso más interesante. Tengo planeado ver más doramas de estos géneros en un futuro.

La trama me enganchó desde el primer minuto del primer episodio. Era tan dinámica, coherente y sorprendente que no podía despegarme de la pantalla ni para tomar agua. Me dejó boquiabierta. Cuando leí la sinopsis esperaba una historia romántica, alegre y llena de momentos graciosos, pero de repente me ví frente a un drama oscuro, con un magnífico aire de suspenso y un desarrollo impredecible.

He perdido la cuenta de las veces que me quedé en estado de shock por las cosas que pasaban. No me las veía venir por ningún lado, lo que tiene mucho mérito, porque en la mayoría de casos puedo suponer quien es quien con sólo ver unos minutos. Aquí ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Con decirte que incluso Kang Chul, el personaje principal, se convirtió en una especie de villano durante algunos momentos. 

En el apartado de personajes el drama tiene un nivel excelente, aunque se pudieron mejorar un par de cosas: no se les dio prácticamente ningún desarollo a algunos de los personajes secundarios, parecía que estaban allí por estar; la trama era tan movida y caótica que no tuvimos las suficientes interacciones entre los personajes principales, no se pudo contemplar sus respectivas personalidades. En este último aspecto puede que esté dejándome llevar por mi lado de fanática al romance, pero me parece evidente que deberían haberle dado un pelín más de espacio a la pareja principal.

Fuera de estos aspectos el trabajo fue excelente. Adoré la personalidad de Oh Yeon Joo porque es una de las más fuertes y decididas que hemos visto en doramas. En algunos momentos me puse a pensar que yo no sería capaz de enfrentar muchas de las cosas que ella asumió con valentía. Kang Chul es mi personaje favorito del drama, entre otras razones, porque me pareció brillante la forma en que lo desarrollaron. Esa lucha interna que libraba entre el destino que se le impuso y su propia voluntad; las inseguridades que sintió al tener que probar su existencia como un ser humano y no un mero personaje de ficción. Hubo una escena en específico en que su actuación me puso los pelos de punta. Creo que todos los que han visto el dorama sabrán a cuál me refiero.

Los villanos, que normalmente desarrollan un papel un tanto predecible, en esta producción tienen muchísima importancia y se salen de lo usual. Aquí no sabrás quien es el malo hasta que lo veas con el cuchillo en la mano. Pensarás que fulano es el malo, luego te convencerás de que no es así, un minuto más tarde cambiarás de opinión y al final no sabrás absolutamente nada. Así de desconcertante es la trama.

Una mención especial para el actor que interpreta al escritor del cómic y padre de Oh Yeon Joo, porque su actuación me dejó con los ojos cuadrados en más de una ocasión. Tiene muchísimo talento.

Otra cosa que me encantó respecto a W fue el ambiente visual. Todos los efectos especiales que se usan son de una calidad increíble. La estética con que se representan las escenas del cómic fue muy profesional; vamos, que casi me dio la impresión de estar leyendo una historieta de DC o Marvel. Era un drama impresionantemente bonito a la hora de ver.

Conclusión: No me hago responsable si después de ver este dorama desarrollas una obsesión por los cómics, porque francamente estoy en el mismo punto. Esta historia es absolutamente adictiva, sorprendente y, en pocas palabras, sublime. No dudes en verla si te apetece pasar un tiempo con la boca abierta y los ojos en blanco.

Nota Final: 10/10.

(

Este actor es la cosa más bella del mundo)