Argumento: Choi Dal Po pierde a su familia en un traumático incidente. De alguna forma él logra sobrevivir y es adoptado por un pescador de una isla alejada. Este último sufre de demencia, así que lo confunde con su hijo al que perdió con anterioridad. En los siguientes años Dal Po vivirá pretendiendo ser otra persona, mientras lucha con los fantasmas de su pasado.

Choi In Ha es la nieta de dicho pescador y padece del Síndrome de Pinoccho. Una condición que provoca que sufra ataques de hipo cada vez que miente. Ella, además, resulta ser hija de una de las personas que estuvo involucrada con la trágica muerte de la familia de Dal Po. Por tanto tendrá que crecer soportando el resentimiento de este último, que ve en ella un reflejo de lo que tanto dolor le causó.

Años más tarde In Ha decide ser periodista a causa de Dal Po. Quiere ser una reportera que luche por decir la verdad. Tras muchos intentos fallidos Dal Po decide ayudarla a cumplir su sueño, por lo que los dos se embarcan en una peligrosa travesía para ser periodistas honestos y verdaderos.

¿Qué me pareció?: Y finalmente ocurrió. Lo que no pensé que llegaría a ver en esta vida tuvo lugar: Park Shin Hye dio su primer beso decente en un drama. No os extrañéis si un brutal terremoto arrasa la Tierra en breve, porque ya podemos morir satisfechos. Y es que no sólo Shin Hye nos ha dado uno, ¡sino cinco! besos más o menos reales. Siento que me falta el aire ahora mismo, todavía no puedo procesarlo.

Supongo que finalmente alguien se atrevió a decirle que ya no tenía sentido que personajes en teoría adultos se besaran como niños la guardería.

Y tenemos mucho más que celebrar referente a nuestra querida Park Shin Hye, pues al fin, y anda que le costó trabajo, se decidió a dejar de interpretar el mismo papel en todos los putos dramas. No importa si te gusta ella como actriz, aún así tienes que reconocerme que llevaba toda su carrera con el mismo rol de chica bondadosa, inocente, fuerte pero al mismo tiempo débil. Ya cansa un poco. En Pinocchio finalmente vemos a Shin Hye en otra tesitura, en un personaje con un poco más de garra, de actitud, inclusive de autosuficiencia. El cambio le queda que ni pintado, y nos regala su mejor trabajo hasta la fecha.

Centrándonos en otros aspectos del drama, el ambiente en general se torna oscuro y misterioso, con secretos, conspiraciones y numerosos giros argumentales bastante bien resueltos. No es una comedia romántica más con la pasar un rato divertido. De hecho, más allá de los primeros capítulos el romance queda en un segundo plano; lo que es un aspecto positivo, pues considero que el verdadero atractivo del drama reside en el magnífico trasfondo y la enrevesada trama.

El drama al completo es una adictiva batalla estratégica entre los protagonistas y una periodista líder de un conglomerado de medios de comunicación. Una sucesión de jugadas, engaños, trampas y maniobras para intentar destruir a la otra parte. No sé ustedes, pero a mi este tipo de tramas tan La Casa de Papel me dan la vida. Hubieron algunos momentos en específico que me dejaron patidifusa, porque jamás sospeché que algo así pudiera pasar.

Quedé francamente fascinado con todo el trasfondo y moraleja que se esconde tras la trama. Soy estudiante de Periodismo, y este drama logró que llegara a replantearme muchas cosas que daba por hecho acerca de mi carrera. Se revela de forma brillante toda la corrupta maquinaria que hace funcionar a los grandes medios de comunicación, y la forma en que muchos de ellos no necesariamente reflejan la realidad, sino una versión sesgada cuyo único objetivo es beneficiar a las clases poderosas. Pinocchio hace mucho más que entretener, deja una enseñanza interesantísima y un llamado de atención a no creer algo simplemente porque salga en las noticias, a no ser mentes influenciables que se dejen arrastrar por la mayoría. Si te gusta el periodismo, eres periodista o piensas serlo este es un must watch en toda regla.

En última instancia quiero resaltar la brillante construcción de los dos personajes principales. Choi Dal Po, en específico, me pareció uno de esos pocos personajes ficticios que traspasan la pantalla y se acercan a un  ser humano real. Estaba lleno de matices, rasgos y en un constante proceso de cambios y aprendizaje. Usualmente me ponen de los nervios esos personajes prototípicos que sólo pueden existir bajo el abrazo de la ficción: me refiero a todos esos "malos porque sí", a los "perfectos en absolutamente todo", las "bondadosas que nunca alzan la voz"y los "mimados sin corazón". No sé, pero se me hacen poco creíbles.

Ah, y antes de terminar, sí que hubo uno que otro despropósito, no demasiados, pero quiero hacer un breve repaso por ellos: el hecho de que los "buenos" por alguna extraña razón les informaran a los "malos" cada vez que descubrían alguna prueba útil. Eso nunca lo comprendí. ¿Por qué si estaban en medio de un enfrentamiento le avisaban al enemigo cuando hacían un avance, dándole la oportunidad de contratacaer? Hubieron muchísimos conflictos innecesarios generados por este tema.

Conclusión: Un drama espectacular que cumple con un objetivo muchísimo más complejo que hacerte pasar el rato: dejarte una enseñanza. Por supuesto, apoyado en un brillante guión, un espectacular elenco de actores y una producción que se siente fresca e innovadora.

Nota Final: 10/10.