Argumento: Pues miren, básicamente el drama cuenta la historia de una gata superpoderosa, proveniente del planeta Meow, que está de visita en la Tierra (nada de lo anterior es broma). Esta gata se ve envuelta en un accidente, y un ser humano le salva la vida.

La cosa es que, resulta y acontece, hay una ley antigua en el planeta Meow, debido a la cual la gata se verá forzada a permanecer en el mundo humano hasta que haga realidad el más sincero deseo de la persona que la salvó. Sin embargo, el problema es que el chico en cuestión no tiene el más mínimo interés por nada. Por tanto, no tendrá otra opción que quedarse a su lado.

¿Qué me pareció?: Y estamos de vuelta al mundo del romance chino. Make a Wish es de esos dramas con poco que decir, pero muchos momentos divertidos que ofrecer; el punto justo entre una premisa inesperada, en este caso la identidad de la protagonista femenina, y un desarollo predecible. Cumple con todos los requisitos para ser una propuesta irresistible: un protagonista masculino sencillo, simpático y guapo; una contraparte femenina inocente pero con la suficiente personalidad para no resultar pedante; una trama que a la vez resulta intrigante y familiar; y esa energía única de los c-dramas.

La sinopsis hacía presagiar un viaje por la nube de los ositos cariñositos y la historia cumplió con lo prometido. Se mantuvo una acertada sencillez, desde la trama hasta el elenco de actores. La historia fue ágil y sutil a la hora de plantear las interacciones entre personajes; se jugó con los pequeños detalles y la nostalgia.

Agradecí la naturalidad en la pareja protagónica, la ligereza con que se sus vidas diarias fueron interrelacionándose. No estamos en uno de esos casos en los que los personajes se enamoran apasionadamente a primera vista, pero tampoco se tomaron veinte episodios para ser capaces de hablar con honestidad. Hubo un sano balance entre el tiempo que tardaron en conocerse y formar un vínculo emocional, y las interacciones que mostraron como pareja.

Lo único decepcionante fue la obsesión (estoy harto de ello) por edulcorar la intimidad de una pareja adulta. No logro comprender por qué las producciones chinas insisten en pretender que adultos de veinte años se sonrojan por un beso en la mejilla. Es incómodo y me provoca una tremenda vergüenza ajena. Entiendo que su cultura sea diferente (no pretendo que lleguen al nivel de "contacto" de series estadounidenses), pero a veces llegan a tal punto que es imposible tomarse sus historias en serio.

Pero nada, ya conocemos esta tendencia.

Ahora, algo a tener en cuenta es que Make a Wish es una comedia romántica. En ese aspecto el drama estuvo más que solvente. Sin embargo, los elementos fantásticos, que eran una parte importante, fueron pobremente desarrollados. No me pondré a enumerar los cabos sueltos, porque no terminaría nunca, pero, sí, es una realidad que no hubo un total solidez en la trama. Los guionistas se sacaron de la manga más de un truquito para que nada se saliera de la línea que tenían establecida. A pesar de ello, como no creo que la acción o misterio sean los géneros predominantes, estos errores pueden pasarse por alto.

Conclusión: Make a Wish es una atractiva historia de amor, con muchos momentos divertidos y una energía envolvente. La opción perfecta si te apetece un drama cursi que no te haga pensar demasiado.

Nota Final: 8/10.