Sinopsis: Go Eun Chan es una joven de veinticuatro años con una complicada situación familiar: su mamá tiene una personalidad peculiar y su hermana sueña con ser una idol, así que ella asume los más diversos trabajos para sacar adelante a su familia. Eun Chan a menudo es confundida por un chico debido a su aspecto desaliñado, hecho que aprovecha a su favor para obtener un trabajo en Coffe Prince, donde sólo se aceptan hombres.

Los problemas comienzan cuando ella comienza a sentirse atraída por su jefe, el atractivo Choi Han Seong. Para colmo él también parece sentir lo mismo, aunque no está dispuesto a reconocerlo. ¿Será Eun Chan capaz de revelar su secreto y lograr el éxito de su historia de amor?

¿Qué me pareció?: Vayamos por partes, porque ahora mismo tengo un conflicto de sensaciones respecto a este drama.

Primera fase: comedia ligera y divertida. Esta fase duró más o menos desde el primer episodio hasta el séptimo u octavo. El drama comienza de una forma inmejorable, con una trama atrapante, coherente y con el punto justo de originalidad. El desarrollo de los personajes es brillante, y pude conectar casi al instante con muchos de ellos. Me gustó especialmente todo el elenco de trabajadores de Coffe Prince(incluidos por supuesto los protagonistas), creo que crearon un ambiente de complicidad mágico y lleno de momentos muy graciosos. Lo que más me interesó fue el concepto de la protagonista femenina, aunque había visto series con sinopsis similares (es decir, con chicas pretendiendo ser chicos por algún motivo), en este caso se le llevaron a un terreno totalmente diferente. La actriz hizo un trabajo magistral.

Segunda fase: melodrama repetitivo y predecible. A partir del octavo capítulo y hasta el doceavo la trama pierde unos cuantos puntos en mi gusto personal. Si habéis leído otras de mis reseñas ya sabréis que odio cuando los guionistas intentan crear situaciones dramáticas mal construidas y sin motivos creíbles. En este caso la resolución del conflicto principal se alargó demasiado, aún cuando ya uno podía suponer absolutamente todo lo que pasaría. Fueron bastante poco creativos en ese sentido. Llegué a enfadarme porque pasaban capítulos completos sin que ocurriera nada relevante; los protagonistas seguían echándose en cara las mismas cosas, mientras que la solución era bastante simple y evidente.

Tercera Fase: luna de miel. A partir del treceavo episodio, y con la resolución del conflicto, el drama se transforma en una sucesión de momentos tiernos y adorables entre la pareja protagónica. En lo personal la relación que había entre los dos me pareció preciosa, tenían una química increíble y trabajaban juntos de una forma única. No me recordaron a ninguna otra pareja que hubiera visto, lo que es de agradecer. Pude leer un mensaje muy interesante en cómo su relación fluyó, y en cómo intentaron respetarse el uno al otro y no limitar sus sueños. Soy de las que piensa como Pablo Cohelo en El Alquimista: el verdadero amor nunca te impedirá perseguir tus sueños.

Refiriéndome al drama en general debo hacer una mención al increíble elenco secundario. La mayor parte de estos personajes tenía mucha chispa y personalidad, cada uno de ellos se ganó un pedazo de mi corazón. De igual manera, las historias de amor secundarias resultaron muy interesantes aunque no estuviera de acuerdo con todas ellas. Me pareció que la hermana menor de Go Eun Sang era en ocasiones demasiado despiadada con su novio, me hubiera gustado que al final él le hubiera dado una lección y se hubiese ido con otra. La relación amorosa de Han Seong y Yoo Joo también tuvo muchísimo altibajos, pero aprecio lo que internaron hacer con ellos: ser lo más cercanos a como las relaciones son el vida real. No tenían la típica relación simple e idílica que abunda en k-dramas.

El punto débil de Coffe Prince es el sutil trasfondo machista que se nota en algunos momentos. El drama tiene sus añitos, y como consecuencia a lo largo de la trama podemos encontrar comentarios que no dejan el mejor sabor de boca. Lo típico: insinuaciones de que las esposas tienen la obligación de ser amas de casa cuyo único objetivo es limpiar y cocinar para sus esposos; declaraciones superficiales sobre el aspecto o la conducta que una "buena mujer" debe mantener y otra cosas por el estilo. Una puta mierda, pero aún así no son lo suficientemente frecuentes o directos como para impedirte disfrutar el drama.

Ah, y por último: ¿Soy la única a la que los actores protagónicos le recordaron muchísimo a Park Shin Hye y Lee Min Hoo?

Conclusión: Le hubiese dado una calificación muchísimo más alta de no haber sido por esos capítulos en la segunda fase. A pesar de ello Coffe Prince logró algo no muy frecuente: meterse bajo mi piel. Le tomé un cariño inmenso al elenco de actores, hasta el punto de que incluso sentí ganas de llorar al ver el episodio final.

Nota Final: 8.5/10