Esta reseña fue realizada por el reseñador Nerearm123, el cual se hace responsable de todo lo dicho aquí.

La propiedad intelectual, así como también los derechos de publicación le pertenecen a la Editorial Historias.

Autor: mlbradley

Título: Comprada por el magnate

Género: Dark Romance

Estado: En Proceso

Capítulos: 6 + Prólogo + 6 Cortos

Si bien el género con el que la autora ha descrito su novela es el dark romance, los aspectos de injusticia, crímenes, búsqueda policíaca y preocupaciones familiares al respecto están tan bien desarrollados que también la consideraría dentro del género de novela negra. Esta ha sido la primera y gran impresión que me ha dejado la trama de esta historia: su desarrollo va más allá del romance que busca alcanzar, y elementos de este otro lado del libro se pueden reconocer desde que se observa la portada, con esas piernas y manos atadas en referencia a los secuestros de chicas con tal de utilizarlas.

Si bien el título resulta bastante directo, se complementa con una portada que define el concepto a tratar con aún más profundidad. Son el tono rojo de la tela en lo que podría ser una cama, la falta de zapatos y la negación de la libertad de la figura atada lo que realmente transmiten las condiciones en las que se encontrará Karla, su protagonista.

Así, junto con una sinopsis que no se anda con rodeos, las primeras impresiones de la novela saben dejar clara la idea de un romance que se desarrolla tras el telón de un secuestro. Cabe mencionar que, debido a los temas tratados en este género, se recomienda la precaución de personas sensibles a descripciones violentas, violaciones, misoginia y escenas sexuales explícitas. A lo largo de la obra la autora consigue definir el lado más oscuro de ellas. 

La diferencia social causada por las clases sociales en aparentes ciudades sin ley es un marco muy común en novelas del género, sobre todo cuando la protagonista es quien, por altibajos de la vida, la única capaz de sustentar a su familia. Busca trabajos donde puede, dos a la vez de ser posible, prioriza a su familia antes que a sí misma y todos a su alrededor la describen como una belleza. La descripción y situación de Karla Valdivieso no sorprenderá a los más familiarizados con el dark romance o la novela negra, pero los eventos que se desarrollan a su alrededor y la manera en que reacciona a los mismos sí la vuelven una protagonista adictiva.

Es fácil verse en su miedo a volver sola de noche, en su disconformidad con las miradas o comentarios inapropiados de los clientes, en la frustración por su futuro perdido o el miedo que no puede evitar expresar hacia los hombres. A medida que el mundo a sus alrededores se le muestra al lector, también lo hacen las capas de este personaje, transformándola en una chica con poca esperanza que no para de intentarlo, de seguir hacia delante, y así es fácil mantener al espectador leyendo con tal de buscar tal esperanza para ella.

Se presentan varios personajes antes de que sucedan su secuestro y eventual encuentro con Henry O'Donell, el hombre adinerado que se hizo con ella en una fiesta ilegal. No obstante, los roles de dichos personajes secundarios quedan bien fundamentados en la historia, y en ocasiones se los encuentran en diálogos ajenos, como la mención del hermano de Karla por parte del policía que comunicó su desaparición al resto del cuerpo.

Las niñas secuestradas tienen su propio miedo. Las mujeres obligadas a prepararlas cargan con sus propia frustración y desesperanza. Los policías encargados del caso se apresuran por encontrar a los culpables mientras más chicas desaparecen sin dejar rastro. Considero que, entre estos bien definidos rasgos de los personajes y una trama de criminalidad capaz de crear tensión en cada capítulo, el desarrollo de la novela es capaz de escalar de manera progresiva sin perder la atención del lector.

Asimismo, entre cada capítulo largo se dan cortos escritos desde perspectivas distintas a la de la protagonista, agudizando el sentido del misterio del lector y depositando pistas sobre todo lo que se mueve entre las sombras, más allá de lo que Karla llega a presenciar entre su trabajo común, pérdidas de consciencia por pastillas y atrapamientos en cajas o dormitorios ajenos.

La narración está bien conseguida, con un fuerte equilibrio entre diálogos y descripciones que consigue transmitir la parte más agria de la historia. Tiene, además, una redacción y ortografía satisfactorias que hacen mucho por facilitar su lectura. He, como mucho, encontrado dos o tres erratas a lo largo de los capítulos, y han sido errores pequeños que se pueden arreglar con una revisión, ya sea por parte de la autora o de alguien más.

No obstante, en diálogos en los que hay varios personajes involucrados, como puede ser al comienzo con sus compañeros de trabajo, en ocasiones las respuestas que se daban no parecían encajar del todo, perdiéndome al leer debido a que resultaba algo incoherente. Al menos, estos diálogos resultaban ser intercambios casuales la mayoría de las veces, así que no me arriesgaba a dejar de entender la historia por un momentáneo lío.

Queda, pues, claro que en general el estilo de la obra está bien trabajado para el género literario que le corresponde. Considero que está preparada para que cualquier fan de la novela negra y el lado más cruel de la vida la reciba con los brazos abiertos.

El contraste que causa el dinero no se ha reflejado tanto en los lugares en sí. No nos podemos hacer idea de cómo es la casa de la familia de Karla a pesar de sus dificultades económicas, y tampoco se dan detalles sobre la situación legal de su ciudad como para hacerse una idea de cómo de extraños pueden ser los sucesos de maltratos en el trabajo e intentos de secuestro por sus alrededores. Las descripciones se suelen concentrar más en los personajes, sus pensamientos, sus sensaciones.

Si bien esto último es esencial para una novela que siempre coloca a su protagonista allá donde su vida peligra, es cierto que hay escenarios que quizá quedan en segundo plano en términos de descripción. Aun así, no considero que se dé un efecto negativo sobre la experiencia lectora debido a esto, pues los eventos más importantes y drásticos sí que cuentan con más detalle, todo narrado desde los ojos de Karla. La puerta desde la que apenas salía luz cuando las llevaban de un lado a otro, los alrededores de la isla o la casa de Henry con sus eternos pasillos: cuando la ambientación quiere retener la atención del lector, la autora sabe cómo conseguirlo.

Una vez más, debo mencionar mi sorpresa al presenciar el gran desarrollo de los aspectos más criminalísticos y policíacos de la novela. Es innegable que debe de haber un gran trabajo detrás para tener a tantos personajes secundarios trabajando y moviendo hilos incluso cuando la narración principal no lo cuenta. Esto, junto con la dualidad de la desconfianza de Karla y su esperanza por, a pesar de todo, tratar de dar opciones a los demás y salir de aquella situación, la han vuelto una historia a la que no esperaba que resultara así de fácil engancharse.

La manera en que se muestra la misoginia es muy directa y en abundancia de escenas, muchas veces porque las personas involucradas son criminales o incluso se describe que no deben de estar bien de la psiquis como para actuar de esa manera. Si bien en ocasiones parece volverse algo demasiado recurrente, en cierto sentido se vuelve más justificable tras ser ella secuestrada: es un hecho que todos allí solo la ven como un objeto, como mercancía a usar y entregar. Por muy cruel que parezca, la autora lo ha sabido narrar sin quedarse corta, retratando el miedo e incapacidad de actuar que esto provoca.

Se trata de una novela que recomendaría a aquellos preparados para un buen crimen organizado, cuyo desarrollo no queda en segundo plano del romance. Así, queda una historia muy completa en la que el futuro de los personajes están a juego en cada capítulo, con cada hecho planeado, en cada escena en la que son honestos y, por ende, amenazados.

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