Esta reseña fue realizada por el reseñador Nerearm123, el cual se hace responsable de todo lo dicho aquí.

La propiedad intelectual, así como también los derechos de publicación le pertenecen a la Editorial Historias.

Autor: cheirisade

Título: Autorretrato

Género: Poesía

Estado: Concluida

Capítulos: 23

La psicología, el reflejo de uno mismo y las personas en cada par de ojos que nos percibe, así como la explosión de sentimiento que ello desencadena. Autorretrato sabe señalar lo que la obra contiene usando una portada sencilla pero llamativa y una sinopsis que describe y advierte sobre los fundamentos del poemario.

Sobre el fondo naranja, extrañamente vivo, un espejo negro repite las palabras "odio y rencor". Una y otra vez. Ese es el autorretrato con el que el lector se va a encontrar, la percepción del todo y la nada rodeados y ligados por el odio en el que Cheirisade encuentra el sentido y explicación. Se trata de una de las más poderosas portadas que me he encontrado hasta ahora.

El resumen de la obra hace alusión a los conceptos del "yo" y el "ego" definidos por Sigmund Freud en su teoría del psicoanálisis. Así, de nuevo caemos en lo prohibido, en la realidad que juega a ser imposible de definir y unos sentimientos e ideas que se escapan de lo que los demás quieren que sean; y, a veces, incluso de nosotros.

Como alguien que ha leído otros poemarios del mismo autor, creo que este destaca por el poder de su palabra y crítica, tanto al exterior como al interior de su persona. Se trata de un poemario singular que quizá puede hacerse demasiado para quienes no estén cómodos con las advertencias de contenido que la obra indica, pero todo un viaje que puede incluso volverse cercano si se ha estado o está en situaciones parecidas. Una bomba de sentimientos y zascas para el mundo que merece una gran oportunidad.

El tema de la obra se desarrolla a lo largo de la misma, aun así manteniéndose rodeado de tristeza y rencor acerca de lo que se habla. La narradora le da la cara al tiempo y se percata de que lo único que le está dejando son escritos empapados de melancolía y nada más, el querer continuar pero no encontrar las ganas, el odio a los alrededores o al sistema, a tu propia madre o al tú mismo que no te deja dormir. Es una lucha con el pensamiento y la palabra ajena, con el sentir y las conclusiones que queremos defender a pesar de todo lo que nos falta. Autorretrato es lucha y perdición. Saltar en el charco del odio hasta reírse en su cara, aunque después duela.

Con su mezcla de versos y párrafos, el autor expresa toda peripecia con su protagonismo solo siendo arrebatado por el rencor. Y se trata de un narrador completamente creíble, con hipérboles que lo llenan todo y dejan la crudeza de la experiencia sobre la pantalla. Es como encontrarse con un diario; subjetivo, crítico, cruel, con referencias al tiempo en que fue escrito y un tira y afloja entre lo que podremos conseguir y el paso de las horas que solo quizá nos lo permitan.

Y él es consciente de su propia subjetividad, de la de los demás también. No para de cuestionar, de creer solo en sus manos, de volverse al odio como referente abstracto pero puro. Las elección de palabras para expresarlo no deja al lector impasible: "mato gente durante la madrugada (...) declaro y confieso / los pecados de este pellejo" como directa manifestación del odio en sí misma y una percepción que no los separa del todo; o el juego de palabras para crear "cistema patriarcal", inteligente forma de reivindicar por la realidad trans que me lleva fascinando desde la primera vez que la leí.

Tras los ejemplos expuestos en el apartado anterior, es indudable que Cheirisade ha desarrollado un fuerte poder con la palabra. Combina el verso libre que define su silueta con la prosa poética violenta que necesita, porque la esencia del poemario no sería la misma sin ella. Se frustra y cuestiona, da pasos para atrás para después empujarse hacia delante. Porque "¿es eso lo que me espera? / ¿la reducción del lenguaje / en la búsqueda de la belleza / porque el arte es poesía / y la poesía es belleza?". Su destino es el destino de su escritura y su mente inunda la del lector con variedad de personificaciones, metáforas y preguntas retóricas. La clase de preguntas que te harías al mirarte en el espejo, o demasiado adentro.

El vocabulario utilizado es directo aunque especialmente específico, pasando de lo vulgar a lo culto en cuestión de capítulos. Además, contiene también jerga más moderna o típica de Internet, como podrían ser reel, scroll o #freethenipple. Así, las descripciones y realidades a las que se enfrenta no solo describen su estado interno, sino también lo que está sucediendo ahí fuera, sobre todo en el ámbito de las redes sociales que se referencian.

El estilo no me recuerda a ningún otro autor en particular, y creo que eso está fuertemente influenciado por la manera de escribir y no tanto por el mensaje. Es un verso que nunca sabes por dónde va a apuñalar, un descontrol tan explícito que no crees haberlo visto en ninguna otra parte. Las ideas se atan las unas a las otras entre párrafos y estrofas, siguiéndole el juego a lo último mencionado, pareciendo cartas en el fondo de un cajón que esperan no ser encontradas por su yo del futuro. Y la persona detrás de todo mira su reflejo y solo ve una mala hierba, y el lector se vuelve testigo de todo lo que nace de las malas ideas.

No es usual la aparición de ambientes físicos. Aun así, sí se dan menciones de la naturaleza como parte de figuras retóricas ("cae el tiempo / por las orillas") y de aspectos más abstractos que nos ubican en un espacio temporal exacto: tendencias de Internet y redes sociales como TikTok, que ha tenido indudable fama en estos últimos años.

La atmósfera que los envuelve es, de nuevo, sentimental. Ya sea desesperación o rabia, tristeza profunda o fuerza de venganza; las temáticas del poemario no cambian con estos elementos: los usa como herramientas para intensificarlos. Lo considero un uso adecuado de los mismos para este estilo de poesía.

Tal y como mencioné al comienzo de la reseña, este poemario me ha asombrado y lo considero uno de los más ilustres de la autora. Si bien es entendible que no sea para todos, no lo considero un punto débil; hay literatura que no tiene sentido adaptar, y este libro no sería lo que es sin sus expresiones que coronan al negativismo o los vulgarismos que se levantan en contra del mismo. Se trata de un poemario en el que se ha dejado una esencia indudable, y confío en que eso dice mucho del poder de la poesía que contiene.

Los problemas reflejados son realistas y no es difícil encontrar algo que conozcamos en su relato. Aún así, la fuerza con la que lo deja en palabra, sacándolo todo de la oscuridad del "ello" a la que todos le damos la espalda, es un acto revelador y de potente introspección. Para alguien que busca poesía que le revuelva por dentro o muestre una visión distinta, este es el lugar.

He disfrutado de la lectura, con sus momentos de sorpresa por el uso de palabras y paradas de reflexión ante los conceptos que desarrolla. Es completa, es humana, es moralmente imperfecta y artísticamente una amenaza. No hay nada como el género de la poesía para exponer todo lo que la compone. Se ha vuelto uno de mis referentes en cuanto a poesía en esta plataforma, así que es una recomendación segura para cualquiera que pueda enfrentarse a ella.

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