Capítulo 11
Caminaba de vuelta a casa de JiMin. Sin prisa. Admirando el paisaje. Las calles de Seúl se sentían algo desoladas. Muy pocas personas circulaban a mi alrededor. Mi celular comenzó a sonar. La usual música de cuando esta entrando una llamada, se escuchó. Lo saqué del bolsillo de mi chaqueta y miré la ya encendida pantalla. Fruncí el entrecejo. Era un número bloqueado. Dudé un poco antes de responder. Esto me recuerda a aquellas consecutivas llamadas que obtuve hace unos años atrás cuando Jung Kook seguía con vida y yo aún estaba con Yang Mi. Arrastré el botón verde para poder responder. Cuando vi que justo al lado del "unknown" apareció la numeración que llevaba el celular para contar cuanto ha durado la llamada, lo acerqué a mi oído.
— Hola, Tae Hyung. — se escuchó aquella voz de nuevo. La voz modificada que utilizaba Jung Kook. — ¿Me extrañaste?— le escuché reír al otro lado de la línea.
¿Y ahora quién demonios podría ser?
— ¿Quién habla?— pregunté. Escuché la risa de nuevo.
— Si te digo quien soy, no suena nada divertido, ¿no es así?— suspiró — solo te dejaré saber que soy solo un pequeño admirador de tu trabajo.
— ¿Admirador de mi trabajo?— pregunté confundido.
— O tal vez admiradora... Quién sabe. — la curiosidad invadió mi cuerpo — Sé todo sobre ti, y tu, muy, pero muy interesante pasatiempo— dijo como si fuera lo más normal del mundo.— Sé que el cuerpo de la chica que mencionaron en las noticias fuiste tu. — añadió.
— ¿Cómo es que sabes de eso? ¿Acaso me vigilabas?— nuevamente se escuchó aquella risa.
— Tae Hyung, ¿por qué las personas se preocupan tanto de que alguien como tú exista? Me pregunto, ¿por que se preocupan tanto de que haya alguien que limpia las calles de Seúl de mujeres tan fáciles como quitar el envoltorio de un caramelo?— suspiró, para luego seguir hablando — Como Ted Bundy una vez dijo: "¿Qué es uno menos? ¿Qué significa uno menos en la faz de la tierra?"— citó.
— No lo sé. — admití.
— ¿Qué tal si lo averiguamos? No tiene por que haber un solo destripador de mujeres.
Apreté el agarre a mi celular. Sin hablar. Sin hacer un mísero movimiento. Me había quedado estático en aquella acera. No me había movido desde que respondí la llamada. Mi mirada estaba clavada en el suelo. Solté un suspiro. Alcé la mirada y pude ver que el cielo estaba muy despejado. Volví a escuchar la risa al otro lado de la línea.
— ¿Por qué te quedas ahí sin hacer nada? ¿Sin decir nada? Deja de mirar el cielo, que el clima este así no quiere decir que subirá tu animo.— se burló.
Mis ojos se abrieron como platos. Debe estar cerca para saber que demonios estoy haciendo. Comencé a mirar a mi alrededor desesperadamente, buscando algo, cualquier cosa. Realmente no sabía que buscar. ¿Un chico? ¿tal vez una chica? ¿Alguien mayor que yo, menor?
Mis ojos se posaron en una persona un poco alejada de mi, su cuerpo estaba recostado de la pared de un callejón y su celular cerca a la oreja. Una extraña sonrisa apareció en su rostro. No podía ver su rostro debido a la capucha negra que traía puesta, solo dejándome ver el área de su boca y ciertamente no muy claro. Justo como el chico que una vez vi con Yang Mi fuera del centro comercial. ¿Acaso estoy alucinando?
— Es momento de irme.— la llamada se cortó y aquella persona comenzó a correr. Era esa quien sonreía.
Comencé a correr con todas mis fuerzas. Incluso me crucé la calle sin ver. Debía alcanzar a esa persona. Si sabe todo de mi, ¿cómo es que lo sabe? ¿cómo que es admirador de mi trabajo? ¿Quién demonios en su sano juicio seria admirador de un asesino? Mi celular sonó, un mensaje me había llegado. Dejé de correr, de todas formas ya no lograba ver a aquella persona. Mire la pantalla de mi celular nuevamente. "Unknown te ha enviado un mensaje." Desbloquee el celular para leer lo que me había escrito. «Corres rápido, pero yo soy mucho más veloz, Tae Hyung. Nos volveremos a ver en otra ocasión... O almenos, yo te veré a ti.» Unos segundos después de ese mensaje, un archivo adjunto me llegó. Lo abrí, para toparme con una foto de mi, mirando mi celular cuando la llamada había llegado hace unos minutos. ¿Acaso esta jugando a ser el imitador de Brandon James en la serie Scream, ese que asustaba a todos a través de enviarles fotos y videos de ellos, etc.? Por amor a la sangre... Esa persona podría delatarme.
Aunque supongo que ya lo hubiera hecho si quisiera, y bueno, a pesar de todo si es un "admirador de mi trabajo" no haría nada para hacer que cayera en prisión y que me detuviera de hacer eso que admira, ¿no?
Revolqué mi cabello, exasperado. Solté un sonoro suspiro. Guardé el celular de nuevo en el bolsillo de mi chaqueta. Debo dejar de darle tantas vueltas a esto. En vez de pensar tanto en esa persona, por ahora debo enfocarme en como le haré para poder asesinar a tres chicas de golpe.
Es algo que jamás he echo pero que me gustaría hacer. Ya puedo imaginar como será. Solo espero no meter la pata y joder todo. Eso si que no estaría nada bien. Debo pensar bien las cosas. No puedo pasar por alto absolutamente nada, ningún detalle. El mas mínimo error, solo un paso en falso y podría llevarme directo a prisión.
No puedo permitir que algo como lo que me pasó unos años vuelva a sucederme. Aquella chica que logró desatarse de la soga con la que la había amarrado, me puso de los nervios. Aún me sorprendo de lo cerca que estuve a meter las patas y ser delatado.
Me paré en el borde de aquella acera, y puse mi dedo pulgar al aire. No paso mucho tiempo hasta que un taxi se detuvo. Me subí a el y di mi dirección sin siquiera mirar al conductor. Me encontraba mirando el paisaje, sumido totalmente en mis pensamientos.
Debo pensar en un muy buen plan y también debo pensar que hacer con la persona de la llamada.
— Tanto que hacer. — gruñí.
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