CAPÍTULO VEINTICUATRO
[ELI HALE]

Celia miraba por encima de su hombro cada cierto tiempo, sentía que la miraban, había teñido su cabello con un tono más oscuro al que usaba, llevaba unas gafas de sol y un gorro que se encontró en una tienda.

Estaban a la espera de que Derek llegara.

Celia había recibido hace una semana un mensaje de Derek pidiendo que se reunieran.

Argent lo había citado en un pueblo de Argentina, Cachi, si iba a verlo sería bajo sus términos y no los que él dictara.

— Tranquila — habló Brian poniendo una mano sobre la de ella. — Llegarán.

— Comienzo creer que no.

— Bueno, creo que tienes un amigo que estaría encantado de golpearlo — bromeó Brian haciendo mención a Stiles.

Luego del robo en Río, el equipo se había dispersado para esconderse. Stiles y Mía se habían ido juntos, el chico se mantenía en contacto con Celia cada cierto tiempo.

Brian dejó un beso en su hombro. Se levantó para buscar sus bebidas, estaban dentro de una cafetería. Celia estaba evitando la cafeína a toda costa por su embarazo.

Su pierna se movía, jugaba con el anillo en su mano. El anillo de papel que Brian le dio, sonrió al verlo.

Escuchó la campanita del lugar anunciando que alguien entraba.
Sus ojos miraron en esa dirección encontrándose con Derek.

Derek Hale había entrado al lugar cargando una pequeña maleta y un porta bebé.

Él se acercó a ella.

— Eli — susurró Celia al ver a su hijo.

El pequeño estaba despierto, estiró sus brazos para que su madre lo cargara. Ella lo tomó en brazos y no pudo evitar sonreír al cargarlo. Tanto tiempo lejos suyo.

— ¿Cómo has estado? — preguntó Derek sentándose.

— Bien — respondió Celia aún con Eli en sus brazos. — No te llame para avisarte, nunca respondiste mis llamadas.

Los ojos de Derek cayeron en el vientre de Celia, ya se podía notar su embarazo.

— Estuve ocupado, Beacon no es igual desde que te fuiste — respondió Hale. — Peter manda sus saludos.

Una sonrisa apareció en el rostro de Celia ante la mención del Hale mayor.

— Escuché algo sobre un Benefactor, vayas problemas en los que se meten los adolescentes de ahora.

Derek esbozó una media sonrisa. Vaya que ellos tuvieron problemas de jóvenes, lobos, manadas y una casa en llamas no se comparaba con un kanima o un benefactor, ni mucho menos con el criaturas de hace siglos.

Brian regresó a la mesa dejando la taza cerca de Celia, pero alejada del pequeño. Dejó su taza enfrente suyo.

Sus ojos azules cayeron en Celia quien se veía hermosa cargando a su hijo.

Los ojos de Brian miraron al hombre lobo delante suyo, agradeció haber llevado su arma consigo por si era necesario.

— Brian, él es Derek Hale — presentó Celia mirando al chico a su lado. Eli estiró su mano para con Brian. — Derek, él es Brian, mi novio.

La noticia fue un balde de agua helada para el lobo, él había ido aún con una pequeña esperanza de reencontrarse con Celia. De poder volver a lo que dejo ir, a lo que daño.

— Tengo que hacer un viaje — hablo Derek mirando hacia la cazadora. — Y no puedo llevar a Eli conmigo, seria peligroso e irresponsable de mi parte y siendo sinceros estará mejor contigo.

Argent no quería demostrar su felicidad en ese momento, pero lo estaba. Eli se movía en sus brazos queriendo jugar con su madre.

— Tienes algunas cosas que necesitarán, al igual que dinero...

— No necesito tu dinero, Derek — respondió Celia. — Pero gracias, nos ayudará para comprarle ropa a Eli.

— De haber sabido que tendríamos otro traería más dinero.

Brian llevó su mano al vientre de Celia, bajo la mirada de Hale. Brian miró por encima de su hombro, ya habían estado mucho tiempo dentro del lugar.

— Debemos salir, iré a pagar.

Argent asintió, guardó su cosas mientras tomaba a Eli en brazos. Derek frunció el ceño tomando el portabebe. Le abrió la puerta para que salieran.

— ¿Ahora haces lo que él dice? — preguntó Derek. — La Celia que recuerdo no se dejaba de nadie.

— La Celia que recuerdas creía en ti, confiaba en ti, le dio la espalda a su familia por ti — respondió Argent. — La Celia que está delante de ti ya no te cree, tampoco esperes una bienvenida de héroe, Derek. ¿Entonces me quedaré con Eli?

— Si — miró su vientre.

— ¿Quieres que lleve tu apellido? — preguntó la chica al ver la mirada penetrante de Derek.

— No — negó el lobo. — Te daré dinero, pero creo que con un Hale es suficiente, ahora no es seguro para ninguno, menos para Eli.

— Se cuidarlo, Derek. Soy su madre.

Brian salió del lugar, se acercó a ellos guiándolos hasta el auto.

— Pondré el porta bebé — dijo Brian. Derek se lo entregó de mala gana.

— Llámame si llegas a necesitar algo, te daré mi número — Derek sacó su celular del bolsillo de su pantalón. — Peter también lo quiere, así que te lo pasaré. Sino me encuentras a mi puedes llamarlo a él.

— Como sea.

Brian se acercó a ellos, Celia le puso su celular para que apuntara el número de Derek en lo que ella metía a Eli en el auto.

— La amo — dijo Derek mirando a Brian. — Y se que tú también lo haces. Prométeme que la harás feliz.

— Más de lo que tú la hiciste alguna vez — aseguró Brian. — Yo no la engañare.

Derek asintió. Se merecía eso, merecía todo por haberla engañado. Perdió a la mujer que amaba.

Celia se acercó a ellos.

— Te llamaré después — dijo la chica. — Tenemos que irnos.

— Con cuidado.

— Tengo al mejor conductor conmigo, Derek — respondió Celia mirando a Brian.

Celia se despidió moviendo su mano, se alejó de Derek con Brian a su lado. O'Conner le abrió la puerta del auto para que subiera, ella sonrió al ver a Eli en la parte trasera.

El auto se marchó dejando a Derek en aquel lugar, en cambio Celia sentía que su pecho estaba lleno. Tenía a su hijo de nuevo con ella y Brian estaba dispuesto a cuidarlo.

NOTA DE AUTOR:

¿Qué tal?

Ahora si, este es el final del acto uno, por fin. Pensé que jamás llegaríamos acá.

Teorías del siguiente acto acá.

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Me despido hasta un nuevo capítulo <3