CAPÍTULO DIECINUEVE
[STILES STILINSKI]
Celia bajo las escaleras junto a Brian, notó a lo lejos como Han y Gisele se acercaron a Roman y Tej, tenían la huella de Reyes.
La Argent sonrió al ver como el chico se había vuelto cercano a Gisele, al fin había dado el paso.
Brian se alejó de Celia, para ir hasta donde estaba Mia en las computadoras.
— Ay no — murmuró Mia al ver como los expedientes se abrían. — Oigan. Oigan ¡Oigan! Tenemos un problema.
Celia se dirigió hasta donde estaba la chica Toretto.
— Boletinaron a todo el equipo — explicó Brian mirando a Celia con miedo.
Los ojos de Celia miraron los expedientes, su rostro también estaba entre ellos.
— Nos buscan a todos — Dijo Mia dando una mirada de reojo a Celia. — Nadie se salva.
Brian acarició el brazo de Celia intentando reconfortarla.
— ¿Cómo pasó esto? — preguntó Gisele.
— El servicio de seguridad diplomático emitió las órdenes — explicó Mia. — El agente L. Hobbs.
Celia sintió como el aire escapó de sus pulmones. Ella lo conocía, pensaba que haber trabajado con él en algunos casos le daba cierta inmunidad, que equivocada estaba.
Brian tecleaba en la pantalla mostrando una imagen del hombre.
— Oye Dom— le hablo al mayor. — ¿No es el que viste en las fabelas?
— Si — respondió Dominic.
— Hobbs es el líder especial del SSD. — informó Brian.
— ¿Es bueno? — cuestionó Tej.
— Cuando el FBI, quiere atrapar a alguien lo llama a él — respondió O' Conner.
— Por qué él jamás fracasa — concluyó Celia cruzándose de brazos. — Es como si tuviera una clase de pacto.
— ¿Así como tú con el arco? — preguntó Han a la Argent.
Le había enseñado a usar el arco un poco, tal vez Han no dominaba del todo, pero sabía como tomarlo sin cortarse los dedos.
— Le dicen el Viejo Testamento. Sangre, balas, la ira de Dios. Ese es su estilo. — siguió Brian.
— Y ¿ahora nos está cazando? — preguntó Mia.
Brian respondió con un sonido de su boca. Celia mordió el interior de su mejilla, si Hobbs había lanzado una alerta con su rostro, los cazadores en Río la estarían buscando con mayor trabajo.
— Tenemos que adelantar las cosas — se apresuró a decir Han.
— Si, pero ¿como? — preguntó Roman. — De por si esto es difícil con Wyatt Earp en nuestros talones. Necesitamos especio para respirar.
Argent le dio la razón, necesitaba aire en esos momentos o terminaría vomitando todo lo que llevaba en su estómago en ese momento.
— Roman tiene razón — aseguró Dominic. — Necesitamos aire fresco.
Una sonrisa apareció en el rostro de Brian. Miró hacia Celia dando un asentimiento con su cabeza, irían a dar una vuelta.
Se encontraban en una carrera clandestina, rodeados de su gente y los nuevos amigos que hicieron.
Brian mantenía a Celia cerca suyo, para evitar que alguien intentara sobrepasarse con ella.
— Toretto.
La voz de Hobbs llegó a los oídos de Celia causando que mire detrás suyo.
Allí estaba, justo al lado de Hobbs, estaba Stiles, los ojos de ambos amigos se cruzaron, pero fue la Argent quien los alejó primero.
Celia se acomodó mejor entre las piernas de O'Conner, mientras Brian ponía una de sus manos sobre su cadera, los ojos de Stilinski siguieron los movimientos de aquel hombre.
— Quedas arrestado — informó Hobbs.
— ¿Arrestado? — cuestionó Dominic con un tono de burla. — No me siento arrestado. ¿Tu que opinas, Brian?
— No, para nada — respondió Brian . — ¿Verdad, cariño?
O'Conner besó la piel del cuello de Celia que estaba expuesta por la chamarra que llevaba.
— En absoluto, Brian — respondió Argent mirando hacia Hobbs ignorando los ojos de Stiles. — Ni siquiera un poco.
— Denos un minuto. Ya lo sentirán.
Dominic se alejó del auto.
— No matamos a esos agentes — explicó Brian. — Fue Reyes.
— Eso me da igual — dijo Hobbs. — Vine a atrapar a dos idiotas que están en mi lista, y a una cazadora que dejó olvidada una flecha. Muchos buscan tu cabeza, Argent.
— Que hagan fila — respondió Celia cruzando sus brazos. — Muchos me quieren muerta, comenzando con mi abuelo, Gerard.
— Si que suenas heroico — hablo Brian.
Hobbs dio unos pasos adelante. — Que curioso — habló el oficial. — Lo dice alguien que fue policía y luego traicionó sus ideales. O un imbecil muy rudo que casi mata a un hombre a golpes con una llave. O una chica que está corriendo de sus fantasmas y de la policía a quien alguna vez juro proteger. Muy malos ¿no? Dense la vuelta y pongan las manos en la espalda.
Brian apretó su mandíbula al escuchar como hablaban de Celia. Stiles tampoco quería escuchar como decían esas cosas de su amiga, estaba a punto de dar un paso adelante para defenderla.
— No lo creo — respondió Dominic.
— Tu equivocación es creer que tienes alternativa, amigo.
Se escucharon las Armas ser cargadas, menos una. Stiles no levantó la suya, seguía en un debate mental entre defender a Celia.
Al contrario de los oficiales, los chicos y Celia no se movieron ni un centímetro.
— Y tu equivocación, es creer que estás en tu país — dijo Dominic. — Y estás muy lejos de casa. ¡Esto es Brasil!
Los hombres detrás de Dominic levantaron sus armas, Celia sacó la ballesta que llevaba consigo. La flecha estaba cargada y apuntaba con dirección hacia uno de los autos.
Stiles notó como su amiga estaría dispuesta a lanzar la flecha, ella no dudaba, no fallaba.
— Vámonos jefe, otro día. Vámonos o esto va a reventar. — dijo uno de los hombres de Hobss.
— Ya te encontraré Toretto. — Hobbs permanecía con sus ojos fijos en Toretto.
— Cuando quieras policía. — respondió Dom.
Los oficiales comenzaron a alejarse, excepto Stiles quien se quedó alejado unos segundos.
Celia intentó acercarse, pero el brazo de Dominic la detuvo.
— ¡Stiles! — gritó la oficial rubia.
El chico Stilinski se alejó de aquel lugar trotando rápidamente, no sin antes haber mirado una última vez a su amiga.
Celia quería ir hacia él y decirle que estaba bien. Al contrario de eso, Brian se acercó a ella para dejar un beso sobre su cabello.
La pierna de Celia subía y bajaba debido al nerviosismo.
Había recibido un mensaje encubierto de parte de Stiles.
— Celia, es una trampa debemos irnos.
Argent caminaba de un lado a otro del lugar. Estaba nerviosa, sentía que había estado demasiado tiempo lejos del escondite.
— No lo creo, Brian — aseguró la chica. — Sino confías, puedes irte, yo me quedaré esperando a Stiles.
— Celia...
Escucharon el sonido de una puerta. Ambos sacaron las armas que escondían.
Una figura a lo lejos se vio, este levantó sus manos hacia arriba en señal de rendición.
Celia guardó su arma al saber de quien se trataba, era Stiles.
Caminó un poco más y la poca luz del lugar le iluminó el rostro. Era Stilinski. Celia corrió hacia él para abrazarlo, el chico esperaba a su amiga con los brazos abiertos.
Al fin se habían encontrado.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó Stiles una vez que se separaron.
Brian guardó su arma caminando hasta donde se encontraban ellos. En modo de protección.
— Un trabajo — sonrió la cazadora.
— Por un momento creí que ibas a matarme — recordó Stiles lo sucedido hace unas horas. — He estado intentando cubrir tus huellas, pero no pude cubrirlas de todo. Intenté llamarte para advertirte, pero no respondías, tuve que llamar a Isaac para ver si tenía tu número.
— Descuida — lo calmo Celia. — Se cuidarme sola.
Brian carraspeó. Los ojos de ambos chicos cayeron en el, Stiles levantó una ceja con curiosidad.
— Brian, él Stiles Stilinski, mi mejor amigo — lo presento la chica. — Stiles, él es Brian O'Conner, mi pareja.
Ambos estiraron sus manos para estrecharlas.
— Tu eres el chico que se acuesta con mi mejor amiga — hablo Stiles mirando a Brian.
— Y tú eres el chico con el nombre raro que hace reír a mi chica — respondió Brian.
Los dos no pudieron evitar reírse. Celia sonrió al verlos juntos, poco a poco su pequeña familia de Beacon conocía a su antigua familia de las carreras.
Los ojos de Stiles cayeron en el vientre de Celia donde se podía notar un pequeño bulto.
— Lo descubrí al poco tiempo de irme de Beacon — hablo Celia mirando los ojos de Stiles. — Es de Derek.
— He estado vigilando sus pasos — explicó Stiles. — Le he pedido a Scott que me envíe fotos de tu hijo y traje algunas cuantas.
Stiles extendió un sobre, Brian lo tomó para abrirlo. Sacó una fotografía de un pequeño, tenía los ojos de Celia y su nariz, menos su cabello.
— Eli— susurró Celia. — Muchas gracias, Stiles.
Ambos amigos se volvieron a abrazar, no querían separarse, pero mientras más seguían en ese lugar, los dos fugitivos corrían más peligro.
— Es hora de irnos — pidió Brian.
Stiles asintió, busco algo entre sus pantalones sacando un teléfono. — Está codificado, solo tiene un número, el mío. Si llegas a tener problemas, llámame.
Celia sonrió, lo abrazó por última vez antes de irse del lugar con Brian.
— O'Conner — gritó Stilinski. — Cuida bien de mi amiga.
Brian asintió asegurando que cuidaría de la chica y del bebé. Los dos salieron de aquel lugar con cuidado de no ser vistos, Stiles se fue por el otro lado intentando cubrir las huellas de su amiga y de aquel chico.
Tal vez Rio no era el mejor lugar para una reunión familiar, pero al menos estaba feliz de ver que Celia Argent estaba bien, que volvía a tener ese brillo en sus ojos. Aquel que se perdió cuando Allison murió.
NOTA DE AUTOR:
¿Qué tal? Cuenta la leyenda que un día me desaparecí de la nada jajajaja
Hubo reencuentro de Stiles y Celia <3
Los votos de este serán 80 votos y 25 comentarios, no cuentan los puntos o emojis. (Los dejó igual por la inactividad mía jajajaja)
Me despido hasta un nuevo capítulo <3
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