Capítulo 9
Tan solo al ver a Jungkook se dieron cuenta de que algo no estaba bien. Su postura era distinta, incluso su voz. A pesar de estar frente a frente sentían que estaban muy alejados de él. Alicia desenvainó su espada que ardía en una llama amarilla fluorescente, ella sonreía de lado con autosuficiencia mirando retadoramente a Isabella quién pronto apretó sus puños dispuesta a luchar.
—Veo que la zorra Vateliana que quiere ser una natural pasó de acostarse con el líder de los conquistadores a querer conquistar a un humano sin memoria —siseó Isabella.
—No le hagas caso, ella está molesta porque piensa que su ex novio la abandonó por mi causa —le dijo Alicia a Jungkook al oído.
—¿Por qué me llamaban? ¿Qué quieren? ¿Buscan la muerte? —preguntó Jungkook aterrizando en el suelo frente a sus amigos.
—Somos tus amigos y vinimos a rescatarte —contestó Hoesok acercándose a él.
De un momento a otro Jungkook desenvainó su espada, el ruido del metal al ser desenvainado resonó por toda la montaña y al estar en zona alta el eco en las profundidades de las cuevas se hizo presente. Hoseok se acercaba con lentitud y confianza a su amigo dispuesto a abrazarlo pues de todos era el que más cerca estaba de él en ese momento. Jungkook lo miró de arriba a abajo, no lo reconocía en absoluto, así que sin dudarlo sostuvo su espada con firmeza sonriendo de lado con altanería dispuesto a asesinarlo. Levantó el arma en el aire, pero justo antes de tocar la piel de Hobi intervino Jungrok chocando su espada con la de él.
El sonido del choque del metal ardiendo resonó por toda la montaña, estremeciendo los corazones de los presentes. Hobi fue empujado muy lejos por la mano de Jungrok, eso para mantenerlo a salvo. Yoongi corrió de inmediato para ayudarlo a levantarse, mientras que las mejillas del sol de millones de Armys se invadían de lagrimas ante la traición de su niño pequeño, de su Jeikey. Porque así le decía de cariño, porque lo vio crecer, reír, llorar, esforzarse y mejorar a lo largo de los años. No podía creer que su Jeikey intentó asesinarlo.
Jungkook y Jungrok se miraron a los ojos, sus espadas seguían juntas, siendo empujada la una con la otra. Haciendo del momento aún más tenso, los ojos del Vateliano irradiaba deseo de supervivencia, mientras que los ojos de Jungkook, aquellos ojos brillantes llenos de amor y esperanza irradiaban odio.
—Joonah te quiere de regreso para seguir experimentando contigo, ven y dejaré a tus amigos en paz —dijo Jungkook en tono burlón.
—¿Ir con ese traidor? ¡Nunca! —Apretó los dientes con fuerza— ¿Permitir que una de las siete luces se una a la oscuridad? ¡Jamás!
—Sueltas tanta mierda por tus labios que en realidad me das náuseas, asqueroso natural salvaje —masculló Jungkook con los dientes apretados.
—¿Te cuento un secreto? Todos mis dobles de otros mundos que Joonah envío pasa asesinarme terminaron convertidos en cenizas... Y si no reaccionas no serás la excepción.
—¡Los otros te atacaron solos, Jungkook me tiene a mí! —gritó Alicia.
—¡Ya me tienes cansado! —gritó Minji al mismo tiempo que lanzaba una ráfaga de aire directo a Alicia provocando que dejara caer su espada.
—¡Jungkook, soy Taehyung! ¡¿No me recuerdas?!
—Canguro —habló Seokjin con voz aguda— Prometiste defenderme de todos, ¿ahora eres tú quien va a atacarme? Tú no eres doble cara, tú no eres un traidor. Eres nuestro hermano menor. Reacciona o voy a tener que darte un beso para que despiertes de tu encanto.
Las manos de Jungkook temblaron y aflojó un poco el agarre a la espada, sin embargo sacudió la cabeza y siguió firme mirando a Jungrok, esperando su siguiente movimiento. La voz de Seokjin ocasionaba algo en el interior del muchacho, pero no lograba comprender ese sentimiento. Lo único que sabía era que se sentía vulnerable, sentirse vulnerable era síntoma de debilidad y no podía ser débil en esos momentos porque el poder del collar le indicaba que debía derrotarlos, que debía servir a Joonah y amar a Alicia.
—Jeon Jungkook, no hagas que nuestro viaje a este peligroso mundo para salvarte sea en vano. Soy Kim Namjoon, tu Hyung. ¿Me recuerdas? —Namjoon esperaba una respuesta positiva por parte de Jungkook, sin embargo sus palabras lograron desalentarlos.
—Voy a matarlos a todos.
—Jungkook, deja de bromear y regresa con nosotros —suplicó Seokjin riendo entre lágrimas. El muchacho aflojó su agarre de la espada dejando caer ambos brazos a sus costados, mientras tanto Jungrok permanecía alerta ante cualquier movimiento.
—¿Bromear? Ya te dije, no los conozco. —Alzó la barbilla creyéndose superior a ellos.
—Es como si fuera otra persona, como si se hubiera golpeado duro en la cabeza —murmuró Namjoon.
—Vamos a tener que llevarlo con nosotros por la fuerza —ronroneó Yoongi.
—Intentenlo —la arrogancia que Jungkook irradiaba en ese momento daban ganas de vomitar.
—Eso Jungkook, no te dejes engañar por ellos... —le dijo Alicia al oído, mientras extendía su mano elaborando un portal mágico en un dos por tres, invitando a Jungkook a saltar en su interior.
Jungkook la tomó de la mano dispuesto a desaparecer junto con ella, cuando de pronto Jimin rompió el silencio.
—¡No puedes irte! ¡Tú eres yo, yo soy tú! ¡¿Recuerdas eso?! —gritó entre lágrimas.
El corazón de Jungkook se estremeció de nuevo, él amplió los ojos, tragando saliva, quedando estático por un par de segundos y entonces cuando creyeron que lo habían perdido, cuando creyeron que todas sus emociones y sentimientos hacia ellos fueron eliminados obtuvieron esperanza una vez más al ver una lágrima escurrir por su ojo derecho deslizandose por su mejilla hasta caer en sus labios, absorbiendo con su lengua la pena en forma líquida y salada. No sabía la causa, razón, motivo o circunstancia que lo llevaban a reaccionar de esa manera, pero estaba llorando, era un hecho que esos muchachos desconocidos eran importantes en su vida. Jungkook giró su cuerpo para encararlos y preguntar una vez más quiénes eran y qué era lo que querían de él cuando de pronto...
—Hay que fastidio —Alicia rodó los ojos lanzando una daga a gran velocidad directo al pecho de Jimin.
Nadie esperaba eso, mucho menos Jimin. Él cayó de rodillas escupiendo sangre por la boca mientras veía a Jungkook y a todos sus amigos correr hacia él. Sus dientes blancos estaban manchados de sangre, sus ojos invadidos de lagrimas, pero en sus labios se dibujaba una enorme sonrisa de felicidad porque su amigo, su otro yo lo había reconocido, y si el precio para que Jungkook volviera a la normalidad era perder la vida. Entonces lo haría, perdería todo con tal de recuperarlo.
—¡¿Por qué tuvimos que llegar a esto?! —gritó Taehyung sosteniendo a Jimin en su regazo, importandole poco mancharse de lodo y sangre.
—Yo... Siento que he perdido la esperanza... —murmuró Hoseok.
—Ahora más que nunca necesitas fe y esperanza, Hoseok —le dijo Minji.
—¿Estás bien? Jimin, ¿Me escuchas? —cuestionó Namjoon tomando la daga con sus manos para que no se moviera de lugar, porque si se movía podía lastimarlo todavía más.
—¡Esa perra! —gritó Isabella corriendo para atrapar a Alicia y descuartizarla con sus garras, pero ella entró al portal huyendo como la cobarde que era.
—¡No, no, no, no! Jiminaaaaaa, no te mueras por favor. —lloriqueó Seokjin arrodillandose junto a él y a Taehyung.
—¡¿Hay magia, no?! ¡¿Con eso pueden salvarlo?! —le pregunto Yoongi a Jinsoo, pero ella parecía estar fuera de si misma desde hacía varios minutos, fue por eso que no pudo ayudar a confundir a Alicia y Jungkook previamente con sus poderes telepáticos
El collar en el pecho de Jungkook se quebró en mil fragmentos, en su cuello quedó únicamente el cordón de oro que sostenía la piedra incandescente que mantenía su mente bloqueada. Él logró recordar a sus amigos, recordó la Tierra, el día que conoció a Alicia, la persecución, el viaje en el portal, recordó el laboratorio y el momento exacto en el que le colocaron el collar, se sintió peor que un sabueso, se sintió utilizado, engañado y la peor persona del mundo porque si él no hubiera caído ante la belleza de Alicia seguiría en la Tierra, seguiría dando conciertos frente a Army... Y Jimin no estaría herido. La culpabilidad lo carcomía y la impotencia se estaba apoderando de él.
—¡¡¡JIMINSHI!!! —gritó Jungkook a medida que se acercaba a él.
Deslizó sus pies en el lodo cayendo de sentón junto a su amigo, mirándolo a los ojos pidiéndole disculpas con la mirada.
—Lo recuerdo, Jimin, tú eres yo, yo soy tú... Te recuerdo... —El rostro de Jungkook era más lágrimas y mocos que rostro—. Los recuerdo a todos, —se llevó la mano derecha al rostro—, ustedes son mi familia, mis hermanos y yo... Yo les fallé.
—No nos fallaste Jungkookie... —murmuró Jimin deslizando su mano para tomar la de su amigo con suavidad porque se estaba quedando sin fuerzas.
—Jimin, no hables guarda tu energía —le dijo Taehyung quien todavía lo sostenía en su regazo.
—Por favor, cuida a Taehyunie... Regresen sanos y salvos a casa... Díganle a mis padres lo mucho que los amo. —Jungkook apretó la mano de Jimin con fuerza.
—¡Tú vas a volver con nosotros, Jimin! —gritó Hoseok desesperado.
—Regresen y díganle a Army... —Jimin tomó un suspiro profundo para continuar hablando—. Díganle a Army que lo lamento mucho, que me perdonen por.... Por no despedirme... Que no sufran, que yo morí feliz porque recuperé a mi amigo.
Al decir eso, Jimin cerró los ojos dejando a los miembros de Bangtan Sonyeondan incompletos una vez más.
—¡Mierda! —gritó Namjoon poniéndose de pie y pateando piedras invisibles.
—¡Hagan algo! ¡¿Por qué coño no hacen nada?! —cuestionó Yoongi—, ¡Jimin no puede morir, no de esta manera!
—Jiminshi... —murmuró Jungkook.
Taehyung no pudo hablar porque el llanto se lo impidió. Y a los seis miembros solo les quedaba aceptar la realidad...
Hoy no hay meme, soy lágrimas, también sufro.
Capítulo dedicado a Yuri_smy ella le atinó cuando dijo que Jimin haría reaccionar a Jungkook.
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