Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

L.2 Capítulo 37

No sabía si decir todo lo ocurrido sobre Shoto, tal vez unos pequeños tintes servirían para relatarle a la Srta. Jane cómo llegué hasta este punto.

—Ayer pasaron muchas cosas, terminé sufriendo un ataque de pánico… pero volví a mi sin pastillas, se sintió bien —era algo positivo luego de todo lo malo—. Mi amigo Shoto, tiene problemas en casa y necesitaba ayuda externa.

Ella solo me observaba en silencio.

—Creí que hablarle de mi pasado, de los intentos de suicidio, de Inko y Hisashi, sobre Bakugo, sería útil para alentarlo a ir a terapia…

Sentí mis ojos llorosos.

—Le mostré las cicatrices, tenía miedo, pero logré controlarme, no colapsé y no me sentí mal —sequé mis ojos con una sonrisa en mi rostro—. Lo mejor es que no me miró con lástima y va a internarse…

Me sentía tan feliz de sentir que estoy dando pasos más largos.

—Me alegro de escuchar aquello, si continúas de esta forma, puede que en un par de meses reduzcamos la cantidad de sesiones a una sola por semana.

¿Una sola?

Genial, estoy llorando.

Izuku Yagi
17/01/2019
17:30 pm

Al salir de la consulta, como siempre fue en un silencio tranquilo, no me gustaba hablar demasiado, solo quería un momento callado, pero el silencio duró poco, ya que al salir de la clínica le di la noticia a Toshinori.

—Estoy orgulloso de tus avances —dijo con una gran sonrisa, se veía demasiado feliz.

Asentí varias veces, me sentía eufórico, creí que era imposible o tal vez me aumentarían a tres.

Se sentía tan lejano todo lo ocurrido, esa primera sesión donde derramé gran partes de mis problemas.

—Me siento tan feliz que creo que podría llorar.

—¿Qué opinas de celebrar comiendo en algún lugar?

Asentí y dije—: vayamos al restaurante al que fui con los muchachos, quiero probar las rosquillas.

Toshinori asintió, su mirada azulada se veía llorosa, parecía que estaba a punto de llorar, pero sonreía.

—Eres un gran muchacho.

18/01/2019
15:00 pm


Estaba sentado en la silla del comedor leyendo atentamente un nuevo libro (demasiado extenso) como regaño por todo lo que hice.

Toshinori no quiso regañarme de otra forma, cree que lo que viví ya era lo suficiente para saber que estuvo mal y que no tenía que volver a repetirlo.

—Estoy tan aburrido —susurré mientras pasaba a la siguiente página.

—Te mereces algo peor —dijo Ochako con un tono de voz que jamás había escuchado en ella.

Daba miedo.

Me di la vuelta y la miré con nerviosismo, sus ojos caramelo se veían furiosos.

—Ochako…

Ella no sabía nada de lo ocurrido.

—¿Estás loco? —dijo furiosa, podía ver como irradiaba fuego por su mirada—. El Sr. Toshinori me dijo lo ocurrido.

Cruel, ese hombre quería que ella me regañara.

—Ochako, yo…

—¡¿Cómo se te ocurre hacer tal idiotez?! ¡Tu no eres un súper héroe! —su postura era intimidante.

Me sentía pequeño y culpable, me merecía aquello.

—Yo…

—En serio, ¿qué pasó por tu cabeza? —interrumpió de nuevo—. Podrías haber muerto, ¿crees que estaríamos felices al saber que algo malo te sucedió?

Maldición, Ochako está llorando.

Me levanté de inmediato para acercarme, pero solo pude dar un paso.

—Izuku, ni se te ocurra acercarte —su voz aún continuaba furiosa—. Estas lágrimas son de enojo.

Quiero huir por mi vida.

—Ahora huye por tu vida —dijo sacando de su espalda una pistola de colores, parecía ser de plástico.
Comprendí tarde lo que era.

Agua impactó en mi frente, solo podía pestañear en silencio, aquello me había dejado perplejo.

—Huye Izuku —dijo frunciendo el ceño y cerrando un poco los ojos, se veía adorable con la nariz un poco arrugada.

En definitiva…

Esta vez fue en mi camiseta.

Decidí huir al jardín trasero, allí fue cuando Ochako comenzó a empaparme más.

Una parte de mi quería reír, pero temía molestarla más.

Continuamos hasta que el agua se acabó.

—¿Mejor? —pregunté sin poder evitar sonreír.

—Un poco.

Sonaba aún molesta, soltó un suspiro y dijo—: para la próxima buscaré un método de regaño que en verdad no disfrutes.

Ahora reí, no podía evitarlo, es tan divertida.

—Tienes varios años para descubrir la que en verdad me duela —dije por accidente.

Genial, mis mejillas ardieron.

—¿Estás insinuando que seguirás haciendo cosas que me enojarán?
Maldición y más maldición.

—Yo…

—Encontraré la forma Izuku, ya lo dijiste, tenemos varios años —dijo con un tono burlón.

Mis mejillas ardieron, es malvada.

Se acercó con elegancia, tenía una sonrisa ladina, sentía mi corazón latir con fuerza.

No sabía qué hacer.

Colocó su índice sobre mis labios, su sonrisa cambió a una siniestra.

—No busques que me enoje o terminarás rogando por mi perdón.

Mi boca se abrió por la impresión.

En un futuro, Ochako encontró varias formas, una más cruel que la otra. No sabía que regaños que no se basasen en golpes e insultos podían doler mucho más.

—Lo siento —dije cuando alejó su dedo—. Fui un imprudente, creí que lo iba a lograr, pero no logré llegar a tiempo.
El agua corría por mi cara, mi ropa me incomodaba, pero el sol iba a secarme con facilidad.

—¿Prometes no volver a realizar ningún acto que comprometa tu vida?

—No prometo nada —no iba a romper una promesa, lo mejor era no prometer.

—Izuku —frunció el ceño molesta.

—Por ti entraría a un maldito automóvil en llamas —dije con honestidad—. No puedo prometer no arriesgar mi vida para salvar a las personas que aprecio. Llámame loco y suicida, que no valoro mi vida.

Ochako bajó su mirada.

—No puedo cambiar eso.

Ella me abrazó con fuerza y susurró—: solo piensa en un plan antes de hacerlo, no seas demasiado impulsivo, por favor.

Le devolví el abrazo y besé su cabeza, no iba a responder con una mentira.

—Aunque, sí sirvió de algo, Shoto se internará —dije intentando animar el ambiente.

Ochako se separó un poco y sonrió.

—No diré nada al respecto —respondió—. Traje otra pistola y esos pequeños globos para echarles agua.

No supe qué responder.

—Nadar en una piscina e ir a la playa no es la única forma de divertirse con el agua —sonrió levantando la pistola—. Es verano, hace calor y tienes un gran patio, ¿por qué no jugar?

Jugar con pistolas de agua y “bombas” de agua.

Ochako es la chica perfecta.

—Iré por un tarro —respondí con una gran sonrisa.

El 18 de enero del año 2019 fue el segundo mejor día de verano de mi vida, uno más importante surgiría un 3 de enero de un año muy lejano.

En ese verano la conocí y supe que la protegería por el resto de mi vida, pero ese suceso ocurre en otro capítulo de mi vida.

Llenamos los globitos y la pistola con el agua de la manguera; mientras los atábamos solo charlábamos de cualquier cosa alejada de lo usual.

Una vez terminado comenzamos la guerra…

Los globos estallaban con facilidad sobre nuestros cuerpos, a veces lográbamos esquivar nuestros ataques, pero en su mayoría caían sobre nuestros cuerpos.

Cuando se acabaron las bombas y el agua de la pistola de Ochako, empecé a perseguirla por todo el patio arrojándole todas las que me quedaban.

Solo podíamos reír sin parar, pero las cosas cambiaron cuando Ochako se acercó a la manguera y la encendió.

—Ochako, por favor, no hagas lo que está pasando por tu cabeza.

Sonrió de lado a lado y me empapó por completo.

Mi ropa pesaba demasiado, la sudadera era insoportable, pero no podía evitar reír.

Una parte de mi gritaba no lo hagas, pero decidí sacarme la sudadera, el peso extra era demasiado. La arrojé al suelo, Ochako parecía sorprendida al ver lo que hacía, pero no me importaba que ella las viera.

Me senté en el césped con los ojos cerrados, solté un suspiro y me recosté sobre éste.

Tragué nervioso por lo que iba a hacer. Di con mi mano pequeños palmazos en el suelo para que Ochako se sentase a mi lado.

No quise abrir los ojos para verla, pero escuché como se sentaba a mi lado. Me armé de valor y los abrí.

El cielo se veía más hermoso que nunca.

—Yo pensaba que sería más difícil tener mis brazos expuestos a tu lado, pero no. Creo que confío demasiado en ti… aunque debo admitir que temo ver la expresión de tu rostro.

Ella no respondió nada, no quería ver una mirada triste de parte de Ochako; escuché como se acostaba a mi lado.

Con valor ladeé mi cabeza para ver su cara, temía qué emoción vería en sus ojos acaramelados.

El cielo azul fue reemplazado por una hermosa sonrisa y unos ojos alegres.

—Gracias por confiar tanto en mi, en serio lo valoro demasiado.

La dulce voz de Ochako comenzó a entonar una hermosa canción que hace años no escuchaba.

Una sonrisa se formó en mi rostro y me dejé llevar a su lado, sabía que no era tan bueno como ella, pero no era una mala idea cantar al lado de Ochako.

Ambos cantábamos al unísono, era extraño, pero cálido, ¿así se siente cuando cantas junto con la persona que amas?

—Tu voz es hermosa, estoy segura de que serías un gran cantante.

—Lo dudo, me quedaría callado.
Una dura realidad, el pánico escénico no me ayudaría mucho.

—Puedes cantar todo lo que quieras a mi lado, estaría encantada de escucharte todo el tiempo.

Por la vergüenza ladeé mi cabeza al otro lado, no podía verla a la cara, me hacía sentir más expuesto de lo que estaba.

Comencé a cantar la primera canción de amor que vino a mi mente.

Ochako sostuvo mi mano y cruzó nuestros dedos, estaba seguro de que pronto me iba a dar un infarto.

No sé en qué punto ambos nos quedamos dormidos, pero el resultado no fue muy bueno.


17:30 pm


—Chicos, despierten —dijo una voz muy conocida a lo lejos, sonaba preocupada.

—¿Señor? —dijo la voz de Ochako, podía escucharla medio dormida.

—Unos minutos más —dije para luego acurrucarme en el césped.

—Izuku, despierta, en verdad es demasiado importante.

—Mi rostro arde —dijo Ochako extrañada.

—Los dos están rojos por el sol…

—¡No! —exclamó Ochako asustada.

Abrí los ojos y lo primero que topé fue un rostro rojo a causa del sol, pobre Ochako.

Cuando hice una mueca todo mi rostro dolió, maldición, me había quemado.

Ambos fuimos a la sala de estar, Toshinori trajo crema para que nos untáramos en las zonas afectadas, por una vez que me saco la sudadera al aire libre y termino en este horrible estado.

—Están locos, ¿quieren sufrir una insolación?

—Lo sentimos —dijo Ochako sin dejar pasar la crema por sus mejillas, podía ver el claro alivio en su mirada.

—Nos quedamos dormidos por accidente —dije mientras pasaba la crema por mis brazos—. No esperábamos terminar durmiendo.

—Me duele pestañear… —susurró Ochako.

—A mi también —me quejé—. Jamás me había quemado tanto.

—Para la próxima no se duerman en el exterior de esa forma, en especial a esa hora y estación —señaló Toshinori, sonaba muy severo—. Es demasiado peligroso.

Ambos asentimos varias veces.

Aunque, era hora de volver a la realidad.

—¿Alguna noticia de Tokoyami?

Tenía miedo de escuchar una respuesta negativa.

—Puedes estar tranquilo, está estable.
Sentí un gran alivio por ello, Tokoyami estaba “bien”.

—A él le dispararon —le dije a Ochako al ver su expresión confusa—. Él salvó a Shoto, fue muy extraño, ¿por qué ese traficante le disparó a Shoto?

Toshinori y Ochako me miraron fijamente.

—¿Tal vez para silenciarlo? —señaló Ochako.

—No sería muy inteligente matar a un comprador millonario…

Todo era demasiado raro, pero estaba seguro de que sobrepensar las cosas solo me llevaría a nada.

—Pueden estar tranquilos, no volveré a hacer esa locura —solo señalaré esa, puede que haga otra a futuro.

Los dos no dijeron nada, sabían en el fondo que era capaz de repetir la acción para salvar a una persona.

—¿Necesitas una sudadera? —preguntó el mayor con curiosidad.

Cierto, estoy sin ella, pero estaba en mi casa con dos de las personas más importantes de mi vida.

—Estoy en mi hogar —dije con una gran sonrisa mirándolos.

Sí, porque ellos dos son mi hogar.

No vi venir que ambos sonreirían tan felices, no estaba seguro, pero creo que Toshinori tenía los ojos llorosos.

En esos instantes, no sabía si ellos habían comprendido que en realidad no me refería a esta casa.

—Auch —se quejó Ochako—. En serio duele sonreír.

Solté una risa, pero se esfumó por el dolor.

—Pediré hamburguesas con patatas para cenar —dijo Toshinori, miró a Ochako—. Si quieres también puedes cenar Ochako, pero ya sabes que…

—Debo preguntarle a mis padres —continuó Ochako.

Regla sagrada de Toshinori, siempre avisar y preguntar a los padres.

Una vez explicó que sus eran severos con el tema horarios, se le quedó tan marcado que es algo que no puede sacar de él y además, no desea que algunos padres mueran de un infarto.

Ochako decía que a sus padres no les importaba si era en nuestra casa, pero Toshinori era Toshinori.

Como era de esperar los Sres. Uraraka aceptaron.

Otra regla muy importante es: nada de puertas cerradas si es en mi dormitorio, nunca vamos allí, pero reglas son reglas.

—Vayamos al estudio —le dije a Ochako—. Quiero que veas lo último que hice.

¿Desde cuándo se volvió tan fácil mostrarle mis pinturas a Ochako?

—¡Claro!

A ella le encantaba verlas, si eso la hace feliz, ¿por qué no hacerlo?

Al llegar, le mostré varias camelias que había pintado con acuarela.

—Estoy practicando más mi acuarela.

—Son hermosas, dame un poco de tu talento —pidió Ochako con una sonrisa.

Me sonrojé, dudaba que se notara por mi rostro quemado, algo bueno que puedo sacar del asunto.

—Tengo una idea loca, nunca lo he hecho con nadie —dije un tanto nervioso—, yo… ¿puedo hacer un retrato tuyo?

Ella me miró extrañada.

—Sé que te he pintado, pero nunca a sido en persona, ya sabes, pintarte contigo presente… —me puse nervioso y comencé a explicarle demasiado rápido, algunas palabras eran inentendibles.

Una cosa era pintar lo que pasaba por mi mente y otra muy distinta era retratar a una persona en vivo y directo.

—Claro que puedes, pero debe ser cuando no parezca un tomate.

Solté un suspiro aliviado por su respuesta.

—Es una promesa —dijo levantando su meñique.

—Una promesa —afirmé cerrando aquella con mi meñique y el suyo.

Miré mi muñeca y recordé la promesa que tuve con Shoto.

—Le conté todo sobre mi pasado a Shoto, no le importó… se sintió bien no ser juzgado por él —dije mientras acariciaba mi muñeca—. Decidí ser totalmente honesto, él siempre lo a sido y creí que de alguna forma eso le daría un impulso para que se internara, al parecer sirvió.

Miré la pintura fijamente, todo era complicado.

—¿Crees que soy idiota al ayudar a Shoto? ¿Soy tonto o inocente? ¿Estoy haciendo lo correcto? —dije con rapidez, quiero su opinión.

—Creo que eres una excelente persona —respondió al instante—. Tal vez Shoto no es el tipo de persona favorita ante los ojos de la sociedad. Estoy segura de que los padres no quieren que un chico como él sea amigo de sus hijos.

Era una realidad, la sociedad repudia incluso a quienes están rehabilitados, toda tu vida tendrás el apellido drogadicto…

—Shoto es un buen chico, no a dañado a nadie, ¿por qué no darle una oportunidad?

La miré cuando dijo esas palabras.

—Él me agrada, tal vez no sé su pasado o sobre su familia, qué le llevó a terminar siendo drogadicto, pero yo conocí a ese chico que le gustan los superhéroes y videojuegos, un chico normal, un tanto reservado, pero divertido. Además, es tu amigo y llegaste tan lejos por él, dudo que hayas ayudado a una mala persona.

—Eres sorprendente.

Ella sonrió y dijo—: todos merecemos una mano amiga y viendo que quiere cambiar, ¿por qué no ser ese soporte?

—¿Tu lo vas a ayudar?

—Es mi maestro de francés, debo ayudarlo.

Solté una carcajada, una dolorosa, pero no podía evitarlo.

—Quiero que los tres sigamos divirtiéndonos, ya sea viendo una película o girando en un parque.

Asentí varias veces, me alegraba de no ser el único.

—También, estoy agradecida con él.

—¿Agradecida?

—Por todo lo que te a ayudado, no sé cuánto tienen en común, pero sí sé que él puede ayudarte con cosas que nunca comprenderé. Estás sin tu sudadera y no tuviste miedo de decirle que eres un pintor, también le hablaste sobre tu pasado…

No iba a negar gran parte de lo que dijo, un amigo como él me ayudó bastante, pero sí estaba equivocada en algo.

—Ustedes me dieron la fuerza para decirle todo —una realidad—. Y sí, se siente bien tener un amigo con quien hablar de otros temas de los que tal vez ustedes no puedan “comprenderme”, pero no necesito un amigo igual a mi para seguir adelante.

Shoto y yo somos distintos, pero parecidos, creo que si fuésemos iguales terminaríamos deprimidos en la vida.

—Cada pequeño aspecto tuyo me ayuda, me gusta Ochako Uraraka, una persona fuerte y alegre que no comparte mis mismas experiencias y eso me gusta. Me encanta que mi mejor amiga sea producto de una relación sana y con padres amorosos, necesito a mi lado a una persona que me muestre más luz que oscuridad. Me has ayudado más de lo que crees.

—Me alegro de haberte conocido, siempre aprendo más a tu lado.

No sabía qué demonios decirle, quería ocultarme por la vergüenza.

—¡Chicos, llegó la comida! —exclamó Toshinori desde el comedor.

Toshinori, gracias por ser inoportuno…

20:00 pm


Me despedí de Ochako, sus padres nos habían mirado extrañados, lo normal si ves a tu hija con el bronceado de un tomate.

—¿Cómo está Hitoshi? —le pregunté a Toshinori, su teléfono estaba apagado.

—Bien, supongo, es complicado… —respondió Toshinori, al parecer sabía más, pero estaba consciente de que él no iba a decir nada—. No es nada grave, pero las personas necesitamos desconectarnos y para Hitoshi todo el tema lo saturó.

—¿Lo regañaron?

Eso era lo más importante.

—No, en absoluto, pero a sido muy duro todo el tema para Shota.

Cierto, todo el tema de las fiestas y eso…

—Comprendo… ser un padre responsable suena complejo —dije mirando fijamente los ojos azulados—. Solo espero que no terminen las cosas mal para nadie.

—Puedes estar tranquilo, no pasará nada malo.

Sonreí, deseaba de todo corazón que aquellas palabras fuesen reales y que Hitoshi estuviese bien, porque por lo que puedo ver, hay algo más que ocultan ellos, un secreto que jamás descubriré, pero que de alguna forma los afecta.

Suerte Hitoshi…

Continuará...

Nota

Espero que les haya gustado el capítulo, bien diabético y con un poco de comedia para alivianar el drama.

Izuku cantando con Ochako es todo lo que está bien.

Ochako apoyando a Shoto, son futuros besties, todos lo sabemos. 😊

La canción del opening

En fin, capítulo soft antes de las lágrimas que yo derramé en el siguiente capítulo.

El 38 se vienen cositas uwu

#UnfinalfelizparaIzuku

#Izuochadebesercanon

#IzukuyOchakosonunossoles

#Ochakosemereceelcielo

#Ochako,IzukuyShotobesties

Palabras: 3120

Publicado: 22/06/2024

Nos vemos el 29 de junio, hasta la próxima 🦄💖🦋

Capítulo 38: Destapando la verdad.

Pd. Capitulazo el de hoy de bnha, lloré con el golpe final y su banda sonora. No diré más porque no sé si se spoilearian(?






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro