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L.2 Capítulo 31

Hitoshi Aizawa

05/01/2019

Otra fiesta tortuosa, con el mismo ritmo de música que odio, con el aroma asqueroso a tabaco.

Odiaba el ambiente, nunca me sentiré cómodo en fiestas de este estilo, más allá de que en este lugar no tengo amigos, pero ahora algo surrealista ocurría.

Estoy sentado con Fumikage hablando, el mismo ambiente que odio, pero charlando con un conocido.

Si bien lo perdoné, no confío en él, una cosa es perdonar y otra muy distinta es olvidar. Quien olvida termina repitiendo los mismos errores y confiar en alguien ciegamente puede arruinarte.

La amistad es un arma de doble filo.

-Me desvelé leyendo el libro y... -no se veía muy feliz-. No somos como la Crónica de una muerte anunciada.

Sonreí al escucharlo, en el fondo, más allá de su respuesta, me alegro de que lo leyese.

-Mi papá estará orgulloso al saber que un alumno suyo leyó un libro en una noche -cambié el tema, terminaríamos en una discusión sinfín, él no iba a cambiar de parecer-. A menos que sea un día antes del examen o un proyecto. Él se dará cuenta con o sin pruebas.

-¿En serio? -dijo un tanto nervioso- ¿es demasiado difícil?

-Sí, lo es, en especial desde que comenzó a trabajar en Yuuei -sentía un mal gusto en la boca al decir eso.

Estaba feliz por papá, pero la soledad aumentó cuando él comenzó a trabajar más.

-No pareces muy feliz -dijo extrañado, maldición, se notó.

-Es cosa del pasado, pero ahora tengo a Emi y Eri -dije, es difícil acostumbrarme a decirle mamá a Emi.

-Te seré honesto, es raro escucharte decir "mamá" a una persona.

-Lo hago por Eri, ella quiere que seamos una familia como tal -dije un tanto divertido-. Ella ve a papá como su padre, nunca tuvo uno, para ella es más fácil al ser una niña. Aunque Emi dijo que sí me ve como su hijo, de alguna forma eso me hace sentir bien.

-En verdad me alegro -dijo Fumikage-, eres la única persona que puede comprender que es ser un hijo adoptado.

Abrí los ojos sorprendido, nunca hablamos sobre ese tema cuando éramos niños, no es algo que hablas en los recreos o en las reuniones.

-A veces no sé si es una bendición o maldición no recordar mi pasado, solo recuerdo del minuto uno en el que conocí a mis papás actuales -dijo con una mirada perdida-, ¿tu los recuerdas? ¿Recuerdas a tu antigua familia?

Responder tal pregunta era una confianza que no podía permitir.

-Es un secreto que me llevaré a la tumba -dije sin más-, aunque si sé que no tenía padre, tal vez por eso fue sencillo ver a mi papá actual como el verdadero.

Me miró sorprendido y dijo-: yo tampoco tenía papá, pero la mujer que me dio a luz tampoco fue una buena madre, así que tal vez por eso es más sencillo aceptarlo.

-Lamento aquello -era una verdad, mi madre no era mala y mi tío era una gran persona que estaba metido en esa mierda.

-No la recuerdo, así que no importa -dijo mirando al frente-, también tengo un hermano mayor.

Eso si fue una sorpresa.

-Es la mejor persona que conozco, desearía ser tan genial y fuerte como él -continuó, su voz sonaba entre feliz y triste.

No entendía por qué hablaba de esas cosas que pueden considerarse personales, pero preferí dejarlo hablar.

-Él estaría decepcionado por las cosas que hago -su voz se escuchaba cada vez más deprimida.

-Entonces no lo hagas -dije sin pensarlo dos veces-, es la única forma o busca la ayuda de un adulto.

Él me observó y sonrió con amargura, eso significaba un no.

-Hacen las cosas más complicadas de lo que son -sonreí-, no porque vayas a Yuuei Shoto volverá a la normalidad, es un sueño utópico.

-Tu también ves a Yuuei como una ruta de escape, ¿cierto? -contratacó, su mirada rubí me veía fijamente.

-Sí, pero lo mío es un reinicio, conoceré nuevas personas que no estarán idolatrando a Neito -respondí con una sonrisa-. Yuuei es un lugar donde hay una variedad de personas igual de talentosas, con un ego propio, ¿crees que alguien le besará los zapatos a Neito por ser rico y pintar bien?

Su mirada estaba perdida al escuchar mi respuesta.

-Mi vida no es una ruleta rusa, yo no arriesgo mi vida, no me drogo -continué-, el pago fue la soledad, pero qué más da, viviré y no llorará mi familia porque su hijo, hermano y nieto falleció.

Fumikage mordía su labio, no le gustaba que le arrojara un poco de realidad, pero tal vez de esa forma recapacite o reflexione.

-Seré honesto, no quiero que Shoto termine con una sobredosis -no es bonito ver un cadáver-. Y no quiero que tu lo veas, porque terminarás recordando día y noche el rostro de esa persona que querías, tal vez en un estado pálido y un aroma repugnante.

La mirada de Fumikage se veía aterrada, de seguro parecía un loco.

-Un niño en el orfanato vio como su tío murió por una sobredosis, no alcanzó el teléfono para llamar a la ambulancia o la policía -era una verdad a medias-, estuvo un tiempo con el cadáver de la persona que quería, una imagen tan triste y horrible.

Veía la respiración de Fumikage acelerarse.

-Huyó de la casa, terminó viviendo en la calle por un tiempo... un año para ser exactos...

-Yo... ¿es mentira? -preguntó nervioso-, no...

-No lo sé, es lo que ese niño me dijo... -sonreí de oreja a oreja-. Tienes la opción en tus manos Fumikage, el niño no pudo hacer nada.

-Puedes ser cruel, ¿lo sabías?

-Lo sé, pero quiero creer que si soy más crudo te ayude a pensar en el ahora.

Su mirada se veía apagada y dijo-: en realidad puede que sí.

Tic tac, tic tac, tic tac, disparo...

Sonreí y dije-: si te sirve, el niño ahora tiene padres, un hermano y vive en una casa bonita. Es feliz bastante feliz.

-Me alegro, deseo conocerlo algún día -su sonrisa se veía genuina, debo reconocer que es un poco gracioso saber que está hablando en estos instantes con esa persona.

-¿Tienes otro libro interesante para leer? -cambió el tema.

-En realidad me dedico a los videojuegos -dije con una pequeña sonrisa.

Él me miró extrañado, obviamente, jugar es lo más normal del mundo.

-Existen distintas adicciones -respondí con una sonrisa amarga-, hablas con un adicto en rehabilitación.

Fumikage soltó una carcajada, de seguro pensaba que estaba bromeando.

-No estoy bromeando, el día en que comencé a jugar en línea fue cuando terminé adicto -sonreí y continué-, es gracioso que mejoré en mis estudios en esa época.

-¿Por qué?

-Papá no tenía excusa para quitarme nada -reí-. Ser ejemplar da beneficios. Luego apareció Emi, me dijo que iba a ser mi maestra nueva, porque pintaba demasiado amargado y Eri quiere jugar todo el tiempo.

-Te salvaron -respondió Fumikage con una sonrisa.

-Sí, pero sigo estando en el top -dije orgulloso.

-¿Top?

-Soy campeón de muchas competencias -respondí sin más, la adicción sirvió de algo.

-Eso es genial. Algún día deberíamos jugar -dijo, ahora sonaba emocionado.

-Claro, será un placer -sonreí al decir eso, es extraña la idea de jugar con un conocido.

Continuamos charlando sobre videojuegos como dos amigos normales, sin preocupaciones que nos molesten.

En algún punto llegamos a ese lado que teníamos en común, pero éramos muy distintos.

El arte.

-¿A qué edad comenzaste a dibujar caricaturas? -preguntó curioso.

-En mi primera navidad con mi familia adoptiva, sabía que aquel hombre mayor que se presentó como mi abuelo era director y dueño de una escuela, pero ni idea que era una de arte y mucho menos que papá también era tan impresionante.

Me observaba fijamente, se veía intrigado, de alguna forma era divertido.

-El tío Hizashi trajo lápices y creo que una croquera -sonreí al recordar la mirada del abuelo-, les gustó cómo dibujaba. Mi abuelo hizo unas caricaturas de perritos, yo lo imité con gatos y bueno, ahora esa es una de mis mayores pasiones.

-Debe ser genial ser adoptado por alguien que tiene la misma pasión -respondió con una sonrisa-. Nadie de mi familia dibuja, son más de números y teoría.

-Sí, con papá tenemos muchas cosas en común, no solo el arte. Sé que es una palabra cliché, pero él es mi héroe -dije al recordar cuando me llevó a la comisaría y decidió adoptarme-. No todos adoptan hijos tan jóvenes.

-Cierto...

-¿Y tu? ¿Cuándo inició todo?

-Desde que aprendí a sostener un lápiz -respondió con una sonrisa nostálgica-. Mi hermano mayor dijo que siempre le hacía dibujos con los crayones que me regalaba mientras el tocaba el violín...

-¿Toca el violín? -pregunté ahora yo intrigado.

Ahora la postura de Fumikage parecía orgullosa, sonreía demasiado-: es violinista profesional, no sé si lo conozcas, pero es sorprendente.

Sacó su teléfono del bolsillo, buscó algo y me lo entregó para que lo viese.

Quedé boquiabierto, era una selfie de él con el violinista Hawks, no parecía ser una pedida a un famoso, era demasiado casual.

-Tu hermano está en una banda de rock... -dije aún sin creerlo.

Recordé la historia de ese cantante, no era un secreto la vida de él, muchos decían que era el ejemplo de superación, como siempre la sociedad romantizando una vida difícil que no debería haber ocurrido si el sistema funcionara como corresponde.

Un momento, ahora que lo recuerdo, la madre de Hawks, ¿no era delincuente?

¿Puede que sean hermanos de padre?

-Él es mi ídolo -dijo Fumikage con una sonrisa de oreja a oreja-. Si no fuese por él, yo no estaría sentado contigo.

Lo miré extrañado por lo dicho, no entendía sus palabras.

-Tal vez estaría muerto...

-No comprendo -solté extrañado, no entendía muy bien eso último.

--No importa, es del pasado que no recuerdo -respondió observando sus manos.

-Me alegro que no lo recuerdes -dije sin más-. Tómalo como una bendición, tienes padres buenos y un hermano, ¿qué mejor que formar nuevos recuerdos?

-Sí -dijo con una sonrisa-. Se me había olvidado lo sencillo que es hablar contigo.

-¿En serio? -dije sorprendido, no creo ser una persona fácil de hablar.

-Lo eres -soltó un suspiro y continuó-: siempre pensé que eras un niño muy maduro, a veces parecías el adulto razonable del grupo y ni siquiera eras el mayor.

Sonreí y levanté mi ceja-: algo en mi cambió el día en que caí del árbol.

-¿Árbol?

-¿Recuerdas cuando escalamos un árbol y caí? -pregunté, al ver que él asintió, continué-. Papá se preocupó demasiado, fue la primera vez que vi esa expresión dirigida hacia mi, por lo tanto, quise cambiar en esos aspectos.

-Interesante, jamás pensé que un suceso como ese podría cambiar tu forma de ser.

-Creo que todos tenemos ese punto de quiebre que nos hace cambiar, el mío fue por un árbol -dije sin más.

-Esa es una forma curiosa de ver la vida, ¿cuál será el mío? -dijo colocando su mano en la barbilla-. Espero que no sea tan violento como el tuyo.

No quise responder, pero de mi boca quería salir: "eso espero"

-¿Sabes algo de Shoto? -pregunté un tanto preocupado, reconozco que me tiene más tranquilo saber que está bajo la mirada de Fumikage, pero eso no deben saberlo.

-Mierda -susurró Fumikage para luego levantarse con rapidez, pero antes de salir, apareció Neito, se veía un tanto extraño.

Un poco molesto, hace mucho que no lo veía de esa forma.

-¿Por qué esa cara? -dije por accidente, maldita curiosidad que apareces de golpe, pero esa expresión me hacía querer preguntarle.

-Izuku se fue de la fiesta -dijo con dramatismo-. Si hubieses visto su mirada, fue muy divertido.

La preocupación surgió de inmediato, me levanté y me acerqué a él.

-¿Qué mierda le hiciste? -pregunté furioso, odiaba cuando se aprovechaba de las personas buenas.

-Nada, en realidad no es para nada un chico enclenque como creí -respondió con honestidad-. Así que puedes estar tranquilo, ese chico no se fue llorando.

Solté un suspiro aliviado, lo que menos deseaba era que se sintiera mal.

-Tu sabes mucho de él -dijo Neito con una sonrisa- ¿por qué?

-Mi papá es amigo del suyo, supongo que es natural conocerlo -respondí con obviedad.

-Tu preocupación me dice que hay más en él.

-Supongo que es natural preocuparse por un conocido -dije de inmediato, no entendía los motivos de sus palabras, pero con Neito nunca debes bajar la guardia.

-Como tu digas -respondió con una falsa inocencia, luego miró a Fumikage-. Algo interesante que ocurrió, Shoto se fue de la fiesta en todos sus sentidos, eso me dejó perplejo.

Ahora podía ver esa pizca de molestia en su mirada.

-¿Se fue? -la cara de Fumikage era de sorpresa-, ¿cómo demonios se fue?

Ver la mirada de preocupación de Fumikage me sorprendió.

-Se fue con Izuku, son muy tiernos los dos -veía malicia en su mirada.

-Neito, ni se te ocurra decir lo que está pasando por tu cabeza.

-Tal vez Shoto juega para la otra dirección.

-Creo que este es uno de los comentarios más estúpidos que has dicho -dije con una gran molestia-. Me importan poco sus gustos, pero no inventes rumores de ese estilo, es demasiado bajo, incluso para ti.

Ese rumor puede generar demasiados problemas, no quiero ni pensar lo que puede provocar en las vidas de ellos dos.

-Eres tan aburrido viejo amigo -odiaba que me nombrara de esa forma, dirigió su mirada a Fumikage-. Lo importante es que te están robando a tu dueño, has algo Fumika...

Fumikage le dio un puñetazo en la cara, la expresión de dolor en la cara de Neito fue algo que deseaba grabar.

-Para la próxima te partiré un diente -amenazó Fumikage, su tono de voz me causó escalofríos.

Fumikage daba miedo.

-Esto es un aviso, no me provoques más -dijo con el ceño fruncido, su mirada carmesí intimidaba-. Úsalo de chantaje si quieres, es tu palabra contra la mía. Además, Hitoshi vio que te tropezaste.

-Neito, deberías mirar el suelo antes de caminar -dije con una sonrisa ladina, se sentía tan bien verlo recibir un castigo.

-Hijo de puta -dijo en voz baja.

-Es tu palabra en contra de las de nosotros -repetí con alegría, en serio esto se siente muy bien.

Ambos nos fuimos del lugar, se sentía satisfactorio presenciar lo ocurrido.

-No sabía que eras tan fuerte y que podías dar puñetazos, ¿dónde aprendiste?

-Por ahí -dijo con una sonrisa, se notaba que estaba feliz.

-Eso suena demasiado misterioso, pero lo importante es que le diste su merecido a Neito.

-Se sintió bien al fin golpearlo, todo este tiempo me detenía Shoto -dijo ahora con un tono más serio.

-Aunque me duela decir esto, él hacía lo correcto, pero al menos una vez puedes darte ese gusto -respondí, la violencia física no es la solución para todo, aunque Neito se la merece todo el tiempo.

-Tienes razón, pero creo que todos los que conocemos como es esa rata les habría gustado verlo.

Era extraño verlo actuar de esa forma, tan furioso y sin medirse.

-Solo estoy cansado de ser considerado como su perro, ¿qué hay de malo seguir a un amigo para que no se lastime? -sonaba agotado.

-No creo que seas un perro, eres un buen amigo que está dando demasiado de sí mismo -respondí, se notaba desde lejos que él aportaba más en esa amistad que Shoto.

-Gracias, creo que de los chicos eres el único que no me ve de esa forma.

-Yo veo a una persona que es demasiado buena que no merece meterse en líos que puede evitar -solté un suspiro.

-Tienes una imagen demasiado optimista de mi persona -su voz era fría-. Puedo ser bastante peligroso, podría haber dejado sin dientes a Neito.

-Te creo, intimidas un poco, pero no le diste una paliza, eso es bueno.

-Dudo que lleguemos al mismo punto, mejor cambiemos de tema.

-¿Planeas estudiar algo más luego de salir de Yuuei? -preguntó nuevamente con curiosidad.

¿Estudiar algo más?, sabía que muchos decidían sacar también un título, no es como si las oportunidades lloviesen tan fácil.

-Ni idea, pero tengo tres años para decidir arrojarme y ser solo un artista o estudiar algo convencional -respondí, no me considero una persona que le dificultan los estudios, en realidad tengo fe que podría ingresar a la universidad.

-Yo tal vez estudie la misma carrera de papá -eso me sorprendió bastante-. Así luego trabajo en su empresa y me dedico al arte también.

Abrí y cerré los ojos varias veces, no me vi venir aquello, pero es algo demasiado astuto de su parte.

-Eso es muy inteligente de tu parte, pero ¿no es muy alejado a lo que amas? ¿Acaso tus padres?

-Mis papás dijeron que no es necesario, pero es una empresa familiar y soy hijo único -dijo con seriedad-. Tarde o temprano será mía, mis bisabuelos, abuelo y mi papá se esforzaron para que llegase al punto que está. No voy dejarla a cargo de otra persona y si lo haré quiero saber como funciona todo.

Jamás imaginé que Fumikage podría sonar tan ¿serio?, siempre pensé que sería un pintor y nada más.

-De alguna forma me sentiría orgulloso de seguir con el legado -sonaba tan emocionado que llegaba a ser surrealista-. Lo decidí hace poco, mi papá lloró, me sentí feliz de hacerlo sentir orgulloso de nuevo.

Lo último de alguna forma me dolió, no sabía como es su situación actual con sus padres.

-Piensan que consumo drogas o estoy relacionado en algo peligroso -dijo con amargura-. Desearía que ellos estén equivocados y son los típicos padres locos.

-Lamento lo ocurrido...

-Es mejor que crean que yo lo soy a que los padres de Shoto lo sepan...

-Eso es demasiado estúpido -respondí al instante-. Shoto es más cruel de lo que pensaba, sabía que era un egoísta, pero creo que ahora cayó más bajo.

Él me observó fijamente.

-No diré que eres un idiota por ser buena persona, pero él es un imbécil por utilizar a una persona como tu -dije con desagrado-. Y si lo tuviera al frente mío se lo diría en la cara, no soy del tipo cobarde.

Fumikage se quedó callado, su silencio no me agradaba.

-Intento comprender de lejos todo, en especial a ti y a Momo. De alguna forma me estresan al ver que confían tanto en él -solté sin querer-. En mi cabeza no cabe la idea de que por una amistad tengas que soportar tanto... ¿por qué confían en un tipo que tiene una clara adicción? ¿Por qué confían en alguien que promete, pero es obvio que no cumplirá?

Fumikage me observó un tanto extrañado.

-Ellos siempre dicen que cambiarán, te hacen creer que tu eres importante para él con sus lindas palabras -continué-. Le dicen a la chica cambiaré mientras ella llora sin parar, luego le cree a sus falsas promesas. Al final el bastardo dura una semana sin consumirla y vuelve hacerlo. Te manda mensajes confusos, donde él te dice que no debes hacer lo que yo hago, pero luego lo hacen cuando estás en la puta escuela o cuando estás durmiendo, pero su cara es un claro "estoy drogado".

"Cállate de una vez por todas, estás hablando demasiado"

-Me estresa ver a las personas que les creen cuando es obvio que seguirán siendo la misma mierda.

Ring, ring...

-Hablas como si supieras demasiado -sonaba un tanto confundido y a la vez molesto-. ¿Acaso lo sacaste de uno de los libros o de una película?

Pestañeé varias veces, había hablado más de la cuenta, más de lo que alguna vez dije, mierda.

¿Es normal que mi respiración esté más acelerada de lo usual?

No me siento bien, jamás me había pasado algo como esto, debo calmarme, papá no debe verme así, él no debe descubrir la verdad.

No debe saber que recuerdo todo lo que vi, yo estoy bien, jamás vi ese cadáver, no recuerdo como agonizaba.

Ring, ring, ring, ring, ring...

Comencé a correr, ¿a dónde? Ni idea, solo quería huir lejos de todo, lejos de la maldita realidad, quiero volver a la época donde nadie consumía esa basura.

Quiero volver a esa época donde solo yo sabía cuánto dolía creerle a una persona que jamás cambiaría.

Tengo miedo.

Me encerré en el baño, solté un suspiro y fui hacia el lavamanos.

Observé el espejo y quise vomitar, era el cadáver de mi tío...

-¡Mierda! -exclamé asustado.

Tarde o temprano los traumas no resueltos golpean a la puerta.

La puerta se abrió de golpe y pude ver a mi tío.

-¿Por qué no llamaste a la ambulancia?

Cerré los ojos, él no estaba vivo y los fantasmas no existen.

Ring, ring, ring...

Pero sí los fantasmas del pasado.

-¿Hitoshi?

Abrí los ojos y vi a Fumikage en la puerta, se veía preocupado.

-¿Qué ocurre?

-Nada -dije de inmediato-. Estoy excelente.

-Algo te pasa, no es normal salir corriendo de golpe y gritarle a la nada.

-Estoy bien.

Si se repite varias veces se hará realidad, ¿creo?

-¿Te molestó lo que dije? -preguntó preocupado.

-¿Qué?, claro que no, ¿por qué me afectaría si lo que dices es verdad? -respondí con una sonrisa-. Lo vi en un puto documental, te lo recomiendo.

Fumikage frunció el ceño, iba a decir algo, pero bajó su mirada y miró mis manos.

-No te creo, ¿qué ocurre? -preguntó de nuevo, sus ojos carmesí me observaban fijamente a los ojos.

-Nada. Además, no es como si fueras mi amigo para decirte mis problemas -era verdad la confianza es algo que no voy a depositar con tal facilidad, menos en él.

-Tal vez, pero te ves demasiado mal y no quiero que te pase algo malo.

-¿Ahora te preocupas por mi? -reí por sus palabras-. Podría haber sido antes, cuando estaba solo en la escuela y en estas repugnantes fiestas.

Fumikage parecía querer decir algo, pero lo interrumpí.

-Ya sé, ahora que Shoto tiene otro amigo buscas a otra persona como reemplazo -sonreí con malicia, si bien no lo creía de esa forma me dejara de molestar.

Sin esperar respuesta salí del baño, agarré el teléfono y llamé a papá para que me viniera a buscar.

Deseaba irme.

Papá me miró extrañado cuando subí al vehículo, no quería hablar solo deseaba encerrarme en mi dormitorio y jugar.

Al llegar a la casa fui directo a mi dormitorio, cerré la puerta y encendí la computadora. Me coloqué los audífonos y puse el juego.

-Hola muchachos -dije mientras comenzamos una partida.

Hace mucho que no jugaba a esta hora.

Las horas pasaron y pasaron, me importaba poco si venían a regañarme o algo por el estilo.

No me importaba nada, solo quería olvidar la fiesta y esa imagen. Temía tener pesadillas, si no dormía, no existirían.


06/01/2019

05:30 am

Estaba tranquilamente sentado en un sofá felpudo, no era muy bonito, pero sí bastante cómodo.

Las paredes de la habitación eran de un blanco sucio, podía verse un par de grietas en estas.

El suelo era de madera desgastada, no muy bonito y manchado por culpa de la humedad.

No había ventanas, ni cuadros, solo el sofá, cuatro paredes blancas, el techo y piso de madera.

Estaba encerrado en una habitación, miré alrededor en búsqueda de alguna puerta, pero no había nada.

La desesperación comenzó a surgir, cuando intenté levantar una mano salió del sofá y me agarró con fuerza de la muñeca.

Intenté gritar, pero ningún sonido salió por mi boca.

La mano me arrastró con fuerza llevándome al interior del sofá.

Otra vez intenté gritar, pero una mano cubrió mi boca con fuerza. Con la única mano libre intenté sacarla, pero nada.

De golpe aparecí en un callejón sucio, repleto de basura, el olor era repugnante.

Me percaté que las manos ya no estaban, por lo tanto, comencé a correr hacia lo que parecía ser la salida...

Al llegar puse un pie para salir y me topé con un escenario que me provocó escalofrío.

Era mi antigua sala de estar, en el suelo estaba mi tío muerto, estaba repleto de moscas y su cuerpo en estado de descomposición.

El cadáver se levantó con tranquilidad, casi como si estuviese vivo...

-Aléjate...

-Sobrino, ¿por qué me dejaste?

-Tenía miedo.

-Dejaste mi cuerpo abandonado, mira como terminé.

-Aléjate.

Comenzaron a brotar gusanos del suelo que iban en dirección al cadáver.

-Tardaron demasiado en enterrarme...

Dio un paso hacia mi.

Ring, ring, ring...

-Por favor, no te acerques. Te lo suplico.

Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, tenía miedo.

-¿Me odiabas tanto? ¿Por eso dejaste mi cadáver tirado en el frío suelo?

-No...

-Mi propio sobrino me odia, te quiero tanto y tu me dejas tirado.

-¡No te odio! ¡Lo juro!

-Si no me odias, ¿por qué no llamaste a la ambulancia?

-No alcanzaba el teléfono.

-Estabas furioso conmigo, porque te mentía, por eso no llamaste.

-Yo quería, en serio lo deseaba.

Colocó su mano en mi hombro y sonrió, pude apreciar el gusano caer por su boca.

Di un fuerte grito.

Desperté de golpe, mi cara estaba pegada en el teclado, de seguro terminaría roja.

-¿Estás bien? -preguntó Emi preocupada.

-Sí -mentí sin mirarle la cara.

-Puedes decirme lo que quieras, ¿lo sabes? -dijo colocando su mano en mi cabeza.

Claro que no le iba a decir todo, ni siquiera sé cuánto le dijo papá sobre lo que me ocurrió.

-Lo sé, solo me cansé en la fiesta -dije aún sin mirarle a la cara.

-Hitoshi -era su tono de voz que gritaba "no te creo".

-Estoy bien -mentí nuevamente.

-Está bien, pero recuerda que no debes develarte jugando videojuegos.

No respondí nada, quería estar solo en mi mundo.

Emi se fue del dormitorio.

Luego de la pesadilla no dormí de nuevo, me quedé jugando un juego en el teléfono. Lejos de querer retratar en una pintura mis emociones, quería olvidar todo mediante horas frente a una pantalla.

A la hora del desayuno, no salí, no tenía hambre; a la hora del almuerzo tampoco, solo jugaba y nada más.

-Hermano, vayamos a jugar.

-Más tarde -dije sin apartar mi mirada de la pantalla.

No quería hacer nada con nadie.

-¿Estás bien? -preguntó Eri preocupada.

No, no estoy bien, solo deseo estar solo.

-Sí, solo deseo pasar el siguiente nivel y listo.

Otra mentira, pero no deseaba salir de este lugar.

-Hijo, ¿todo bien? -preguntó ahora papá, la persona que menos deseaba ver.

-Sí.

-Apaga el computador, has estado demasiado tiempo jugando.

Tenía que hacerle caso, pero...

-Déjame un rato más.

-No has salido en ningún momento de tu dormitorio.

-Quiero terminar.

-Hitoshi, no has comido nada en todo el día.

-No tengo hambre.

Quiero estar solo.

-Eri quiere jugar.

-Luego jugaré con ella.

-¿Quieres estar una semana sin computador y teléfono? -amenazó.

Dejé el juego y lo miré, hablaba en serio.

-Yo...

-¿Qué te ocurre?, en serio estoy preocupado.

-Nada, ¿por qué no me creen?

-Porque soy tu padre y no es normal que estés saltando tus comidas por jugar en el computador.

-Me gusta el juego, solo eso.

-Hijo, ¿algo ocurrió en la fiesta?

Oh, qué no ocurre en esas fiestas, si tan solo supieras.

Ring, ring, ring...

-En absoluto, lo mismo de siempre.

-Nunca terminas encerrado en tu dormitorio jugando de tal forma -respondió con el ceño fruncido.

-Estoy bien.

-No te creo, jamás rechazas jugar con Eri -su mirada era severa, temía que descubriese algo.

-Yo, solo estoy cansado de todo -desearía haber dicho esas palabras.

-Como no dirás nada, quiero que apagues el computador inmediatamente.

Él hablaba en serio.

Apagué el computador y solté un suspiro, ¿por qué no me deja solo de una vez?

-Iremos a visitar al abuelo, ¿irás?

-No tengo demasiadas ganas.

-Está bien, pero me llevaré esto:

Sacó el cable que conectaba la corriente de todos los aparatos con los que podía jugar.

-Te dejo el teléfono solo para que me contactes, si juegas a algo me daré cuenta al instante.

Intenté no molestarme por lo que dijo, él no se da cuenta de muchas cosas o las prefiere ignorar.

-Adiós Hitoshi -dijo Emi un tanto preocupada.

Sonreí y dije-: adiós mamá.

Papá no parecía muy feliz, pero se despidió.

-Come algo hermano -dijo ahora Eri, maldición.

-Sí, comeré, saluda al abuelo por mi -sonreí mientras le acariciaba la cabeza.

Apenas se fueron pude al fin quebrarme en mi soledad.

Dolía todo, ¿por qué no simplemente olvidar?

Fui hacia el estudio y grité furioso, saqué una croquera y comencé a dibujar con el primer lápiz grafito que encontré.

-Duele, en verdad duele -susurré, dolía, pero las lágrimas no caían.

¿Por qué mi tío fue tan egoísta?

¡Yo lo necesitaba! ¡Necesitaba a un maldito adulto para que me protegiera de todas las cosas malas!

Tengo ahora a papá, pero ese horrible lapsus en el que todo era oscuro con las constantes pesadillas mientras vivía en la calle...

Existirán para siempre, ni siquiera mi nueva familia logrará curar los recuerdos.

Mordí mi labio, odiaba todo.

El teléfono comenzó a sonar, estaba obligado a contestar.

-¿Hola?

-Soy Fumikage, ¿cómo estás?

Ok, esto es raro.

-Bien, ¿supongo?

Mentí, las mentiras ya se están haciendo recurrentes en mi vida.

-Eso es muy convincente, ¿estás en tu casa?

¿Por qué hace esas preguntas?

-Sí -dije cortante, esto es incómodo.

-¿Puedo ir?

Ok, esto es incluso más raro de lo que creía.

Iba a decir no, pero sentía que sería demasiado cruel.

-Sí lo deseas, pero mis consolas estallaron, no tengo medios para jugar a algo.

-¿Estallaron? ¿Cómo ocurrió eso? -preguntó preocupado.

-Hubo un problema con la electricidad y boom -mentí mientras me sentaba y continuaba dibujando.

-¿Qué opinas si voy y llevo mi consola?

Tentador, jugar videojuegos, papá dijo que no más juegos... maldita tentación.

-Claro.

Papá se va a enojar, pero qué importa.

-Nos vemos en treinta.

Cuando colgó sonreí, no entendía por qué demonios quiere venir cuando dije tales palabras.

Fumikage Tokoyami

Es curioso ver como mi mamá está tan feliz de llevarme a la casa de Hitoshi, ella decía que era bueno salir con otros amigos y que él era un chico bueno.

Si lo pensamos bien, sí, Hitoshi es un chico bueno, con un intachable historial.

Aunque luego de la fiesta conocí un carácter que jamás había visto en él; Hitoshi siempre es una persona más pacífica y anoche mostró una faceta más alterada y nerviosa.

Cuando llegamos a la casa, mamá me entregó una tartaleta para dársela a los padres de Hitoshi.

Toqué el timbre y Hitoshi salió de inmediato; fue hacia la puerta del jardín y la abrió.

-Buenas tardes Sra. Tokoyami -dijo Hitoshi con una sonrisa, pero su mirada se veía un tanto perdida.

Mamá lo saludó y nos marchamos.

Hitoshi guardó la tartaleta en el refrigerador, luego sacó dos vasos y sirvió gaseosa con hielo.

-Traje el juego -dije con una sonrisa, luego solté un suspiro y continué-: ¿cómo demonios estalló todo?

-En realidad papá se enojó y como castigo se llevó todos los cables de mis videojuegos -respondió sin más.

¿Castigo? ¿Hitoshi fue castigado? ¿Cómo alguien como él es regañado?

-¿Te regañaron?, ¿esto es un sueño?

-Tal vez me veo como una persona madura, pero sigo teniendo 15...

-¿Qué fue lo que hiciste?

-Quería pasar un juego y me salté el desayuno y almuerzo -dijo con simpleza.

Ahora que lo recuerdo, dijo que tenía una adicción a los videojuegos, al parecer no era una broma.

-Básicamente, ahora mismo estás rompiendo las reglas conmigo.

-Sí.

-Ya que, juguemos -dije sin más, me importaba poco el regaño, al final de cuentas seguíamos siendo unos adolescentes inmaduros.

Cuando comenzamos a jugar, descubrí cuan bueno era Hitoshi y lo imposible que era ganar.

-Eres demasiado bueno -me quejé.

-Años de práctica rinden sus frutos -respondió con una sonrisa.

Ambos reímos al unísono.

Era divertido y refrescante jugar con Hitoshi, ningún drama de por medio.

-Perdón por tratarte de esa forma -dijo Hitoshi de la nada-. Estaba estresado por la situación.

Asentí y dije-: no importa, es cosa del pasado.

-Gracias...

Cuando fui al baño me percaté de una puerta que se encontraba un poco abierta, sabía que estaba mal, pero la curiosidad me hizo abrirla en su totalidad.

Abrí la boca sorprendido, era un estudio de arte.

Era genial.

Ingresé para ver el lugar, sabía que estaba mal, pero era una oportunidad única.

Me acerqué a una mesa y me fijé en una croquera, había un dibujo en grafito del rostro de un hombre con rasgos similares a los de Hitoshi.

Esto era raro.

-Te presento a mi tío Key, un hombre muy agradable -dijo Hitoshi a mi espalda.

¿Tío Key?

-Sí, él era un buen hombre. Solo tenía un defecto.

No entendía a qué iba, pero recordé la historia del niño del orfanato.

-Tu eras ese niño.

-Sí.

Ahora todo tenía sentido.

-Mi papá solo sabe que recuerdo la escuela y a mi tío, pero el resto de la historia cree que se me olvidó a causa del shock.

Su voz sonaba más apagada de lo normal, sus ojos purpuras se veían tristes.

Solo podía recordar lo que dijo de la historia del niño.

-Tenía 5 años cuando mamá murió, ella era una buena mujer, la mejor de todas -dijo con nostalgia-. Al fallecer fui llevado a vivir a la casa de mi tío, el hermano de ella, él era genial, muy divertido y una persona que no estaba preparada para cuidar a un menor.

Tragué nervioso, temía de alguna forma escuchar su historia.

-Él me dejaba hacer locuras que podían ser peligrosas, como por ejemplo, subir al techo de noche para ver las estrellas -sonrió al decir aquello.

-Tiempo después descubrí que mi tío consumía heroína, era menor, no sabía el nombre, pero recuerdo como se la inyectaba y lo feliz que era -dijo con una mueca en su rostro.

Me paralicé al escuchar aquello, jamás pensé que Hitoshi haya vivido algo como eso.

-En la escuela a un niño se lo llevó servicios sociales, porque sus padres consumían drogas. Sentí miedo al escuchar aquello, imaginar ser alejado del único pariente que tienes y llevarte a un lugar desconocido... era aterrador.

-Yo... -no sabía que decir.

-Mi tío tenía una novia llamada Shelly, una mujer hermosa, buena, gentil... era demasiado para él -me observó fijamente-. No puedo evitar reflejar a Momo en ella. Yo siempre me escondía cuando escuchaba como mi tío le prometía cambiar mientras ella lloraba pidiéndole que dejase la heroína.

Ahora todo comenzaba a cuadrar.

-Yo no entendía nada, hasta que le pedí a mi tío que no lo volviera hacer o me llevarían lejos -sonrió-. Adivina qué hizo.

Pensé en muchos escenarios, pero el que iba acorde a la situación era esa frase:

-Prometió no volver hacerlo.

-Correcto, le prometió a su sobrino y novia cambiar -su sonrisa era falsa-. Nunca lo cumplió y siempre volvía a repetir las mismas palabras. Shelly y yo le creíamos.

No pude evitar sentirme mal por Hitoshi.

-Shelly fue inteligente, terminó con él, pero mi tío para pasar las penas consumió demasiada heroína, la cual provocó una sobredosis. Vi como convulsionaba, sus ojos se veían tan perdidos -Hitoshi miró hacia el suelo-. En casa el teléfono fijo estaba en la pared, tuve que poner una silla. Imagina el tiempo que tarde en moverla.

Una parte de mi quería que se callara, era horrible lo que decía, una cosa era ver uno de esos documentales, pero escuchar un testimonio en persona, de parte de un conocido es muy distinto.

-Los números no los comprendía, tal vez por el shock y no recordaba muy bien el número de la ambulancia -soltó una pequeña risa, pero no era una en la que se ríe por diversión-. Ya sabes, con 7 años a veces se te olvida cosas que pueden ser importantes.

Guardó silencio, pensé que había parado.

-Lamento lo ocurrido.

Me observó su ojos se veían llorosos, pero ninguna lágrima caía por su mejilla, parecían que estaban solo para mostrar que en verdad le dolía.

-Un día estuve con el cuerpo, examinaba que su corazón volviese a latir, estaba tan frío y con los ojos abiertos. Decidí huir de la casa, no quería que me llevasen a un orfanato.

Un orfanato, sentí miedo al imaginar que Hitoshi terminase en ese lugar.

-Viví por un año en la calle.

Eso es imposible, no, el Sr. Aizawa lo adoptó.

-Papá se preocupó, el único adulto en una ciudad concurrida que vio a un pequeño en mal estado. El único que llamó a la policía para que me ayudaran. Luego me adoptó, tal vez sintió pena o se vio reflejado en sí mismo, pero terminó convirtiéndose en el mejor papá que pude desear tener.

-Yo, yo... -no sabía qué demonios decir con lo último.

-Cuando los veo a ustedes me reflejo a mí mismo -sonrió con amargura-. Un niño ingenuo que creía en todas las mentiras que le decía una de las personas que más quería. Fumikage, yo no sabía que las personas morían por esas cosas, veía a una persona que se divertía con algo malo que podía alejarme de él.

Me percaté que las lágrimas caían por mis mejillas, ¿cómo no poder llorar al imaginar todo lo que vivió un niño de 7 años?

De alguna forma recuerdo todo lo que sufrió Hawks por culpa de nuestra madre, ¿esa mujer también le mentía a Hawks? ¿Ella prometía que cambiaría?

-Los drogadictos son unos malditos egoístas. Ellos rompen familias, amistades y parejas solo por un pequeño momento de felicidad -dijo con desprecio, lejos de la mirada anterior, ahora veía odio-. Lo dejaré, te lo juro, voy a cambiar, por ti voy a dejar eso. Y un repertorio de promesas vacías. Ahora me alegro que Shelly tomase el paso, imagina recordar todas las noches el cadáver de tu novio a causa de una sobredosis.

Mi corazón dolía con tan solo imaginar el rostro de Momo llorando por una posible muerte de Shoto.

-Estoy tan cansado de todo esto -dije con tristeza-. Cansado de todo el maldito tema de las drogas y la relación de Momo y Shoto... todo es tan estresante.

-Reconozco que te admiro, soportar tanta mierda por él es de otro nivel -dijo Hitoshi ahora su mirada se veía normal.

-Gracias -dije con una sonrisa.

-Te digo todo esto para que sepas lo que puede ocurrir, en serio desearía que no, pero si Shoto sigue como está, tarde o temprano, ya sea intencional o no, podrá consumir una dosis demasiado alta y fin.

-Lo sé, pero él ignora todo lo que digo y si lo dejo ¿qué pasa si ocurre algo? ¿Qué pasa si no estoy muere o peor? ¿Quién lo va a defender de ellos?

Temía por la vida de Shoto, estaba asustado de que un vendedor lo lastimara, no es tan fuerte y hábil como yo.

Tengo miedo de su futuro.

-¿Ellos?, no creo que en las fiestas de Neito puede terminar en tanto peligro -dijo extrañado, luego me miró preocupado-. No me digas que ese rumor que formó Neito es real...

Me paralicé al escucharlo hablar.

-Esto es más jodido de lo que pensé, ¿están locos los dos? -continuó nervioso-. ¿Cómo mierda no han muerto?

No sabía qué decir, qué palabras podía utilizar para escapar de su pregunta.

-Fumikage, eso es lo más idiota que pueden hacer los dos, superaron todo.

-Yo...

-Lo siento, no me agrada ser un jodido chismoso, pero hay límites y esto no puedo permitirlo.

Fue como un puñetazo en la cara, no esperaba que Hitoshi dijese algo como eso.

-No lo hagas por favor...

-No voy a vivir con el jodido peso de la muerte de ambos cuando pude detenerlos.

Su tono de voz sonaba firme, pero nerviosa.

-No quiero hacerlo, en serio, pero... no quiero que les pase nada -su mirada se veía suplicante.

De alguna forma él me estaba pidiendo permiso para decirlo, por accidente había metido a una persona que se preocupaba por nosotros en el saco.

-Si le dices todo terminará todo peor.

-¡¿Qué es peor que un balazo en la jodida frente?! -exclamó, su mirada se veía cada vez más ansiosa.

Mierda y más mierda...

-Yo... yo... -me dejé caer al suelo y comencé a llorar como un niño, tenía tanto miedo por todo.

Miedo de los padres de Shoto.

Miedo de la decepción de mis papás.

Miedo a la decepción de Hawks.

Miedo por la vida de Shoto.

Miedo por mi propia vida.

Una mano se posó en mi hombro, era cálida.

-Fumikage, si no te importa tu vida, piensa en tus padres y tu hermano -dijo en voz baja-. También en Tsuyu y Momo, a ellas les va a doler demasiado perderlos a los dos.

No podía parar de llorar, no sabía qué demonios hacer, sé cuando Hitoshi habla en serio y si él dice que nos delatará lo hará.

-Por culpa de eso tu padre se va a molestar por no haberle dicho antes -dije entre sollozos-, ¿no te da miedo?

-Sí, se enterará de muchas cosas, pero prefiero que ustedes dos no se mueran por culpa de una bala -dijo con una voz cálida-. Supongo que la verdad siempre sale a la luz.

Subí la mirada estaba inclinado, parecía un poco nervioso, pero se veía determinado.

-Es mejor que tu les digas a tus padres a que se enteren por mi papá, si tienes miedo de decirles solo, yo te acompañaré -dijo con una voz suave.

Vi que me ofrecía su mano, no sabía si para ayudarme a levantarme o cerrar el trato.

-Deja de sufrir por otros y vuelve a ser el Fumikage que sonreía todo el tiempo.

¿Sonreír? ¿Cuándo dejé de sonreír? ¿Cuándo todo dejó de ser divertido? ¿Todo es más oscuro porque crecí o por este tema?

-No dejes que te vuelvan una masa infeliz -continuó con una sonrisa, aún tenía su mano en esa posición.

Tic tac, tic tac, tic tac...

¿Por qué siento que volví al pasado?

Hitoshi ofreciéndome su mano para alejarnos de lo que él se veía venir.

Si la rechazaba volvería a suceder lo mismo, estaba en mis manos tomar esa decisión.

Podía decir no, pero estaba cansado de estar en la oscuridad.

Tic tac, tic tac, tic tac...

Tomé su mano, no sabía si era un trato o me estaba ayudando, pero me daba lo mismo.

-Intentaré convencer a Shoto, si el 16 no acepta, acompáñame para decirle a ellos -dije intentando sonar firme.

Tic tac, Tic tac, Tic tac... boom.

-Me alegro, porque no deseaba ser yo quien lo diga -la mirada de Hitoshi se veía en verdad sorprendida-. Te advierto de que si no lo dices el 16, yo lo diré y no me importa si mi papá descubre todo.

Tragué nervioso, pero asentí, supongo que así terminaría toda esta mierda, en base de una amenaza de buena fe.

Tic tac, Ring, Tic tac, Ring, Tic... Riiing...

-Vayamos a jugar, mi papá va a llegar y no tiene que enterarse que estuve jugando... -dijo con una cara de espanto.

No pude evitar reír, ¿cómo puede actuar como un adulto maduro y de repente vuelve a ser un adolescente?

Tal vez debe ser por las experiencias del pasado que lo convirtieron en lo que es.

-Gracias Hitoshi.

Él me observó extrañado, pero luego formó una sonrisa burlona.

-Creo que eres una de las pocas personas que agradece una amenaza.

-No...

Hitoshi se dio la vuelta y dijo-: el tema de mi tío, no se lo digas a mi papá, prefiero que viva con la paz de que no vi ese cadáver o que estaba al tanto del tema de la heroína... por favor.

Pestañeé varias veces y sonreí, jamás podría decir algo como eso.

-Puedes estar tranquilo, esto quedará entre los dos.

Hoy era un día raro, bastante raro, a pesar de que me amenazó, me alegro de haberme preocupado por Hitoshi.

Tal vez ahora todo cambie, ¿cierto?

Quiero pensar que todo va a ir para mejor desde ahora en adelante.

Continuamos jugando, pero para la desgracia de Hitoshi llegó su familia, el Sr. Aizawa no dijo nada al vernos jugar, pero su mirada me hizo sentir terror.

La Sra. Emi y Eri estaban felices de vernos, la primera nos sirvió de la tartaleta, fue divertido.

Otra vez Eri me arregló el cabello y pidió que maquillara a Hitoshi.

La expresión de Hitoshi era un rotundo no, al parecer no era del tipo a favor de usar maquillaje. Al final, Eri se salió con la suya, provocando un golpe en orgullo de su hermano mayor.

-No te ves tan mal -dije con honestidad.

-No me gusta maquillarme -respondió incómodo.

-No esperaba que fueras del tipo conservador.

-No lo soy, se ve horrible en mi cara.

-¡Hermano, te ves bonito!

-Tu siempre le dices eso a las personas.

Eri no respondió, al parecer era una verdad.

-Fumikage, tengo esmalte de uñas rosado, ¿podrías pintarle las uñas?

El horror en el rostro de Hitoshi se notaba de lejos.

-Papá... -dijo en tono de súplica.

-Hazlo por tu hermana -respondió, si bien su tono era igual que siempre su sonrisa burlona lo decía todo.

Este era su castigo por jugar.

Cuando llegó papá a buscarme me sentía más cómodo y feliz que la última vez que vine.

-Gracias -dijo el Sr. Aizawa al dejarme con mi papá.

Lo miré extrañado al no comprender y al parecer él no buscaba ser comprendido, solo se despidió de mi padre y se marchó.

Solté un suspiro y me senté en el asiento delantero.

Durante el trayecto conversé con papá de distintas cosas y también el cambio de estilo que le hicimos a Hitoshi.

Papá estaba feliz al escucharme hablar sobre lo que hicimos.

-Me alegro que volvieras a juntarte con tu amigo, siempre me agradó es niño, era un poco callado, pero parecían divertirse demasiado en su niñez.

Y era una realidad, desde pequeños me llevaba bien con Hitoshi, no era mi mejor amigo, pero sí era uno muy bueno.

Sabía que el 16 de enero las cosas cambiarían en mi vida, lo cual significaba un regaño a un gran nivel, pero ya estoy cansado de toda esta mierda.

Ahora solo tengo que solucionar las cosas con Shoto e incitarlo para que digamos la verdad.

Suena demasiado fácil lo último, mejor dicho imposible, ya lo intenté varías veces y no funcionó, pero ¿Qué pasaría si le digo que Hitoshi sabe todo?

Es una forma de hacer que hable si no quiere escucharme.

Demasiado fácil, no sé si pueda intentarlo.

Dudo que acepte...

Tic tac...

Ring...

Tic tac...

Ring...

Ring...

Lo intentaré.


07/01/2019

15:30 pm

Creo que es más incómodo de lo que pensé, hablar con Shoto sobre aquella discusión era muy complejo, son temas duros y de no tratarlo nuevamente con seriedad podrá formarse otra discusión más grave.

Primero tengo que resolver este asunto, mañana le diré que arreglemos las cosas.

Estar en la habitación de Shoto sentado en el sillón para hablar de este tema era tenso.

-Lo lamento -se disculpó Shoto-, no debería haberme molestado tanto por ese asunto.

Levanté mi ceja extrañado, sabía que le afectaba, ¿por qué se disculpaba?

-Shoto, yo lo lamento, jamás pensé que eso te afectaría demasiado -dije, no deseaba que se sintiera más culpable, no cuando yo podía defenderlo-. Me comporté mal al no defenderte, te juro que para la próxima vez te defenderé.

Shoto sonrió al escuchar aquello, su mirada se veía feliz.

-Supe que te fuiste de la fiesta sin consumir -dije con una gran sonrisa-. Me alegro de que te hayas marchado.

-Aún no puedo creer que me haya ido, tal vez estoy cambiando un poco.

Tic tac, Tic tac, Tic tac, Tic tac, Tic tac...

Beep

Beep

Beep

-¿En serio? -intenté no verme tan emocionado, tal vez era un avance real...

A quién engaño, de seguro es otra mentira, es imposible que Shoto tenga un cambio repentino.

-Sí, quiero mejorar -dijo mirando sus manos.

¿Por qué no le creo? ¿Por qué duele tanto escucharlo decir esas palabras?

Hace 2 años estaría muy feliz, saltaría en un pie al escuchar de la boca de mi mejor amigo que va a cambiar, pero ahora solo es una efímera emoción que siempre acaba con el recuerdo de años de promesas falsas.

-¿Qué deseas como regalo de cumpleaños? -cambié el tema, no me apetecía escuchar falsas promesas.

-No lo sé -dijo soltando un largo suspiro-. Ayer invité a Izuku a mi cumpleaños... resulta que Enji invitó al Sr. Toshinori y a Izuku al de la mañana.

Hice una mueca al pensar en ese cumpleaños.

-¿Qué ganará Enji con invitarlo? -preguntó intrigado-, no es un empresario.

-Es un hombre reconocido por su arte, cualquiera querrá conocerlo -dije sin más, Enji no hacía las cosas porque sí-. Izuku es un medio para que vaya él.

Shoto hizo una mueca, era obvio que sabía el motivo, no era un tonto, pero de alguna forma quería negar el hecho.

-No creo que el Sr. Toshinori haya decidido asistir con ese propósito -dijo con seguridad-. Es un buen hombre.

-Eso es lo que parece.

-Lo es, es divertido y amable, creo que será un buen maestro -Shoto sonreía, a pesar de que de forma indirecta mencionó Yuuei-. Me fui a quedar a la casa de Izuku, fue un poco complicado...

-¿Querías consumirla?

-Sí.

Me dolió escuchar lo fácil que dijo su respuesta.

-¿Él no se enojó o se asustó?

-Para nada, Izuku es una caja de sorpresas, nunca sé qué piensa o qué hará -dijo con una sonrisa-. En un principio creí que era una persona más frágil, pero me equivoqué, es más fuerte de lo que creo que él ve.

No entendía mucho, pero al parecer ya habían pasado por muchas cosas entre los dos.

-Fue divertido quedarme a dormir, estábamos desayunando cuando apareció Ochako -pude ver diversión en su mirada, como si él supiese algo-. Es más interesante y divertida de lo que esperaba, tiene sentido si es amiga de Izuku.

Le tiene un alta estima a Izuku, para haberlo conocido hace poco.

-Te agradará Ochako, será una buena compañera, estoy seguro de que se llevará bien con Momo y Tsuyu.

-¿Crees que le moleste a Momo?

Su pregunta me sorprendió, no creo que le molestaría, tal vez se enoje porque él cree que se molestará.

Por favor rompan de una vez.

-No.

-Eso espero.

Lo observé extrañado, no sabía qué demonios pasaba por su mente.

-Me gustaría ser algún día amigo de Izuku y Ochako -susurró más para sí mismo.

¿Qué demonios estaba ocurriendo con Shoto?

-¿Cuánto sabe Izuku?

Shoto me observó y dijo-: todo.

Sentí que me lanzaban un tarro de agua helada sobre la cabeza.

-¿Incluso lo de tus padres?

-Sí...

¿Confía en él y no en Momo? ¿Qué clase de persona es Izuku?

-Izuku es más sorprendente de lo que creí.

-Lo es.

La charla fue más pacífica de lo usual, aquello me alegraba, pero era raro hasta cierto punto.

Shoto quería tener dos nuevos amigos, eso era bueno, pero jamás pensé que sucedería.

Quiero intentar comprender más a Izuku y conocer a esa chica.

Por el momento sería raro lo que iba a sacar a colación, tenía hasta el 16, aún tenía varios días.

Tic tac, tic tac, tic tac...

Beep, Beep, Beep...

Él sabía que no tenía que ir, que no tenía que arrastrarlo a él, sabía que lo decepcionaría, ese chico tenía claro los futuros problemas, pero jamás se vio venir lo que ocurriría en la madrugada del 16 de enero del 2019.

Un callejón, 4 chicos, una llamada, un basurero y sangre de una víctima en el frío suelo de cemento.

Continuará...

Nota

Espero que les haya gustado el capítulo tanto como a mí. Solo les diré que se viene drama del bueno.

Todo lo que escribo de Hitoshi me duele, quema y lastima ;-;

La adicción a los videojuegos es difícil :(

Monoma siendo golpeado, bastante gratificante, es algo que todos deseábamos.

Shoto quiere ser amigo de Ochako 💖

Y sí, para mi ese grupo es una crónica de una muerte anunciada... ¿se leyeron ese libro? Si no estarán un poco perdidos(?

#Hitoshisemereceelsol

#MuerteaMonoma

#Eriesunsol

#Fumikagesediocuenta

#TomaesoMonoma

#Todochikito

#Todossonpendejos

#Crónicadeunamuerteanunciada

#MomoyShotorompanporfa

Palabras: 8625


Publicado: 11/05/2024

Próximo capítulo el 18 de mayo.

Capítulo 32: Un cumpleaños con un final agridulce.

Ese cap me encantó escribirlo :)









































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