Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

L.2 Capítulo 30

—No conozco lo suficiente a Shoto, pero en verdad él a sido más honesto de lo que yo creo poder ser algún día…
—Tal vez algún día me arme de valor y logre contar mi historia a más personas, pero ahora pocos pueden saber.
—Izuku Midoriya es el pasado, es otra persona, ahora soy Yagi… no voy a permitir que nada, ni nadie lo traiga devuelta.
No sabía que lo que se avecinaba daría una vuelta a mi vida de 180°.

Izuku Yagi
04/01/2019

Por el paso del tiempo me he dado cuenta de que la vida de Shoto puede ser más compleja de lo que creí.
Su familia y las drogas era lo más grave que pensé que vería, pero todo su entorno es tóxico.

Desde sus amigos hasta su novia, intento ser imparcial, está mal ver a las personas como las malas si no conoces la otra parte, pero es imposible cuando estás relacionado por el lado de la otra historia, pero las lágrimas de Shoto eran reales, su expresión dolorosa también.

También tengo un problema con Fumikage, sé que no sé sobre su vida, pero ¿cómo puedes arriesgarte de esa forma?

En mi opinión, esa no es la solución para ayudar a Shoto, pero sé lo difícil que son los adictos.

Todo es tan complicado, quiero ayudar a Shoto, pero su entorno no ayuda demasiado.

Tampoco entiendo por qué continúan relacionándose con Shoto, le dicen palabras o indirectas hirientes, que si bien pueden tener razones, podrían fácilmente cortar sus relaciones.

El ser humano es complicado y no soy la persona indicada para dar un discurso cuando a duras penas estoy comprendiendo mis emociones e intentando cada día superarme.

Estoy roto, es difícil ayudar, pero quiero salvar a Shoto…

Admito que me siento un poco mal al no ser tan honesto con Shoto, en especial cuando preguntó, pero creo que mientras menos sepa es lo mejor.

No quiero que conozca a Izuku Midoriya y sus problemas. Prefiero que conozca al actual, alguien que se está esforzando y sus cicatrices no tienen costras.

Aunque ahora no importaba, de cualquier forma aquí estábamos los dos jugando videojuegos para volver a una mejor realidad.

Dos adolescentes normales jugando con una consola.

En un momento el conductor de Shoto salió volando y nuestros automóviles comenzaron a dar vueltas.

—¿Qué demonios? —dijo Shoto extrañado.

—Ni idea…

No teníamos idea de qué ocurría con el juego, pero en el fondo era demasiado gracioso.

Ambos comenzamos a reír sin parar, se sentía bien divertirse por cosas como esas, una situación que a cualquier persona podría ocurrirle.

La puerta fue tocada, Shoto dijo que pasara, tal vez era la persona que traería la comida.
Cuando se abrió la puerta, vi a Fumikage, se veía preocupado. Una parte de mi gritaba huye de este lugar y otra decía esperaré afuera.

Ambas opciones eran razonables, se notaba desde lejos que lo que ocurriese en estos momentos no terminaría bien. Shoto estaba molesto, pero creo que éste no se había dado cuenta de su propio estado.

—¿Fumikage? —dijo Shoto con verdadera extrañeza.

Los nervios me consumían, me sentía incómodo, pero logré decir—: hola Tokoyami.

Me levanté con dificultad, quería correr y llamar a Toshinori, pero de mi boca salió—: voy a preguntar por la comida.

—Sí —dijo Shoto con una clara molestia.

El resultado de esta charla no terminará bien, solo deseo que no se peleen.

Caminé hacia la puerta y miré a Tokoyami, deseaba que salieran bien las cosas, estoy seguro que, a pesar de lo tóxicos que son, necesita a su amigo o al menos solucionar el problema como corresponde.

Creo que si hablan pueden solucionar las cosas y tener una amistad más sana. Estoy siendo más optimista que nunca, esto es demasiado raro, desearía ser de esa forma todo el tiempo.

Apenas salí de la habitación, Tokoyami cerró la puerta, sé que desea privacidad, pero esa actitud hace que todo sea más incómodo.

Bajé hasta la cocina, el encargado cargaba la bandeja con comida y los dos vasos; decidí ser positivo ante la situación y pedí que sirviese más para Tokoyami —obviamente por favor, lo haría yo mismo, pero no deseaba revisar la cocina sin permiso—, él aceptó y fue de inmediato.

—Mejor yo llevo todo —dije con una falsa sonrisa al señor, no deseaba que interrumpiese la charla; él aceptó, lo cual me alegró, pensaba que se negaría por que le interrumpía su trabajo.

Fui hacia una de las salas de estar más cercanas a la escalera; me senté en el sofá y esperé paciente, quería creer que vendrían abajo cuando terminasen.

Los minutos pasaban, me sentía demasiado nervioso, lo único que podía pensar era en llamar a Toshinori.

Deseaba irme y alejarme de los problemas ajenos, pero si deseaba ayudar a Shoto y ser su amigo, en momentos como estos necesita ayuda… ¿cierto?

Escuché pisadas, solté un suspiro y miré, era Tokoyami, no se veía muy feliz, en realidad intimidaba un poco y su maquillaje oscuro no ayudaba demasiado.

Con valor me levanté, no deseaba verme cobarde en una situación que no lo ameritaba.

Al acercarme decidí preguntar algo tan estúpido, pero fue lo único que se me ocurrió para romper el hielo.

—¿Te marchas?

Deseaba golpear mi frente con la pared.

—Sí —dijo con seriedad, de alguna forma sentía que no le agrada, su mirada irradiaba desagrado.

¿Qué le hice? No creo haber hecho nada malo o ¿si?

—¿Qué te ha dicho Shoto sobre nosotros? —la forma en la que me preguntó no me agradó, si bien era una frase normal, su tono de voz y mirada me parecían desagradables.

Decidí usar mi mejor máscara, nunca pensé que sentiría desagrado a   una persona que no me a ofendido.

—Lo necesario.

Di un paso atrás para largarme del lugar, pero no pude evitar mirarlo por última vez, una parte de mi quería comprenderlo y otra ignorarlo.

—¿Por qué me miras de esa forma? —preguntó levantando una ceja.

Ignoré su pregunta y dije—: espero que algún día nos llevemos bien.

Era verdad, no quería llevarme mal con personas que no parecían ser malas.

Me di la vuelta y me fui hacia las escaleras, quería ver como estaba Shoto; antes de subir el primer escalón agité mi mano y dije—: ¡nos vemos!
Subí lo más rápido que podía considerando que llevaba la bandeja, temía la imagen que encontraría.

Abrí la puerta, lejos del escenario violento que pensé que habría, Shoto estaba sentado en el suelo apoyado en la pared.

Él estaba abrazando sus piernas en un silencio sepulcral, prefería ver un acto más violento, tal vez Shoto golpeando la cama o pateando el suelo, unos gritos, algo menos doloroso de ver.

El silencio de las personas puede ser el acto más triste, no sabes que es lo que está sucediendo en sus cabezas y tampoco cuan afectados están. Duele ver la inexpresividad de una persona al enfrentar el dolor, es como hablar con una pared de hielo.

Desde que conocí a Shoto he comprendido lo complicado que es tratar conmigo cuando estoy sufriendo.

Dejé la bandeja en la mesita y fui hacia Shoto; por un momento dudé si sentarme o no a su lado, pero creo que será más cómodo para él.

Las palabras no salían de mi boca, no sabía como tratar con una persona que discutió con sus amigos y en especial no sé qué clase de charla tuvieron.

Debería haber espiado, todo sería más sencillo.

—Deseaba gritarle a mi amigo, estaba demasiado enojado —susurró Shoto—, detesto discutir, pero siento que ellos me orillan a responderles. No quiero enojarme, sé que merezco su odio, pero Fumikage no me ayuda…

—Me da miedo convertirme en Enji y golpear a las personas, no quiero ser como él. No quiero lastimar a nadie, pero igual lo hago.

Volvió a guardar silencio.

—Comprendo tu situación —dije con tristeza—. Yo también vivo con el constante miedo a esas emociones, lucho cada día para comprender que no seré así, pero es más fácil decirlo que creerlo.

Shoto decidió mirarme, sus ojos estaban llorosos.

—¿Alguna vez has deseado golpear a una persona? —preguntó con curiosidad.

Mala pregunta.

¿Soy sincero? ¿Esquivo la pregunta? ¿Miento?

Yo he golpeado a una persona.

—Es complicado…

—Lamento la pregunta —dijo agachando su mirada.

—Golpeé a un excompañero de clases —solté sin más, no sentía vergüenza, él iba a lastimar a Ochako.

Pude ver la impresión en su mirada, genial, ahora pensará que soy un monstruo.

—¿Qué te hizo? —preguntó al instante, no pude evitar sonreír por la pregunta.
Inmediatamente pensó que él era el problema.

—Era una mala persona, iba a lastimar a Ochako y yo lo odiaba —dije recordando el miedo que sentí luego de golpearlo.

—Entonces hiciste lo correcto —dijo, su mirada se veía honesta—, yo también lo habría hecho.

—Ochako dijo algo similar, pero eso no evitó el horrible sentimiento —dije con amargura—, me gustó verlo sangrar y eso me hizo sentir como un monstruo.

—Pero se lo merecía…

—Sí, pero mi mente solo gritaba que sería como ese hombre —dije apretando mis manos—. Solo los monstruos pueden disfrutar lastimar a otros.

Shoto cerró los ojos y dijo—: comprendo, pero no creo que hacer eso es de monstruos, defender a quienes quieres no te transforma en alguien malo.

Sonreí, al menos no tenía esa misma mentalidad que la mía.

—¿Al final dejaste la escuela por eso? —preguntó curioso—, ¿te expulsaron?
Me paralicé por la pregunta, no iba a decir mi horrible historia de acoso.

—No, esa es otra historia —dije con dificultad—. Prefiero que no la sepas.

—Como dije antes, no te juzgaré.

—Lo sé, pero duele —respondí de inmediato—, y prefiero que conozcas a Izuku Yagi, no me gusta el anterior.

No me gusta quien se dejó atormentar, odio al que agachó su cabeza, me desagrada esa persona que se lastimó a sí misma.

Odio a Izuku Midoriya, porque él es quien tuvo que vivir con esos monstruos, él es quien fue consumido por la oscuridad, ese chico era quien estaba encadenado.

Izuku Midoriya iba a suicidarse a principios de noviembre, porque solo veía la muerte como la única opción para ser libre.

—Estoy seguro de que me habrías agradado en el pasado —dijo Shoto ahora mostrando su cara—, Ochako parece ser una chica amable, dudo que haya sido amiga de alguien malo.

De seguro eres uno de los más populares en tu escuela, dudo que me hayas hecho bullying, pero me ignorarías, de eso estoy seguro.

—Además, dudo que hayas cambiado tan rápido —continuó, ahora sonreía—. No sé cómo eras en esa época, pero creo que eres de las personas con las que debes charlar para comprenderlas.

—Gracias, eres una buena persona.

Dudaba que tendríamos una charla, pero sé que él no me habría tratado mal.

—Gracias a ti —respondió Shoto, ahora sonaba mejor.

Lo mejor era no hablar más del tema, no quería preguntarle cosas de su charla…

Decidimos continuar jugando, pero primero teníamos que reiniciar el juego.

Sé que todo estará bien.

Tic tac, tic tac, tic tac… boom.

21:30 pm

L

a vida no es tan sencilla cuando te introducen a un mundillo que tiene sentado en su trono a un maldito bastardo.

Detestaba las técnicas sucias que tenía Monoma para jugar con las personas, no funcionaría conmigo, no tenía obligación, pero en estos instantes haré que crea que tiene un poco de poder.

Debo admitir que no vi venir que Monoma le pediría al Sr. Aizawa que le preguntase a Toshinori si podía ir, es un maldito lobo astuto.

—Izuku, no tienes que ir a esa fiesta solo porque te invitaron —dijo con seriedad—. No quiero que te sientas mal.

—Quiero ir Toshinori, esta vez no me sentiré mal —en realidad no lo sabía, pero quiero ver que Shoto en verdad cumplirá su promesa, a quién engaño, lo sacaré de allí aunque no me lo pida.

¿Desde cuándo comencé a involucrarme más en las vidas ajenas?

No soy idiota para no saber que volvería a la boca del lobo, pero no quería dejar a Shoto solo en ese lugar, sabía que tenía más que perder que ganar.

Estoy seguro de que Monoma va a buscar una forma de molestarme o sacarme de mis casillas, tal vez me insistirá nuevamente o buscará algo más original, pero no permitiré que me rompa.

No agacharé mi cabeza de nuevo, él no me hará llorar, no volveré a colapsar, no habrán alucinaciones.

—Está bien, pero cualquier problema que sientas, me llamas e iré al instante —dijo con seriedad, no parecía demasiado seguro.

—Ok, tranquilo, te llamaré enseguida —dije con honestidad, no voy a ser inconsciente con mi propia salud mental.

—Voy a pedir la cena, ¿qué prefieres para comer? —preguntó Toshinori sonriendo nuevamente.

—Comida china —dije sin más, hace mucho que no comíamos de ésta.

Toshinori asintió y empezó a preguntar por los menús.

Sonreí de oreja a oreja, me alegraba estar en casa, aquí nada malo puede suceder.

Y era una realidad que nadie podría cambiar, porque si Toshinori estaba siempre estaré protegido.

05/01/2019
22:00 pm

Solté un largo suspiro al salir del automóvil de Toshinori, esta iba a ser una larga y molesta noche, de seguro iba a terminar con una video llamada con Ochako.

Odiaba volver a esta mansión, pero era la única forma para ayudar a Shoto.
Apenas di una pisada en la mansión, el aroma a cigarro ingresó por mi nariz, excelente forma de comenzar.

Comencé a caminar observando a mi alrededor para encontrar a Shoto, deseaba que aún no llegase.

Al salir al jardín trasero me di cuenta de que no había ningún rostro conocido, genial estaba solo.

Desgraciadamente, vi como Monoma hacía su desagradable entrada.

—Estoy tan feliz de que hayas aceptado asistir —dijo Monoma con una sonrisa ladina—. Honestamente, pensé que no ibas a venir.

—¿Enserio? ¿Por qué crees que no vendría? —pregunté con falsa inocencia, era obvio, pero quería escucharlo de sus boca.

La sonrisa de Monoma se agrandó, parecía divertido, como un niño con un juguete nuevo.

—No parecías cómodo la última vez y no te gusta divertirte —respondió con un tono tranquilo y natural.

—Creo que beber y drogarse es un método de diversión sobrevalorado —respondí tajante, pero calmado—. Existen métodos de diversión sin que tener que perder la consciencia o tener una alegría efímera.

Si tenía que responder, lo haría, con Monoma no puedo permitirme pasarle de alto.

—¿Estudiar? —preguntó burlón, él sabía que podían ser fácilmente los videojuegos, ver películas o salir con amigos.

Monoma deseaba dejarme como una persona “aburrida” por el mero hecho de dedicarme a los estudios, aunque él ni siquiera sabe que saqué las mejores calificaciones de mi clase.

¿Soy tan fácil de leer o él es muy bueno leyendo a las personas?

—Puede ser para algunos divertido —estudiar para mi no era divertido como tal, en realidad era mi ruta de escape de la horrible realidad, pero nadie necesita saberlo—. Prefiero más la pintura, jugar videojuegos con mis amistades (si digo amigas siento que dirá algo molesto, es mejor callar) o…

—¿Pintar? —interrumpió con una extraña sonrisa, hasta ahora no me había visto de esa forma tan ¿curiosa?—. Así que eres de los míos Izuku.

Mierda y más mierda.

—¿Planeas inscribirte a Yuuei?

Todo en mi gritaba “sí”, pero la otra parte que rechazaba la idea de ser pintor no me permitía hablar.

—Yo…

Nuevamente interrumpió y con una sonrisa maliciosa dijo—: aunque tienes nuestra edad, por lo tanto, de seguro te rechazaron…

—No me han rechazado, porque…

—Entonces serás nuestro compañero —dijo ahora entusiasmado, sentí un escalofrío bajar por mi columna—. Esto será muy divertido, la pasaremos genial en Yuuei.

—¡Deja de hacer malditas suposiciones! No hice la prueba, porque no me interesa ser profesional, puedes hacer pinturas para divertirte y no necesariamente trabajar en eso —estaba harto de que me interrumpiese.

Un momento, subí el tono de voz, perdí los estribos y por culpa de esa sonrisa engreída que se formó en su estúpida cara, me decía claramente que él se había salido con la suya.

Monoma quería que me enojase y lo había logrado.

Este tipo tiene problemas.

Soltó una pequeña carcajada y dijo—: eres más interesante y divertido de lo que pensaba, van a ser dos meses muy divertidos o… tal vez tres años.

Ignoré la parte de los tres años, eso no iba ocurrir, pero los dos meses…

—¿Crees que me intimidarás de esa forma? —dije con frialdad.

—No, no pareces ser alguien tan fácil de intimidar, eso sería aburrido, prefiero que lo tomes como un aviso —dijo con diversión—. Estoy seguro de que terminarás siendo el calco de Fumikage, un perrito faldero de Shoto.

Una voz gritaba en mi cabeza, sabía que debía ignorarla, pero parte de mi quería hacerle caso, parte de mi quería darle un puñetazo a Monoma.

No quiero lastimar a las personas.

—No me harás enojar Monoma —respondí, estaba a un paso de empujarlo para que cerrara su maldita boca.

—Eso no dicen tus puños —soltó una carcajada—. Disfruta de la fiesta I-zu-ku.

Se dio la vuelta y se marchó con una caminata elegante.

No llevaba ni siquiera 15 minutos de la fiesta y ya me sentía agobiado. Solté un suspiro y seguí con mi camino.

Busqué a Hitoshi y a Shoto, pero no lograba encontrarlos; sin ninguna persona conocida con quien poder hablar, la fiesta ahora me parecía aburrida, nada de lo que hacen me parece divertido.

Por el pasar de los minutos decidí continuar con mi búsqueda, sorpresa fue la mía cuando un chico que a duras penas lograba dar pasos fue hacia una joven.

—Mi preciosa no… novia, quieres… —no alcanzó a terminar debido a que vomitó (en grandes cantidades) en la chica.

Fue tanto el vómito que incluso a mi me provocaron ganas de vomitar.

—¡Mi ropa! ¡Eres un imbécil! —gritó la chica furiosa.

—Cariño, per…

La chica no le permitió terminar, ya que le dio una fuerte y al parecer dolorosa bofetada en el rostro.

Genial, ahora deseaba reír.

Continué buscando en los alrededores, chicos me ofrecían cerveza o cigarrillos, sin duda irritante, era como si este lugar te alentara por todos lados a consumir cosas malas.

¿Acaso Monoma les pidió que me ofrecieran esas cosas?, no me parecería descabellado si él planeó eso.

—Mi amada Sakura, siempre temí decirte la verdad —dijo una voz masculina, mi curiosidad me hizo fijar la vista en dos chicos que aparentaban mi edad.

Sakura, según lo dicho por el chico, lo miraba un tanto incómoda, parecía querer escapar.

Él comenzó a dar un extenso discurso —bastante empalagoso y cursi—, ella parecía querer interrumpirlo, pero éste no se detenía.

—¿Quieres ser mi novia? —preguntó al fin, creo saber la respuesta, pero tal vez me sorprenda.

—Lo siento, pero siempre te he visto como un amigo —respondió al instante.
Auch, la expresión de él no tenía precio, en momentos como estos me alegro que Ochako y yo tengamos sentimientos correspondidos.

—Que triste… —susurré mientras continuaba con mi búsqueda.

De golpe choqué con una persona.

—Lo lamento —dije al instante, pero al ver la cara de Yaoyorozu me avergoncé más.

—No importa, a todos nos puede ocurrir —dijo con un tono de voz bastante educado.

Me di cuenta que estaba Tsuyu, ella me observaba en silencio. No comprendía por qué ella me hacía sentir demasiado nervioso.

Tsuyu me estaba analizando y eso no me gustaba.

—Pensaba que las fiestas no eran lo tuyo —dijo la peliverde de forma directa.

¿Por qué de inmediato suponen lo que me gusta o no?

—La última vez no parecías demasiado cómodo —continuó con un tono más amable.

Tal vez podía ser que estaba nervioso por estar rodeado de desconocidos.

—Monoma me invitó y pensé: ¿por qué no? —mentí y por sus expresiones me percaté que creyeron mis palabras.

No se me ocurría nada más que decir, me estaba desesperando, necesitaba hablar o todo sería incómodo.

—No sabía que eras amigo de Shoto y lo conocías hace un tiempo —dijo Yaoyorozu, su expresión era curiosa.

La miré extrañado, sabía que sus palabras iban dirigidas por otro lado, pero quería descubrir a qué iba.

Quiero conocer más el entorno de Shoto, no quiero tener una mala imagen de ellos por lo que él me dijo.

—Sí, caminaba por la vereda con Toshinori y nos topamos con él. Toshinori nos presentó y nos envió a comer para que nos conociéramos, él es el tipo de padre que quiere que su hijo conozca más personas —dije con un tono no tan amistoso.

—Ambos nos llevamos bien y comenzamos a juntarnos para jugar videojuegos, también leer cómics —creo que mi sonrisa estaba a un gran nivel de falsedad.

No me gustaban esos interrogatorios sutiles, no soy idiota.

—Me alegro —respondió con una pequeña sonrisa.

—Shoto es una persona agradable —dije con honestidad.

—Lo es, ¿tu sabes?

La miré con una falsa inocencia, era interesante ver como no lograban leerme.

—¿Qué?

—Ese tema delicado —dijo Tsuyu con seriedad.

—Ah, ese tema —dije colocando mi mano en la barbilla—. Lo de las drogas. Claro, lo vi en la fiesta de año nuevo.

—Sí, ¿pero no te molesta?

No me gustaba lo directa que era la pregunta de Tsuyu, creo que es normal que me moleste, no quiero que arruine su vida.

¿Cómo le respondo sin quedar como alguien desagradable?

Al ver que no respondí ella habló de nuevo—: me alegro que no te moleste, Shoto no es una mala persona, solo…

“Que es un adicto”

No comprendo, estaban intentando dejar mal a Shoto o querían saber otra cosa. Ellas me confunden.

No entiendo la relación de los cuatro para nada, creo que estoy intentando analizar cosas que no se pueden comprender.

Las personas son demasiado complejas.

—Lo sé —dije sin saber qué más decir, es demasiado complicado hablar con desconocidos, ¿cómo me voy sin verme grosero?

—Izuku —dijo Hitoshi a mi espalda, las expresiones de las dos se habían transformado en incomodidad.

¿Por qué siento que estoy envolviéndome en algo cada vez más complicado?

—Adiós chicas, Hitoshi me necesita —dije dándome la vuelta, al ver la cara de Hitoshi solo pude ver una expresión de disgusto.

La situación actual era frustrante y extraña, de por si mi vida personal es complicada, ¿por qué tenía que decidir ayudar a Shoto?

Cada vez que los conozco un poco más, siento que hacen las cosas más complicadas y absurdas, pero no soy la persona indicada para opinar, mis actitudes y dilemas son similares.

Uno debe estar en los zapatos del otro para comprender mejor las cosas.

Me acerqué a Hitoshi y lo saludé, necesitaba charla con una persona que no me hiciese sentir incómodo.

—¿Estabas charlando con las chicas? —preguntó mientras caminábamos en otra dirección.

—Sí —solté un suspiro—. Fue breve, pero incómodo, intento comprender muchas cosas, pero es imposible.

—Te seré honesto. Nunca los comprenderás.

—Eso fue demasiado directo.

—Es una realidad, los conozco desde que éramos unos niños, sé que tipo de personas son —dijo con frialdad.

Solo lo miré, Hitoshi les guardaba rencor, de eso estoy seguro.

—Hitoshi, leí el maldito libro —dijo apareciendo frente de nosotros Tokoyami, genial, lo que me faltaba.

Extraño al chico que vomitaba.

—¿Izuku? —dijo Tokoyami al verme.

—Hola Tokoyami —respondí con una sonrisa.

—¿Aceptaste venir?

Antes de que continuara con su maldita pregunta, en la cual iba a señalar que no esperaba que una persona como yo asistiera, dije—: quería variar.

Corto y preciso, es obvio que me importa poco, pero no tienen que recalcar lo que creen de mi.

—Nos vemos, voy al baño —dije ya harto, mejor buscaré a Shoto.

Fui hacia el baño, necesitaba mojarme la cara, estaba cansado de ver a demasiadas personas y sus preguntas.

Al llegar toqué la puerta, al no escuchar respuesta abrí e ingresé; cerré con pestillo y solté un suspiro.

Me miré el rostro, me veía normal, no parecía mostrar algún índice de estrés o angustia, mis ojos no se veían llorosos o nerviosos.

Sonreí, eso era bueno.

Abrí la llave y mojé mi rostro, tenía que seguir buscando a Shoto. Salí del baño, afuera había dos personas que se veían bastante mayores, una parte de mi se sintió incómoda, a pesar de que ni siquiera me miraron.

Continué caminando, habían chicos bailando y besándose, lo normal en una fiesta ¿supongo?

Mi nariz ya se había acostumbrado al repugnante aroma a nicotina, no sabía qué hacer si mi ropa quedaba impregnada a tabaco.

Revisé gran parte de los salones, todos elegantes, pero con comida de dudosa procedencia. El poder del dinero te da oportunidades a obtener más mierdas.

Nuevamente fui al jardín trasero, ya deseaba irme de esta fiesta.

Abrí los ojos más de lo usual, un chico estaba invitando a Shoto a drogarse con ellos; esto era una prueba para él, pero no creo ser capaz de quedarme viendo en silencio la situación.

Todoroki Shoto
05/01/2019

C

ómo siempre hoy hubo una extensa discusión con ese monstruo, él criticaba mi forma de tocar y la expresión de mi rostro.

No podía actuar un sentimiento que no sentía por ese instrumento, lo odiaba con todo mi ser.

Lo odiaba.

Detestaba sus gritos y su mirada al no hacer de inmediato lo que le pedía, pero era imposible intentarlo con sus quejas. Cuando era un niño era más fácil, no me costaba tanto hacerle caso, pero ahora es una guerra constante y la tensión es mayor.

Su agresividad es peor, ya no tengo huesos y la piel tan débil.

Si deseaba ir a la fiesta tenía que hacer bien las cosas, me sentía como un perro en estos instantes.

Luego de una par de minutos aprobó todo lo que hacía.

Quería romper el violín contra el suelo.

—Puedes ir.

Sentí un gran alivio al escucharlo, estaba harto de esta maldita mansión infernal.

Estoy un poco, corrección, demasiado nervioso, porque Izuku asistiría a la fiesta.

¿Qué pasará si fracaso? La respuesta era obvia.

Será una noche demasiado difícil, dudaba lograr cumplir la promesa que hice con Izuku, pero quería intentarlo.

También, me sentía triste al no asistir junto con Fumikage, él viajará con Momo y Tsuyu.

Era cada día más obvio comprender que no estábamos en la página, pero de todos modos quería que lo solucionáramos.

Quería arreglar las piezas rotas, pegarla e ignorar las líneas permanentes.

Yo quería volver a estar juntos como en los viejos tiempos, pero por algo son considerados como viejos.

El pasado se quedará en el pasado.

Me arrojé a la cama y cerré los ojos para tomar una siesta.

22:50 pm

No sentía emoción alguna cuando llegué a la fiesta, una parte de mi solo deseaba marcharse, pero volver a mi hogar significaba estar más tiempo con ellos.

Si estoy aquí, tal vez me divierte…
Tal vez.

Caminé por el lugar en búsqueda de Fumikage para poder hablar de lo ocurrido, pero no lograba verlo, parecía que todavía no había llegado o tal vez estaba en el jardín.

Al salir al jardín, lo vi de lejos sentado, decidí acercarme, pero estaba hablando con Hitoshi, ambos parecían divertirse. Estoy seguro que en el pasado habría ido a interrumpir para llevarme a mi amigo, pero quería cambiar esa parte de mi.

Me detuve y me di la vuelta, ahora faltaban las chicas, también tenía que hablar con ellas, aunque una parte de mi seguía molesta.

Tenía que hablar con Momo y solucionar las cosas, pero no podía darle lo que ella quería.

Honestidad.

Solté un suspiro, no era el momento de decir la verdad, pero si le decía todo, tal vez ella volvería a confiar de nuevo en mi persona.

Tal vez arreglaríamos todo lo roto, pero luego de prometer tantas veces que cambiaría, dudaba recuperar su confianza.

Al encontrarlas me armé de valor para ir hacia ellas, las dos charlaban mientras sostenían sus gaseosas.

Momo se veía tan bien con su vestido, era hermosa y agradable, bastante gentil, enserio me gustaba, mis sentimientos por ella no son una mentira o un juego.

La adoro, aunque a veces siento que no es suficiente, en especial para ella.

“Debes ser honesto”

Fumikage dice que una relación debe ser sincera, ¿es posible que con ello deje de sentir celos y que no solo soy un drogadicto?

¿Cambiarán las cosas?

No. Jamás cambiarán, y ambos lo sabemos.

Quería ir hacia ellas, pero cuando ellas me vieron, esquivaron sus miradas.

¿Qué hice mal? ¿Estaban molestas por lo de ayer? ¿Tan malo fue lo que hice?
Me di la vuelta confundido, no entendía lo que había hecho mal, aún no he consumido nada.

No siento que hice algo malo…

¿Tal vez lo arruino tanto que ya no veo cuándo me equivoco?

Estaba cansado de todo, quería olvidar todo, pero Izuku de seguro estaba en la fiesta.

Me di la vuelta para buscarlo antes de arruinar todo, pero mi vida es a veces cruel y le gusta jugar a lastimarme.

Un amigo de Neito apareció y se acercó con una sonrisa, sentía que era el diablo en persona.

—Ven a divertirte en la mesa con nosotros —me invitó con amabilidad.

Frase aterradora y atrayente, ¿qué importa si voy? ¿Importa el trato? A Izuku recién lo conozco, pero no quiero defraudarlo.

La deseo tanto, pero si voy, Izuku se irá de mi vida, ese fue el trato.

Estaba paralizado, no sabía qué demonios hacer, la tentación superaba tener una amistad con alguien que aún no me mira de esa forma.

No quiero perder a un posible amigo, pero aquel delicioso y tortuoso placer gritaba demasiado, me sentía arrastrado en un mundo de oscuridad.

No quiero ir, pero todo mi cuerpo grita ir.

Puedo ver a Momo y a Tsuyu, ambas nuevamente me están observando fijamente, no hacen nada, dejaron de intentar hacer algo hace mucho tiempo. Solo me miran con aceptación y decepción.

Ellas no esperan nada de mi y es lo normal.

Todo mi ser grita por ir, dos de las personas que más aprecio renunciaron.

Quiero ir…

Por otro lado, Fumikage está con una persona que es mejor, alguien que sería un mejor amigo de lo que yo puedo ofrecerle.

Mis pies no saben si retroceder o avanzar, ¿desde cuándo mi cuerpo se convirtió en mi dueño?

Deseo ir allí con ellos, divertirme y olvidar.

No quiero ir, pero…

Una mano tocó mi hombro devolviéndome a la tortuosa realidad; miré hacia atrás y vi esos brillantes ojos verdes, parecían analizarme, no se veía molesto, tampoco parecía ver algún indicio de decepción.

Izuku formó una cálida sonrisa, se veía paciente, de alguna forma sentía que esta era una prueba, era ahora o nunca.

Podía abandonar la oportunidad de tener un nuevo amigo solo por ese placer tan adictivo.

Aquel peliverde no es como Fumikage, él no me perdonará, lo sé, no es el tipo de persona que se retractaría de sus palabras.

Si acepto decepcionaré a una persona que a sufrido demasiado solo por una maldita adicción.

¿Drogas o Izuku? ¿Adicción o amistad?

—No gracias, para la siguiente vez…

Era la primera vez en mucho tiempo que decliné y vaya que duele, desearía que no doliese rechazarla, sería un sueño que aquellas palabras que salieron de mi boca fuesen con una determinación sólida.

Aún deseo ir, mi cuerpo grita ir, ni siquiera puedo moverme, ¿por qué soy tan débil?

—Vayamos a por algo de comer —dijo Izuku, para luego agarrarme de la muñeca con suavidad para que lo siguiera.

Izuku sabe que no puedo caminar, de alguna forma él sabe que necesito ayuda para alejarme de allí, porque no puedo hacerlo solo.

Simplemente dejé que mis piernas lo siguiesen, confiaba en que Izuku me sacaría de ese lugar.

Es extraño, pero creo que de alguna forma estoy siendo arrastrado a una brillante luz.

Hace mucho que una noche no era tan iluminada.

Fuimos a la cocina, Izuku observaba minuciosamente la comida, de seguro temía que tuviese alguna cosa en ella.

Resignado soltó un suspiro, se notaba de lejos que no confiaba en la comida, si bien no todo era droga en esta fiesta, comprendía su miedo.

—¿Acaso no tiene jugo o una bebida gaseosa? —preguntó para si mismo al ver las botellas del mostrador.

Izuku frunció el ceño un tanto molesto e incómodo, agarró dos vasos plásticos y fue hacia el grifo para llenarlos de agua.

—Aquí tienes —dijo ofreciéndome un vaso—. El agua a veces hace milagros para calmarte.

—Gracias —acepté el vaso—, por todo.

Bebí el contenido, de alguna forma me sentía mejor conmigo mismo, ansioso, pero un poco orgulloso.

—Yo no hice nada, solo te traje a la cocina —dijo sin más.

Creo que no se había dado cuenta cuánto me ayudó en ese momento.

—De igual forma, gracias…

—Debes darte valor a ti mismo, tu lo rechazaste, a pesar de que claramente quieres ir en estos momentos —fue honesto y directo, su mirada era seria en estos instantes.

Abrí los ojos más de lo usual por aquella respuesta, era cierto, yo lo había rechazado, logré por primera vez alejarme por opción propia.

Opción propia o no, todo fue gracias a la mano amiga de Izuku…

La culpa llegó directo a mi cara, me divertía y me sentía más aceptado por Izuku que por 3 de las personas más importantes en mi vida.

Acepté la ayuda de una persona que conocí hace poco y no de quienes han estado conmigo desde siempre, soy una mierda de amigo y novio.

Mordí mi labio, no sabía que demonios hacer en estos momentos, estaba tan acostumbrado a quedarme con Fumikage en esta casa luego de drogarme o volver a la mía con él, en ambos casos drogado.

Ahora que estoy solo, cualquier camino que tome hará que termine arrojando a la basura lo que había logrado.

¿Qué demonios hago?

Izuku bebía de su agua, tal vez si le pregunto a él.

—Izuku, ¿puedo quedarme en tu casa? —pregunté, me sentía un tanto avergonzado por la pregunta, pero el miedo era más grande.

Necesitaba ayuda y la única persona que sé que no permitiría que la consumiese estando a su lado es él.

Confío en que Izuku me ayudará.

—Claro, pero primero debo preguntarle a Toshinori —dijo claramente sorprendido.

Asentí como respuesta; él sacó su teléfono, marcó el número y comenzó a hablar con el Sr. Toshinori.

—Toshinori dijo que no hay problema, pero que primero quiere una confirmación de alguno de tus padres —dijo Izuku con una sutil sonrisa.

Tragué nervioso y llamé a Enji, era horrible, pero tenía que hacerlo.

—Padre, quería preguntarte algo…
Hice la pregunta rápidamente y Enji aceptó fácilmente, luego cortó para llamar al Sr. Toshinori.

—¿Qué opinas de irnos? No te ves muy bien —dijo un tanto preocupado.

—Creo que es lo mejor —temía colapsar e ir a consumirla.

Izuku parecía querer preguntar algo, pero no dijo nada.

El teléfono de Izuku comenzó a sonar, de seguro era el Sr. Toshinori.

Él contestó de inmediato y sonrió.

—Sí, por favor —dijo Izuku mientras miraba el techo—, nos vemos Toshinori.

Al cortar me miró y dijo—: ya viene en camino.

Nos dirigimos a la puerta delantera para quedarnos afuera, era preferible estar allí que en un lugar tan cercano a eso.

Cuando salimos al jardín escuché que unas pisadas nos seguían.

—¿Ya se van? —era el bastardo de Neito.

—Sí —respondió Izuku sin darse la vuelta.

Me di la vuelta y aprecié esa sonrisa maliciosa.

—¿Otra vez no aceptaste nada? —dijo Neito, esas palabras tenían otro significado.

—¿Fuiste tu el que los envió?
No entendía de qué hablaban.

—¿A qué te refieres Izuku? —respondió con un tono de voz que daba a entender que sí sabía.

—Me sorprendes Monoma, eres maquiavélico, pero sabes que no aceptaré nada —respondió con un claro tono de molestia.

Miré hacia Izuku, ahora él tenía fija su mirada en Monoma, sus ojos esmeraldas estaban lejos de verse tranquilos.

—Gracias por el cumplido —sonrió de oreja a oreja, sus ojos se veían burlones.

Monoma me miró y dijo—: ¿te vas en el mejor momento? ¿Qué pasó Shoto? ¿Te estás volviendo aburrido?

Genial, ahora intentaba picar mi orgullo.

—Eres bastante original —respondió Izuku—, ¿no tienes nada mejor en tu repertorio?

Lo miré, fruncía el ceño y su mirada era intimidante, Izuku podía imponer miedo solo con sus ojos.

—Te gusta dañar el ego de los otros para que ellos te hagan caso, manipularlos a tu antojo —continuó, su voz sonaba apagada—. Crees que eres un rey imparable.

¿Izuku era tan valiente? Jamás pensé que él podía decir esas cosas.

—No soy tonto para saber que buscarás alguna cosa para intentar controlarme y hacerme sufrir, pero créeme que no te lo permitiré.

Una sonrisa ladina se formó en su rostro y continuó—: digas lo que digas, no me hará agachar la cabeza, un niño con aires de grandeza no puede lastimarme.

Abrí la boca de la impresión, Izuku era genial.

Neito soltó una carcajada estruendosa, como era de esperar, el imbécil no se iba a enojar.

—Han pasado años desde que una persona me diese un reto, me encanta ese Izuku —dijo con un brillo malicioso en su mirada, era un maldito psicópata— ¡Será un gusto encontrar la forma!
Neito estaba loco.

Una sonrisa burlona se asomó en la cara de Izuku, era todo surrealista.

—Ya veremos.

Podía ver una lucha de mirada entre ambos, deseaba que los muchachos viesen esto, era algo imposible de creer.

—Shoto, ¿te quedas o no?

Él es la definición de un demonio, intenta arrastrarte a la oscuridad con cualquier tentación.

Miedo.

¿Qué debo hacer?

Tic tac, tic tac, tic tac…

¿Qué debo hacer?

Tic tac, tic tac, tic tac…

¿Qué debo hacer?

Tic…

Una cálida mano se posó en mi hombro devolviéndome a la realidad, tenía que tomar una decisión.

Miré a mi lado, era Izuku quién apoyaba su mano, él me sonreía, no podía decepcionarlo.

Él creía en mi y yo deseaba creer en mí mismo.

—No.

Neito levantó una ceja, creo que es la primera vez que he visto su rostro genuinamente sorprendido.

—Interesante —dijo acariciando su barbilla—. Muy interesante.

—Buenas noches —se despidió, pero antes de irse miró a Izuku y sonrió.

Se dio la vuelta y con tranquilidad fue hacia la mansión.

—Sabía que lo lograrías —dijo Izuku con una sonrisa de lado.

—Me tienes demasiada fe —dije, aún no comprendo qué logra ver en mi.

—Supongo que ciertas actitudes se pegan —respondió al instante, su mirada se veía nostálgica—. Cuando estás en la oscuridad necesitas a alguien que te tienda la mano.

“Tienda la mano”

—Hace mucho que dejaron de tenderme sus manos, soy una persona que defrauda.

Era una realidad, yo defraudo a las personas.

—Hoy me demostraste dos veces que puedo tenerte fe —refutó, su voz sonaba pacífica, no se parecía en absoluto a la que tenía con Neito.

Izuku es una caja de sorpresa.

—Eres especial, es la primera vez en años que me retiro y no acepto. También creo que es la primera vez que no “gana” Neito —dije con sinceridad—, ahora en verdad querrá destrozarte.

Izuku soltó una risa y dijo—: ya te lo dije, conozco a alguien que en verdad te puede hacer la vida un infierno, él no es nada. Además, cada día sobrevivo a un verdadero demonio, él no es nada.

Eran duras esas palabras, pero lo último no lo comprendía, ¿a qué puede sobrevivir cada día si vive con una persona buena?

¿Qué es ese demonio?

Shoto aún no comprendía que el peor monstruo que una persona podía tener era su propia mente.

No hay peor demonio que tu mismo y Shoto cada día se iba consumiendo por ese monstruo invisible.

Oh mente humana, ¿por qué debes ser tan cruel contigo misma? ¿Cuál es el placer de llevarte a las peores de las tormentas? ¿Por qué te aprisionas a ti misma en una horrible celda oxidada?

La mente puede ser la salvación o la tortura eterna. Solo ella sabe que lugar más duele en nuestras almas, es la única que puede encerrarnos en el infierno eterno.

—Tu también conoces a monstruos peores que ese rubio idiota. Sobrevives a tus padres, ¿por qué dejar que un tipo como él gane? —su respuesta fue tajante.

Él tenía razón, yo sobrevivía a Enji y Rei.

Aún respiro…

—Desearía haber pensado antes de esa forma —finalizó mientras miraba el cielo nocturno.

A veces no sabía cuál de los dos éramos más complejos, pero si tenía claro que Izuku guardaba más misterios.

—Me gustaría haberte conocido antes, tal vez a ti te habría escuchado y no estaría tan perdido.

—El Izuku que iba en kínder era un llorón que creía, corrección suplicaba por un héroe —dijo con amargura—, el de doce no te habría hablado, dudo siquiera que supiese de su existencia…

Lo miré extrañado por lo último, sé que Izuku es bastante nervioso, lo cual es normal por la violencia intrafamiliar, pero hay algo más…

Tal vez tuvo problemas en la escuela, golpeó a un compañero y mencionó la vez pasada la escuela, ¿habrá sufrido de bullying?

Negué en mi mente, es mejor no sobrepensar las cosas y en especial no preguntarle.

Él debe decirlo cuando esté listo, estoy seguro que ahora lo está diciendo con dificultad.

—Si te duele es mejor no continuar —interrumpí al ver su expresión.

—Gracias —dijo para luego decir—, no te lo he dicho, pero en su época hacía dibujos de villanos.

—Interesante, ¿no hacías de héroes?

—El héroe lo hacía un viejo conocido —dijo con la mirada perdida—. Él era un enemigo peligroso, nunca nadie lograba vencerlo.

Era curioso ver que sonreía al explicarme sobre las habilidades de ese villano, parecía orgulloso de una creación malvada.

—¿El héroe nunca lo venció?

—Era una lucha eterna, supongo que el día en que los monstruos dejasen de existir el héroe ganaría.

Sus palabras de alguna forma tenían un doble significado, no parecían elaboradas en este mismo momento, era como si fuese algo antiguo.

—Es triste saber que jamás existirá un dibujo que muestre la derrota —dijo Izuku más para si mismo.

Ambos quedamos en un silencio cómodo hasta que llegó el Sr. Toshinori, en un principio miró de arriba para abajo a Izuku.

Los dos ingresamos al automóvil en completo silencio, me sentía agotado, confundido y sentía la horrible sensación de desesperación.

Iba a ser horrible esta noche…

El Sr. Toshinori nos hacía preguntas mientras sonreía, de alguna forma hacía el viaje más ameno con sus comentario.

Él es un hombre muy amable, Izuku tenía mucha suerte.

Izuku Yagi
00:15

Hablar con Shoto fue extraño, fui más honesto de lo que creía posible; me sentía feliz de haber apostado por tenerle fe, sus palabras y forma de hablar me motivaron para profundizar mi búsqueda de algún centro de rehabilitación y ayuda de algún adulto que sea útil.

Todo era tan complicado, pero no tenía que entrar en pánico, no todo iba a ser sencillo.

Cambiando de perspectiva me sentía emocionado, era la primera vez que una persona iba a quedarse a mi casa.

Reconozco que sentía también nervios… tengo que calmarme, pero me carcome la idea que alguna pesadilla o algo arruine todo, no deseo que vea esa horrible parte que atormenta mi día a día.

Jugamos por un rato a los videojuegos para pasar el rato y hacer que Shoto se distrajese del deseo de consumir.

No deseo saber qué siente una persona adicta cuando no puede consumir lo que quiere. Debe aterrador.

Toshinori decidió colocar otro colchón en la habitación, no quería que terminásemos dormidos en el sofá jugando.

Todo estaba bien, ambos estábamos en el dormitorio intentando dormir, pero la paz no siempre le gusta permanecer por tanto tiempo en las personas y alrededor de las tres de la mañana vi la actitud que puede tomar alguien que está a un paso de sentir abstinencia.

03:12 am

S

hoto no se veía en su mejor momento, parecía estar desesperado por esa basura y si actuaba como lo hacen usualmente los adictos despertará a Toshinori.

Tenía una idea de como distraerlo, pero eso implica mostrar una de las partes más privadas de mi vida. Aunque se siente bien mostrarle a una persona que aprecias que actividades haces, aparte no creo que Shoto me juzgue, no él.

—Te mostraré qué hago cuando tengo ciertos problemas —deseos de lastimarme o morir, pero él nunca lo sabrá, es un secreto entre mis amigas, Toshinori, Aizawa y creo que algo debe saber Hitoshi, pero no quiero descubrirlo.

Más adelante otras personas descubrirían la verdad, pero ese es otro capítulo de mi vida, uno donde los párrafos fueron dolorosos y confusos, uno en el que que actué verdaderamente como un cretino. Ese día aprendí que yo también puedo ser cruel, pero también un buen amigo me ayudó a salir de la neblina que me cegaba.

Su mirada estresada cambió a una de curiosidad, cada día descubría más cosas de Shoto, él era una persona curiosa.

Le hice un gesto para que me siguiera, no esperé su respuesta y salí del dormitorio, sabía que él me seguiría.

Cuando llegamos a la puerta del estudio solté un suspiro, no era fácil, pero quería confiar en otra persona.

La abrí, encendí la luz y lo dejé pasar, cuando entré cerré la puerta con delicadeza, no quería despertar a Toshinori.

—Bienvenido al estudio de la casa…
aquí pintamos con Toshinori —decidí hablar en plural.

Shoto guardó silencio, no podía ver su cara cuando fue hacia la pintura de la Sra. Nana.

—Estabas haciendo un graffiti ese día —no era una pregunta—. ¿Fuiste tu quien pinto a estas personas?

—Sí, fue un regalo para Toshinori —dije con honestidad, él de seguro ya se había dado cuenta de la verdad.

—Eres impresionante —dijo Shoto tocando con suavidad la pared—. Nunca he conocido a alguien que hace graffitis.

Se dio la vuelta con entusiasmo, tenía una sonrisa formada en su rostro.

—Gracias…

—¿Eres ese tal Yamikumo? —maldición, se había dado cuenta—, Fumikage me mostró unas pinturas de él, además, una de esas pinturas se parecía a Ochako…

Maldición, es demasiado astuto.

—Adivinaste —dije con un toque de frialdad—, estás al frente del destructor de feas paredes.

—Eso es genial —dijo emocionado—. Si bien podría esperarse que pintases, jamás pensé que fueras tan bueno…

Mordí mi mejilla, decidí no responder y simplemente buscar tarros de pintura y lienzos.

—No vinimos aquí para ver mis pinturas —sonreí, no sabía si era una real o falsa, abrí los tarros—. Lo que yo hago cuando algo malo cruza por mi mente es hacer esto.

Metí mi mano en el tarro de pintura roja y lo salpiqué en el lienzo. Miré a Shoto y dije—: inténtalo, te ayudará bastante. Además, es divertido.

Shoto me observó, luego a la pintura y sin pensarlo dos veces metió su mano en la de color azul. Él fruncía el ceño mientras la salpicaba, se veía demasiado enojado, ¿yo me veo de esa forma cuando pinto molesto?

Su mirada reflejaba ira, angustia y finalmente tristeza, demasiadas emociones mezcladas; un escalofrío viajó por mi columna, de alguna forma lo que veía en esos instantes era un espejo de mi persona.

Es triste y duro poder ver lo mismo que yo hago cuando siento esas dolorosas emociones.

“Estoy seguro de que terminarás siendo el calco de Fumikage, un perrito faldero de Shoto”

¿Por qué suponen cosas que no se harán realidad? ¿Por qué creen que si una persona quiere tender su mano para ayudar terminará mal?

Sí, Shoto es alguien complicado y hay más probabilidades que termine mal, pero no estaré allí para seguirlo sin pensar y ayudar para que se destroce. Yo estaré a su lado para ayudarlo de la forma que creo que es la correcta.

Quiero ver algún día al Shoto sano, una persona rehabilitada, no quiero que su cuerpo sea su propio enemigo.

No quiero ser el espectador de la destrucción de un chico que a tomado malas decisiones.

No deseo que en 10 años Shoto termine como Inko o peor aún, muerto como la madre de Bakugo.

Quiero ver a un Shoto feliz.

Al terminar miré a Shoto y pregunté—: ¿Ahora me dirás qué hacías esa noche?

Un trato era un trato.

—Fui solo a comprar drogas. Me topé con un delincuente… —respondió un tanto avergonzado.

—Por favor, no vuelvas a hacer esa locura —era muy estúpido lo que había hecho.

—Créeme que no lo volveré hacer, dudo encontrar de nuevo a un chico que arroja en el rostro de personas… —guardó silencio y me miró fijamente— ¿El Sr. Toshinori lo sabe?

Maldición, ¿qué debo decir?

—¿Él sabía que estabas pintando?

—Él lo sabe todo, incluso antes de conocerlo —dije mirando el lienzo—. Toshinori es mi héroe.

—Interesante —dijo Shoto, no quise mirarlo.

—Aunque eso es parte del pasado, ya sabes…

—Entonces no preguntaré más —respondió—. No te obligaré a hablar de eso, puedes estar tranquilo.

Sentí un golpe de alivio, lo miré y dije—: gracias.

Él asintió y dijo—: creo que yo debo darte las gracias, me ayudó tu método.

—Me alegro, pero ahora que te sientes mejor, creo que deberíamos limpiarnos y dormir, no quiero que Toshinori nos atrape.

—Claro —la voz de Shoto sonaba más tranquila y su mirada estaba mucho mejor.

Son estos momentos en los que sé que Shoto puede mejorar, no voy a renunciar, tarde o temprano lo ayudaré.

A veces no nos damos cuenta de que nuestros pequeños actos pueden ayudar más de lo que creemos…

12:50 pm

N

o esperaba que Ochako llegase a mi casa a esta hora y mucho menos recibirla en pijama; solo podía vergüenza y mis mejillas sonrojadas no eran de mucha ayuda.

La dejé pasar a la casa, sentía mucha vergüenza y el silencio era peor, ¿por qué estaba aquí?

—Me asusté. Tú teléfono sonaba apagado y no quería llamar al Sr. Toshinori. Además, con todo el tema de asistir a la fiesta… creí que era mejor venir —admitió con honestidad, podía ver su preocupación.

Al escucharla no pude evitar sentirme algo culpable, ella tuvo miedo de que hubiese hecho algo malo.

—Puedes estar tranquila, solo me enojé un par de veces con Monoma, pero nada como lo otro —respondí con una sonrisa.

Una expresión de alivio se formó en el rostro de Ochako.

—Ah y Shoto está en la casa, pasaron cosas que no son importantes y bueno, se quedó a dormir —dije al ver a Shoto comer su desayuno en silencio en el comedor.

Ochako lo saludó con la mano y se sentó al otro lado de la mesa. Fui al comedor, llené un vaso con jugo para ella y llevé mi tazón con cereal. Todo era extraño y surrealista, no estaba acostumbrado a desayunar con alguien más y mucho menos que esté Ochako y Shoto en el mismo lugar.

Al llegar coloqué el tazón y le entregué el vaso a Ochako, al principio había un silencio un tanto “incómodo”.

—¿Se divirtieron en la fiesta? —Ochako preguntó por accidente, una pregunta normal, pero ella sabía que no debía hacerla, no la culpo, porque al ver su rostro se notaba que quería esconderse debajo de la mesa.

—Sí, nos divertimos demasiado —mentí, ella lo sabía, Shoto lo sabía, pero no sabía qué decir, todo sería una mentira que nadie creería.

Solté un suspiro y dije—: nada interesante que reportar, bueno un chico estaba tan borracho que vomitó sobre quien creo que era su novia, el punto es que ella le dio una bofetada que sonó demasiado fuerte.

—¿Enserio? —preguntó Shoto extrañado, en cambio Ochako solo reía por la situación.

—Fue cuando te buscaba a ti y a Hitoshi —dije comiendo de mi cereal—. También me topé con una dulce propuesta de noviazgo, ella le rechazó, solo lo veía como un amigo.

—Que triste por el chico —dijo Ochako con tristeza.

—¿Cómo era el chico? —preguntó Shoto con curiosidad.

Expliqué el aspecto detenidamente, la expresión de Shoto fue una mueca.

—Ella tiene novio y ese novio es amigo de él —dijo levemente molesto—. Al menos ella no hizo una tontería…

—¿Tontería? —preguntó Ochako curiosa.

Shoto bebió de su jugo y dijo con disgusto—: engañarlo.

Hice una mueca al recordar cierto tema familiar.

—Tienes razón, no había pensado en esa posibilidad —respondió Ochako con una sonrisa.

Shoto le devolvió la sonrisa, si bien la respuesta de Ochako era normal, sé que él aprecia lo que dijo.

—Izuku, ves demasiadas cosas.

—Sí, creo que atraigo situaciones incómodas —dije recordando la anécdota del sushi, luego recordé otra en la pizzería y el centro comercial.

Ambos ponían atención en todo lo que decía, puesto que, ni siquiera se lo había comentado a Ochako.

Luego Shoto y Ochako comenzaron a hablar de cosas similares.

—¿Qué opinan de ver una película de terror? —preguntó Ochako con una gran sonrisa.

Miré a Shoto, me daba lo mismo el género, pero no sabía si era de su agrado.

—Claro.

Colocamos la última película que se había estrenado en la plataforma y nos sentamos.

La película no daba miedo como tal, Shoto se reía cada vez que veía al intento de fantasma, Ochako decía que la rubia iba a ser la primera en morir, y yo simplemente sonreía por la situación.

—Esquívala —susurré estresado al ver lo idiota que era el protagonista.

Al finalizar dije—: ¿por qué siempre entran a una casa que grita no entres?

—Les falta inteligencia —dijo Shoto bajando los hombros.

Reí por lo dicho, se sentía cómodo estar nosotros 3 viendo una película.

—¿Qué opinan una serie de súper héroes? —pregunté mirando a los dos con una sonrisa.

Era una miniserie de 6 capítulos, cada uno de una hora, iba a ser un día muy largo.

—Hora de almorzar —dijo Toshinori saliendo de la cocina, extrañado miré la hora, eran las tres y media.

—Supongo que es hora de comer —dije con entusiasmo al sentir como mi estómago rugía.

Ordené la mesa y ayudé a servir los platos, eran espaguetis con salsa de tomate y carne, mi estómago gritaba por probarlos.

En el almuerzo Toshinori comenzó a relatar historias de su época en Francia y algunas locuras que hizo en Yuuei, soltando de vez en cuando el nombre del Sr. Aizawa, de alguna forma se sentía como información que podía servir en un futuro, al menos para los chicos.

Shoto sonreía entusiasmado, me alegraba ver una sonrisa “real”, no se parecía para nada al chico de anoche. Él había vuelto a la normalidad.

—Enji me invitó a tu fiesta de cumpleaños —dijo Toshinori con una sonrisa.

—Sí, invité a Izuku como a las cuatro de la tarde —dijo un tanto incómodo.

Vi la expresión de Shoto, se veía un poco incómoda.

—¿Cuatro?, él nos invitó más temprano —dijo Toshinori demasiado extrañado.

¿Por qué Shoto parece querer golpear a alguien?

—Los invitó temprano él —dijo con una sonrisa forzosa —. Eso es mejor, mucho mejor.

Miré a Ochako, ella estaba más atenta comiendo los fideos o en realidad era su forma de ignorar este momento incómodo.

Toshinori se percató de que algo malo había sucedido, por lo tanto, guardó silencio.

—Sr. Toshinori, ¿usted qué tipo de maestro será? —dijo Ochako sacándonos del momento incómodo.

—¿Tipo?

—Ya sabe, ¿el maestro malvado que no perdonará nada o uno amable que nos dará oportunidades? —continuó con una sonrisa.

A Shoto le incomodaba el tema de Yuuei, ¿cómo podía ahora cambiar el tema?

—Será una sorpresa para los dos, por lo tanto, les recomiendo hacer sus deberes —dijo con una voz “malvada”—. Aunque me apetece ser el villano y usar mi lápiz rojo.

Las expresiones de Shoto y Ochako eran de terror, nada podía ser peor que un maestro fan de las calificaciones rojas.

—Que cruel, apenas sé algo de francés —dijo Ochako con un tono de voz melodramático—. ¿Tu sabes Shoto?

—Sí, el viej… digo, mi padre apenas supe leer y escribir contrató tutores de francés, inglés, italiano, alemán y ruso —soltó un suspiro—, aprendí lo básico de chino mandarín.

Ochako y yo quedamos con la boca abierta, él sabía seis idiomas, me sentía un ignorante.

—¿Deseas ser mi maestro de francés para no reprobar? Después de todo seremos futuros compañeros de departamento —pidió Ochako con una expresión de súplica.

Shoto se sorprendió por la pregunta, creo que incluso pude ver una pequeña sonrisa. Una parte de mi me haría feliz que ellos dos fuesen amigos, porque sé que Ochako sería mejor influencia para él.

Me siento un tanto incómodo y molesto con las amistades de Shoto, sé que él no es perfecto, que tampoco es una blanca paloma, pero dudar tanto de él es demasiado cruel.

Aunque él se lo buscó, está claro que sembró lo que cosechó, pero como espectador no los veo como personas sanas en la vida de Shoto, él necesita ayuda profesional, no que lo ayuden a seguir por ese camino.

—Claro… —respondió sin sonreír, pero su tono de voz no sonaba fría.

No lo sabía en esos momentos, pero una amistad se estaba formando lentamente.

Tic tac, tic tac, tic tac… disparo.

19:00 pm

Ochako ya se había marchado y el automóvil de Shoto ya venía a buscarlo, era ahora o nunca para sacarle la respuesta a mi duda.

—¿Por qué pusiste esa cara con el tema de la invitación?

Shoto hizo una mueca y soltó un suspiro, no parecía querer hablar, pero dijo—: celebro mi cumpleaños dos veces en el mismo día, el que es temprano es el aburrido. El de la tarde es el normal.

¿Es eso cosas de ricos? Porque no entiendo nada.

—El viejo invita a sus amigos empresarios, vienen a charlar con él por el tema de los vínculos y cerrar tratos, asisten familiares desagradables. Todo es una excusa para dar una imagen perfecta —explicó—. Además, es con traje, ¿qué mejor que un traje en pleno verano?

Bueno, ahora todo tiene sentido.

—Por eso me invitaste a esa hora —dije comprendiendo la situación.

—Sí, es aburrido, lo único que lo hace soportable es Fumikage y Fuyumi.

—¿Fuyumi?

—Mi tía, es la única buena en mi familia, también mi tío Natsu es agradable, pero él apenas cumplió 18 años se alejó de la familia.

Guau, Shoto se volvió más abierto desde la última charla. Mordí mi mejilla, yo ni siquiera me atrevía a decir que tomo medicamentos antidepresivos.

Negué en mi mente y pregunté—: ¿tus tíos son hermanos de quién?

—Son los hermanos menores de ella. Es un tanto incómodo saber que Fuyumi fácilmente podría ser mi hermana mayor…

Por un momento no entendí, pero luego recordé que era producto de un embarazo adolescente.

—¿Se llevan por poco?

—Ocho años y con mi tío catorce —respondió con una mueca—. Mi tío siempre me a recalcado que debo decirle tío, en cambio Fuyumi no.

—Interesante. Yo no tengo familia de parte de ningún lado, mis abuelos fallecieron y que yo sepa no tuvieron más hijos —dije sonriendo a mis adentros, me alegraba que no existiese nadie más con mi sangre y crianza, si tuviese tíos de seguro serían tan crueles como ellos.

Shoto parecía querer hacer una pregunta, pero se quedó callado, fui idiota y pregunté—: ¿qué ocurre?

Se mordió el labio, pero igual preguntó—: no es necesario que respondas, pero ¿qué ocurrió con tus padres?

Sentí en ese momento miedo, no quería mentir, él había sido honesto, pero decir la verdad no era un opción, ¿qué hago?

—Prefiero no hablar de ellos, ahora están en un mejor lugar —mostré mi sonrisa más falsa, pero lo que había dicho era verdad, la cárcel era él mejor lugar para ese monstruo y ella ni idea…

¿Inko está en la cárcel o qué demonios? No importa, no quiero saber de ella.

—Lo siento…

—No te disculpes, simplemente es mejor no saber de ellos, si hablo todo se vuelve real —dije sin más, si hago como si no existen todo es mejor.

Cuando Shoto se fue solté un suspiro, decidí irme a mi habitación, quería cerrar los ojos y olvidar lo último.

—Traje helado de chocolate, le puse cubierta de chocolate —dijo Toshinori detrás de la puerta.

—Pasa —mi voz sonaba demasiado apagada.

Al entrar me entregó el tazón, él también tenía uno; Toshinori se sentó a los pies de mi cama en silencio. Ambos comíamos el helado en silencio, sentía que él estaba esperando a que dijese algo.

—Escuché por accidente lo último —dijo finalmente.

Sentí como se retorcía mi estómago, lo que menos deseaba escuchar era un mensaje positivo.

—Hubo un tiempo en el que también negué la existencia de ellos —continuó con una sonrisa amarga—, por lo tanto, solo puedo decirte que te comprendo.

Asentí, tal vez no teníamos el mismo caso familiar, pero escucharlo de parte de él me hacía sentir como una persona normal. Saber que no eres el único con esos pensamientos y forma de actuar te ayuda a no pensar que tu eres el problema.

También, solo con esa frase basta, porque no necesitaba el consejo de una persona o una frase motivacional, yo deseaba que alguien simplemente me comprendiese y estuviese a mi lado, y quién mejor que mi héroe.

Hoy fue un día repleto de emociones positivas y negativas, parecía una montaña rusa.

Continuará...

Nota

Espero que hayan disfrutado el capítulo, amé este Izuku un poco más bad ass.

Al fin descubrió que era Yamikumo.

Me encanta escribir la relación amistosa que se va formando entre Ochako y Shoto 🥰

Toma eso Monoma.

#MuerteaMonoma

#Izukumereceunfinalfeliz

#Ochakoesunserdeluz

#Izukubadass

#Izukuesunrayodeluz

#UnfinalfelizparaIzuku

#Izuochaforever

Palabras: 10197

Publicado: 04/05/2024

Nos vemos el 11 de mayo 💖

Capítulo 31: El cumpleaños de Shoto

Que la fuerza los acompañe, se despide Autora-chan 🦄💖🦋


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro