Capítulo: 7
Todos estamos conectados de alguna manera, algunos por el dolor, otros por recuerdos felices, otros son terceros que caminan por la calle y chocan con uno y ya están unidos, porque este mundo es pequeño.
En otros lugares hay gente que te comprende y llora al igual que ti, pero a veces pueden tener las mismas circunstancias personas cercanas, solo que no lo vemos debido a que estamos ciegos con nuestra propia desgracia, quien sabe tal vez esa persona esa rogando desesperado a que tu lo veas y lo ayudes.
A veces nos muestran lo fuerte que son, en su casa igual, todo el mundo los ven felices, pero es una fachada, tal vez no se autolesiona, o llora desesperadamente, pero están quebrados, quieren llorar, pero se hacen los fuertes.
Este es el caso de muchos niños, adolescentes y adultos.
Midoriya Izuku, es un ejemplo, su secreto del deseo puro de estar en el sueño eterno, nadie lo sabía, sus compañeros lo veían como a un niño que lo maltrataban injustamente, pero no sabían que se había intentado de suicidar, que estaba en una constante guerra en la que todavía una pequeña luz luchando contra la oscuridad.
¿Cuánto tiempo durará esa guerra? ¿El pequeño rayo de luz vencerá a la intensa oscuridad? Tiene pocas probabilidades, pero si otro rayo de luz aparece y otro más, Izuku podría destruir esas cadenas que lo tienen prisionero gran parte de su vida.
Pero cómo alguien puede ser ayudado sin que el individuo pida ayuda, cómo saberlo, fácil, acercándote y entregándole no un amor de cuentos de hadas, sino que una amistad sincera, porque eso desea Izuku, él no desea una novia, él quiere una eterna amistad, alguien que lo escuche, una persona que le tienda la mano y que lo ayude en lo más importante que una persona debe tener, el amor propio.
Eso es lo que desea Izuku volver a quererse así mismo, quererse tal y como es, porque eso es lo que él necesita para dar el siguiente paso.
Uraraka Ochako
Esa pintura, ahora en definitiva entendí a la muchacha pelimorada, Yamikumo gritaba y suplicaba auxilio, ese graffiti de conejo me lo decía, ese conejo que se lastimaba así mismo.
¿Por qué siento la necesidad de ir a ayudar a un desconocido? ¿Cuánto ha sufrido esa persona para llegar a dibujar así?
Vi a lo lejos a Bakugo y podía ver como apretaba la mandíbula, su mirada se veía llena de ira ¿Por qué observaba ese graffiti con tanta ira?
Izuku estaba allí observando la obra de arte, se veía que no había dormido por las ojeras.
-Guau... este tipo se superó- Dijo un compañero asombrado.
-¡Es aterrador!- Dijo una compañera.
-Él que está haciendo los dibujos tiene graves problemas mentales- Dijo otro compañaro serio.
-¡Este vándalo de nuevo está arruinando el establecimiento!- Dijo el director furioso.
-Hay que admitir que tiene talento- Dijo el profesor de matemáticas.
-¿Talento? ese tipo es un psicopata- Dijo el profesor de artes, de seguro tenía envidia del talento de Yamikumo.
Quiero conocerlo para entender su arte, porque como futura estudiante de Yuuei debo aprender el significado del arte de las personas ¿supongo?
Aunque quiero ser cantante, quiero saber de esa persona y sus emociones, como refleja sus sentimientos en su obra... necesito saberlo para mejorar mi forma de expresar mis sentimientos a la hora de cantar.
-Le voy a sacar una foto y subirla a mi instagram- Dijo emocionado un compañero, y al parecer otros también les agradó la idea, pero algunos lo subieron a otras redes sociales, algunos incluso lo grabaron y lo subieron a youtube.
El ser humano cuando le interesa algo, todo el mundo debe verlo.
Pude notar como Izuku veía sorprendido a todos a los de a su alrededor, podía verle incluso una sonrisa fugaz, la cual fue remplazada por un bostezo.
Me acerqué rápidamente donde Izuku, saqué de mi bolso una barra de chocolate, con un poco de azúcar se activará y dejará de bostezar, ¿cierto?
-Midoriya, ¿quieres comer chocolate? pareces tener sueño por lo tanto, no hay mejor comida para despertarte que un delicioso chocolate- Le dije con la mejor sonrisa que le podía dar.
Sus agotados ojos esmeralda me mostraban algo de felicidad, pero de su boca salió:
-No- Y se dio la vuelta y se fue corriendo hacía la salida de la escuela ¿se fugó de clases?.
No entiendo absolutamente para nada a Izuku ¿Por qué rechazó un simple gesto de amabilidad? ¿Por qué se fugó de clases? ¿Lo sigo? ¡Vamos Ochako, decídete pronto!
Midoriya Izuku
Un chocolate, para gente común y corriente ese regalo es simple comida, pero para personas como yo es un hermoso gesto.
Cuando Uraraka me ofreció la barra de chocolate, ella no podría saber cuan feliz estaba, esa preocupación hiso que por primera vez en años mi corazón comenzara a latir de nuevo.
Un pequeño gesto y una sonrisa tan sincera me dan deseos de romper estas cadenas que me tienen atrapado en este calabozo... pero algo debes recordar Izuku, no por un simple regalo esa persona te apreciará de por vida.
-No...- Le dije a Uraraka rechazandole de forma descortes el chocolate.
Uraraka, yo si lo aceptaría, pero mi corazón está tan quebrado que teme hacerse ilusiones y mal interpretar algo tan simple como una muestra de cariño, porque no quiero tener una decepción tan fuerte.
Además Uraraka, no deseo arrastrarte a la oscuridad, porque viendo tu sonrisa y la alegría que transmites no mereces pertenecer a mi mundo, porque una vez adentro de éste la oscuridad te envolverá por toda la eternidad.
Mi corazón me duele, mi alma ya no lo soporta, tengo que irme, debo huir lejos de este mundo, ya es hora, al fin lo he decidido, hoy será el final de mi existencia, ya no tendré que llorar por las noches, seré libre y nadie me detendrá...
Y comencé a correr como loco hacia mi casa.
Pero el destino me tendió una trampa, una para seguir viviendo al menos por un día más.
Me tropecé con una piedra y gracias a la gravedad caí de forma "suave" en la vereda, el golpe provocó que se me hiciese un pequeño tajo en el rostro, me dolió bastante, de seguro me veía patético... aunque siempre me veo patético, así que no me afecta mucho a mi débil autoestima.
Alguien me dio la mano para ayudarme a levantarme del suelo y preguntó preocupada mientras me paraba:
-Midoriya, ¿Estás bien?-
Por primera vez me preguntaron si estaba bien y me lo preguntaban de una forma tan sincera, no por obligación.
Para mi desgracia las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, no podía parar de llorar, mi corazón se sentía tan feliz por una sola pregúnta.
Soy patético, lloro al frente de una chica en plena ciudad con personas caminando alrededor de nosotros.
-Midoriya...- Dijo con su dulce voz y dándome un fuerte abrazo.
Me siento como un niño pequeño, recibiendo el cariño materno que tanto desea...
Tengo una gran pregunta, ¿cómo un abrazo puede afectarme de tal manera?
"Simple Izuku, siempre has deseado un afecto de cariño y al fin se te fue concedido".
-¿Te duele demasiado?- Me preguntó con su dulce voz preocupada.
Uraraka, si supieras que es todo lo contrario...
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro