Vida nula
Un día aburrido, vuelta a la monotonía diaria. Rápidamente dos orbes bivalentes aparecieron en una penumbra e iluminaban tenuemente esta. Un estruendo se hizo oír en la sala, unos ladridos de perro resonaron en el diminuto cubículo.
Los dos orbes parpadean 4 veces vertiginosamente y cuando el usuario de estos salió de su estupor. Golpe seco. Un objeto chocó contra algo y un ruido de cristales rotos retumbó. "Agh, ya hay que irse a estudiar me lleva mi galleta madre... ¡Bueno, día nuevo, nuevo gozo para mi pozo!" Una luz clara iluminó un pequeño cuarto algo... ¿Colorido?
Luces led amarillas, rojas y negras eliminaban la alcoba, una pequeña cama en donde residía un worker de ojos blancos y lavanda, el pelo lleno de remolinos y desaliñado, una cara de cansado y aburrido. "Bostezo Bueno, debo de arreglarme." Sin cuidado, el niño se quitó la sábana negra que cubría su cuerpo, dejando al descubierto unas prendas negras con franjas blancas.
Una vez ya estaba levantado, el chico abrió su armario y vio unas pilas de ropa amontonadas una sobre otra. El chico miró esto con indignación y molestia. Simplemente metió sus dos manos y tiró fuerte de dos telas que vio. Cayendo hacia atrás, el chico tropezó pero victoriosamente en su mano derecha llevaba una sudadera negra que ponía Hero of Hell en llamas y un pantalón corto malva, el chico peli blanco tiró la ropa hacia atrás y volviéndose a poner de pie. El chico se acercó con determinación otra vez al armario y realizó el mismo proceso. Sacando unos boxers amarillos y una camisa azul marina.
Metiéndose a su baño, el chico se desnudó y se acercó al pie de ducha, abriendo la mampara e incorporándose dentro. Cuando el muchacho estaba por cerrar la puerta de cristal, una mano detuvo su avance y le agarró la muñeca con suavidad. Antes de poder voltear y mirar a su agresor, unos labios finos pero firmes chocaron contra su boca y lo arrinconó contra la pared.
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Una pelimorada está escuchando una suave música mientras está sentada y bebiendo una taza de café. inhalando "que dulce aroma más bueno." Dijo con una voz suave y soñadora. La dulce mujer lleva una especie de bata de paciente y tiene un amplio flequillo que concluye en una cola de caballo.
Unos delicados ojos malva observaron con delicadeza el brebaje y unos extraños ruidos la sacaron de su letargo. Impacto seco. Un golpe contra una pared y sonidos de engranajes y cristales rotos suenan en profundidad.
Una suave pero alarmante sonrisa se dibuja en el rostro de porcelana, los ojos se curvan en satisfacción y anticipadora. Hábilmente, la mujer se levantó ,no sin antes terminar su café, y se dirigió hacia donde procedían aquellos estruendos.
Entró al cuarto sin anunciar su llegada y de manera muy silenciosa, inquietantemente silenciosa. Cuando la mujer entró vio un cuarto desordenado típico de un adolescente, la cama deshecha, una pila de ropa por un lado, un escritorio lleno de papeles e instrumentos. Ay, que lindo es como su padre. Pensó la mujer al ver que el que dormía aquí era alguien aficionado a la ingeniería.
Un ruido de apertura llamó a la mujer la cual no se lo pensó ni dos veces y fue rápidamente al baño. Delante suya estaba su hijo desnudándose, algo que también empezó a hacer la mujer.
Cuando la mujer ya se despojó de sus prendas, dejó a la vista un cuerpo muy femenino, unas amplias caderas que terminaban en unas nalgas firmes y gruesas, muslos carnosos y hermosos que seguían en unas largas y finas piernas. Una cintura estrecha que resaltaba más su pecho con unas tetas de copa C firmes, redondas, blandas y delicadas. La mirada de la madre se centró en el desnudo cuerpo de su retoño.
Una figura algo afeminada, delgada, delicada y alta, casi como ella. Una tez pálida huesuda pero que en contraste, unos moretones en su espalda y zona oblicua, una gran cantidad de cicatrices en sus brazos y espalda.
Cuando el joven se dispuso a entrar en la ducha, la mano de la madre, por pura inercia, reaccionó y agarró la muñeca de su hijo. Forzándolo con un fuerte y salvaje beso, la mejor estrelló al infante contra la pared y cerró la mampara.
La mujer encadenó al, no estupefacto, chico en un acalorado beso. Los delgados dedos femeninos vagaron por los suaves mechones hasta llegar a la parte trasera y entrelazarse entre ellos para poder apretar más fuerte, agarrándolo y atrayéndolo a un beso más profundo.
La mujer tenía los ojos cerrados pero curvados en un aire de felicidad sexual. En cambio, los luceros de Nikolai estaban vacíos, vagando en la incerteza y desolación. Perforando con incertidumbre la pantalla de su llamada 'madre'. No emitía odio, aversión, no, el chico solamente miraba pusilánime mente a su desvergonzado progenitora.
Profundizando su incestuoso encuentro labial, la madre empujó su lengua contra los sellados labios de su hijo, tratando de hacer palanca en ellos. Y cuando ya los atravesó, su apéndice húmedo se encontró con los dientes del chico los cuales vacilante mente y con muchas dudas se abrieron. Aunque, nada más la mujer notó la débil apertura, rápidamente metió su lengua y comenzó a golpear la de su hijo. Ambas lenguas están en una contienda ampliamente desagradable para el chico.
Nikolai no quería reaccionar mal ni desprestigiar ni negarle a su madre lo que ella llama "suyo por nacimiento". Él ya sabe bien qué le sucederá si se lo niega, no quiere que más pétalos morados surjan en su piel. Así que si él es asertivo, no tendrá que esperar los juegos de sombras que manchan su lienzo de porcelana.
La mujer era cada vez más y más exigente. Prácticamente no se separaba de la boca de Niko y lo dejó ahí bloqueado durante un gran rato. La mano, que aún sujetaba su muñeca, guío la mano del niño por su delicado y cálido cuerpo. Primero posando la en su abdomen, bajando hasta su monte de venus y llegando hasta su clítoris. Dejando descansar la palma ahí para poder disfrutar del roce.
El chico sabía lo que requería la mujer y sin esperar más, obedeció e introdujo dos de sus dedos en la mojada y necesitada vagina de su madre.
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El chico yacía hecho bola de cuclillas en el suelo, sus brazos abrazaban sus piernas y sus ojos reflejan el vacío de su alma. Una nada absoluta, ni odio, ni remordimientos, solamente nada.
Su mente desvariaba mientras el agua fría salía de la alcachofa y golpeaba directamente su cuerpo. Él se sentía sucio, manchado, humillado, usado. Su propia madre lo utiliza. ¿Por qué? ¿Solo por placer? ¿Es un método de liberación por todos estos años sin su esposo? ¿Encuentra divertido y estimulante estos encuentros incestuosos con su propio hijo? ¿Por qué no la mata? ¿Por qué no huye? Y aún así por todo lo que ella y su tía le hacen pasar, él aún la ama, es su madre. No puede odiarla... no puede... ¿Por qué?
Esto es un asco, pero... pero ellas están enfermas. Debo ayudarlas... somos familia y la... la familia se ayuda.
Tragó saliva y con resignación se volvió a poner erguido para poder ducharse bien, cuánto tiempo llevaba ya en su crisis mental, 2, 5, no 10 minutos bajo un chorro de agua helada y... nada.
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El chico ya salió de su pequeño baño y se miró delante del espejo. Un frágil cuerpo delgado, cintura corta, pecho ancho y caderas parejas. Un rostro inexpresivo, serio y molesto... ¿Cuándo fue la última vez que sonrió? No lo sabe o por lo menos no quiere recordarlo. Una de sus manos acarició su abdomen subiendo hasta donde estaría situada su costilla flotante, un pequeño reflejo de acero frío marcando su cuerpo, y muchas más de estas pintando su torso.
Inspirando imperturbablemente y exhalando un prolongado suspiró de cansancio. Una vez ya se recompuso, Nikolai empezó a vestirse con las prendas que sacó de su armario. Con una toalla, el chico la posó fuertemente contra su cabeza y donde residía esta fue rápidamente movida con desesperación e ira. Una vez que ésta fue retirada, el cabello pálido y lavanda del chico está ordenadamente desordenado y brillando bajo la fría luz de su baño.
El chico salió del baño y miró su ahora ordenado cuarto, se ve que su madre se entretuvo mientras él lloraba en soledad. Al menos ha quedado limpio, ¿No?
Su mochila estaba justo delante suya, una mochila negra con bordes amarillos y unas diminutas orejas de perro que la bordean. El chico vio una prenda blanca en su cama y simplemente la agarró y la puso sobre su cabeza. La vieja ushanka de su padre, una prenda pálida con unas pocas manchas de aceite producto de aquel fatídico día. Luego miro si propia gorra de piloto que le fue regalada por su prima, una gorra negra con bordes dorados y rojos, orbes violetas y uno rogó, y su característica insignia: una huella de perro y dos alas a sus lados.
Nikolai atesora ambas prendas con todo su ser, aunque ambas portan dos desagradables vestigios de penumbras. Siempre lleva las dos consigo y nunca dejará que nadie se las quite.
Por último, su mirada se centró en su escritorio, menos mal que su madre no está muy interesada en lo que hace en su 'taller'.
Así que está mujer no ha visto su arma, una especie de rifle militar similar a un kalashnikova. Una poderosa batería que suministraba una nerviosa luz carmín que parpadeaba y cambia a unos destellos azabaches.
El chico no hizo nada, simplemente la dejó ahí tirada pensando en cómo poder mejorarla.
Y de esta forma él simplemente se alejó y salió de su cuarto. Salió a un pasillo oscuro, deprimente y decadente. Un pasillo lleno de fotos y recuerdos familiares, ¿No?
Bueno si hay fotos de Khan y Nori, de Khan y Nikolai bebe pero nada más allá. Solo fotos de Niko y Nori, en su graduación de párvulos, su graduación de primaria, sus cumpleaños pero... luego otro tipos de fotos que reflejan su obtusa vida. Fotos inmorales, fotos de un niño y una madre rompiendo los estándares de familias convencionales.
El chico se encontraba delante del comedor, delante suya hay un cuenco de cereales de paladio saborizados con Jet-A y uvas.
La oscura luz se cernía por la sala y abrazaba su cuerpo, una cobertura de vacío sin luz envuelve su cuerpo impuro y baña su mente.
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El chico salió a los pasadizos de las catacumbas en las que reside. En las que su última brasa se consumirá hasta las cenizas, las catacumbas que su padre creó y que ahora le atormentan...
Unos pasadizos laberínticos oscuros, desolados y ausentes de vida, en donde las monótonas vidas de cada uno concluye como un río al mar. Un olor a humedad rancia que contagia sus pulmones con la plaga blanca.
"Privet Nikolai" una suave y relajada voz llena de seguridad le sacó de su trance, una melódica, taciturna y vacía voz lexía que pareció cobrar vida al mencionar ese nombre.
El niño tragó saliva previendo la situación y al darse la vuelta delante suya estaba ella, está una chica de cabello uva y ojos comunistas. Un traje de porrista un poco revelador y un gorro rojo estilo boina que no contrasta con la propia niña. "Buenos días Doll". Le dijo a su prima.
"Estoy bien Niky." Esperándolo, la mano de la roja se acercó al rostro de Niko y se posó en su mejilla, acariciándola suavemente y con cariño. El pulgar se acercó a los susurros de seda, prestando atención al fino labio superior donde suavemente fue abriéndolo y metiéndose chocando con los dientes y encías del joven.
Delicadamente se separó del labio de su primo y siguió con su caminó. "Supongo que irás a perderte, sígueme. Solo me encontraré con Lizzy en su casa."
El nombre de su abusona número uno resonó en su sistema auditivo y mandó unas pulsaciones a sus sistemas nerviosos de alerta.
El chico siguió a su prima desde la distancia mientras sus ojos vagaban por los pasillos, mirando de reojo los rostros deprimentes de la gente, de los colegiales.
Doll no se centra mucho en otras personas, los mismos rostros alegres de siempre, sonrisas por aquí sonrisas por allá. Algún que otro serio, tímido, alerta y triste, pero lo típico, rostros felices mayoritariamente.
La niña tomaba la iniciativa de vez en cuando, solo en los momentos en donde solamente Nikolai pudiese admirarla, moviendo un poco sus caderas, acentuando su trasero, hasta balancearlo un poco, invitándolo a hacer robo-dios sabe qué.
Aún así el chico seguía con su mirada depresiva, encorvado y cabeza gacha. Unos pasos más y están delante de la casa de la denominada perra reina del instituto. La puta hermosa Lizzy, hija del profesor y la directora. Niña a la cual le encanta abusar de su poder e influencia como engendra de ambos y quien lleva haciéndole la vida un infierno.
El niño siguió avanzando hacia delante, le daba completamente igual esta perra, él no quería ni verla. Doll por su parte se quedó observando cómo su amado primo se alejaba a paso ligero. "Hey Dolly, ¿cómo está mi besti?". Habló una voz aguda, lo suficiente para romper el vidrio y de la puerta de la vivienda salió una joven drones delgada, alta, rubia, neblina de primavera en la mirada; brillantes y relucientes en un neón rosado. Un listón rosa adorna su cabeza y se recogía en dos especies de orejas gatunas.
"Hola lizz. ¿Vamos?". Sin esperar respuesta, Doll comenzó a caminar seguida de su amiga que iban ambas al lado una de la otra. Hablando de lo típico entre besties, chicos, romances, las nuevas revistas de moda, lo patético que es el primo de Doll y lo inadaptado que es, maquillaje, sesiones de belleza...
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Hoy hubo una exposición en clases. Los pocos que se la habían preparado estaban confiados, otros les dio igual y por último los que se enteraron hoy y vieron a varios de sus compañeros con cartulinas y ellos no llevaban ni la mochila.
Alumnos como Darren salían y decían las primeras gilipolleces que se le ocurrían, sin sentido, sin argumento, y sin presentación. Sam no parecía distinguir entre la pizarra y la clase, así que muchas veces estaba hablando contra el pizarrón.
Otros como Emily presentaban sus ideas, sus planteamientos y aportes al tema tratado. Doll simplemente salió y resolvió el problema sin mucho esfuerzo, y Lizzy, como hija del profesor, no tenía que hacer mucho, salía, posaba para sus boquiabiertos y cachondos compañeros y se sentaba. Rebecca hacía más o menos lo mismo.
Por último, Nikolai. Él salió con calma, sereno e imperturbable, aunque por dentro se moría de los nervios por salir delante de tanta gente y tener que hablar. El niño llevaba su mochila en su mano y poniéndola sobre una mesa, sacó lo que tenía dentro. Una pistola Makarov PM descansaba contra la mesa, completamente desmontada.
Las lúgubres estrellas duales se cruzaron contra los brillantes soles de fresa que perforaban su ánima. La perra preciosa de Lizzy está mirando directamente al chico. Un largo escalofrío recorrió su espalda cuando la princesa puta comenzó a sonreír arrogantemente y con aires de suficiencia.
Aclarándose la garganta, el chico comenzó a discursar y en la pantalla transmitió una serie de diapositivas: Somos workers drones, unos despojos hechos por los humanos para servirles de músculo, principalmente minábamos exoplanetas para nuestra empresa matriz estelar. JcJenson in spaaaace. Pero por los putos humanos que se auto mataron al destruir su núcleo de fisión electromagnética, a nuestra amada empresa se le ocurrió mandar a asesinos sedientos de nuestro petróleo.
¿Y qué es lo que se les ocurrió a nuestros queridos progenitores?
Esconderse tras tres puertas blindadas y evitar la confrontación con tales maquinarias de muerte que solamente han causado caos en nuestro hogar.
Por eso, ha pensado en la creación de armas para poder matar a esas cosas...
Unas risas de fondos, gesticulaciones de burla e insultos susurrando estaban siendo dirigidos hacia el peliblanco, el cual simplemente siguió con su narrativa: De esta forma si creamos armas podremos defendernos de ellas. Así que, esta impresionante pistola EMP podría ayudarnos a defendernos.
Tras decir eso empezó a montar el arma lo cual no le tomó más de 30 segundos.
"Ahora mismo es un prototipo, pero si se lograse mejorar más e implementar una buena batería de pulsos electromagnéticos, podríamos derrotar a nuestros asesinos."
Pero antes de poder seguir su diálogo, el profesor, quien tenía una cara de aburrido, cansado y molesto, habló en tono irónico. "a ver a ver a ver. El problema era una simple ecuación matemática lineal de matrices por el método de Gauss. No que me hablases de tu carga emocional reprimida."
El chico miró con respeto pero molestia a su profesor. "Oh... ¿Y montar una Makarov modificada con un catalizador electroquímica y secuencias magnéticas, no cuenta?"
El maestro miró suavemente al chico y giró sus ojos hacia la derecha como si lo que fuese a decir es obvio. "No, si estuvieses en una academia militar pues aprobarías." Los alumnos empezaron a reírse como locos por la situación vergonzosa en la que estaba Nikolai el cual se mordía el labio para evitar poner una cara de vergüenza y pánico. "No va solo para él, no trataba de hablarme de maquillaje, Lizzy; ni de tu fanfic necrófilo y harem, Emily; ni de tus estúpidos músculos, Darren; ni de todos los corticoides que consumes Sam; ni de tu estúpido fetiche por pilotos, Rebecca; ni de tu gran afición por los circuitos de parentesco, Doll; y mucho menos de tus estúpidas tecnicas de football, Thad." Tras haber incriminado y ridiculizado a la mayoría de alumnos que no hicieron bien la tarea, el profesor miró a la cara de Niko y vio una amplia sonrisa de satisfacción pero depresiva en la cara del ruso. Hace cuánto que no sonríe este niño... a sí, desde aquello.
La mirada del adulto se dirigió hacia su hija. Lizzy que miraba a Nikolai con arrogancia, soberbia, superioridad, fastidio, asco, odio, provocativa y despectiva.
"Bueno, la represión emocional te da 2 puntos de la rúbrica, pero como eres de los pocos que se molestó en hacer una presentación, hablasteis sin trabas y fuistes directo al punto te doy un 6."
"Oh venga ya, al estúpido nerd, antisocial, emocional y depresivo, le pones un puto 6 y a mí me das un jodido 1." Habló una molesta voz grave, prepotente, incordiosa, despreciable e intimidante. "Chad tú exposición fue hablarnos de tu ridícula obsesión por ser el mejor y tus aires de superioridad, ni siquiera sabes sumar y estás aquí solo porque tú padre es el profesor de gimnasia." El deportista quedó impactado por la reacia respuesta de su profesor y solo pudo tragar saliva mientras miraba con odio a Nikolai. "Dicho todo esto, la clase ha acabado, que me quiero ir a tomar un trago de libertad."
Aunque el profesor dijo aquello, nadie se levantó. Todos saben que no pueden salir y simplemente han de quedarse los pocos minutos que quedan ahí. Todos se voltearon a hablar con sus coros, charlando, burlándose de alguien en concreto, decir que harán en la tarde. Por su parte, Nikolai se dirigió a su asiento y se sumergió en sus pensamientos
¿Qué hará esta noche? Solo el destino lo sabe.
¿A dónde irá? Solo él lo sabe.
¿Cómo lo hará? ...
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Sonó el timbre y todos empezaron a salir de la clase, salvo el joven que seguía con sus disparates mentales. Una amplia sombra corpulenta se acercó al chico por su izquierda y sin esperarlo. ¡Pum!. Un duro golpe voló hacia la cara del chico. El impacto ocasionó que la cabeza volase contra la pared y rebotara contra ella, o por lo menos eso esperaba Chad. Pero, sucedió todo lo contrario. Ni un solo milímetro se desplazó la cabeza simplemente se quedó ahí quieta y la mano de Chad quedó adolorida, aunque este no iba a demostrar debilidad. Si hay algo en lo que resaltaba el bravucón, que no era su inteligencia, era su fuerza. Pero si en algo, a parte su astucia, era muy notable Niko, es sin duda su resistencia y velocidad.
Niko lentamente volteo a mirar a Chad, pero tan rápido como lo miro, el chico desapareció por una patada en el trasero que le metió la afamada reina perra. "Hola nerd amante de las armas." Nikolai no respondió, solamente se quedó en silencio esperando las ya palabras de la puta. "Hola, Outpost-3 llamando a tonto-bot. Por dios, eres tan rarito qué ni siguieras soportas que una linda dama como yo te hablé."
"Nena qué haces hablando con un patético nerd como este." Se metió en la conversación él aún en el suelo Chad. "Venga, vamos no aquí y dejemos a este perdedor de lado." Volvió a hablar el lastimoso deportista.
"Por la madre de robó-dios Chad. ¡Quién te hace creer que quiero algo con un cara caballo como tú!" La de orbes rosas se volvió a mirar con suspicacia y arrogancia al muchacho de mechones lavanda, pero, no encontró a nadie. "Qué‽ ¿Dónde se ha metido? Doll." Lizzy volteó para ver a la de mirada de vientos siberianos.
Doll simplemente negó con la cabeza queriendo aludir a que no se percató cuando se fue el ruso. Lizzy simplemente rodó los ojos con aburrimiento y abandonó la sala con Doll, dejando atrás al boquiabierto Chad.
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POV worker drone random.
Corriendo por los pasillos, mi mirada se centra en unos escombros manchados con aceite y extremidades amputadas. Pero, rápidamente, mis oídos escuchan un fuerte grito de miedo y dolor que retumba por las paredes del edificio roto. Sin esperar nada más sigo corriendo sin querer encontrarme con lo que produjo tremendo aullido en la bruma del tormento.
Mis piernas están muy cansadas pero la epinefrina que tengo en el sistema es más que suficiente para hacerme correr con más impertinencia.
Caligrafías de terror escritas en las paredes con la peor letra más retorcida. Despojos corporales de los cuales brota el ébano y mancha el piso. Mis pies descalzos tocaron el húmedo y pegajoso suelo. Tratando de levantar mi pie. Chop. Tropiezo contra el suelo y mancho mi cuerpo de espuma carmesí. Ahora mi cuerpo está manchado de mis congéneres y me mantiene sujeto al suelo.
Ecos perturbadores rompen el silencio de la locura. Mi atención es captada por ellas y miró hacia mis espalda, un destello de la tormenta macabra deja pintada en la pared una silueta alta, con unas alas plegadas, garras que rozan con el suelo y dejan un chirrido metálico más chispazos, y una cola balanceándose de lado a lado. Y... oscuridad total, vuelve a caer un rayo pero ahora ya no está la mortal asesina plasmada en la pared.
Mi respiración se agota, mis vasos de petróleo se dilatan rápidamente y mi núcleo bombea a mayor presión el dichoso manantial escarlata, preparándome para una rápida reacción.
Entrando en pánico total, traté de levantarme para poder correr de allí. Con mucho esfuerzo levantó mi primera mano de la cual una sustancia negra carmín está pegada y deja un rostro de hebras pegado al suelo. El asco de la sensación y el resultado me provoca náuseas, hasta tal punto que casi vómito, pero sin darme el lujo, me acabo tragando el putrefacto caldo de basura.
Los macabros cánticos de tal hermosa sirena del ocaso cubren el sinuoso camino de la perdición. El huracán del miedo rompe el tranquilo vacío que cubría mi alma y con mucho más pudor me levanto de un fuerte salto, por un poco y casi caigo. Pero, recompuesto, salí corriendo hacia delante, mi libertad está cerca, si lograse llegar a la puerta podré sobrevivir de esta Banshee.
Avanzando con incertidumbre cada vez estoy más cerca de la salida, solo un poco más y lo lograré. Cada vez veo la luz más y más nítida, solo un poquito más... y...
Chack. Un golpe sordo llama mi atención y sin haberme dado cuenta, mi cara está contra el suelo. La raíz venenosa carcome mi vidrio y mi visión queda plasmada con una horrenda mancha negra y fallas que cubren mi pantalla.
El grito sombrío retumba en este cementerio. Oh joder. La risa sonó demasiado cerca, alarmantemente cerca.
Volteo a mirar y... nada, nada y nada, no hay nada delante ni detrás. Cuando ya creo que he logrado sobrevivir, pero, una gota amarilla cae contra mi rodilla y una enorme sensación de ardor consume mi organismo. Un estrepitoso dolor consume mi alma y esa mísera gota fue suficiente para dejar un enorme hueco en mi pierna que lentamente se expande y concluye dividiendo mi pierna. El dolor fue tal que un quejidos de dolor escapó de mi boca y apreté los dientes con demasiada fuerza para sofocarlo.
Al enfocar mi vista ahí está, ahí está ella. La musa de lamentos se alza encima mía con aquel destello Maníaco que contrasta con la noche insana, el festín desbocado de la sonrisa de caninos, desbocando una amplia sonrisa de la cual brotan lágrimas de tinta inmortal. Y esa, esa mirada... o mejor dicho ese espeluznante lábaro corrosivo, esa cruz que quema hasta mis circuitos. Un maldito símbolo de muerte y miedo.
pouff. Un golpe seco y justamente, aquella doncella mortal está delante mía. Completamente de pie, erguida, su rostro cubierto por la parpadeante aurora rubí, dejando una especie de halo celestial.
Su cola ácida comienza a balancearse de lado a lado y... de un rápido movimiento se incrusta en mi pierna válida y perforandola lentamente, causando una enorme presión que hace que hiervan mis nervios y por mi garganta suban unos espumarajos de cólera.
Unas fuertes garras arremeten contra mi hombro derecho. Largas zarpas frías sujetan vehemente el brazo, combinado con débiles tirones que amenazan con desengancharlo, dejando pequeños encajes carmesíes de los que brotan mi líquido ébano.
Un sonido sordo se propaga por el aire y de un momento a otro, mi brazo ya no está enganchado a mi cuerpo. Lentamente volteo a mirar y me encuentro con un muñon del cual brota un manantial negro.
Una mirada de horror es grafiteada en mi rostro, levantando paulatinamente el rostro mientras mis manchados y rotos ojos tratan de cerrarse, pero el dolor de la danza de las moléculas destructoras hace que mi cuerpo se mantenga consciente en todo momento. Mis labios gesticulan y curvan en muecas dolorosas y de pánico, mis dientes se aprietan tratando de suprimir el dolor. Pero un golpe seco me saca de mi aturdimiento, la doncella de la muerte golpeó mi rostro con mi propio brazo, el shock del momento hace que abra inconscientemente mi boca.
Un rápido tirón, y mi extraviado brazo entra en mi boca, penetrando lo más profundo de mi garganta. Un enorme malestar se genera por mi cuerpo y me produce arcadas, el revestimiento interno de mi garganta está siendo desgarrado e inundando mi boca de mi negro brebaje.
La sensación de calor que se propaga por la herida abierta, los gritos apagados por la mordaza que es mi brazo y la constante pérdida de pétreo hace que mi cuerpo entre en sus últimas y la maníaca se ría y burle más de mi.
La inyección ácida se levanta lentamente de mi pierna ya consumida por la desesperanza y rápidamente se vuelve a insertar en otra zona de mi pierna, vuelve a levantarse y repetir el procedimiento, otra, y otra, y otra, sucesivamente más de 17 vacunaciones llenaron mi pernil de corrupción y a corroído todo de ella.
Mis sistemas tiemblan, lloran, arden, sufren. Todas estas sensaciones rompen mi ser y lentamente el dolor desaparece, mi pierna yace muerta, mi brazo disfuncional cae contra el suelo, mi garganta se dilata dejando pasó a mi desdichado apéndice, lágrimas caen de mis ojos y pican con fuerza, y por último, la vela se consume.
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Una amplia sonrisa se formó en el rostro de la dama letal, disfrutando de su destructiva cacería y el hermoso arte que acaba de hacer. La mujer está gratamente complacida con los gritos y llantos de su víctima, el inmenso dolor que la hizo sentir. Todo esto complacía su frío y solitario núcleo.
Cuando ya no podía exprimir más vida de esta víctima, la chica del corte bob metió su, ahora normal, mano dentro de su chaleco. Rebusco un poco y saco un par de anteojos los cuales lentamente posiciono en su hermoso rostro. Su otra mano, manchada del dulce néctar, fue acercada a su boca y la lamió como si de un felino se tratase.
"Y aún sigo sin sentir nada." Dijo la mujer con un tono monótono, lunático y oscuro. Estaba claro que lo único, y mínimamente estimulante para ella es hacer sufrir a estás tostadoras, alimentarse de su tinta existencial, hacerlos llorar y gritar. Pero una vez que acaba vuelve a su triste vida, al menos mientras está de cacería puede ser ella misma y no necesita de sus hermanas.
La chica caminó lentamente sin importarle el extraño picasso que había recreado delante. Caminando con aburrimiento, haciendo pucheros por el camino y jugando y pateando los cuerpos, miembros mutilados, órganos.
Ya llegó a su destino final. Una puerta de madera vieja, roble concretamente, un dulce aroma de roble viejo y añejo, alcohol, miel de uva, dulce y pura pulpa morada que baila en el pasillo, aroma de frutas maduras, peste a trufas y humedad, pimienta negra y canela crean unos gases embriagadores que relajan el frío cuerpo de la asesina.
Lentamente, posicionó su mano en el pomo y lo abrió con cuidado, como si tuviera miedo de romper su lugar idílico.
Delante suya una cálida luz natural ilumina una sala amplia.
El perfectamente ordenado cuarto. Una amplia cama doble decorada con un nordico vino tinto. Una mesa de pino y sus respectivas cuatro sillas. Un puf blanco con forma de perro regordete. Una biblioteca casera llena de libros, novelas, cuentos, poemarios, comics, mangas, etc... Una bañera descubierta sin nada que la cubra.
Rápidamente, V se acercó al mencionado puf y con celeridad, V se arrojó contra su amado puf del cual emanaba un fuerte, dulce, perfecto y sensacional olor a lavanda. Un suave suspiro de relajación escapó de la boca de V pero fue ampliamente amortiguado por la suave tela del puf.
Las manos de la mujer mortal vagaron suavemente por su cuerpo, sobando su cintura, subiendo por su torso, llegando a su suave cuello, acariciando su delicado y pálido rostro, y ascendiendo hasta su hermoso, plateado, albeo, radiante, deslumbrante y suave cabello, hecho de los hilos de Moiras.
Grácilmente, mimo su propio pelo, dándose un suave placer de cariño que nunca había sentido.
Los años de abandonó, si es cierto que contaba con sus hermanas, pero estas eran distantes entre ellas. Z Solis buscar revistas, comics y mangas, lugares donde ver amime o amime, V nunca le prestó mucha atención a esto. Pero estaba claro que Z prefería hacer esto, no la va a culpa, a fin de cuentas, ella era igual. V prefiere buscar workers para torturar, usarlos de juguetes para el juego del gato y el ratón. Es solo, que nunca hubo un fuerte lazo entre ellas, pero igualmente se querían y buscaban lo mejor para la otra. Aunque suelen molestarse ampliamente.
Luego está la mayor de las tres, J. Uf, una perra empresarial, parece que nunca busca lo mejor para sus dos hermanas menores, solo lo mejor para el nombre de la compañía, primero está la compañía, luego los bolis de marca, luego el resto de merchandising de JCJenson y por último, Z y ella. Ya está, V y Z son secundarias para las prioridades de J. Pero aún así, V se preocupa por su hermana mayor, aunque sea molesta, incordiosa, aburrida, sosegada, básicamente una persona muy monótona, J sí es importante para V. Solo que V odia las reglas, órdenes y normas, ella es más anarquista y libertaria que alguien que sigue las directrices de una estúpida compañía. Pero nunca se quejará de su trabajo, ella ama descuartizar a estas tostadoras.
Está claro que las hermanas difieren, y prefieren estar cada una a lo suyo, V odia los mensajes molestos de J y las tonterías del síndrome de octavo grado de Z, pero igualmente son hermanas. Aunque no muestren cariño... ni una sola pizca... nada...
V sólo desea sentirse apreciada, amada, deseada, colmada de amor y compasión. Pero en cambio, está ella aquí sola. Apesta, apesta mucho, su vida apesta. No hay felicidad. Está sola en un abismo desolado. Es como si ella tuviera una soga sujeta a su cuello y lentamente la aprieta hasta asfixiarla, una enorme presión que la marchita lentamente.
La dama fatal dio un par de revolcones en su amoroso puf, pero ya cansada, V se levantó lentamente como si no desease levantarse de su dulce letargo.
Una vez ya estaba completamente de pie. V caminó hacia la bañera que tiene y comenzó a llenarla con tibia agua. Una cascada gelida brindó un polar chorro.
Un fragmentado espejo reflejaba el panorama de una melancólica asesina la cual está de cuclillas a la tina. El roto reflejo mostraba la triste realidad de su vida, fragmentada, rota, abandonada, tirada, dejada de lado, sola, aburrida. Y aún así mantiene esos ojos eufóricos, llenos de vida, pasión, sadismo, sangre, muerte, odio. Esa mirada inquietante, fría y desvinculada de la realidad. Dos destellos apagados que reflejan la oscuridad de su gélido abismo, estrellas sin luz. Un cristal vacío donde se pierde la nada, revelando un eco hueco y desprovisto de emociones.
Cuando la bañera ya estaba llena del nórdico manantial. V agarró el perno de su chaleco y de un ágil movimiento se quitó la prenda, tirándola al suelo. Otro movimiento imperceptible y si body blanco cayó contra el concreto.
La ahora descubierta flor demostraba su creciente concupiscencia y carnalidad. Dos hermosos pétalos plateados con puntillas rojas azabaches brotaron de su espalda, dejando una apariencia beatífica.
Largas, carnosas, afroditosas y esbeltas piernas en forma de horquillas, blandas suaves, y su sugerente contorno, pero firmes y redondeados muslos aterciopelados, una serie de medias negras que se extienden hasta poco más de su sección superior, otorgándole una ambiente exsotico y venéreo. Subiendo por sus jamones, se llega a sus amplias caderas de Venus, regordetas, laxas, flexibles, agradables y dulces nalgas, esculpidas con maestría siendo la culminación, desafiando la propia gravedad. Una cintura, delicadamente estrecha, sugiriendo la elegancia propia de una princesa, un punto focal que realza su feminidad en su expresión más seductora. Un vientre algo relleno, pero tonificado y frondoso, siendo una extensión táctil del propio marfil y siendo acariciado por la brisa del norte. Unos brazos delicados, frágiles, finos y sugerentes, que se convierten en un antebrazo siendo la extensión táctil de las hojas que ondean.
El centro de todo deseo mundano. Su sugerente y gracial busto, un rincón de incertidumbre sensual y elegante. Suavemente esculpidos, los senos se elevan como dos suaves cumbres que invitan a la contemplación. Pétalos de rosa son evocados por las curvas que sugieren una exquisita expresión. El escote, el punto donde convergen las delicadas líneas que crean una armonía sensible. Su clavícula es el punto de partida de la sensualidad ascendente, como una escalada suave hacia la feminidad mortal. La natural curva bajo el busto, añade un toque de misterio revelando el entrecruzamiento de lo sensual y lo vital. Concluyendo con la aréolas, botones de seda que añaden un toque de intimidad, los pezones son un centro de invitación carnal. La piel sintética que recubre este santo grial es un suave lienzo terso y blancuno, el cual irradia luminosidad.
El delicado cuerpo de esta perséfone brinda una claridad en la calmada y acogedora sala. Un movimiento sereno y calmado permite el paso del cálido cuerpo al gélido glacial. V está sumergiéndose lentamente en la fría agua para poder relajar sus sistemas y brindarse un cómodo sueño.
Primero el aclarado, agua fría rociando a la fervida asesina. Sumergiendo gran parte de su cuerpo, dejando sólo la sección superior sobresaliendo. Un cuidado intensivo, agarrando agua y restregando la por su angelical cuerpo, bañando sus desdichadas alas, mojando su reluciente y manchado pelo. Posteriormente agarrando uno de los tantos botes de geles JcJenson, la belleza mortal enjabona y acetia su lujurioso cuerpo, aplicándolo por cada zona. Sobando sus tetas, ajustando sus nalgas, acariciando sus piernas y moldeando su abdomen. Finalizando con un aclarado para enfriar su renovado cuerpo.
La cálida luz, la fría agua, la comodidad de la vivienda, todo le brindaba una mínima tranquilidad en su locura abisal.
Pero, no compensaba su soledad, solo la aumenta. Cada vez se siente más desolada y abandonada, siempre estará sola, pero eso no le daña el núcleo... ¿Cierto?
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¿Bueno, qué les parece? Espero les haya gustado y díganme que opinan en general
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