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Prologo

El peso de tres cuerpos se ciernen sobre tí. Una enorme angustia aplasta tu pecho, unos poderosos y contundentes brazos agarran tus piernas y un brazo.

[Weaky. Weaky. Idiota]

[Protocolos operativos]

[Estado corporal eficiente]

[Estado mental... ... ... Error {Lectura imposible}]

Lentamente, dos ojos heterocromicos se hacen visibles en una pantalla negra. Tratas de usar tu mano para limpiar tu pantalla pero algo las está obstaculizando.

Al mirar hacia abajo ves una melena blanca plateada que se extiende por dos coletas, y una diadema de 5 orbes negros.

Detrás de tan misteriosa cabeza hay otra plateada con la misma diadema pero en esta ocasión, una pantalla negra con el mensaje de [Horny Dream] resalta en la pantalla. Por último, a tu derecha se encuentra lo mismo, una cabellera brillante como una perla y los mismos orbes azabache.

Cuando vuelves a mirar los orbes negros delanete tuya te percatas de que ahora brillan como cinco soles que miran hasta tu alma y te consumen el aire. Con cuidado, la cabeza se levanta y delante tuya se encuentran dos luceros del alba.

La chica parece mirarte con curiosidad y tranquilidad. Una gran sonrisa amorosa se dibuja en el rostro de la señorita y pacientemente abre la boca dejando ver unas hebras de saliva y unos dientes puntiagudos. Sacando su lengua, la chica empieza a lamer tu pantalla, pasando su apéndice por cada zona negra de tu visor. Una pringosa espesura queda pegada contra tus ojos, pero aún así puedes ver con claridad cómo la mujer de las coletas está mirándote con un enorme sonrojo en su pantalla.

"Buenos días amo." Dijo suavemente, incluso alarmante, la chica la cual te miraba amorosamente.

___

Un chico está enrollado contra tres exterminadoras de su especie. Tres murder drones están abrazando con suavidad el frágil cuerpo de una de sus presas.

"¿Se encuentra bien señor?" Preguntó dócilmente la asesina la cual está hecha bolita sobre el pecho del muchacho. Los brazos cono de la mujer se acercan al cabello del niño y sus dedos empiezan a jugar con el suave, esponjoso y hermosos pelo blanco, haciendo rizos con los mechones morados.

El chico seguía sin responder, realmente no parecía que él tuviese alguna intención de dirigirle una palabra contra esta diablesa. Lógicamente, que clase de palabras tratarías de entablar contra una de las monstruosidades que aniquilaron a tantos de los tuyos.

La chica pareció 'entender' sus no palabras. 'Ya veo, me alegró que se encuentre bien.' habló con amabilidad y amor.

El chico se retorcía de dolor. La asesina de coletas volteo hacia abajo porque se percató que tú brazo izquierdo parecía tener espasmos. "¡V qué demonios haces! no le quitas el aceite al amo." Escupió con rabia.

La chica del corte bob está mordisqueando la mano del chico, lamiendo impasiblemente los dedos y chupandolos, succionando casi todo el aceite que pueda. "¡Quita tu sucia boca del brazo del señor!" grito la coletuda.

"Agh. Qué es todo este ruido... no dejáis dormir." dijo somnolienta la otra chica que acababa de despertarse.

La asesina embobada y el menor vieron como las dos damas empezaron una confrontación verbal y física. Hasta el punto en el que la coletuda trató de separar a la chica del bob, causando más dolor al pobre niño.

Ahora eran más visibles las dos raptoras, ambas están desnudas, completamente deshechas de prendas. Durmieron pegadas a él de este modo.

J instintivamente entró en modo sobreprotector y de un método indoloro, para el chico, pero lamentablemente doloroso para V, separó la boca de la chica y con desespero J comenzó a lamer las heridas en la mano del chico.

El secuestrado respondió con titubeación y un pequeño quejido de sorpresa. La atenta mirada de la demonio de las coletas fue sustituida por dos corazones pulsantes que miraban al niño. "¿Se encuentra ya mejor señor?"

El chico respondió meramente con un asentimiento. "Menos mal..." antes de poder seguir hablando V gritó. "Maldita zorra, ¿Qué crees que hacés? ¡Ese era mi aceite!"

"Como líder que soy tengo preferencia. Además, no puedes hacer eso con el maestro, le haces daño y lo podrías matar maldita loca." Dijo la mujer de las coletas mientras se paraba erguida.

"Oh, J eres una perra total. Yo fui la primera en hacerlo con él y caer en su encanto, tengo más derechos que tú, puta." Insultó V mientras miraba a la ahora nombrada J con odio y recelo.

"Agh, sois muy molestas. Qué tal si dejáis de discutir delante de Nikolai. Estúpidas." Habló la tercera asesina que en ningún momento se había separado del chico y llanamente se aferró más fuerte a él.

Al unísono gimieron las dos asesinas que estaban cara a cara, gruñendose y sacando los colmillos. "No te metas en esto Z"

"Morderme malditas putas." Respondió la chica del flequillo.

Pasado un tiempo, las asesinas abandonaron la sala, dejando solo al chico. Realmente, pasaron a los golpes. Las tres murder drones estuvieron peleando casi a muerte delante del chico.

Nikolai estuvo pensando, hoy era el segundo día que estaba aquí secuestrado, tras las aterradoras murallas de cuerpos cercenados, mutilados y destrozados, productos de esas asesinas seriales.

Las tripas sintéticas del retenido rugían con impaciencia, ya ha de llevar 4 días sin comer.

Mirando bien su posición. El chico está encadenado en lo que parece ser una sala de control, parece ser que está dentro de la nave de las asesinas.

Una de sus manos está esposada con, lo que puede suponer, una esposa sexual y una especie de correa sujeta su cuello, no parece posible su escapada. Nikolai está situado sobre tres colchones que parecen haber sido traídos por aquellas mujeres.

El chico puede ver sus cosas personales situadas en la mesa control, presumiblemente. Ahí están sus herramientas y su ropa. Pero, antes de irse, las chicas le dejaron una manta para que él no sienta frío en su ausencia.

Perdido en sus pensamientos, el chico no se percató de que desde el techo tres cabezas brillantes le miraban con emoción. 6 soles posaron sus miradas en el frágil cuerpo de un worker.

Las tres doncellas mortales descendieron con cuidado y se plantaron justamente delante del chico. J dio un pequeño paso adelante y sacó de su estupor al pequeño Niko. "cof cof. Señor Nikolai, hemos pensado que a usted le hará falta alimento para mantener sus correctos funcionamientos. Así mismo, no nos ponemos de acuerdo sobre qué comen las tostadoras... quiero decir trabajadores como usted, por eso, cada una de nosotras le presentara su versión de alimento para su merced." Habló la coletuda en un tono empresarial pero afectuoso.

J se acercó más al chico y de su espalda sacó una bandeja de plata que traía una serie de tuercas, tornillos y láminas de cobre.

Nikolai miró inquisitivamente el alimento en cuestión y de forma áspera dijo. "Eso no es algo que comamos." J pareció reaccionar con temor y vergüenza, inclusive decepcionada. Esto hizo de manera extraña que el chico se sintiese mal y trato de arreglar su... ¿Error? "No... no tienes porqué sentirte mal, no lo sabías." Esas pocas palabras le resultaron reconfortantes a J, simplemente se sonrojo y se dirigió a una esquina, dejó la bandeja en el suelo y agarró las piernas mientras las juntaba en su pecho y su cara está enrojecida.

La siguiente fue Z, la cual simplemente sacó una bandeja con una pila de huesos humanos y en el centro una calavera decorada con aceite. La emo estaba temblando de pánico, sus manos oscilaban de lado a lado y sus piernas de tacón tiritaban, haciendo que la bandeja estuviese en un temblor constante, era cómo si la niña no quisiera una desaprobación de él, cómo si tuviese miedo de que el drone que había secuestrado y amado la odiase. Gotas de sudor se hicieron visibles en su pantalla y sus brazos vacilaban.

Tras unos 20 segundos de una mirada incrédula. "Lo siento, pero... los Workers no comemos eso." Dijo con aprensión. "Pero, no te preocupes... simplemente no... no lo vuelvas a hacer." Hablo previendo una caída anímica por parte de la chica la cual hizo lo mismo que J.

La última era V, la primera chica que él conoció y la que lo secuestró e hizo... todo aquello. La niña del bob tenía una sonrisa sociópata en su cara, pero sus ojos parecían vacilar y con pánico se cruzaron con los orbes, uno blanco y otro lavanda, del chico. V pareció quedar hipnotizada por la mirada del niño y ella solo lo contempló con amor y cariño.

"Vas a moverte ¿O?" Preguntó impacientemente Nikolai.

"Uh oh... sí lo siento mucho." Dijo tiernamente la enamorada. V sacó una bandeja sobre la cual había un asqueroso espectáculo, una cabeza de Worker cercenada la cual tenía un corazón hecho de aceite que tenía en el centro la palabra 'eNVy', rodeada de tripas y órganos de trabajadores.

El chico miró con asco la esperpéntica escena, algo que fue percatado por V la cual tenía miedo de haber matado a alguien importante para el chico que ama. ¿Qué hará? ¿La odiara? ¿La abandonara? ¿Simplemente la dejaría allí sola?

"¿Lo mataste recientemente?"

"Ohg.. S- si." Respondió tartamudeando.

"¿Qué hicistes con el cuerpo?" Preguntó suavemente.

"Yo... yo lo deje afuera, lo... ¿lo traigo?" Cuestiono la chica.

"Si porfavor." Respondió Nikolai, V salió con una sonrisa satisfactoria y volvió con el cuerpo destripado de un worker el cual dejó cerca del chico.

Nikolai inspeccionó el cadáver y de un bolillo del abrigo sacó tres barritas negras. Ingiriendolas, el sabor era insípido, áspero, asqueroso, frío y húmedo. Realmente repulsivo, en la boca del chico se formaba una pasta homogénea negra y repulsiva llena de sabores realmente espantosos, pero aún así se lo tragó. "Gracias." Habló mientras masticaba.

La mujer fatal obtuvo un sonrojo dorado que cubrió toda su pantalla. Nikolai desvío la mirada y vio como las otras dos miraban a V con recelo, rabia y le lanzaban dagas con los ojos.

De un momento a otro, las dos asesinas deprimidas se acercaron y dejaron sus cabezas situadas sobre una de las piernas de Niko.

Ambas chicas lo miraban de forma coqueta y ponían pestañas finas y prolongadas mientras parpadeaban a método de seducción.

Nikolai usó sus manos para acariciar la cabeza de las asesinas las cuales al sentir el suave tacto del chico comenzaron a ronronear y cerrar sus ojos.

V miró esto muy celosa y respondió acercándose al chico y abrazándolo mientras reposaba su cabeza entre sus tetas. La textura blanda, cómoda y cálida de los montículos de la loca es suficientemente placentero como para querer entrar en sueño eterno.

Las manos de la dama acariciaron plácidamente el cuerpo, sobando el pecho desnudo y toqueteandolo.

El ambiente es suficiente para caer en un sueño onírico. Y pensar que hasta hace 6 días más o menos, él estaba tranquilo en su casa con su madre y su vida común y corriente... Pero ahora está aquí secuestrado por las 3 asesinas de su especie, tres mercenarias sádicas hechas específicamente para matarlo, y ellas, en vez de hacer su trabajo y matarlo, parecen quererlo, mimarlo y... cogerselo.

Es como si se comportase como animales en celo, sedientas de atención y caricias. Las tres constantemente se restriegan en el cuerpo de Nikolai, usando sus órganos erógenos para darle un masaje. Y el chico no sabe bien si es para complacerlo o usarlo como juguete.

'Me están usando como un mero objeto. ¿Tendrán ciclos de celo? Joder, esos humanos si que son asquerosos... ¿Lo habrán hecho antes con otros? ... No, no puede ser, la primera vez eran castas... ¿Me mataran cuando se aburran y buscarán a otro?... Si lograse educarlas, podría conseguir que no maten a más... Quizás podría hacer que vivan conmigo en el bunker... ... No... eso es un suicidio, seria servirles en bandeja de oro a todos... Además ellas solo queran matarme...'

El chico salió de su dilema mental cuando un largo, viscoso, húmedo y cálido apéndice se abrió paso por su boca. El chico trató de resistir pero la lengua de V hizo palanca en sus labios y profundizó en un esporádico beso. Un choque labial, los moldeables y cálidos labios de V estaban interconectados con los fríos y secos del niño.

Un rebustillo algo cálido, tibio y dulce líquido que quedó en restos en la lengua de V está propagándose por la boca del chico. Las babas de ambos se mezclan y forman un mejunje que hace gemir a V.

La loca metió su lengua, acariciando las mejillas, haciendo cosquillas en el paladar y acercándose a la garganta del chico el cual instintivamente comenzó a quejarse del dolor. V que hasta hace nada tenía los ojos cerrados los abrió de golpe y se percató que Nikolai estaba sufriendo angustiosamente por la forma violenta en la que V profundizaba aquel beso.

La chica la retrajo un poco y la dejó descansar sobre la lengua del niño para que este se deleitase con el dulce sabor del aceite. Suavemente, V rodeo la lengua de Nikolai y comenzó a comprimirla y estrujarla, dejando rastros de su saliva.

Con cuidado, la niña extrajo las dos lenguas anudadas mientras los dos labios se separaban. Los viscosos apéndices comenzaron a jugar fuera de las cavidades, rodeándose, lamiéndose, chupeteándose. La niña pasaba su lengua por los labios del chico, inundando los de baba. Volviendo a meter la lengua dentro de la cavidad, dentro de ella realizó movimiento variados, su lengua se movía sin cuidado dentro de la boca de Nikolai, moviendo la lengua contra sus mejillas, pasando aún roce constante contra el apéndice del niño el cual solo dejaba escapar gemidos y suspiros. Los labios de V chocaban fuertemente contra los del chico, moviéndose y frotándose.

Lentamente, la dama fatal separó sus labios de los del chico dejando caer un rastro de saliva. V tenía un enorme sonrojo y una sonrisa lujuriosa se formó en su rostro.

Por otro lado, J nunca se separó de la mano de Nikolai y dejó que este la acariciado suavemente. Disfrutando de la comodidad que le brindaba el niño. Sus largos cabellos están siendo peinados por la mano, enredándose en los filamentos. Acariciando las esferas doradas que emitían una luz tenue. Era como si en esta parte J fuese más sensible ya que dejaba escapar pequeños suspiros de placer. El niño pasaba capciosamente el dedo por la esfera, haciendo que el placer de la coletuda calentara todo sus sistemas.

Por parte de Z, ella se aferró fuertemente a la cintura del chico, rodeando su espalda baja con sus fuertes brazos. La chica rara inhalaba los aromas que desprendía el chico, un dulce aroma a lavanda que en ningún momento abandonó al niño, era un olor puramente afrodisíaco, a ella incluyendo a sus compañeras, les resultó todo un incitante a reclamar al niño...

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