_. ˚◞ Capítulo Final ༄ ~_
Una llamada en plena noche despertó a ambos países. Una llamada que los llamo de urgencia hacía los hospitales privados de OMS.
Una nueva nación había nacido.
Entre las prisas y la emoción apenas lograron salir con el pijama, zapatos y si eso una chaqueta, llegando al hospital en plena madrugada y esperando frente a una puerta cuyo paso estaba prohibido para cualquiera sin autorización, OMS estaba terminando un chequeo general al recién nacido. No lo diría en voz alta, pero su parte favorita de ser médico era cuidar a niños, por desgracia entre países apenas habían bebes o infantes, por lo que su ilusión se iba.
— ¿Nervioso? — Preguntó ONU, también despierto y posicionado al lado de la puerta.
— Un poco... — La voz de España sonaba calmada, aunque detrás suya estaba Uk al borde del desmayo — ¿Hay que rellenar algo más?
— La partida de nacimiento, ahora os la darán.
Nada más finalizar su pequeña charla la puerta se abrió, dejando pasar a los futuros padres quienes caminaron hacia una cuna frente a ellos.
Un pequeño de pelo rubio platino y ojos verdes oliva, con un tono pecoso en su piel, miraba a ambos Reinos como si ya supiera quienes eran. Los países recién nacidos eran algo más avanzados que los bebés nacidos por partos, pero aún así seguía siendo un ser frágil y diminuto ante los ojos de los mayores. OMS cargó al bebé con facilidad, pasándoselo a España quien estaba a su izquierda, el pequeño solo sonrió al estar tan cerca de ambos países.
— Dios... Es muy pequeño... Siento que voy a morir de ternura~. — Comento el español, viendo al pequeño a los ojos — Y tiene mis ojos~.
El pelirrojo se giró hacia su esposo, ya más recuperado del luto, posiblemente sus ojos brillaban por primera vez en mes y medio, veia con ternura al pequeño territorio frente a ellos, sonriendo con ternura.
— Es tan... Por la Reina... — No pudo articular palabra, pero si una sonrisa de pura alegría.
Y así, una madrugada de principios de octubre, nació oficialmente aquel pequeño territorio que tanto habían esperado.
— Awww~, ¡Dios mío! ¡Si es una monada! — Hablaba el portugués entusiasmado, viendo al niño sentado en el regazo de su hermano — Puto Irlanda... yo quería ser el padrino de este bomboncito...
— Todavía no nos habéis dicho su nombre — Habló Francia, sentada a un lado de ambos padres, quien sí había logrado tener el título de madrina del bebé.
— Isle of the Spanish Crown and the United Kingdom of Great British and Northern Ireland — Respondió el inglés, haciendo una pausa por las miradas que recibió — O Spuk, para abreviar, porque suena como Spooky y nació en octubre.
— ¿En serio aceptaste ese nombre? — La francesa se giró a ver al español, quien mecía al pequeño en sus piernas.
— Relleno el documento mientras no miraba... — Justificó el español, viendo al pequeño — ¡Pero Spuk está bien!
— Imagínate cuando tengas que gritarle, te vas a morir — Bromeó el Italiano, quien había logrado cargar al pequeño y sentándolo esta vez en su regazo.
En este momento los gestos de confusión del pequeño llamaron la atención de todos, frente a él había dos personas exactamente iguales. Uno era su papá... otro era sospechosamente parecido a su papá.
El joven se quedó viendo a los dos ibéricos y luego se echó para adelante, sin costarle mucho lograr diferenciar a su verdadero padre y volviendo a sus brazos
— ¿Ves? Hasta un bebé diferencia mejor a tu esposo y su hermano que tú. — Rió la francesa, viendo al británico con una burlona sonrisa.
— Callate.
— Razona muy rápido... ¿cuantos meses tiene?
— Apenas lleva 2 semanas... Es normal que los territorios crezcan rápido, supongo que será por eso. — Respondió el español, viendo hacia su hijo.
Spuk gateaba lo justo, al parecer sabía distinguir a sus padres y había logrado ya agarrar pequeñas cosas como peluches o mantas. Era poco, pero sorprendente si recordamos que apenas tenía un par de semanas de vida.
— Os a salido super dotado el niño, de aquí a nada ya está pidiendo independencia-
— ¡Esa palabra no! — Saltó el español, cortando las palabras que iba diciendo la francesa y tapando los oidos de su hijo. — Estoy a tiempo de quitarte el papel de madrina.
— ¿Y a quién vas a poner si no es a mi? — Respondió la rubia, llevándose una mano a su pecho.
— A Japón mismo. — Salto el español, viendo de nuevo al bebé — No le hagas caso hijo, tiene envidia porque ella a tu edad no sabia ni llorar.
Mientras Francia respondía a aquello con que ella era un bebé muy calmado y le contaba al pequeño Spuk que España como bebé se tiraba de la cuna, el pequeño fue pasado a los brazos del britanico, quien lo cargó con cuidado mientras hablaba con los otros dos invitados.
— ¿Ya lo vieron los demás? — Preguntó Italia, fijándose en UK con calma.
— Solo fotos, no han tenido tiempo para venir, aunque Canadá y México decían que a lo mejor se pasaban mañana.
— Los dos hermanos mayores de cada familia como representantes — Anuncio Portugal, acariciando la cabeza del pequeño —Tiene pinta de ser un niño muy alegre, con esta edad mis hijos no paraban de llorar...
— Sí... es muy calmado...
Aquella misma noche UK recordó lo que le dijo a sus cuñados "Era muy calmado". Se arrepentía totalmente.
Al parecer en esas semanas el pequeño se había acostumbrado demasiado al español, tanto que cada vez que se alejaba de él acababa llorando, como esa noche, que al parecer se despertó alterado en la soledad de la habitación donde dormía (que era a unas puertas del dormitorio de sus padres). Debido a que el hispano estaba cansado de cuidarlo durante el día UK se levantó, yendo al dormitorio y meciendo con calma al pequeño, pero nada, no se callaba.
— Spuk... Venga... Duérmete my little boy... — Pero nada, el bebé siguió llorando a todo pulmón. — Aish... pero cada vez que España te mece te duermes... ¿Por qué conmigo no?
Finalmente logró callarlo, pero no se volvió a dormir, solo se quedó despierto, viendo hacia el británico, preciso momento en el que, como angel caído del cielo, Poppy llegó.
— ¿Ocurre algo, Señor? — La ancianita se acercó a ambos, viendo hacia Spuk.
— El bebé me odia... — Anunció Uk, haciendo reír a Poppy quien cargó al bebé.
— Venga... no te odia, solo en un bebé, son difíciles de tratar... y más si están emparentados con su familia.
Uk solo le miró mientras la ancianita sonreía, Poppy no solo cuido a Usa y Canadá, o Nueva Zelanda y Australia, si no que también cuidaba de él hace años y fue amiga de su hermano mayor, Irlanda. Sabía lo que decía cuando hablaba de que eran una familia "complicada" como bebes.
— Pero... me preocupa un poco... Esta Todo el rato pidiendo atención de España y cada vez que está conmigo solo mira a otra cosa... ¿Y si acaba como USA? — Su tono de preocupación resonó también en Poppy, quien dejó al bebé recién dormido en la cuna con cuidado.
— Fuiste criado de la misma forma que usted crío a USA... era normal que no supiera como hacerlo... y aprendió que no era la forma correcta. — Aclaró Poppy — No tiene que martillarse con eso... ya pasará...
— ... ¿Y si no pasa? — Preguntó, girándose a ver a la mujer quien se acercó a él, agarrando sus manos.
— Señor, por favor... Sé que le preocupa que todo eso vuelva a suceder... pero usted está siempre atento a Spuk y yo sé que hace su mejor esfuerzo... Solo vaya a dormir, mañana vendrá el Señorito USA y el Señorito México para conocer al bebé... necesitaras descanso.
Entre algunas quejas UK salió del dormitorio y camino al suyo propio. Cerró sus ojos una vez estuvo en la cama y suspiró de cansancio, seguido unos brazos se tornaron hacia él, abrazándolo.
— ¿Qué haces despierto...? — Preguntó UK en voz baja, viendo a su pareja acurrucada entre las sabanas y su pecho.
— Se te escuchó por el altavoz del bebé... — Respondió, bostezando y levantando su vista. — Cielo... ¿Algo que decirme?
UK negó, dejando un silencio entre ambos.
— Yo también fuí un padre de mierda al principio... — Comentó el español, llevándose la mirada del inglés. — Tras la muerte de Azteca, México se negó a dirigirme la mirada y se encerró en su dormitorio durante meses... Uno no consigue un bebé y automáticamente se vuelve el padre del año... hay que cometer errores para aprender.
— Pero a ti te perdonó... Usa a mi no... — El inglés giró su vista a su pareja, acariciando con cuidado los rizos de su pelo.
— Regla número 1 de ser un buen padre: Nunca compares a tus hijos. — Nombró España, acurrucandose entre el abrazo. — Spuk no es Usa... y ni si quiera tiene el año... no puede odiarte si ni razona que está vivo.
Aquella hizo reír al inglés quien le dio un pequeño beso entre los labios a su pareja, tenía razón... un bebé no podía odiarlo sin ninguna razón. ¿No?
Cerró sus ojos tras notar como la respiración del pelirrojo se había vuelto a realentizar, quedándose dormido sobre su brazo. No pudo evitar quedar mirando el rostro tan calmado de aquel hombre.
Le costó demasiado aceptar que lo amaba, le costó el divorcio con Francia y le costó convencer al español de darle una oportunidad como su pareja en el pasado... Sentía que todo eso se derrumbó nada más sacó el anillo, tras escuchar la primera negación no podía ni imaginarse que ahora estaba aquí, tumbado en su cama junto al hombre que amaba y que no solo acepto darle una oportunidad como novio, si no como esposo y como padre.
No eran la mejor pareja del mundo, ni si quiera estarían en el top 10 de seguro, pero amaba a aquel ibérico con todo su corazón al igual que este le amaba a él.
Finalmente sus párpados empezaron a pesar, cerró sus ojos y una última duda entró en su mente, ¿De verdad quería pasar el resto de su vida junto a aquel hombre?
Oh, definitivamente aquí no había duda del "sí, quiero".
Y BUM, oficialmente se acabó, aunque todavía queda el prólogo y una sorpresita bajo la manga.
Espero que haya gustado el libro <3 si no pues se joden, ¿pa' que has leído 32 capítulo?
No voy a hablar mucho, nos vemos en el prólogo gente <3.
1728 palabras.
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