Las luces de la casa estaban apagadas, el salón era iluminado únicamente por la luz que emitía el televisor reproduciendo la película "Gentlemen Prefer Blondes", la cual, aunque no le gustaba admitirlo, era una de las favoritas de UK.

- UK - El nombrado hizo un pequeño ruido con la boca como respuesta - ¿Prefieres a las rubias?

UK pensó un poco, y luego, con ayuda de su brazo al rededor de los hombros de su pareja, contestó.

- No, soy más de las pelirrojas contestonas. - Respondió, España se giró a verle directamente. - Es verdad y lo sabes, quita esa miradita "pelirroja".

- No me llames así. - Protestó el español, acomodándose en el sofá - Azulito.

- ¿Es lo mejor que se te ocurre? - UK rio de forma leve ante la mirada fija del español. - Venga... No te pongas así, ven.

El castellano se acercó, pero en vez de tumbarse de vuelta y seguir viendo la película agarró las mejillas de Uk, cortando el espacio entre ambos y dándole un tierno beso. El ingles correspondió este, acomodándose en el asiento y pasando su mano de los hombros a la cintura, luego colocando la otra y apegándose al menor. El beso y el tacto era dulce y cariñoso, incluso por medio se colaban alguna que otra sonrisa en medio de la oscuridad, aún después de todo, se seguían queriendo.

- Ya, consigan un hotel. - Una voz sonó de fondo, haciendo que ambos adultos se separasen, UK sonrojado hasta las orejas. - El salón es zona común, está prohibido chapar acá.

- ¿Y tú qué coño haces despierto a estas horas, Argentina? - Pregunto España, viendo por encima del sofá hacia la puerta de la cocina.

- Andaba hablando con Brasil por celular, ya que "Está prohibido traer novios a casa" - Aquella última frase la recalcó con un tono de voz distinto, ya que fue el propio español quien la dijo.

- El día que tengas tú propia casa pones y rompes las reglas que quieras, tira para tu cuarto.

Argentina bufó por lo bajo, salió de la cocina con un vaso de agua y subió las escaleras mientras decía su ultima frase.

- ¡Nada de coger!

- ¡Que te vayas a dormir!

Una vez el latino se fue el pelirrojo suspiró, separándose por completo de UK.

- Disculpa por eso.

- Tranquilo... Mis hijos hubieran sido peores. - Bromeó UK, sentándose de vuelta en el sofá.

El resto de la película fue en silencio, afortunadamente solo quedaban 15 minutos. Una vez está terminó ambos subieron al dormitorio, preparándose para dormir. De mientras UK se ponía el pijama se fijó en una foto familiar donde estaban los latinos de pequeños junto a España.

- Si que han cambiado tus hijos - Habló UK, girándose a ver al español, quien estaba ya tumbado en la cama.

- Sí... Antes no daban tantos problemas. - Respondió.

UK se tumbó a su lado, abrazando a España y acurrucándose en la cama y cubriéndolos con las sabanas.

- Podría acostumbrarme a dormir contigo todas las noches... - Comentó el británico - Menos porque a veces roncas. - Añadió.

- Al final te mando a dormir al sofá. - El español le dio un corto beso de escasos segundos. - Buenas noches, cariño.

- Descansa...

La mañana llegó, los madrugadores del grupo estaban ahí, viendo desde el marco de la puerta como un señor que ni vivía en esa casa dormía ahora mismo en la cama grande junto a su padre.

- ¿Creéis que han...? - Antes de poder terminar la pregunta, Chile fue interrumpido.

- Chile, como me pongas esa imagen con nuestro viejo en la mente te juro que te corto la cola y no precisamente la que arrastras. - México se giro a ver al menor, separándose del marco de la puerta.

- Ya, era broma.

Ambos se miraron entre ellos, sin comentar nada, sabían lo que tenían planeado. Si UK descubrió como era dormir en una casa latina, también descubriría como era el despertar.

En escasos minutos los golpes entre cacerolas empezaron a sonar, no solo despertando al ingles, si no a toda la casa.

- ¡ARRIBA TODO EL MUNDO! ¡BUEN DÍA!

Las puertas se empezaron a abrir, dejando salir a países enojados con ambos hermanos.

- ¡Yaaa! ¿Sabéis que horas son? - Se quejó Bolivia, quitándole la sartén de la mano a México, quien seguía dando golpes.

- Justo por eso.

La mirada malévola de México se asomó hacia la puerta del dormitorio de España, esperando ver a UK molesto y desorientado, pero no. Ambos seguían tumbados en la cama, España acariciaba la cabeza de UK aún con los ojos cerrados mientras esté hablaba de forma inentendible por el sueño.

Bolivia se acercó, viendo al México confuso.

- ¿Esta UK? Ya, oye chicos, ¿No creéis que están exagerando? Nuestro padre está saliendo con alguien, es normal, no iba a estar solo toda su vida, ¿No?

- Uruguay y yo apoyamos a Bolivia - Habló Paraguay, aún a medio despertar - UK en realidad es buena onda, ¿Sabéis?

México iba a protestar, más que nada para mantener su orgullo en pie, pero hubo algo que no entraban en sus planes. España tenía muy mal despertar por las mañanas, y más si era por ruido de los niños.

- México, Chile... al salón. - Ordenó con una voz fría, viendo hacia ambos jóvenes que tenían las cacerolas en manos.

- ¿Derecho a un abogado? - Chile le miró con inocencia, solo para ser fusilado por la mirada del español, soltar las cosas y bajar lentamente hacia el salón.

- Tenéis 20 segundos para explicarme porque coño estáis como si fuera esto una puta verbena de pueblo a las 6 y tanto de la mañana. - Ambos jóvenes estaban sentados en el sofá, con el español en frente, se miraron entre ellos como una guerra de miradas para decidir quien hablaría. - 10 segundos.

- Fue idea de México. - Acusó Chile al instante, señalando a su hermano. - Dijo que quería despertar a Uk como se hace en una casa latina.

- Eres un vendido... - Respondió México al instante, viendo hacía el adulto frente a ellos.

España seguía esperando una justificación clara. La palabra había pasado hacía México, quien estaba analizando todas las posibilidades. Era el más mayor de sus hermanos, por lo que no le serviría lo de hacerse el adorable, el truco de echarle la culpa a otro ya lo había utilizado Chile, y le habían pillado con las manos en la masa, por lo que no había opción de mentir. Solo quedaba una solución. Arrepentimiento.

- Es verdad que yo di la idea de despertar al padre del gringo de esa forma, ¡pero! Piénsalo, si os llegáis a casar y se muda aquí tendría que acostumbrarse a nuestros gritos, por lo que le hice un favor. - Sus palabras no parecían llevar a un buen punto, por lo que dijo algo de lo que probablemente en un futuro se arrepentiría. - Es nuestra forma de mostrarle una aceptación a Uk como parte de la familia.

- ¡Sí! ¡Eso! - Respondió Chile, al instante se giró a ver a su hermano, confuso. - ¿Le aceptamos?

- ¡Sí! ¡Le aceptamos! - México le dio un codazo a su hermano, ambos se quedaron viendo con inocencia a su padre, quien no se tragaba ni una palabra de aquello. - ¿Y bien...? ¿Nos perdonas?

El pelirrojo miró hacía las escaleras unos segundos, ninguno de los hermanos se dignó a girarse y ver si alguien estaba ahí. España ató su pelo con una gomilla que traía en su muñeca, miró a ambos latinos y, tras unos segundos que se volvían una tortura para estos, habló.

- No me creo ni una puta palabra, y menos viniendo de ustedes.

Ambos se daban por muertos. Chile ya había empezado a escribir su testamento en el teléfono y México solo recordaba la última vez que alguno de los hermanos despertó con tanto ruido a España. Fue una pelea entre Colombia y Ecuador porque Colombia se hacía pasar por su hermano y Ecuador ya estaba arto de aquello. Hicieron tanto ruido que, tras casi media hora de gritos del español, acabaron teniendo que encargarse del jardín en pleno agosto a las 4 de la tarde, con 40º y sin queja alguna o descanso. A ellos les esperaba algo peor o igual.

- ¿Cuál es nuestra tortura? - Preguntó México, ya derrotado ante la idea de librarse.

- Bueno... como TANTO queréis integrar a Uk a la familia... Pasareis las siguiente 24 horas con él. - Hizo una pausa, sacando su teléfono. - Tengo que encargarme de unos asuntos de la península, así que estaré fuera el resto del día. Seguro que a Uk le vendrá bien la ayuda que le podréis ofrecer.

- Nos está vendiendo, sabía que este día llegaría. - Chile se levantó del sofá, guardando su teléfono con un testamento a medio escribir. -

- No os estoy vendiendo, y si lo hiciera, Chile, tendrías un 50% de descuento. - Después de ese insulto gratuito hacía el chileno, quien se había quedad procesándolo, España volvió hacía las escaleras. - Ayudadle en lo que necesite. Os quiero.

México se levantó, le dio un pequeño tirón a la lengua de Chile, a quien a veces se le salía cuando se perdía en sus pensamientos. Le miró e hizo un gesto con su cabeza para indicarle de ir a sus dormitorios, tenían unas pocas horas más para descansar antes de empezar con su "voluntariado".

- Espero que la virgencita aprecie esto...

¿Cómo a sido la forma más rara en la que os han despertado?

A mi me llamó mi madre desde la ventana de mi cuarto porque se le olvidó las llaves, y como estaba compartiendo cama con una amiga de ese entonces me giré, me caí de la cama y mi reacción fue agarrarme a la chichi de mi amiga sin querer (al final me di tremendo golpe en la cabeza y mi amiga se llevó un tocamiento de chichis gratuito).

En el siguiente episodio veremos como Chile es vendido a Uk un 50% más barato y como México se va adaptando a la idea de poder tener a Usa como hermanastro. ¿Saldrán bien las cosas? Puede que sí, puede que no, puede que el descuento de Chile baje al 45% solo, nunca lo sabremos (o sí).

Espero que os esté gustando como siempre <3.

1772 palabras.