_. ˚◞ Capítulo 29 ༄ ~_
Los recuerdos de aquel día todavía seguían presentes en la memoria del británico, lo recordaba perfectamente en sus sueños como si lo estuviera viviendo en un bucle.
— Your cousin? — Preguntó el joven británico de apenas 15 años, viendo hacia la francesa quien caminaba por los pasillos del lugar.
— Pour moi, mon idiot de cousin, pour toi, l'héritier officiel de l'Empire espagnol. (Para mi, el idiota de mi primo, para ustedes, el heredero oficial de Imperio Español) — Explicó la misma chica de 17 años recién asignada como heredera en pruebas de Francia. — Il ne parle pas anglais, alors faites un effort et utilisez vos cours d'espagnol pour quelque chose (No habla inglés, así que haz un esfuerzo y usa tus clases de español para algo).
UK, en pocos años tendría el papel oficial como Unión de Naciones, de momento estaba en "prueba", recién había escuchado rumores de un nuevo miembro que había heredado todo el poder y dinero del Imperio Español, recién reportado como muerto.
Ante sus ojos sería alguien temible, de mano dura y serio, alguien con años de experiencia o en prueba para ascender a nación como él estaba haciendo o como Francia hizo. Quizás podía obtener algún consejo de aquel nuevo país...
— UH! — Sus pensamientos salieron de su mente nada mas chocar contra algo, o más bien alguien.
Su vista se posó sobre, lo que ante sus ojos, era un niño, alguien una cabeza mas baja que él y con aspecto de pirata. ¿Era acaso uno de esos que venía por temas de comercio?
— Oh, excuse me, kid... Are your lost? Where are your father? — Empezó a hablar, aún así solo se llevó una mirada confuso de aquel chico que le juzgaba de arriba abajo con unos ojos que UK los veía como pequeñas esmeraldas.
— Ammmm... — El joven pelirrojo solo le miró, como buscando algunas palabras — I... I don't English — Fue lo único que pudo pronunciar en un vago inglés y con un acento que le llama la atención. Quizás era un ayudante del heredero de Imperio...
— Spanish? — Preguntó el inglés, lo cual el menor solo asintió y le miro con cierta ilusión de que hablaran el mismo idioma — ¡Oh! Claro, ¿Estás perdido? ¿Has venido con alguien?
— Oh, bueno, yo... se supone que vine con algunos consejeros y guardias, pero eran demasiado agobiantes y me separé de ellos... Ammm... ¿Viste a Francia? — Respondió, oficialmente había venido con el heredero, pero aquella pregunta le desconcertó un poco.
— Disculpa, chico. Necesitas un permiso por escrito o ser una nación para hablar con ella. — Explicó, aunque realmente no tardó en tragarse sus palabras al sentir como le echaban a un lado las manos de la misma rubia de la que hablaban.
— ¡España! ¡No puedes separarte de tus guardias! ¡¿Has venido solo hasta el palacio?! ¡¿Y que haces con esas ropas?!
España... Imperio Español...
Definitivamente UK no pudo ocultar su sorpresa al ver cómo, aquel tan estudiado y admirable heredero del Imperio temido (o más bien odiado) por América era... ¿Un niño?
— Disculpad por la reunión familiar — Intervino el inglés, girándose a ver hacia el pelirrojo quien solo intentaba alejarse de su prima — ¿Cuantos años tienes?
— 13. — Contestó de forma calmada, cruzando sus brazos.
— ¿Cuantos años llevas de prueba? — Volvió a interrogar.
— ¿De prueba? Ammm... no sé... Llevo 1 año en Regencia — Respondió sin mucha importancia. — ¿Es eso?
— . . . Pero si eres un niño. . . — Pensó UK en voz alta, viendo hacia Francia.
— ¿Cuantos años tienes tú? — Preguntó el español, el inglés solo se giró y le vio confuso.
— 15, llevo un año de prueba. — Explicó.
— UIS, pero si eres un fósil...
Y ahí UK entendió una cosa. El heredero de Imperio era un niño, con complejo de pirata, sin conocimiento alguno y sin respeto hacia los demás, ahora mismo dirigía el mando de un país, y ni idiomas sabía, ¿Acaso Imperio deliraba cuando le asignó como heredero? Conocía de un hermano del menor, ¿Por qué a él?
Pero a su vez, lo que el joven inglés en una tarde de invierno de alrededor del 1500 no sabía, era que aquel joven irrespetuoso de hermosos ojos verdes que tenía frente a él lo acabaría llevando a la locura en guerras y, futuramente, en el amor.
— ¿Qué miras tanto? — Preguntó el español, removiendo se en la cama y bostezando al despertarse.
— Tus ojos ... me gustan su color — Respondió el británico, acariciando la mejilla de su esposo quién se removió hasta quedar envuelto en la sabana.
— Reza porque el niño nazca con mis ojos. — Contestó, sonriendo con orgullo para luego volver a bostezar y sentarse en la cama. — Ufff... ¿Que hora es?
— Estamos a tiempo para llegar a la siguiente reunión, ve a vestirte anda.
UK salió de la habitación tras ver al Contrario todavía orientarse en la casa ajena. Como no, esté llevaba despierto desde la mañana, había hablado con sus hermanos antes de que se fueran y con algunas personas del servicio quienes se sorprendieron de aquel acto.
Se encaminó hacia el dormitorio principal, en unos 20 minutos saldrían para volver a casa, cambiarse, e ir a la reunión, por lo que quería avisar a su madre y sabía que sobre esa hora estaría en el cuarto tocando el piano.
Pero sus oídos no escuchaban aquella melodía, si no un murmullo que procedía de un pequeño grupo que había en la puerta del dormitorio.
— ¿Ocurrió algo? — Se apresuró a preguntar al primer mayordomo que vio quién solo le miró con cierto temor, eso era mala señal...
— Debería entrar...
— Con permiso...
La puerta se abrió, Irlanda, quien había vuelto al recibir la llamada, y España, quien buscaba a UK para volver, entraron al dormitorio, sin saber con exactitud lo ocurrido.
Los ojos de ambos se abrieron al ver a más de un médico en la sala a los lados de la cama donde a un lado se encontraba Escocia, tumbada y con los ojos levemente abiertos, totalmente pálida.
— ¿Qué pasa? — Preguntó España al instante, acercándose a la cama donde estaba Inglaterra sentado al lado de su esposa y UK únicamente de pie.
Para sorpresa suya el peliazul se acercó a él, agarrando sus manos y apretándola ligeramente, mala señal.
Uno de los médicos se giró a responderle mientras el otro seguía examinando a la mujer.
— Las defensas de la Señora Evans están en decadencia y sus extremidades fallan, de momento también hemos notado que su temperatura corporal no es la adecuada... Necesitamos más tiempo para saber pero... no va por buen camino.
— UK...
La vista del ojiverde se giró hacia el mayor, quien apenas podía mantener la mirada fija. Sabía que Escocia estaba débil, pero, ¿era para tanto? Ella solía decir que estaba bien. ¿Había estado mintiendo? Sabía que UK tenía miedo, UK, Inglaterra, Irlanda y los no presentes. En un punto como este da igual que tan frío o serio seas, sabía que su esposo quería a su madre y él mismo sabía lo que era perder a tu propia madre.
Agarró con cuidado al contrario y lo separó, saliendo de la habitación junto a Irlanda a petición de los médicos, quien decían que necesitaba reposo. Los tres se quedaron en un pasillo vacío a escepcion de unos guardias.
— ¿Madre no dijo que estaba mejor? — Preguntó el británico, viendo hacia su hermano mayor — Ella ... Ella podía caminar, y volvió a tocar el piano, y pasear por el jardín, ella estaba bien. Va a estar bien, ¿Verdad? — La voz de UK era... animada, pero de una forma que no buscaba alegría si no autoconvencerse de sus palabras.
— UK... Madre no podía caminar sin ayuda, y apenas tenía fuerza para tocar las canciones mas simples. — Soltó Irlanda, viendo hacia su hermano — Yo también quiero que se recupere pero ya has escuchado a los médicos... es difícil... lleva años enferma...
— No, ella está bien, ella estaba bien anoche, se estaba riendo, estaba comiendo, estaba Feliz. Irlanda. Ella me estaba sonriendo, e-ella — Cada vez ese tono iba rompiéndose, iba saliendo un temblor que solo le permitía acercarse al mayor entre los tres presente.
— UK. Stop. — Le ordenó el pelirrojo de forma sería y cortante. — Hay personas que "mejoran" de golpe antes de morir.
— ¡Pero ella no va a morir! ¡Es imposible! — Luego de eso se giró al ver al español, quien solo estaba a un lado suya.
El ibérico se acercó hacia UK, agarró sus manos con delicadeza y las entrelazó, viéndole con pena, viéndole con dolor...
— Cariño... — Le llamó, y ahí mismo, las lágrimas empezaron a brotar, siendo limpiadas por las cálidas manos del menor — Perdón... pero Irlanda tiene razón...
Finalmente la noche cayó, no hubo mas noticias de los médicos. Irlanda de había quedado con Norte y Gales cerca del dormitorio y UK se habia ido junto a España a la cocina, tomando un té tras horas llorando por lo que sabia que se iba a acercar.
— No quiero... no quiero que ella nos deje — Habló, viendo el líquido estático en su taza.
España se acercó a él, quedando a su lado y agarrando su mano que estaba sobre su rezado, acariciándola con delicadeza.
— Mi madre murió asesinada... de la noche a la mañana ya no estaba... no pudimos despedirnos de ella ni hacernos a la idea que a la mañana siguiente no estaría a nuestro lado... ni si quiera le hicieron funeral oficialmente... simplemente nos enteramos cuando trajeron su urna esa misma noche... — Comentó — Es doloroso... mucho, pero... queramos o no tenemos que hacernos a la idea que de ya no está en forma física...
Levantó una de sus manos y la llevo a la cabeza del inglés, acercando esa a su hombro y acariciando su pelo con cuidado.
— Aún tienes tiempo para estar con ella... para despedirte y para decirle cuánto la quieres... — Habló, viendo de reojo hacia el joven de ojos grises — Llamaré a ONU y le diré de la situación... ¿te acompaño arriba?
El inglés negó.
— Quiero... estar a solas con ella.
— Está bien — Asintió España — Te espero aquí...
Seguido de eso UK recibió un pequeño beso en la frente que le ánimo durante escasos segundos, se levantó de la mesa y fue hacia las escaleras. En ese momento sabía que todo lo que Irlanda y España habían dicho era verdad... y ya no podía negarlo.
Su cabeza descansaba sobre el regazo ajeno, tal y como cuando era un niño y se cansaba de tanto estudiar. Su vista se posaba perdida en el piano de cola blanco donde su madre le solía tocar canciones, aunque ella siempre prefirio escuchar s UK tocar el violín.
— Tienes el pelo muy suave... y azul... me recuerda a mi cuando tenía tu edad — Habló de forma lenta la escocesa, su pelo era ahora mismo mucho más opaco que el de Uk, pero en algún punto ambos llegaron a tener ese azul brillante que tanto resaltaba. — ¿Qué te preocupa, pastelito?
— Tú — Respondió el británico, aún con la vista pérdida. — No quiero que te vayas...
— Cielo... Si fuera por mí me quedaría contigo y con tus hermanos mucho más tiempo... pero Dios ya finalizó mis planes aquí...
— No, no lo hizo... querías conocer a tu nieto, ¿No? Eso ya es un plan para quedarte — Respondió, levantando su vista hacia la mujer quien solo sonreía — ¿Como puedes sonreír en un momento así?
— Siempre fuiste muy serio y correcto, en eso eres igual a tu padre — Ignoró la pregunta del menor — Eres como un pequeño cubito de hielo... Pero ayer te vi tan feliz al contarnos de tu nuevo esposo y vuestro futuro hijo... — Comentó, haciendo pequeñas pausas — Francia era buena chica, me caía bien, pero no era la indicada para ti... perdón por obligarte a aquello...
— N-No importa, era normal en esa época — Justificó el inglés, viéndole de forma más calmada — ... Francia es mi amiga... pero... España me hace feliz de una forma que... no puedo evitar...
— Lo sé... — Hubo una pequeña pausa en la que Escocia acariciaba el cabello del menor — Me acuerdo cuando me viniste un día... con esas ropas de pirata, temblando y llorando como nunca... pidiéndome perdón porque te gustarán los hombres... Dios... me asusté tanto cuando te vi entrar así...
— Y reaccionaste tan natural... y luego me dijiste que ya lo sabías desde hace años — Rió de forma leve.
— Te comías con los ojos al mozo de cuadra~. — Justificó Escocia, soltando una pequeña sonrisa. — Pero... ahora eres feliz... ¿no?
— Mucho... — Respondió. El silencio Reino durante varios minutos antes de iniciar aquella conversión que tenía — Se que te culpas por no saber cocinar, o no poder haber jugado con nosotros durante nuestras infancias... pero has sido la mejor padre que pudiera tener... — Apartir de este punto la voz del inglés se rompió — Yo... no quería admitir que ibas a morirte... pensaba que ibas a durar más que yo... o que papá... No quería perder a mi madre... no quiero perder a mi madre... — Las caricias de Escocia lentamente se detuvieron, siendo sustituidas por las caricias de las lágrimas recorriendo sus mejillas — No quiero ser una nación ahora mismo, no me importa que sea padre y abuelo ... solo quiero ser tu hijo, que me abraces y me digas que todo estará bien como cuando era niño. Quiero que nos regañes a Irlanda y a mi por discutir o que llames satánica a la música que me gusta. Quiero que sigas amando a papá y que le arregles la ropa a Gales cuando se le quema cuando tose fuego, y que veas cómo Norte participa en las reuniones de naciones.
Cada vez su voz de baja de entenderse, sus lágrimas le ahogaban y el nudo de su garganta le evitaba algunas letras, pero Escocia seguía escuchándole, y seguía entendiéndose, pues era su madre y llevaba escuchando esos llantos y esa voz siglos.
— Mamá... — Sus ojos se levantaron entre lágrimas, viéndole sin ocultar nada de lo que ocultar — . . . ¿Me puedes...?
El peliazul se acomodó en la cama, no necesito terminar la frase ya que se había vuelto envuelto en los brazos de Aquella mujer que lo mecía como si fuera un bebé, que acariciaba su pelo como cuando era niño y que cantaba esas mismas canciones de su infancia...
— Te quiero ...
Esa misma noche de invierno, al rededor de las 3:20 de la mañana, Escocia fue reportada como fallecida debido a causas naturales tras haberse quedado dormida en brazos de su esposo, y habiendo escuchado cada una de las despedidas de sus hijos.
El funeral fue al día siguiente, acudieron familia y amigos y allí recibió el último adiós de cada uno de ellos.
'toy llorando, a los escritores también nos afecta matar personajes ¿vale?
Justo este capítulo me dio en mis Mommy issues, lo siento Escocia u_u
2445 palabras.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro