_. ˚◞ Capítulo 20༄ ~_
"Sí quiero".
Dos palabras tan cortas pero que juntas tenían un gran significado. Una vez dichas, no había vuelta atrás.
La noche era calmada, la gente dormía, el viento soplaba fresco y empujaba las pocas nubes que habían en el cielo, mañana sería soleado.
Aquel anillo brillaba hasta en la oscuridad, era prácticamente increíble que alguien se hubiera gastado tanto en él, ¿Quién invertiría ni si quiera un centavo en su bienestar? Ni si quiera el mismo lo hacía.
— Mañana es la boda... — Anunció Portugal, apoyado en aquel balcón ajeno, dándole un sorbo a la cerveza que tenía entre sus manos — ¿Nervioso?
— Siento que voy a vomitar... — Aquella afirmación hizo reír al mayor de los gemelos.
Ambos se encontraban en la casa que anteriormente fue de España, habían decidido que sería la mejor opción por lo de "no poder verse en día de la boda". También habían aprovechado para hacer una pequeña despedida de soltero, la resaca le iba a caer a más de uno mañana.
— Quién diría que te ibas a casar con el Señorito té...
— Quién diría que me IBA a casar — Simplificó el pelirrojo. — Lo de Uk ya es un plus...
— ¿Como se siente casarte con un inglés?
— Siento cómo mis antepasados gritan de la deshonra... — Aquello hizo a ambos reír — Nuestro viejo ya me hubiera matado si siguiera con vida...
Hubo un pequeño silencio entre que ambos bebían, hacia años aquel hombre dejo de tener cualquier tipo de lazo con el español y su relación con "Imperio" fue borrada de cualquier conversación, pero había momentos, solo el y el portugués, donde estaba "permitido", nombrar algo respecto a esos años.
— Mamá estaría orgullosa de verte tan feliz...
— Mamá me hubiera eliminado de su testamento al ver que me caso con un hombre... Luego se le pasaría, pero herencia no me llevo.
Hubo otro poco de silencio hasta que ambas botellas de vaciaron, al no quedar ni una gota fueron soltadas a un lado, dejando de vuelta el silencio.
— Entonces... Te vas a casar oficialmente con UK... Sin vuelta atrás.
— Sin vuelta atrás... — Repitió, notándose el nerviosismo — A veces quiero pellizcarme y que todo esto sea un sueño pero... Je... Es real, y... Siento que después del nerviosismo de la iglesia y esas cosas, será todo más... Calmado. ¿Sabes? — La sonrisa que tenía España era sincera, nerviosa, pero sincera.
La mirada del pelirrojo se poso en el jardín que se veia abajo.
— Aparte... UK nunca me a ocultado nada, es alguien directo y siento que eso ayudará, trabaja mucho pero, estos últimos meses a logrado pasarle el trabajo menor a sus hermanos, así que estamos más juntos y, de verdad siento que él me ama y nunca me haría daño... No puedo culparle de cosas que pasaron en 1600... Tiene su toque romántico y... Dios, se ve tan mono cuando se sonroja por los cumplidos... Aparte, le cae genial a los niños, bueno, genial quizás es mucho pero sí bien, el otro día Cuba le dijo papá sin querer, dios~, ¡que adorable fue la situación! Te cuento, estábamos en su casa con algunos de centro y-
— Nos hemos acostado.
Aquella frase calló todo comentario de enamorado que España pudiera soltar en aquel momento, vista se giró hacia su hermano, pensando si había escuchado bien, quizás se refería a alguien y no escuchó el nombre
— ¿Disculpa?
— UK y yo. Nos hemos costado.
En aquel momento el balcón se quedó en silencio, solo el sonido de la botella que sostenía España cayendo sobre el césped de abajo resonó. Portugal miraba fijamente a la nada, tenía la vista pedida y el rostro serio, su botella se movía en cierto compás entre sus dedos.
— Hablas de... — España busco alguna fecha en concreto, esperando a que fuera lejana.
— Cuando tú y el peleasteis, hace como un año... — No, no era lejana — Me lo encontré una vez en el bar al que siempre vamos y acabamos en mi casa, hablando sobre la situación... Estaba devastado y necesitaba desahogarse con un amigo... Así que le escuché... — Hasta ese momento todo parecía normal, inocente. — Dijo que... Cuando nos conocimos, él había sentido atracción por mi, por lo poco que hablamos... Pero como éramos iguales no nos distinguió y pensaba que yo me llamaba España, por eso empezó a ligar Contigo, luego simplemente se enamoró de ti...
Hubo unos segundos de silencio, como una pequeña pausa, más bien, una muy larga e incomoda.
— ¿Quién lo empezó? — Preguntó España, mirando hacia el frente sin mucho sentimiento.
— Estábamos borrachos, se suponía que habíais roto y-
— Fuiste tú, ¿Verdad?
De nuevo, el silencio, pero esta vez Portugal asintió y volvió a hablar.
— De pequeños me gustaba... Pero solo se acordaban de tu existencia, por mucho que le ayudará o pasará tiempo con él ya se había enamorado de ti... Cuando empezasteis a salir abandone la idea para no hacerte daño.
— Oh, claro, "No voy a ligar con el novio de mi hermano, pero si acostarme con él".
— Se suponía que habías roto — Respondió con un punto a favor. — ¡Y total, acabó gimiendo tu nombre! ¡Incluso en mi cama me confundió contigo!
— ¡¿Y no me lo pudiste decir antes?! — Un golpe en la barandilla hizo que el mayor de los dos soltara la botella, rompiéndose en el suelo.
— ¡No querías ni verlo en pintura! No iba a ir al día siguiente de dejarlo y decirte "Oye hermanito, me acosté con tu ex".
— ¡¿Encima al puto día siguiente?!
— ¡No sabía que ibais a volver y casaros!
— ¡Como si no lo hacemos! Joder, ¡Portugal que era mi ex!
El español entro a la casa, acabando en el interior del despacho, siendo seguido por su hermano.
— ¡Te lo quería decir cuando volvisteis! Pero... Se te veía tan feliz y... La verdad, pensaba que no ibais a durar mucho.
Aquello fue la gota que colmó el vaso, un portazo resonó en la habitación, no se tardó en sustituir los gritos por el silencio y un leve sollozo, Portugal se quedó completamente callado.
— ¿Hubieron más veces en la que los dos...? — No pudo terminar la frase.
— Realmente... Cada vez que teníais una pelea grave venía a mi y... Sí había cierto nivel, pero... Acostarnos solo esa vez.
— ¿Por qué no me lo paraste...?
— Quería... quería de verdad, sabes que nunca te haría daño por hacértelo... Pero... En parte... Pensaba que era lo justo ya que... Si no nos hubieran confundido ahora yo estaría a horas de casarme...
El día de la boda había llegado, y los ánimos no eran los mejores.
Francia se encontraba dándole los últimos arreglos al traje blanco del español y Rumanía su terminando de peinarlo, España no había hablado con nadie desde la última noche con Portugal.
— ¿Ocurre algo, conejito? — Preguntó Francia, pasando aquel pañuelo rojo que solía llevar a la cintura por los hombros del pelirrojo, quien había insistido en llevarlo para aquel día.
— No... Nada...
Intentaba ignorar la idea de saber que estaba a horas de casarse con el mismo hombre que se acostó y se lío con su hermano, pero realmente, era imposible. Había estado en casa de Portugal tantas veces, había besado los labios de UK millones... Ya ni sabía si creer que de verdad sólo era cuando peleaban al punto de separarse o en otras ocasiones.
— Portugal llega tarde... Y es el padrino...
— No va a venir — Finalizó el español, viendo hacia Francia quien terminaba de arreglar algunos mechones del frente — Italia me llevará al altar y dara el discurso...
— Oh, ¿Y eso? ¿Esta enfermo? — Preguntó la Francesa, girándose a buscar algo sobre el tocador.
— No — Negó el pelirrojo — Solo que él y UK se acostaron.
Sea lo que fuera que tuviera Rumanía en sus manos se cayó al suelo, haciendo un estrepitoso ruido y haciendo que ambos países latinos se mirasen, para luego ver al pelirrojo quien luchaba por romper en llanto ahí mismo.
— ¿E-Estas seguro? — Preguntó Rumanía, poniéndose al lado de Francia.
— Y tanto... Él me lo dijo anoche... S-Se han liado varias veces cuando nos peleábamos y... Cuando tuvimos esa discusión chunga hace un año se acostaron...
— Dios... ¿UK? He estado años con él sin ni una pizca de amor y nunca ha mirado a nadie con otros ojos ... ¿Totalmente seguro que él...? — España asintió.
— Portugal... No bromearía con un tema asi.
— ¿Vas a seguir con la boda? — Él asintió — No te creo... Cancelará. — Está vez negó.
— Quiero... Seguir con esto...
— ¿Seguro? Puedo ir ahora mismo a donde UK y darle un puñetazo que no le reconozca ni su madre. — Francia estaba a nada de salir, pero España negó su petición.
Finalmente, la boda llegó... Italia acompaño a su familiar al altar y le abrazó antes de dejarlo ir, claramente a todos les sorprendía la ausencia del portugués y ver su silla vacía en la celebración.
El cura hablaba de mientras, frente al menor, se encontraba UK, aquel que en poco seria su esposo y que, desde que lo vio entrar, tenía una dulce y atenta sonrisa en sus labios. Lo conocía, sabía que era sincera, ¿De verdad lo seguía mirando con esos ojos aún después de todo? Quizás... Portugal mentía, o quizás la mentira era aquella sonrisa.
Cual fuera la pregunta, España dudó hasta el último segundo de aquellas dos palabras, de si quitarse el anillo y tirarselo a la cara mientras le gritaba por aquello o hablarlo en privado, o si quiera tocar el tema. En aquel momento sus lagrimas se podían confundir con unas de felicidad.
Cuando se dio cuenta de la situación, el cura ya le había hecho esa pregunta ambos, solo quedaba él por responder, dos palabras, solo tenia que pronunciar dos palabras o un simple "No", ¿Por qué costaba tanto? ¿Por qué sentía como si el traje le apretara las de la cuenta? Quizás fuera el calor, total, la boda era en pleno agosto, pero la iglesia esa mañana estaba con el aire a 18°. No podría ser eso...
— ¿España?
Una mirada preocupada posó en el rostro apenas visible del británico, el iberico tragó saliva y abrió sus labios, un gesto que llevo mucho esfuerzo a su parecer. Se mantuvo unos segundos abiertos antes de soltar un leve suspiro, el último que dio esa tarde... Antes de que todo se pusiera en negro
1709 palabras.
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