Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

_. ˚◞ Capítulo 18༄ ~_

Aquel último mes de mudanza hacia sido agotador. Aunque solo tardo un par de viajes traer las cosas del español, también acomodaron el dormitorio principal para que cupieran, tuvieron que mover algunos armarios y cambiar muebles, pero en el fondo, había válido la pena. Eso sí, la procrastinación llevo a que, hasta la noche anterior, no terminaran de acomodar las cajas. Esa misma mañana empezaba oficialmente la convivencia entre ambos de forma más normal, algo que, sí, asustaba a ambos.

¿Y si las cosas no salían bien? Después de todo, nunca habían pasado más que un par de días juntos, una cosa era eso y otra el resto de su vida bajo el mismo techo. Se podría decir que era una prueba preliminar.

— ¿Le ocurre algo, Señor España? — Hablo de forma calmada Poppy, sirviendo una taza de café y viendo hacia el pelirrojo, quien seguía medio dormido.

— ¿Ah?, Oh, no, solo pensaba — Este acepto la taza con cuidado, dejándola frente a él y viendo el humo salir. — Y, Poppy, no me llames Señor, ya te dije que puedes tratarme de tú a tú. — Respondió con delicadeza, viendo hacia aquella mujer.

Lo de evadir ese trato venía ya del pasado, realmente cuando eres un niño en Palacio y tu único entretenimiento es tu hermano gemelo, te acabas aburriendo de las mismas conversaciones. Por lo que España solía colarse en los dormitorios de los guardias o del servicio y hablar con ellos con calma, aunque claro, ellos seguían con aquel respeto de estar hablando con el hijo menor de Imperio. Algo que al pelirrojo se le solía olvidar que era.

Nunca fue de usar el término "Señor", aparte. Le hacía sentir viejo, y el seguía siendo "joven", ¿No?

— Disculpe... La costumbre — La mujer se sentó en una silla a su lado, viendo hacia la nación — ¿Qué tal su primera mañana aquí?

— Bueno... Esta bien... Se sigue sintiendo raro — Hablo este, dándole un sorbo a la taza. — Es todo... Demasiado silencioso... Me recuerda a Palacio.

— Es lo que tiene vivir  en una mansión... Al señor UK le gusta el silencio, aunque normalmente hay movimiento del servicio. — Poppy agarró un poco de su desayuno, era de las pocas que comían en la misma mesa que UK, los demás solían hacerlo en sus dormitorios. — Lo de Palacio no suena como un alago.

— Nunca me gustó el silencio — Confesó el español, aunque eso era algo obvio — Aparte, creo que pase más tiempo en las calles finguiendo ser un ciudadano más que en aquél sitio. No había mucho que hacer. — Agarró un pedazo de fruta sobre su plato, dándole un mordisco — Portugal daba clases la mayoría del día. Yo solo tenía esgrima y 23 horas que llenar.

— ¿Dio esgrima? — Hablo con sutileza la dama, sonriendo con cierta ternura. — ¿Ninguna clase más?

— ¡El mejor de mi promoción! — Hablo con orgullo. — Gané hasta a mí profesor cómo si fuera un principiante, y era el mejor de toda la península. — Esas palabras ya sonaban con ego. — En un principio daba las clases igual que Portugal, pero me costaba tanto que acabaron quitándome, solo me dejaron es esgrima porque era lo único que se me daba bien, a veces si recibía alguna clase de música pero poco más.

— El señor UK vivía siempre entre estudios... Solía verlo muy estresado diariamente por todo aquello... Por eso le gustaba tanto esa doble vida como pirata — Poppy también crío a UK, sorprendentemente... ¿Cuántos años tenía esa señora? Si, aun con arrugas, apenas aparentaba 70 (lo que parecía poco en comparación de lo que contaba).

— Ya... Se le veía tan feliz... — Hablo el español, perdiendo su mirada en el café y sonriendo con ternura. — Y tan jodidamente cañón* el capullo...

(N/A: Cañón(coloquial)= Muy bueno / estar cañón es, por lo tanto, estar muy bueno / sexy)

— Oh~, el amor juvenil — Poppy sonrió con ternura. — Yo ya sabía desde ese entonces que acabaría juntos.

— Pues creo que eras la única... — Respondió, viendo hacia la ancianita — UK puede ir de don perfecto, pero claro, cuando se añaden las "leyes" del mar, bien que el cabrón iba a sus anchas, ¡No te jode!

— ¿Te refieres por su relaciones con tantos hombres en alta mar? Ya... Me preocupaba acabará mal, pero mínimo elegía bien a sus amantes. — Bebió de su taza con té bajo la atenta mirada del español, no pudo evitar reír — Oh, cielo, tendré mi edad, pero fui de las primeras en saber que ese chiquito iba por el otro camino. Sabía ocultarlo bien, pero cuando se juntaban las hormonas de adolescente con su ego de pirata... Ufff... A veces quería tirarlo en pleno mar abierto.

— ¿Tan molesto era? — Sonrió de solo imaginarse lo.

— Y tanto... Luego se quejara de Usa, él era peor.

Al parecer, mientras en palacio era un heredero ejemplar, nada más pisar los barcos y zarpar todo aquello desaparecía y se volvía un completo pirata. No era secreto entre tripulaciones que el británico era homosexual y que había tenido ya varios amantes, y la mayoría siendo solo cosa de una noche. Algo que pocos lograron superar, entre ellos cierto español quien UK nombró abiertamente su amante oficial, pero claro, todo esto era antes de tener que dejar de zarpar, del matrimonio con Francia y de reprimir cualquier otro deseo.

— Es irónico — aquellas palabras sacaron al español de sus recuerdos — En aquella época tú eras el buena influencia en más aspectos... Aunque las pintas de malandro emo no te las quitaba nadie.

— ¡Oye! ¡Tenía mi estilo! — Aquello hizo reír a Poppy — Y creo que estábamos a mano... En lo único en lo que era más adelantado que yo fue en-.

España se calló, bebiendo de su taza.

— ... ¿En...? — La ancianita se inclinó, sí... El querer chisme parecía que aumentaba con la edad.

— Bueno... Ya sabes... — Poppy negó — Pops, no te hagas. Uk se estuvo burlando de eso medio año porque no se lo creía.

Las mejillas del español se sonrojaron, aquello solo hizo que Poppy diera un saltito en su sitio.

— Oh, sí, que eras virgen antes de estar con él. — Hablo con total sutileza — Tanto alardeabas de tus conquistas y amoríos y al final el niño tenía el voto de castidad.

— ¡Tampoco tanto! Solo esperaba a la persona adecuada, no como el promiscuo ególatra al que cuidabas.

España golpeó la mesa, de forma leve, pero lo suficiente para que sonara, al instante una mano se posó sobre su hombro.

— Con que... ¿Así llamas a tu futuro esposo cuando no está?

Poppy sonrió con calma, levantándose y recogiendo la mesa, la situación le hacía gracia, podría intervenir o algo, pero prefería dejar la situación en manos del destino.

— Pues que sepas que todavía recuerdo perfectamente aquella noche, Conejito.

— Cierra la puta boca, Kingdom.

El silencio inundaba la habitación, definitivamente todo se volvía aburrido cuando UK no estaba. Acostumbrado a siempre tener que estar pendiente de alguien, España sentía aquella mansión como un cementerio, sin ningún solo caos. Había probado a llamar a los menores, pero sorprentemente algunos se habían mudado a sus respectivas casas y los que se habían quedado estaban bien, así que, desgraciadamente, no tenía que preocuparse de nada.

Había visto cada dormitorio, hablado con todo el servicio, incluso le dio tiempo a terminar todo su trabajo. Todavía quedaba una hora hasta que Uk volviera, una puta hora que sería una tortura.

Como si dios lo hubiera escuchado, llamaron a la puerta, algo que asustó al Español, quien dio un salto en la cama, sentándose al borde.

— ... ¿Adelante? — Respondió, ya se había acostumbrado a que la gente entrara a su dormitorio como si nada, así que casi se le olvidaba como se respondía a cosas así.

La puerta se abrió, dejando ver al estadounidense quien justo colgaba una llamada.

— Oh, ¡Hi! — Saludó con energía, entrando al dormitorio y dejando ver atrás al Canadiense, quien saludó con su mano. — ¿No ha venido nuestro padre todavía?

— No, amm, venía en una hora. — Contestó, en cierto modo todavía se sentía como si esa casa fuera más de ellos que de él, algo que no era así, ya que ambos jóvenes se mudaron hace mucho.

— ¿Cómo van las cosas viviendo juntos? — Preguntó el canadiense, acercándose a la cama mientras que USA directamente se tiraba sobre el colchón.

— Sí, sí... bien... — Respondió como si nada, viendo hacía el techo. — Demasiado calmado todo... eso sí.

Ambos países americanos rieron, aunque Usa directamente había decidido ocupar media cama para él solo, en forma de estrella.

— Cuando yo me aburría aquí le prendía fuego a cajas de té. — Mencionó Usa de fondo, aunque ambos pelirrojos decidieron ignorarlo.

— Ya... bueno. Habíamos pensado venir a saludarte y hablar un poco contigo. Al final de todo vas a ser nuestro padrastro.

— ¡Hablando de eso! — Usa se levantó, sentándose al lado de España. — ¿Cómo te gustaría que te propusiera matrimonio?

— ¿Os a mandado vuestro padre? — Preguntó, Usa se quedó callado unos segundos. — ¿En serio?

— No, no. Lo juro. — Respondió Usa. — Es que... bueno, si de nuestro padre depende tal vez alarga tanto las cosas que lo acaba pidiendo de la forma más aburrida posible, por lo que queríamos saber si tú se lo ibas a pedir a él.

— ¿Y para qué queréis saber eso? — volvió a preguntar.

— Nos aburrimos y nos gusta el chisme. — Respondió Canadá con una tierna sonrisa. — Y ya que estamos aquí...

— Esperad, ¿Por qué habéis venido originalmente?

— Yo le quería pedir dinero a mi padre y Canadá venía a acompañarme. — Contestó USA con calma, viendo hacia el español. — Y, lo más importante: No vais a tener más hijos, ¿Verdad?

— ¡Pero que pesados con lo de más niños! ¡Ya suficiente con los que tengo!

El sonido de la puerta principal llamó la atención de lo menores, USA salió de la habitación, gritando algo en inglés que España no pudo entender. Este se levantó, bostezando y yendo también hacia la puerta.

— Disculpa por haber venido sin avisar, y con esas preguntas — Dijo Canadá, caminando también hacia la puerta.

— No te preocupes, en mi familia eso es normal.

Dejó salir primero al canadiense y luego fue camino hacia las escaleras.

— ¿Sabes que tus hijos están ayudando con la pedida de mano a nuestro padre? — Preguntó Canadá, España solo le miró riendo.

— Por dios, conozco a esos niños como si los hubiera parido. Claro que lo sé. Pero déjalos divertirse, quiero ver a dónde llegan con eso.

La cama se hundió a un lado, eran casi las una de la mañana y ambos países ya se iban a acostar, al final tanto Usa como Canadá se quedaron a cenar y entre la charla y lo demás se alargó un poco el tiempo.

UK se giró a ver a su pareja, quien estaba ya plácidamente dormida desde hace una hora, pues él no se quedó tanto tiempo charlando con los americanos. Aparte... Toda la conversación era en inglés, y aunque lo entendía, no lo hablaba del todo bien, así que simplemente se fue a la cama.

—Ummh...

El ibérico se removió un poco al sentir un cuerpo contra su espalda, entre abriendo sus ojos y girando su cuerpo hacia el inglés.

— ¿Ya se fueron...?

— Ujum — Afirmó UK, totalmente cansado — Disculpa por no haber venido en todo el día... Eso de ser una Unión tiene lo suyo...

Y era cierto, muchas veces a varios países se les olvidaba que UK era eso, una Unión se países... No tantos como UE o los continentes, pero si llevaba lo suyo.

— Tranquilo... — España se giró, acomodándose de nuevo en la cama y acariciando la cabeza del británico. — Ojalá tuvieras más tiempo... ¿No puedes cogerte unas vacaciones o algo?

— Lo intentaré... Prometo mañana llegar para comer...— Respondió, ya cansado y siendo derrotado por el sueño.

Con el silencio de la noche y el calorcito de las sabanas ambos países cayeron al poco en un profundo sueño. Mañana sería otro día... Pero uno algo más complicado...

1977 papabras.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro