_. ˚◞ Capítulo 17 ༄ ~_
— Argentina... ¿Puedes abrir? Ha venido alguien que... tal vez puede ayudar a calmarte. — Empezó a hablar México de forma calmada, este miró a Uk, quien se acercó a la puerta y llamó con pequeños golpes.
— ¿Argentina? — Preguntó el británico.
Nada más su voz sonó la puerta tembló por un golpe al otro lado.
— ¡¿QUÉ HACE ESE PELOTUDO ACÁ?! ¡QUE SE VAYA A SU MANSIÓN! ¡¿CÓMO VA A PODER AYUDAR EN ALGO QUE NO SEA ROBAR?!
Ambos países de fuera se vieron unos segundos, cuestionándose si esa era la mejor idea, seguir con eso. Aun así, México fue hacia el salón, dejando a Uk en el pasillo, a solas, junto al Argentino al otro lado.
— Argentina... oye... sé que no tenemos la mejor relación pero... Gales también sufrió ataques de disforia y yo solía ayudarle... quizás- — Aunque su voz fuera calmada, no sirvió para mucho.
— ¡VOS QUE VAS A SABER DE DISFORIA DON PRIVILEGIADO!
Definitivamente mantener una conversación no iba a ser fácil...
— Mira, no tienes porque abrir la puerta, pero... tus hermanos se preocupan cuando llegas a ese punto, y sé que tú tampoco quieres sentirte así... si quieres, podemos hablar através de la puerta como ahora o... me dejas entrar y, me explicas que pasa... — No hubo respuesta del otro lado. — Tu padre va a venir en 10 minutos, no sé como te ayudará él, pero... y aunque te duela, como tu futuro padrastro quiero ayudarte... Ya tengo suficiente con que mis hijos me odien... no quiero que ustedes también lo hagan.
Pasó un minuto completo en silencio, sin respuesta alguna, luego la puerta se abrió sin dejar ver a nadie. Uk entró al dormitorio con cuidado y la cerró de vuelta, Argentina estaba envuelto en una manta, a un lado de la entrada.
— Puedo... ¿saber que te pasó? — Preguntó el ingles de forma calmada, sin intentar acercarse de más al argentino, ya mucho le parecía que le hubiera dejado entrar.
— Me veo... como una chica. — Habló, al instante su voz se corrompió y sus ojos empezaron a humedecerse. — Me sigo viendo como una chica aun con todo esto...
Uk miró como pudo a Argentina, hace ya varios años que salió abiertamente como una persona trans no binaria, no tenía problema alguno con que le tratasen con pronombres masculinos, él los prefería aparte de los neutros. Aunque algunos países seguía costándole el hecho de verlo como tal, muchos se adaptaron con facilidad a la hora de referirse a él. Pero eso no quitaba que el mismo argentino supiera que voces le criticaban y que las noticias de prensa rosa se alimentaban mucho a costa suya y de sus hermanos.
— Oh, Argentina... hazme caso, nadie de los que te quieren y a los que le importas te ven como una chica... — Argentina solo caminó hacía la cama, sentándose en esta mientras veía hacia el suelo. Ahí UK noto que, la verdad, físicamente si se veía como tal, quizás ese era el problema... — ¿Por qué crees que te ven como tal?
— Solo... Mírame... Mis hermanos pueden llevar el pelo largo sin problema, pero yo me lo dejo un poco más de la cuenta y vuelvo a parecer mujer... Aparte de que las vendas se aflojan en pleno día y acabo mostrando pecho... Odio... Odio mi cuerpo...
El británico se acercó con cuidado, se quedó a su lado y tocó con delicadeza el cabello rubio del contrario.
— ¿Has pensado en cambiar de estilo?
— Mucho... Pero ... No tengo dinero suficiente... Y me da vergüenza pedirle a papá.
Este se levantó, caminando por la habitación y acercándose al escritorio bajo la atenta mirada del hispano, hubieron unos segundos antes de que este se acercara de nuevo con unas tijeras.
— Le cortaba el pelo a Francia y a mis hermanos... Tal vez no lo parezca pero... Tengo algunos talentos ocultos.
Argentina miró las tijeras unos segundos, luego agarró un mechón de su pelo que normalmente recogía en una coleta y apenas llegaba por debajo de su mandibula...
— ¿Argentina? Soy yo, ¿Puedo entrar? — al no obtener respuesta el mayor abrió un poco la puerta, asomó la cabeza y finalmente terminó de entrar al notar la situación.
Argentina estaba sentado en la cama, con una camisa que no le pertenecía a él, si no a Chile, y la cual era varias tallas más grandes. El pelo recién cortado en un estilo pixie y, sorprendente, manteniendo una conversación calmada con UK mientras este le maquillaba.
— Si marcas esa zona del pómulo parecerá más masculina, pero no lo mucho... Difuminas bien y... Listo.
UK se separó del menor, pasándole un espejo, el rostro de este se iluminó nada más pudo ver el cambio. Realmente un corte de pelo y maquillaje podían hacer mucho. Levantó su vista y se giró a ver al español nada más lo noto en el marco de la puerta, levantándose de la cama y saliendo a paso apresurado hasta la entrada, abrazando al mayor.
— Dios, casi ni te había reconocido... Y yo preocupado... — Mientras hablaba correspondió el abrazo y acarició la cabeza del menor.
— ¡UK me corto el pelo y me ayudó a parecer más un chico! — Argentina dio unos pequeños saltos antes de salir corriendo hacia el salón, al poco se empezaron a escuchar las voces de los demás igual de animadas.
— Tú... ¿Has logrado ayudar a Argentina? — El pelirrojo se giró, viendo hacia su pareja quien asintió, levantándose de la cama y yendo junto a él. — Dios... Y yo pasando años sin saber que hacer... De haberlo sabido te llamo.
— Ya, bueno, tú tienes un hijo trans, yo tengo un hermano ... Algunas cosas sabe uno de ayudarle.
El menor de los dos sonrió y se acercó a él, dándole un tierno beso.
— Si es que cuando no te pones modo conquistador eres un amor de persona~. — Aclaró el pelirrojo, agarrando sus mejillas y apegandose a él mientras las manos del británico se posaban en su cintura.
— Ya~, bueno... Dudo que ahora me quiera como un amigo pero... Sé que algo mas me soporta.
Ambos se volvieron a besar, siendo interrumpidos por varios sonidos desde el final del pasillo y a Argentina sacandolos de su cuarto.
— ¡Sí, sí! ¿Y las tareas de la casa para cuando? — Al instante, los latinos se callaron — ¡Cada uno a lo suyo!
El británico no pudo evitar reír, dejando un pequeño beso en la mejilla del español, sacándole una risa.
— Te deje tu cosas en tu dormitorio, olvidadizo.
— Coño, la guitarra. — Este se separó, caminando de vuelta hacia las escaleras. — Voy enseguida, un momento.
Y mientras UK subía España volvió donde Argentina, asegurándose de que estuviera totalmente bien y revisándolo al milímetro. era inevitable no preocuparse por sus hijos, y mas después del susto que le dieron los demás.
— ¿Estas enfadado de que me haya cortado el pelo? — Preguntó Argentina, sacandole una risa a su padre.
— Oh, solecito, es solo pelo, si querías cortartelo me lo podrías haber dicho... — Acarició la mejilla de este, viéndolo con calma. — Estas hecho todo un galán... ¿Le has dado las gracias?
— Sí... Bueno... — El joven miró a otro lado, frunciendo su labio. — Como vaya por ahí diciendo que es mi padrastro le estrello el carro... Que me haya ayudado no significa que lo soporte.
— Hay cosas que nunca cambian... — Sonrió con sutileza y agarró sus mejillas, dándole un beso en la frente antes de separarse, llevándose un quejido del mejor — Anda, corre a ayudar a tus hermanos, cualquier cosa estaré arriba.
— Sí sí, usen forro.
Y con aquella despedida cada uno fue a un lado de la casa, España a la habitación y Argentina a la cocina, hoy le tocaba a él hacer la cena.
La cena fue sorprendentemente calmada, al final, los latinos habían aceptado al británico con sutileza.
— ¿Y ya cogieron?
Bueno, no tanta sutileza.
— ¡Tú sigue fregando los platos! — Ordenó el español hacia el chile, quien se estaba riendo el solo en la cocina mientras UK y Bolivia terminaban de recoger la mesa.
— CHILE PARA, QUE NO ME LO QUIERO IMAGINAR. — El Mexicano agarró su cabeza, asomándose hacia el arco de la cocina. — Yo dije de venderlo a China, pero ninguno me hacéis caso...
— Nadie va a vender a nadie en esta casa. — Anuncio el español.
— Mientras tú vivas aquí — Añadió Chile, volviendo de la cocina y sentándose, siendo seguido por el británico y el boliviano.
UK y España se vieron entre ellos unos segundos, algo que al instante alarmó a los latinos, poniéndolos en alerta.
— Bueno... Sobre eso... — La voz de España sonaba realmente lenta. Todos le miraron, ciertamente preocupados.
— No me digan por favor que van a tener otro chamaco. — Intervino México, agarrandose de la mesa.
— ¡No seas gilipollas! — Al instante la tensión se fue. — Me voy a mudar con UK. — Y volvió.
— ¿Qué? — El primero en reaccionar fue Paraguay — Pero... ¿Nosotros?
— A ver, esta casa va a seguir siendo mía, que para algo la compré. Si queréis os podéis quedar o volver a vuestras casas... Pero yo en cualquier caso no viviré aquí...
— ¿Y por qué no se viene él para acá? — Preguntó Uruguay, viendo hacia el británico, quien fue quien contestó.
— Bueno... Hablándolo ante nos dimos cuenta que varios de lo problemas que teníamos era por... Amm... Como decirlo.
— Na, suéltalo, ya ni nos afecta — Hablo Argentina.
— Siempre estabais molestando o por medio cuando estábamos aquí, donde era el único sitio donde podíamos tener una pizca se intimidad. Recientemente Australia y Nueva Zelanda se han mudado oficialmente y ya no viven en mi casa, por lo que estaríamos a solas y sin tanta gente al rededor... ¿sabéis?
México se levantó de la mesa, agarró el brazo de su padre y camino con él hasta el segundo piso, luego bajo, sin España.
— Vale... Como presidente de-
— Déjate de esa mierda — Intervino Argentina. — ¿Como sabemos que no le estás secuestrando?
— Bueno... — UK miró al rededor de la mesa, todos le miraban fijamente, ¿Era eso una mafia? — Estamos en un puto que es muy probable que nos comprometamos y ... Teníamos pensado ver cómo seria vivir juntos durante un tiempo prolongado y, a ver, podéis venir a visitarle siempre que queráis.
— ¿Tienen pensado tener más hijos? — Preguntó Perú — No me llamo "El último hijo" porque sí, ¿Sabes? — Hablo, haciendo referencia a su segundo nombre, UK solo soltó una risa nerviosa.
— N-No lo sé... Aunque es poco probable.
Los hermanos se vieron entre ellos, y en escasos segundos México se acercó al inglés.
— Como el mayor, hablo por todos cuando digo que te damos la bendición para casarte con nuestro viejo, respetando vuestra relación... Pero no más dramas como la última vez porfavor ...
— No más dramas.
México extendió su mano y Uk, dudoso, la aceptó, los demás aplaudieron y inevitablemente UK rió por la situación.
— Vale, y ahora, el segundo punto de esta reunión... — Empezó a narrar el Mexicano — La pedida de mano oficial.
UHHHH SE VIENE, SE VIENE. CADA VEZ MAS CERCA DE LA VERDAD.
Uk le pedirá de forma oficial y definitiva matrimonio a España, pero antes... ¿Podrán vivir juntos sin querer matarse el uno al otro?
¿Teorías al respecto? Lo sabemos en los próximos episodios...
1850 palabras.
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