La casa en silencio y solo había una única luz proveniente de la habitación principal. UK retiraban un pañuelo de su rojiza nariz, al final solo había sido un "golpe superficial" después de un par de gotas insignificantes el dolor pasó, eso sí, tocaba despedirse de esas viejas gafas y buscar otras, y pronto.

El inglés terminó de vestirse con su pijama y caminaba por la habitación de forma desgastada. ¿En qué momento se le ocurrió buena idea insultar a los latinos? Ya no era por recibir o no un golpe, era por el intentar solucionar la cosa.

Un golpe en la puerta del balcón le hizo girarse, no había nada en ella, quizás hubiera sido una gota de agua, pero no, por el cristal se esta misma se veía el cielo despejado. "Alucinaciones".

Otro golpecito le desconcertó, se acercó a la puerta y la abrió, vio hacía ambos lados y nada, volvió a cerrar y camino al interior de la habitación, dirigiéndose al baño.

Tras realizar sus necesidades y lavarse la cara, buscando despejar aquel malestar mental que llevaba encima, se secó con una toalla posicionada a un lado del lavabo. Al retirar su rostro del algodón sus odios notaron una melodía proveniente desde el dormitorio.

Salió del baño pensando que se había dejado puesto algún vinilo, pero nada, y la música seguía sonando, al centrarse en el sonido notó que provenía del balcón. Sus pies lo guiaron solo hacia la puerta de cristal, y ya a través se está pudo ver aquel pelo rojo tan llamativo desde la lejanía adornado con un sombrero, sentado de espaldas a la puerta sobre la barandilla del inglés.

Abrió con cuidado y salió, caminando a paso lento hasta estar posicionado a su lado, escuchando con tranquilidad la melodía.

— it seemed to good to be true, i wanted to be with you we clicked like legos or the clacking of tap shoes. You say “hey”, i said “hello,how was your day?” you said “better now” with a smile. oh what a cliché. but to be honest it made my day!I didn’t wanna fall but then i stepped right in i looked up at your face and those eyes , they drew me in, it was too late for me* (...) —

La melodía generada por la guitarra acompañaba la letra de esa canción, una melodía calmada que acompañaba perfectamente la brisa de la tarda noche y la tenue luz. Esta siguió un poco más hasta el último temblar de una cuerda, manteniendo un silencio entre ambos de escasos segundos. UK viendo el jardín, y España su guitarra.

— ¿La has compuesto tú? — Preguntó el británico, en un todo lento.

— No, llevo años sin lograr componer nada... Pero cuando empezamos a salir empecé a aprenderme canciones en inglés para tocartelas. — Confesó el pelirrojo, todavía agarrando el instrumento sobre sus piernas.

— ¿Como has subido a mi balcón? — Preguntó, viendo hacia el español.

— Tienes enredaderas a tu izquierda... No es la primera vez que trepó algunas para colarme en tu cuarto.

— ¿Eras tú el de los ruidos?

— Sí — Afirmó — Te estaba tirando piedritas pero no salías, así que subí. No me vestí como en antaño y vine aquí para nada.

Aquella última queja hizo reír de forma muy suave al británico, efectivamente, España iba igual vestido que de joven (o mas bien, una versión actual) con la blusa abierta, los pantalones atados con un pañuelo y las botas y sombrero de pirata, pero eso sí, con la guitarra que el mismo hizo con sus manos y de la cuales estaba tan orgulloso, esa misma con la que le dedicaba tantas canciones al mayor.

— ¿A que viene esto de colarte en mi balcón, pirata? — Preguntó de vuelta, uniendo su vista con la del pelirrojo.

— Bueno ... Un pajarito me recordó que eres un romántico a la antigua... ¿Y que mejor forma de pedirle perdón que colándose en los aposentos reales y dedicándole mis disculpas en melodías?

España se giró, apoyando su pie sobre la barandilla y dejando el otro colgado, al igual que la guitarra se apoyaba en su pecho, agarró una de las manos del peliazul y dejo un leve beso en esta, sacándole una sonrisa al norteño.

— Bueno... ¿Y por qué debería aceptar las disculpas del un perro de mar? — Preguntó UK, siguiendo aquel juego que habían montado entre ellos ya desde siglos pasados.

— Pues... Vera... Mi alteza, este pirata entendió que... Si no fuera por las circunstancias que nos han asignado, usted cómo una presentación perfecta de la alta esfera social, y yo, dañando mi apellido,  hubiera aceptado aquella propuesta de acompañarle por el restos de las aventuras que nos esperaban... — Suspiró de forma cansada, viendo hacia el cielo lleno de estrellas que cubría aquel jardín. — Y... Bueno... Anteriores matrimonios fueron por interés y sin mi consentimiento alguno... Para aumentar el poder de alguien con quien comparto sangre, por desgracia... Tenía esa situación asociada a todos los casos de matrimonio... Pero... Hablándolo con uno de mis consanguíneos entendí que no era así... Y que... Tal vez solo le temía a una mentira formada por el estatus.

La vista del español volvió hacia los ojos grises de su acompañante, y ahí UK noto un leve brillo en ellos que no era únicamente por el reflejo de la luna, si no también por las lágrimas.

— Pu-Puede que... A veces sea inestable o... Un celoso de mierda, o un irresponsable. Pero... No quiero volver a pasar otra relación con miedo a que un paso en falso arruine todo...

— Oh... Honey ...

Las manos frías de UK se posaron en las mejillas del bicolor, estaba húmedas de haber llorado recientemente. Este acarició la zona con su pulgar y se acercó a él.

— Yo quiero casarme contigo porque... De verdad, te amo... Y mucho... Y si tú no quieres, o necesitas más tiempo para pensarlo puedo tener toda la paciencia que me pidas...  Pero no soy adivino ... Y necesito que me cuentes cosas como estas...

La voz del inglés sonaba calmada, se acercó a él y unió sus labios en un beso, uno dulce y lento lleno de cariño, perdiéndose entre los labios de su compañero y los deseos de abrazarlo con fuerza. El sentir como su mejilla se comenzaba a mojar se separó, viendo cómo las lágrimas del ojiverde brotaban sin esperar respuesta.

— ¿Qué te pasó, amor? — preguntó, acariciando la mejilla se este con su pulgar y retirando aquella lágrima.

— Es que ... No entiendo cómo me sigues dando otra oportunidad después de todo...

Uk agarró la guitarra y la apoyo con delicadeza a un lado, haciendo que España se sentará directamente frente a él de forma recta, se puso entre sus piernas y le abrazó, siendo correspondido casi de forma instantánea.

— Oh, Cielo... Me han hecho notar lo feliz que soy contigo, aunque a veces me saques de mis casillas.— Soltó una pequeña risa, acariciando la cabeza del español mientras dejaba el sombrero a un lado. — Podrás ir de "pirata" o comportarte de forma infantil... Pero sé notar cuando de verdad muestras amor... Y yo no me he sentido engañado por ti ni en estos 4 años ni en el pasado... Siento que eres como un rayo de sol en plena lluvia de Londres...

— Como sigas con eso voy a pillar diabetes...

— Yo no soy quien trepó un balcón para tocar una canción.

Ambos se separaron o justo para verse y volver a juntar sus labios en un dulce beso, justo ahí UK noto el liguero sabor a cerveza pero no le importó mucho, total, repetiría lo que dijo esa noche el resto de su vida si hiciera falta.

— Venga... Vamos a dentro... Ya es muy tarde como para que vuelvas a casa... —UK se separó un poco antes de ser agarraron por el pelirrojo — ¿Uh? ¿Ocurre algo?

— Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. — Nombró, posando su vista contra la del británico.

— ¿Sí, Reino de España? — Preguntó.

— ¿Quieres casarte conmigo?

El balcón se quedó en silencio más tiempo de lo planeado, el jadeo del nerviosismo del español sonó de forma leve, casi inaudible, a la vez que una alegre sonrisa decoraba la boca del británico.

— No, lo siento, es que a mí perro no le caes bien.

Y ante aquella rechazada y mala escusa, España no pudo evitar reír, enrollando sus brazos al rededor del cuello de su pareja inclinándose hacia él y viendo sus labios.

— Pues te jodes, porque ahora te lo voy a pedir cada puto día que pases a mi lado hasta que aceptes.

— Encantado estaré de oírte.

Y de nuevos ambos labios se volvieron a juntar, está vez con más pasión que anteriormente, apegandose y agarrando la cintura y cuello del contrario, volviendo al interior de la habitación y cerrando la puerta cristalina que en pocas horas se empañaria como firma de ese recuentro...

Amé este capítulo. No sé, me llegó la inspiración a mitad de la charla motivadora de Portugal, gracias Portu, hágase Cupido o Psicologo, ayudarías mucho u_u.

*La canción que le canta España a UK es "cliché" de Mxmtoon.

1510 palabras.