Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo veinticinco.

2006, Alemania.

Los ojos azules de Adrianna leían con suma atención las letras en aquella hoja, examinando los pros y contras de lo que haría en algunos minutos.

Caminaba de un lado a otro, con la hoja entre sus manos. El silencio de su habitación la ayudaba a concentrarse, ha tener la mente en una sola cosa; su plan de declaración. Lo que le había estado carcomiendo la cabeza desde hace ya un tiempo.

Estaba enamorada, no tenía dudas, no había espacio en su mente para otra cosa que no fuera su compañero de banda. Y su amigo, debía aclarar. Por lo que estaba más o menos metida en un gran lío. Su corazón parecía querer salir de su pecho, incluso podía imaginarle patitas, las cuales correrían directo a Tom. Siempre era Tom. Desde que el chico de rastas se había presentado en su vida, desde que le había dicho "Niña bonita" en un horrible sueco. Recuerda que ella había reído de su mala pronunciación, y es que en ese entonces no hablaba más que Sueco, así que le era más fácil reconocer un falso acento.

Suspirando se tiró sobre su cama. La noche había caído, podría esperar a mañana, pero estaba demasiado ansiosa como para esperar al día siguiente. Ella necesitaba desahogar sus sentimientos ahora. Porque no podía ocultar por más tiempo lo mucho que amaba a Tom, ¿Cómo no hacerlo? Tenía una bonita sonrisa que siempre la hacía sonrojar. Estaba constantemente halagando sus ojos azules, o poniendo sus brazos sobre sus hombros.

Como el día anterior, cuando ella fue a su ensayo luego de haber acabado las clases de entonación con Bill. Tom se había alegrado de que ella estuviera allí, y pudo notar como su mirada estaba sobre ella, mientras tocaba la guitarra con esa sonrisa que a ella tanto le gustaba.

Tomando la valentía necesaria, se levantó de su cama y se dirigió al espejo de su habitación, para arreglar un poco su cabello y luego salió de su habitación para dirigirse a la de Tom.

Cuando estuvo frente a la puerta, dejó tímidos toques sobre la madera. Miró sus manos y entonces se percató de que llevaba el papel que se supone no debería de tener en esos momentos. Así que rápidamente lo escondió para sonreír cuando la puerta fue abierta por un sorprendido Tom.

—Rubia, hola. —Saludó con una sonrisa. Adrianna se adentró a la habitación cuando Tom se hizo a un lado.

Se repitió mentalmente que todo estaría bien.

—¿Saldrás? No quise...—Inquirió sentándose en la cama de Tom, este se sentó a su lado. Y la interrumpió con un chasquido de lengua, tirándose hacia atrás, apoyándose con los codos.

—Ningún plan va a ser mejor que tenerte en mi habitación —bromeó, y Adrianna se sonrojó. —¿Qué necesitas?

Adrianna se humedeció los labios, Tom se concentró en esa acción y carraspeó, para reincorporarse en la cama. A veces le era difícil controlarse, y la belleza de Adrianna no lo ayudaba de mucho. Estaba en su plena adolescencia.

Sin embargo frunció el ceño al verla inquieta.

—¿Qué ocurre, Adri? —Se inclinó un poco para intentar encontrar la mirada de la menor, esta suspiró y se giró para verlo.

—Promete que no vas a enojarte, o dejar de hablarme si no es... mutuo.

Tom ladeó un poco la cabeza.

—¿Lo prometo?

—¿Recuerdas el día en el jardín? Cuando estaba jugando con Bill, y nuestras madres estaban conociéndose, ya sabes, esas charlas de adultos. —Tom asintió, invitándola a seguir. —Desde entonces yo... Bueno, no he podido dejar de pensar en lo agradable que fuiste conmigo.

—Ajá. ¿El punto es...?

—Que me gustas —confesó ella, sonrojándose.

Tom se tensó y aquello hizo que la menor tragara saliva. El miedo del rechazo la inundó y cuando se levantó de la cama para huir, la puerta fue abierta antes de que ella pudiera llegar a ella.

—Estamos listos, ¿vienes? —Bill anunció, y alzó las cejas al encontrar a Adrianna parada a unos metros de él.

—Sí, yo... Sí, vamos.

Tom le dio una mirada a Adrianna. Ella salió rápidamente de la habitación.

—Adri yo...—no pudo seguir, pues ella lo interrumpió con una falsa sonrisa.

—Lo hablamos luego, entiendo —sugirió. Dejando un beso en la mejilla de Bill como despedida antes de volver a su habitación.

Adrianna pensó entonces que quizás no sería tan malo, y que luego de discutirlo las cosas se aclararían. Y que quizás, solo si era lo suficientemente buena para Tom, él podría dejar de lado aquella reputación que estaba formando. Ella trataba de ignorar el dolor en su pecho cada que se enteraba de que Tom estaba en su habitación con una chica.

Pero jamás le había dolido tanto como aquella noche. Cuando vio las fotografías de Tom con aquella chica, habían muchas.

Ella había esperado algún llamado o un toque en su puerta hasta las tantas de la noche. Para poder hablar con Tom sobre sus sentimientos, pero no fue posible. Ni lo sería porque él ya había respondido. Con aquellas fotografías le había dicho que estaba siendo una tonta al pensar que podría llegar a ser especial en su vida. Algo más que su compañera de banda y mejor amiga de Bill.

Ella lo tomó como una cruel respuesta que clavó su corazón. La cual hizo que aquella noche llorara por un amor no correspondido, por primera vez.

Tom se había burlado de ella, exponiéndose con aquella chica, para que ella pudiera verlo. Para que le quedara claro que él no cambiaría por ella.

Que si alguna vez Tom Kaulitz conocería el amor, ella no iba a ser la chica que lo introdujera a ese nuevo mundo.

Así que se aferró a eso, para no tener que lidiar con el dolor de su corazón roto.

rookiefilm ★ 2O23

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro