Capítulo once.
—Quiero que sepas que no estoy de acuerdo con esto.
—Tampoco yo —sostuvo Tom, con la mirada en frente.
Se había mantenido distante, en el ensayo no hizo más que darle malas miradas cada que estaba con Bill. Ella no logró interpretar que era lo que aquellas miradas significaban. Siendo imposible de saber si estaba realmente molesto o sólo concentrado en el ensayo.
—De acuerdo.
—Genial.
Luego de que Britney les ayudara a aumentar sus oyentes en América, Adrianna había recibido buenas críticas por su afinación y actitud al cantar aquella icónica canción. Siendo reconocida por más artistas del país, por lo que trataba de concentrarse en las buenas noticias, y no en el hecho de que estaba a minutos de dar una entrevista con Tom. Solos.
La multitud gritó al verlos bajar del vehículo, arrumándose para pedir fotografías y autógrafos. Los guardias de seguridad los ayudaron a despejar el camino. Hasta que por fin pudieron entrar y rápidamente los llevaron a un camerino para ajustar algunos detalles, les explicaron lo que tenían que hacer. Adrianna soltó un quejido cuando una de las estilistas comenzó a peinar su cabello con demasiada brusquedad.
—Sé más cuidadosa —le dijo Tom a la mujer, mientras que a él le aplicaban un poco de maquillaje en el rostro.
Ella quiso ignorar el buen sentimiento que le provocó escuchar a Tom decir aquello. Pero no estaban en buenos términos, así que apartó su mirada.
Cuando estuvieron listos, caminaron hasta la entrada del estudio, donde el entrevistador daba a conocer algunos detalles de la banda. Anunció que el álbum estaba a punto de salir, y alguno que otro reconocimiento.
Adrianna cerró los ojos, estaba nerviosa, y Bill no estaba con ella, así que le era más difícil sentirse cómoda. Sin embargo Tom tomó su mano, justo como solía hacerlo Bill. Hizo el ademán de soltarse, pero para entonces ya estaba caminando dentro. Una gran sonrisa se formó en el rostro de Tom, quien alzaba su mano libre para saludar a las personas en las gradas. Ella tuvo que imitarlo.
—Dos importantes miembros de nuestra banda nacional, Tokio Hotel, ¡Adrianna Skarsgård y Tom Kaulitz! —presentó el entrevistador, aplaudiendo.
Tom fue quien se sentó primero.
—¿Cómo están, chicos? Se ven muy bien.
Adrianna puso ambas manos sobre su regazo, una acción que usualmente hacía Bill, y al pasar tanto tiempo juntos, se volvió una costumbre también.
—Estamos muy bien. Un poco nerviosos por el nuevo lanzamiento —respondió Adrianna, soltando un suspiro.
A su lado Tom afirmaba sus codos sobre sus rodillas. Jugaba con el piercing de su labio, se veía despreocupado, llevaba una sudadera negra, del mismo color que sus pantalones. De pronto se percató de que ella estaba vestida de negro también, su falda y top eran del mismo color. Se regañó mentalmente por no haberlo notado antes. Como defensa podía decir que Bill le había ayudado a escoger el vestuario.
—Veo que hace una noche salieron a celebrar. Vimos fotografías de Tom con una modelo de Victoria Secret, saliendo de un desconocido hotel. ¿Qué piensas sobre ello, Adrianna?
La menor suspiró y chasqueó su lengua, restándole importancia.
—No lo hago, en realidad. No pienso en eso. Estoy concentrada en los ensayos, en cosas importantes, ya sabes.
Tom sonrió y se recostó en el sofá para verla. Algunas risas, incluidas con la del entrevistador se escucharon.
—Vaya, esa fue una buena respuesta pero, ¿Qué nos dices de tu salida con Bill? Tuvo un gran impacto. Debo felicitarte por la grandiosa interpretación que realizaste con Gimme more —halagó entre aplausos, ella sonrió, orgullosa.
—Estaba borracha, así que es un gran logro.
Nuevamente las risas.
El entrevistador se acomodó en su silla y se tardó un poco en volver a hablar, esperando a que las risas cesaran, ella conocía esa posición. Ahora venía la ronda de preguntas en las que trataban de comprometerlos, las preguntas con trampas. Estaba lista.
—Últimamente ustedes han tenido algunos altercados. Y los fanáticos están acostumbrados a verlos discutir en entrevistas y demás, pero ¿es una enemistad que nos deba preocupar? —Allí estaba, sin pelos en la punta.
—Para nada —contestó Tom, restándole importancia.
—Están en buenos términos, entonces. —Aseguró con cierta duda. Adrianna asintió y el hombre se mojó los labios para proseguir a tomar una hoja.
—Por supuesto, ¿cuando he estado yo en malos términos con una chica?
El comentario de Tom tensó a Adrianna, aún así sonrió.
—Respecto a mujeres. En el video dijiste que estabas ansioso por comenzar la gira, conocer más lugares. ¿Tienen alguno al que estén más ansiosos por ir?
Tom resopló y se reincorporó.
—Me gustaría dar algún concierto en Suecia —contestó Adrianna. El entrevistador le dio una sonrisa.
—Lo más importante es que las mujeres sean bonitas. Así que concuerdo con Adrianna. Después de todo, Suecia tiene mujeres muy hermosas —la respuesta de Tom hizo que Adrianna se sonrojara evidentemente.
No era estúpida, aquello lo había dicho para molestarla, no podía ser una simple coincidencia que ella sea Sueca.
Tom comenzó a jugar con su piercing, satisfecho del efecto que tuvo en la chica.
Adrianna fingió una gran sonrisa y lo miró para dejar dos suaves palmadas en su rodilla, como un gesto de advertencia, más que nada. Pero Tom, como siempre teniendo que arruinar todo, dejó su mano sobre la de ella, para luego tomarla, llevarla a sus labios y dejar un beso en el torso de esta.
Estaba jugando, la estaba molestando. Ella no podía reaccionar, así que él se aprovechaba de eso.
—Veo que están en muy buenos términos —supuso el hombre, dándoles una mirada pícara. Ella quería vomitar.
—Te lo dije, ¿Cuándo estoy yo en malos términos con una chica?
Adrianna se soltó de su agarre, dándose cuenta lo que Tom estaba haciendo. Había olvidado que hace solo una noche lo habían visto salir con una modelo, y ahora estaba allí con ella, fingiendo ser todo un caballero.
¿Cómo no lo había visto antes?
—Deja de tratarme como una de tus chicas, Tom —le susurró en advertencia, este sólo sonrió. El entrevistador soltó una risa y Adrianna fingió una.
—¿Tienen ustedes algún tipo de relación además de ser compañeros de banda? ¿Podrían decir que la enemistad que muestran no es más que para maquillar la realidad?
—¿Quieres preguntarnos si estamos saliendo, o si me la estoy follando? —inquirió Tom entonces, sin vergüenza alguna, directo al grano. —No podría negar ni confirmar ninguna.
El público hizo bulla, algunos incluso comenzaron a pedir que se besaran, Adrianna entró en pánico.
—Él está bromeando, sólo somos amigos —retractó ella. Tom sonrió de lado.
—Sí, supongo que sólo amigos.
rookiefilm ★ 2O23
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