(No se olvide de reproducir el audio, mientras lee)

El azabache caminaba de un lado a otro impacientemente, esperando no haberse farreado su desempeño académico. Se encontraba inquieto y desesperado, al no divisar la presencia del rubio.

Quería matarlo por no dedicarle un poco de tiempo a él, para saber si falló o no en el examen anterior. Ya no le quedaban uñas en sus dedos, ya que se las acabó durante el trascurso de la tan tortuosa espera.

Lo único que pudo a resignarse a hacer es contemplar por la diminuta ventana de la puerta, para ver si se desocupaba, porque esto ya le estaba empezando a hartar.

El ámbar dejó escapar una ligera risilla al observar su expresión enfadada desde el redondo cristal que los separaba. Le sonrió y le hizo una seña con la mano izquierda para que pudiera adentrarse a su despacho.

El aceitunado no esperó ningún segundo más para abrir la puerta, interrumpiendo la conversación de ambos maestros, provocando que un castaño le fulmirara con la mirada ante su abominable educación.

— ¿Sabe que es de mala eduación no tocar la puerta? ¿Señor ichinose? — Se cruzó de brazos con un ligero TIC en la ceja

— Naru, no seas así. Recuerda que es mi alumno y yo tengo la responsabilidad de castigar — Entorno sus ojos, para luego soktar un suspiro

— Como quieras, Mikaela — Musitó frunciendo el ceño — Acá están las notas que me pediste — Abrió la carpeta que tenía en sus manos, para sacar una hoja con los nombres y promedios finales.

El oji azul giró su sillón rotable, para arrebatarle de las manos ese papel que contenía información de su respectivo curso, que rindió una prueba la vez pasada.

— Como puedes ver casi toda tú clase aprobó, excepto uno — Puso una mano en su cintura y negó con la cabeza

— Gracias Narumi — Dijo con una expresión neutra, sin ponerle atención

— De nada — Sonrió de lado — Solo recuerda que no te lo hice gratis — Advirtió agitando su mano para depués irse.

El esmeralda rogaba porque "Ese estudiante" no fuera él o de lo contrario, tendría que enfrentar las consecuencias que se vendrían más adelante con Guren y esa idea no le agradaba para nada, es más, le asustaba como podría reaccionar al saber que su hijo era un burro.

— Mika...yo...no fuí el que reprobó...¿Verdad? — Indagó nervioso

— Déjame revisar — Se reincorporó a su postura anterior, dejando la hoja en su escritorio para nuevamente sumergirse en su lectura — ¿Tú nombre?

— Yuichiro Ichinose — Pronunció su nombre, jugando con sus dedos

— Veamos — Buscó con su dedo índice — Aquí estás, yuu— Una mueca de desaprobación se reflejó en su angelical rostro que hace un momento estaba adornado con una sonrisa.

— No me digas que...— El de pelo dorado asintió — ¡Miérda! ¡Ese viejo me asesinará al llegar a casa! ¿No hay alguna forma de cambiarla? — Preguntó alarmado

— Si la hay, yuu chan — Se volteó hacia él, entrelazando sus dedos con una sonrisa

— ¿Cuál sería? — Interrogó un tanto dudoso

— Acostarte conmigo...

— (@-@) —

Pobre yuu, va a tener que elegir su castidad o ser golpeado por su Padre

Me compadezco de este sumiso :(

Yuu, te recomiendo que la pierdas (a nadie le gustaría que le cayera la chancla (;-;) y si es mika meh...me daría igual 7w7

Espero que les haya gustado y pos gracias por leer :3