Capítulo 3
(La nota al final es súper importante, plz léanla)
Capítulo 3:
Narra Louis:
Luego de pasar unos estupendos Navidad y Año Nuevo con mi familia, Harry y yo volvimos a Londres.
Aquella tarde llamé a Zayn, no había hablado mucho con él desde mi cumpleaños, así que sería bonito saber que había sido de él en la última semana.
-¡A que no sabes qué sucedió!- gritó en el teléfono apenas contestó. Sonaba a una mezcla de feliz y ebrio al mismo tiempo.
-¿Qué?- pregunté, en medio de una risa.
-Es que él es tan perfecto, es dulce, y difícil al mismo tiempo, y tierno, y rubio, y- cama- y- sexo- y- me gusta- y- y- y-
Parecía que estaba hiperventilando.
-¡Hey, tranquilo!- dije- Pareces drogado- reí-. Ahora, respira y cuéntame.
Oí cómo tomaba respiraciones profundas, intentando calmarse.
-Ya estoy bien- habló luego de unos segundos-. Entonces, ¿recuerdas a Niall?
-¿El rubio que conociste en aquel bar y que te trae de las narices, ese Niall?
-Exactamente.
-Entonces, sí- reí.
-Bueno, sucede que saldremos esta noche- dijo, emocionado.
-Eso es genial- sonreí-. ¿Supongo que estarán más tarde en el apartamento?
-Sí... sobre eso...
-No te preocupes, creo que puedo quedarme con Harry- dije.
-Gracias, Tommo- dijo.
-No hay de qué- sonreí.
-Oye, debo irme, tengo que darme una ducha.
-Entonces ve a ducharte, sucio- bromeé.
Ambos reímos y cortó la llamada.
-Entonces... ¿asumo que vas a quedarte esta noche?- preguntó Harry desde el umbral de la cocina.
-No se escuchan las conversaciones ajenas- lo reprendí en broma-. Y, sí, ¿puedo?
-Ni siquiera tienes que preguntar- dijo-. ¿Quieres que veamos una película?
-¿Y podemos pedir pizza?
-Seguro- rió.
-¡Gracias!- rodeé su cuello con mis brazos y le di un beso en la mejilla.
(...)
Harry y yo estábamos recostados en su sofá. La película había acabado hacía un rato y las palomitas restantes estaban frías y pegajosas con caramelo en el tazón. Mi cabeza estaba apoyada en su pecho mientras él jugaba con los mechones de mi cabello, haciéndome cerrar los ojos por momentos.
-Tenemos que hablar- dijo suavemente.
-Mmhm...- me las arreglé para decir.
Me levanté de su pecho y me senté correctamente en el sofá, él hizo lo mismo. Nos tomamos de las manos y nos vimos a los ojos.
-¿P-puedo hacerlo yo primero?- pregunté.
-Seguro, bebé- dijo, dándole un suave apretón a mis manos.
-Sé que no es una excusa, nada justifica cómo te traté todos aquellos años, pero aquí voy- tomé una respiración profunda-. Cuando mi madre volvió a casarse, yo tenía cuatro años. Luego de eso nacieron mis hermanas, creo que ellas son lo único bueno que... M-Mark me dio. Hasta que tuve once todo fue de maravilla, él era un padrastro cariñoso y me apoyaba en todo, siempre me decía que era su campeón, y que me quería como si fuera su propio hijo. Entonces, en sexto grado, un niño nuevo entró a la escuela, su nombre era Ben, aunque todos le llamábamos Benny. Un día...
«-¡A que no me atrapas, policía tonto!- reí alegremente. Benny me perseguía por el patio trasero de mi hogar, estábamos jugando a "Policías y Ladrones"; era sábado y le había invitado a jugar ya que él era mi mejor amigo.
-¿Ah, sí? ¡Ya verás, sabandija apestoso!- rió él- ¡Cuando te atrape, me las pagarás!
Ambos reíamos y correteábamos por el patio, él persiguiéndome. Finalmente, sentí que me tacleaban por detrás y, chillando, caí de bruces al suelo con el peso de Benny en mi espalda.
-Te tengo- susurró en mi oído desde detrás.
Me hizo voltear, quedando acostado en el suelo. Sus largos mechones de cabello, tan negro que podría tener reflejos azules, hacían sombra en su rostro de inmaculada piel blanca. Sus ojos azules acuosos me veían con diversión y sus finos labios rojizos se curvaban en una sonrisa.
-¿Y con qué quieres que te pague?- pregunté.
Sus mejillas se tiñeron de rosa.-¿U-un beso?- preguntó.
Un beso. Nunca había dado un beso a nadie antes, y nunca se me había ocurrido darle uno a un chico, pero aún así asentí. Vi como él se inclinaba sobre mi rostro lentamente, ambos estábamos nerviosos. Sus suaves labios se posaron sobre los míos, y se quedaron quietos; mis párpados cayeron cerrados. Durante un rato sólo fue eso, sus labios presionados contra los míos, el fresco pasto cosquilleándome en el cuello y mi corazón latiendo a mil millas por hora. Finalmente nos separamos, ambos sonrojados. La tarde siguió normal hasta que Benny tuvo que irse. Entonces, mi pequeño infierno comenzó.
Mark, quien hasta el momento había sido bueno y comprensivo, había visto el beso, y se había vuelto violento, pero sólo conmigo y cuando estábamos solos en casa. Me golpeaba sin dejar marcas, me insultaba y escupía diciendo "Tú no eres mi hijo, mi hijo no es maricón" Eso era lo que más dolía, yo necesitaba un padre, y ya no lo tenía.»
Para aquel momento estaba cubriendo mi boca con mis manos, intentando acallar los quedos sollozos que salían de ella sin que pudiera contenerlos. Aún seguía viendo a Harry, pero lo veía borroso gracias a las lágrimas que se acumulaban en mis ojos.
«Luego de cumplir doce, él me envió a vivir con su hermana, mi tía Jillian. Ella me caía bien, pero estaba completamente loca. Reía por cualquier cosa, y tenía una mirada desquiciada, me daba miedo. Entonces, entré a una nueva escuela y me prometí que nadie volvería a maltratarme. Mi tía simplemente desapareció hace dos años, durante el último año escolar.»
Vi que Harry abría mucho sus ojos.
-¿Y sabes qué fue de ella?- preguntó.
-Ojalá- dije.
-Vaya, lo siento.
-Probablemente haya muerto de alguna manera horrible, no quiero saber sobre eso.
-Oh- dijo.
-Sí- suspiré.
-Supongo que ahora es mi turno.
-Supongo que sí.
Harry tomó una profunda respiración.
-Quiero que sepas, antes que nada, que no me enorgullezco de lo que hice ni mucho menos. En realidad me avergüenzo bastante de aquello- dijo. Asentí-. Bien, como ya sabes, mis padres murieron a manos de un inconsciente hace algo más de dos años. Era un tema sensible porque, a pesar de vivir en Londres y no verlos más que algunas ocasiones al año, era muy unido a ellos. Entonces, un día, tú y tus amigos hicieron lo que hacían todos los días...
Narra Harry:
«Estaba caminando por los pasillos de la escuela. Nadie nunca se detenía a verme ni reparaba en mí; excepto Kylie, y Louis, por supuesto. Iba pensando en cualquier cosa, en realidad estaba en mi propio mundo, cuando los pocos libros y apuntes que llevaba me fueron arrebatados. Volví a la realidad y reparé en que eran Louis y su séquito de matones quienes disturbaban la paz de mi mundo mental. Louis. Pobrecito, me daba pena. A leguas se podía notar, o al menos yo podía hacerlo, que al chico le faltaba atención. Por eso era que lo dejaba golpearme; vamos, siendo realistas todos notaban que aquel enano cascarrabias no podía lastimar físicamente a nadie. Ni siquiera entendía por qué "lideraba" a los demás, parecía un chiuaua al frente de una manada de lobos; pero aunque era pequeño, a veces podía decir cosas realmente venenosas, y aquello fue lo que puso en marcha la bomba de tiempo.
-Apuesto a que tus padres no te quieren, eres patético- había dicho, mientras uno de sus pies impactaba contra mi pierna izquierda.
Estaba acostumbrado a los insultos, ellos ya no me lastimaban, pero Louis se había metido con mis recientemente difuntos padres, e iba a pagar caro por ello.
Durante las siguientes semanas que faltaban para acabar el año, planeé el secuestro con la ayuda de Kylie, a quien había convencido de ser mi cómplice. Y, finalmente, el día llegó. Secuestré, torturé y abusé de mi enemigo; aunque en realidad cada vez me sentía más vacío.»
Miré a Louis luego de contar la historia. Sus preciosos ojos estaban anegados en lágrimas, al igual que los míos. Las gotas saladas comenzaron a liberarse de nuestros ojos, rodando por nuestras mejillas sin que hiciéramos ruido alguno. Ambos nos mirábamos a los ojos fijamente mientras las lágrimas caían. Aquellas gotas expresaban lo que queríamos decir de todo corazón mucho mejor de lo que nuestras palabras pudieran haberlo hecho. Aquellas saladas gotas decían a gritos el más sincero "lo siento" que podría haber salido de nuestras almas. Ambos nos arrepentíamos profundamente del daño que le habíamos causado al otro, pero no nos guardábamos rencor, ya nos habíamos perdonado hacía un largo tiempo.
Narra Louis:
Tiempo después, finalmente dejamos de llorar. Abracé a Harry por el cuello mientras él me abrazaba por la cintura.
-Lo siento- dijimos ambos al mismo tiempo, con nuestras voces quebradas. No respondimos, sólo nos abrazamos más fuerte.
Minutos más tarde, el móvil de mi novio sonó, sacándonos de nuestra pequeña burbuja. Kylie siempre llamaba a Harry para que hablaran aunque fuera unos minutos, eran muy unidos y era una especie de tradición para ellos desde que vivían en lugares distintos.
Cuando acabaron la llamada, él y yo decidimos que era mejor irnos a dormir para acabar de asimilar la información que habíamos adquirido sobre el otro. Como siempre, Hazz me enfundó en uno de sus enormes sweaters y me abrazó en cucharita antes de que ambos cayéramos rendidos en un sueño sin sueños.
__________________________________________________________________
¡Hoolaa!
Siento mucho que haya tardado tanto (literalmente, tardé más de un mes entero) y que haya sido corto dentro de todo, he tenido falta de inspiración para esta novela últimamente. Quería avisarles que esta temporada será corta (como SÚPER corta) para llegar al jugoso tema de la temporada cuatro y la probable cinco. Díganme, ¿qué piensan? ¿seguirían leyendo? Porque no quiero que esta sea una de esas historias sobreexplotadas que tuvieron éxito en las primeras temporadas y ya nadie lee a partir de la tercera-cuarta. Yo quiero hacer más temporadas para centrarme en temas de los que me había alejado (como celos, violaciones y psicología) y hacer una últimas temporadas tan intensas como la primera, pero creo que puedo pensar en un buen cierre para la tercera. Por favor déjenme sus opiniones en los comentarios, por inbox o en mi tablero de mensajes.
Vote & Comment
Megakisses
Anto :*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro