San Francisco.

El segundo en el que el portal desapareció a sus espaldas, Nakai observó a su alrededor, estaba en San Francisco otra vez, frente al mismo muelle de Oakland donde Venatrix se le apareció hablando de invasiones y el destino del mundo, incluso brillaba la misma luna sobre la noche, soltó una leve sonrisa, magos, alienígenas, cazadoras de demonios, personas con la energía de una ojiva nuclear, ciudades secretas que entrenan guerreros y dimensiones oscuras, por un segundo se sintió bien al saber que había personas más extrañas que él.

«Busca a tu hermana», las palabras de James resonaron en su cabeza, sabía que tenía razón, al final la principal razón de unirse al escuadrón fue por Dakota, proteger su futuro, aunque jamás querría admitir que formar parte de algo más que sí mismo se sintió bien, su hermana lo motivó a luchar y ahora era el momento de por fin decirle que seguía vivo, que nunca la abandonó, si ella no quería tener nada que ver con Nakai, él entendería.

Comenzó a caminar, si mal no recordaba estacionó su motocicleta muy cerca, aunque no era tan ingenuo para pensar que siguiera allí y así era, no había rastro alguno, maldijo su suerte al dirigirse a la avenida más cercana, podía adivinar que eran las 8 pm quizá, intentó buscar su celular, en su chaqueta, pantalones, nada, solo encontró un agujero en el bolsillo de su chaqueta, de hecho, su ropa era un desastre, quemada, rasgada, prácticamente era un vagabundo en ese punto, asumió que había perdido todo entre las varias peleas, algo que resolvería después, su mente estaba ocupada en otros pensamientos.

¿Qué tantos problemas habrán aparecido a causa de la invasión?

¿Las pandillas habrán aprovechado la confusión para adueñarse de la ciudad?

Más preguntas surgieron.

¿Qué habrá visto Supernova en la tal "Dimensión Oscura"?

¿Será el infierno?

¿Venatrix podría entrar ahí sin correr peligro?

¿Habrá alguien en K'un Dai que haya escuchado sobre su linaje y otros cómo él?

¿James sabía de su familia?

¿Dakota manifestará poderes?

La mente de Nakai divagaba por todos lados mientras caminaba por la oscuridad.

Caminó respirando el aire de la bahía, ahí fue cuando empezó a notar, además de la sal marina había pólvora, humo, sangre, esto lo inquietó, la invasión se había detenido hace una semana y la nave nodriza acababa de abandonar la tierra y aún olía a conflicto fresco, San Francisco siempre fue una ciudad ajetreada, pero podía sentir en su espina que las cosas habían empeorado en su ausencia.

—Pues esa sí que fue una aventura...—escuchó a su lado, reconoció la voz y sin reaccionar dirigió la mirada al espíritu de su abuela, andando a su lado, sonriendo, no había cambiado desde la última vez que la vio, hace diez años.

—Qué pena que solo haya sido algo de una vez sání —comentó el joven con media sonrisa en el rostro —. No creo que el escuadrón quiera a alguien como yo, me llamaron porque fue una crisis.

—Kai, si esa mujer de la gabardina negra fue su primera opción, definitivamente te querrán en el futuro, esa chica me da escalofríos y ya estoy muerta —bromeó Ajei —. ¿Ahora qué harás Kai? —preguntó.

—Pues... decidí hablar con Dakota, James tenía razón, el mundo casi se acaba y podríamos haber muerto, es mi familia —contestó Nakai.

—Me alegro, Kai, el mago es bastante sabio para su edad, aparte que su ego no es tan molesto una vez que lo conoces.

—Por Dios, sabía que James tenía gustos raros, pero no lo creí capaz de seducir un espíritu.

—Cuida tu boca, nuestras conversaciones solo han sido informativas pero entretenidas.

—¿Qué tanto hablaste con él?

—Él quería conocer acerca de nuestra familia y por lo que habías pasado, es un buen hombre, entendió perfectamente tu situación, que desgracia que la mujer italiana sea como un cofre cerrado, tendrían hijos preciosos.

Nakai ignoró los comentarios de chisme de su abuela, pero eso le confirmo que Mago Universal no conocía mucho acerca de su linaje.

—Yo también quiero saber de nuestra familia sání ¿Cómo obtuvimos nuestros poderes? ¿Por qué mamá hizo que lo ocultaras de nosotros? —preguntó.

—Acabas de pelear contra alienígenas ¿Y ya quieres meter tu cabeza en otro rollo? Primero deberías dormir Kai, puedes ser invulnerable pero no inmortal jovencito —le reprendió el espíritu.

—Sání ya tengo veinticinco años no puedes mandarme a la cama, mucho menos si estás muerta —respondió Nakai.

—Ya veremos eso cuando te agarre los pies en medio de la noche —ambos rieron, la primera risa sincera que Nakai había tenido en mucho tiempo —. Kai, te contaré todo lo que desees sobre tu familia después, por ahora descansa y quiero que sepas algo, lo que lograste con ese escuadrón fue algo de lo que te debes sentir orgulloso, yo estoy orgullosa de ti, más de lo que te puedes imaginar —dijo Ajei antes de desvanecerse en una espesa niebla, Nakai miro al cielo nocturno.

—Ahéhee' sání —susurro. Su momento de paz fue interrumpido por risas escandalosas que provenían de la vuelta de la esquina más adelante, se acercó sin acelerar el paso y dio un vistazo, una camioneta 4x4 estaba en medio de la calle, rodeada de personas que gritaban, aullaban y reían, sosteniendo botellas de licor, varios armados, no fue difícil asumir que en el miedo de la invasión aún no se había disipado, varias pandillas de seguro aún pensaban que la ciudad estaba para ser tomada.

Cubrió su boca y nariz con la máscara negra con una garra de oso blanca estampada y tronó sus nudillos.

Era bueno volver.