¿Por qué Morana muestra frialdad y crueldad al recordar todo? ¿Cómo es que tiene una cabaña totalmente equipada? Son preguntas que todos nos hacemos, como una pobre víctima de abusos puede mostrarse así... Nadie tenía idea del mal que se había desatado.

*Años atrás*

— Mar — Me llama alguien a mis espaldas.

— Estoy ocupada, ¿No ves? — contesto mordazmente mientras apunto con una pistola a un maniquí, el cuál tiene la foto de mi querido tío.

— Podrías dejar de ser tan grosera, tan pequeña y con un humor de mil diablos— Bufa la persona.

Me doy la vuelta con enojo y no suelto el arma, apuntando a la persona que fue capaz de interrumpirme y hablarme de esa manera.

¿Quien se creía ese idiota para hablarme así?

— Ok, ok, baja esa arma — Otra persona interviene tomando mi muñeca — Tenemos información de tu tío.

— Si, cálmate, fiera — Dice el otro individuo haciendo que lo mire con odio.

— Félix — Le advierte Molly — Vamos, linda, ignóralo y no lo mates.

Suelto un bufido y dejo el arma en la mesa donde descansaban el resto de armas, mis niñas.

Me dejó guiar por Molly hacia la sala, dónde varios de mis... ¿Hombres y mujeres? Me estaban esperando.

Luego de aquel tragico día, en dónde perdí a mis padres y a las personas que más amaba, y fui secuestrada por mi propio tío, logré escapar de sus garras a la edad de 11 años.

Podré ser una niña, pero sigo siendo una Salvatore, y nadie debe subestimar a un Salvatore.

Sabía de contactos que me ayudarían a encontrar mi cometido, tenía a mucha gente de mi lado, la cuál entrenaban para mí.

Es curioso y gracioso como un grupo de personas mayores de 18 años son guiados por una niña de 14.

La princesa de papá dejo de ser una princesa, aunque no dejo de ser una líder.

Desde entonces he aprendido a usar todo tipo de armas, desde armas de fuego como blancas, también se todo sobre el combate cuerpo a cuerpo y el arte de la manipulación.

Era el diablo hecho persona, aunque prefería que me llamarán Lilith, ya saben,  la primera mujer creada por Dios, la cual fue desterrada por desobedecer y revelarse, convirtiéndose en simbolo de crueldad y maldad.

— ¿Que tienen? — Me siento en la cabecilla de la mesa y recibo mi vaso de coca cola.

¿Que? Seguía siendo una niña, no podía tomar bebidas alcoholicas y la coca cola es vida.

— Logramos localizar a tu tío saliendo de una bodega abandona, estás están a nombre de Daniel Santomé — Dice Molly mostrándome unas fotos, dónde claramente se ve el rostro de mi tío.

— ¿Daniel Santomé? — Pregunto confundida.

— Ese es otro hijo de puta — Interviene Félix y mi mirada cae en el.

Era de los más jóvenes, tenía 17 años y aunque al principio estaba negada a aceptarlo, a regañadientes lo hice y resultó ser útil, aunque nunca lo admitiría en voz alta.

— Ese imbécil fue el que asesino a mis padres — Prosigue — Mueve mucho en este mundo, es de los más influyentes en Italia hasta el momento.

— ¿Que tratos tiene con mi tío?

— No lo sabemos.

Ruedo los ojos — Pues averígüenlo.

— Que borde — Bufa Félix y toma su laptop, empezando a teclear en esta — Intentaré averiguarlo por acá, pero Santomé no deja sus negocios navegando fácilmente.

— Para eso estás acá, ¿No? — Sonrió con burla y este rueda los ojos.

— Perdimos el rastro de tu tío varias cuadras después — Molly me extiende un papel, el cuál tomo — Esa es la dirección exacta donde lo perdimos, también están todos los datos del auto.

— ¿Que había en la bodega? — Pregunto viendo los papeles.

— Armas y municiones — Contesta.

— ¿Que tan probable es tomar algunas prestadas? — Pregunto con una sonrisa ladina.

— Peligroso — Contesta Molly automática con el ceño fruncido.

— Oh vamos, Molly, no seas gallina — Me levanto de mi asiento — ¿Que tan custodiada está la bodega?

— Los superamos en números, es de las bodegas menos custodiadas — Me informa Felix.

— Perfecto, entraremos discretamente y tomaremos prestadas algunas cositas, es bueno estar bien equipados — Digo con una sonrisa ladina — Felix, encargate de chequear el área y Molly, tu lideraras la misión.

— ¿Y tú?

— Debo hacer otra cosa.

Me voy de la sala sin decir más nada y me dirijo a mi oficina, suelto un suspiro cuando me siento en la silla y miro una foto que tenía enmarcada, eran mis padres y yo.

Por el día del padre le regale ese marco a mi padre, tenía mucha brillantina y colores, digno de una niña de 8 años.

Cada día que pasaba los extrañaba más, en vez de superarlos.

El odio que sentía hacia mi tío crecía en cantidades en cuestión de segundos, ¿Por qué tenía que arrebatarme a mi familia así? Nosotros no le habíamos hecho nada.

Todo lo que paso fue un accidente.

— Mar — Félix interrumpe en mi oficina — Encontré una posible locación de tu tío, queda cerca de la playa.

Sonrió ampliamente, de que cae, cae.

— Me estás empezando a caer mejor.

Esto apenas comienza.

*EN LA ACTUALIDAD*

*Pov Victoria*

— Tío Dam — Murmura Sebastián con una pequeña sonrisa.

— Hola sobrino, cuánto tiempo — Dice el hombre con una sonrisa.

— Damiano — Digo con una pequeña sonrisa.

— Vic, Sam — Nos sonríe — Las he extrañado, a todos.

— ¿Y Stella? — Pregunta Sam acercándose al hombre.

— Se quedó en casa, pero espera que la visiten pronto — Dice posando su mano sobre el hombro de Sam — ¿En qué problema se metieron ahora?

Sebastián, Samantha y yo nos damos una rápida mirada, en la cuál asentimos de acuerdo con lo que estamos pensando.

— Quizás hayamos descubierto algo inquietante — Digo con una mueca acercándome a mi madre.

— Es mejor ir a un lugar más privado — Dice Sebas — Vamos a mi laboratorio.

Mi madre y Damiano asienten algo extrañados por la situación, pero nos siguen sin chistar.

— Fuimos atacados hoy por la mañana — Dice Sam — Se llevaron a uno de nuestros hombres y ha alguien muy... Importante.

— ¿Algún contacto importante? — Pregunta Damiano tomando asiento.

— No — Suelto un suspiro — Hace unas semanas atrás fui a Venecia, era una fiesta sin importancia, algunas personas influyentes creando y cerrando tratos, lo normal. Escuché el rumor de una subasta de una hermosa mujer, tal cosa me desagrada al maximo pero por curiosidad pase a dar un vistazo... Y compré a la chica por dos millón de dólares.

— ¡Victoria! — Dice mi madre con una mueca de horror — ¿Cómo que compraste a una pobre chica?

— Era eso o que un viejo verde la comprara, mamá — Bufó.

— Lo mejor que pudo hacer Victoria fue comprar a Mara, Evelyn, aunque suene horrible — Dice Sebas con un papel en la mano.

El pobre estaba aferrado a ese papel como si su vida dependiera de ello mientras le temblaban las manos.

— ¿Y por qué fue lo mejor? — Pregunta Damiano con una ceja alzada.

— Ella... Se nos hacía muy parecida a Morana — Dice Samy.

— ¿Compraste una chica que se te hizo similar a Morana, Victoria? — Dice Damiano con la mandíbula apretada — Esto debe ser una puta broma.

— Nosotros pensamos lo mismo cuando Victoria nos lo dijo — Interviene Sebastián — Pero luego la conocimos, tío, y era ver a Mar, no solo físicamente, tiene sus mismas alergias, miedo a la piscina, su personalidad es tan similar en algunos casos.

— Al principio queríamos pensar que solo era una coincidencia o que el fantasma de Mar nos estaba persiguiendo, así que decimos hacerle una prueba de adn para salir de dudas.

— Lo hicimos con mi sangre y con la de ella, obtener su sangre fue muy fácil, tiene problemas de anemia y tuve que hacerle muchos exámenes — Dice Sebastián soltando un suspiro — Tenemos un 13% de compatibilidad, o sea, somos primos.

Le extiende el papel a Damiano, el cuál le arrebata el papel de la mano y empieza a inspeccionarlo. Mamá tapa su boca sorprendida, mirándome con lágrimas en los ojos mientras niega con la cabeza.

— Esto no puede ser — Murmura Damiano casi sin aliento.

— Dam — Me acerco lentamente a el, tomando su hombro — Morana está viva, nuestro mar esta vivo.

— Mi hija — Murmura con lágrimas en los ojos — Mi hija está viva.

Recuperaríamos lo que era nuestro, costará lo que costará.