— No contesta—Yuri dejó caer su celular en el sofá—Suena y suena, pero cae la contestadora, ¿Crees que sepa que soy yo la que llama? —preguntó mirándome—Oye—acarició mi espalda.

Tenía mis manos en mi frente y mis codos apoyados en mis muslos. Sentía que estaba al borde del colapso, estaba cerca de tener una crisis de nervios, MinSun jugaba con sus juguetes en la sala frente al televisor ajeno a la situación.

—Viene por mí, va a quitarme al niño, no dejaré que eso pase—comencé a repetir varias veces meciéndome hacia adelante y atrás.

— Buscaré las pastillas en tu cuarto, no puedo verte así.

Dejé que hiciera lo que le apeteciera, al final acabé tomando dos píldoras que en minutos me drogaron al cabo de hundirme en un sueño profundo.

[...]

Desperté dando un respingo al sentir una caricia en mi cabello, al entreabrir los ojos fruncí el ceño, ¿Qué hacía él ahí?

— TaeHyung...

— Lo siento, noona, no quise despertarla—me regaló una tímida sonrisa— ¿Se siente bien?

— Un poco—giré en la cama quedando boca arriba, afuera había anochecido, ¿Estuve todo el día durmiendo? — ¿Y MinSun?

— Está con Yuri y YoonGi en la sala.

— ¿Viniste con YoonGi? —lo miré.

— Vinimos por la tarde a visitarte, pero...—su rostro fue cambiando. Humedeció sus labios con su lengua antes de decir en voz baja—Noona, lamento mucho lo que le pasó.

"Yuri les dijo"

— Tae...

— No, noona, espere—interrumpió—Yo...quiero contarle algo, creo que tiene mucho que ver en su caso—quise moverme rápido pero el efecto de la medicina seguía en mi cuerpo, todavía me sentía cansada—No se enoje con Yuri por decirnos esto, ella se preocupa mucho por usted y nosotros igual.

— Me estás asustando.

— Noona, antes de venir a Daegu viví un tiempo en Seúl, mi familia es de aquí, pero estuve estudiando en la capital un buen tiempo—comenzó a contarme. Escuché con atención mientras él jugaba con su cabello—Me hubiera graduado en Seúl, pero decidí salirme y perder todo.

— ¿Abandonaste tus estudios?

— Sí pero no porque tuviera problemas, era porque...mi mejor amiga había fallecido—tuve un mal presentimiento—Un día ella simplemente desapareció, no fue a clase y entonces las noticias trataban sobre ella.

— ¿Dices que esto tiene relación con mi caso? —seguí sin entender.

— Yuri dijo dos nombres, Park Jimin y Jeon JungKook—de sólo escucharlos me daba escalofríos—Noona, yo conozco a JungKook. Él estudiaba con nosotros, estudiaba con mi amiga.

A mi mente vino un flash muy rápido, un recuerdo borroso, pero distinguí un cuaderno con apuntes de víctimas, todas mujeres.

— ¿Cómo se llamaba tu amiga, Tae?

— Mina—contestó.

Claro que la conocía, pero por fotos que el mismo JungKook tenía de ella en dicho cuaderno. Jamás hubiera imaginado que esa última víctima del chico sería amiga de TaeHyung, claro, cuando la asesinaron, Tae regresó a Daegu y JungKook tuvo que escapar a Busan antes de que se metiera en "problemas" en Seúl.

Él manipuló a Jimin, pero de igual forma le temo a esos dos.

[...]

En los próximos días, YoonGi y Tae se la pasaban en el departamento, Yuri se negaba a dejarme sola y lo agradecía, para dormir estaba tomando aquellas pastillas que tanto odiaba, que los chicos supieran la verdad de mi historia me quitaba cierto peso de los hombros, pero saber que la amiga de Tae fue asesinada por JungKook...me enferma.

Lo bueno de las medicinas es que no tenía pesadillas, podía descansar en paz...relativamente.

Darle vueltas al asunto de Jimin sobre cómo consiguió mi número era simplemente ahogarme en un pozo sin fondo, cuando Yuri o el mismo YoonGi llamaban a ese número, él no respondía y desde esa vez que me llamó en el taxi no volvió a llamarme o escribirme.

Pero seguía estando paranoica.

No quería retomar mis citas con la psicóloga, me sentiría enferma de nuevo e inútil. Quiero creer que soy fuerte para superar esto...pero... ¿Enserio lo soy?

— ¿Gomitas de ositos o gomitas largas? —señalé ambas bolsas. MinSun sonrió eligiendo las de ositos, le gustaba mucho esas gomitas y todo debido a YoonGi quien lo había acostumbrado.

— No puedo creer que enserio le compres esto, ¿Sabes que para su edad es como darle veneno? Tiene azúcar, Sunny—se quejó Yuri mientras caminaba junto a mí, yo era quien movía el carrito de compras, estábamos en el supermercado.

— Tiene tres años, Yuri, no seas dura, además tú también comes esas gomitas—acusé.

— Sigamos.

Sonreí divertida negando con la cabeza. Estuve siguiéndola un buen rato hasta que me adelanté para hacer la fila de pagar todo, bajé a MinSun del carrito verificando que no me faltaba nada para llevar.

— Creo que tenemos todo lis...—miré alrededor— ¿MinSun? Mierda—era imposible perderlo de vista tan rápido, lo tenía al lado— ¡MinSun! —llamé causando que algunas personas me vieran, pero poco me importó—Dios, joder—rasqué mi cabeza moviéndome de la fila con el carrito— ¿Min? Cielo, ¿Dónde estás?

— ¡Mami! —volteé a ver detrás de mí, el pequeño venía corriendo con una sonrisa grande, traía algo en sus manos—Mami, mida.

— ¿Dónde te metiste? —me agaché colocándome a su altura—MinSun, escúchame, si vuelves a perderte así me voy a enojar, hay personas malas que pueden llevarte lejos de mí, ¿Quieres eso? —reproché entre asustada y aliviada.

El niño asintió con sus manitos con hoyuelos abiertas frente a mí, había cinco bolsitas pequeñas de gomitas bañadas con chocolate, fruncí el ceño mirando los ojos oscuros e inocentes del pequeño.

— ¿De dónde tomaste esto? Es malo tomar cosas que no son tuyas y menos si no se van a pagar...

— Pedo mami, es un degalo—sonrió de nuevo.

— ¿Regalo de quién?

MinSun volteó buscando con la mirada, pero se mostró confuso al no encontrar nada. El pequeño abultó sus labios mirándome otra vez.

— Dijo que eda pada mí, mami.

Lo cargué mirando alrededor esta vez, Yuri se acercaba dispuesta a reprocharme por no hacer la fila, pero yo tenía otra preocupación en la cabeza.

[...]

Era lunes por la tarde, YoonGi y TaeHyung tenían clases junto a Yuri, yo en cambio tenía clases en el último piso, era la última clase, luego de esto iría al trabajo y Tae pasaría a recoger a MinSun.

Subí las escaleras tomándome mi tiempo, no tenía prisa tampoco, cuanto más subía menos estudiantes había, me detuve por un minuto para tomar aire, eran demasiados escalones, deberían colocar un ascensor para hacerlo más sencillo, noté que una persona venía subiendo también, no sé si fuera curiosidad o cosas de la vida, pero me asomé para verle mejor.

Vestía de negro y parecía tener cabello oscuro. El ambiente se puso muy pesado para mí o quizás era mi sexto sentido, subí las escaleras más deprisa y al llegar al pasillo por fin intenté recuperar el aire. Intenté sacar mi celular del bolsillo de mi pantalón, pero el estúpido móvil se me cayó al suelo.

— Mierda, perfecto—chasqueé la lengua agachándome para recogerlo, pero otra mano apareció tomándolo por mí y entregándomelo—Gracias, espero que la pantalla no se haya...—me callé al subir la vista.

Ojos oscuros exactamente iguales o similares a los de MinSun, un cubre bocas mantenía cubierto parte de su rostro, aquel cabello largo ya no era rubio, ahora era negro azabache. Su ropa era exactamente la misma de la persona que había visto subiendo las escaleras, antes de poder gritar tomó mi muñeca fuertemente.

— No voy a lastimarte, Sunny—con su mano libre dejó expuesto su rostro y contuve la respiración recordando muchos abusos y golpes, era él, era él. Me encontró—Vine por ti y por nuestro hijo.

•••

¡Aja! Apareció el Jimeno y tiene sus motivos señores así que preparense.

Esta historia tendrá solo 10 capítulos, exactamente igual a la primera parte.