[001]
Dejar a MinSun en la guardería era algo que no me estaba gustando últimamente, sentía que abandonaba a mi hijo y lo dejaba a su suerte cosa que no era verdad. El pequeño movió su manita cuando su profesora lo llevó a su salón, lo miré alejarse hasta que lo perdí de vista, suspiré cuando sentí mi celular vibrar en el bolsillo de mi pantalón.
Lo tomé encontrando una llamada de Yuri, respondí comenzando a caminar hacia mis clases.
— Sí, lo sé, llegaré tarde...
— No te llamaba por eso, aunque sí, llegarás tarde, pero descuida, la primera hora estará libre ya que el profesor enfermó—comentó restándole importancia—Oye, ¿Has visto la noticia?
— Estoy en la calle, acabo de dejar al niño en la guardería, ¿Cómo voy a ver las noticias ahora?
— Llámame loca, pero...creo que acaban de nombrar el caso de JungKook en la televisión—aquello hizo que me detuviera en seco—Y nombraron a Jimin, el hijo de...salió antes de tiempo por buena conducta y por haber cumplido su tratamiento con éxito.
Mis piernas temblaron y sentí que mis rodillas cedían, caí al suelo sin importarme quien me viera. Mi mente estaba recordando todos esos maltratos y recordaba la última vez que vi a Jimin hace tres años, fue en una corte, MinSun no había nacido aún, ni siquiera sabía que estaba embarazada.
"Jimin salió antes de tiempo por buena conducta"
Mi mente repitió esas palabras haciendo eco. Mis manos temblaron y mi corazón comenzó a latir rápidamente.
— Jimin...él...—recordé las pesadillas que tenía en la noche—Es él, viene por mí, viene por el niño, viene por mi hijo, Yuri.
— Oye, oye—se apresuró a decir—Jimin no puede acercarse ni a ti ni al niño, tiene una orden de restricción, ¿Recuerdas? Además, él está en Busan, nosotras estamos en Daegu.
Asentí en automático esperando a recuperarme para ser capaz de colocarme de pie.
— Sí, sí, cierto.
— Sunny, Jimin no volverá a hacerte daño.
[...]
Querido Diario:
Estaba en lo correcto, mi sexto sentido no falló, algo malo se acercaba y era la noticia de que Jimin salió libre antes de tiempo.
Me asusta y me preocupa, ¿Y si a JungKook deciden dejarlo libre también? No, no puede ser, pero si fuera así sé que él vendrá a terminar lo que Jimin no pudo hacer.
Jeon JungKook es capaz de lastimar a mi hijo y asesinarme.
Park Jimin es capaz de...
Ya ni lo sé.
Pero tengo miedo.
— ¡Sunny! —escuché esa voz grave. Di un respingo levantando la mirada, su sonrisa cuadrada fue lo primero que distinguí, aquel chico tenía la actitud de un niño, pero el cuerpo de un hombre, no venía solo, estaba acompañado de ese amigo suyo que es serio la mayor parte del tiempo—Sabía que estarías en la biblioteca de la universidad.
— ¿Lo sabías? Fui yo quien te dio la idea, genio—golpeó su nuca.
— Oye, no lo golpees—defendí—Min YoonGi, ¿No tienes modales acaso?
— ¿Ves, hyung? Incluso Sunny noona me comprende—volvió a mostrar su sonrisa cuadrada, su cabello era tan rubio como el de...cierta persona en mis sueños.
Cerré mi diario guardándolo en mi bolso, Kim TaeHyung y Min YoonGi eran los amigos que habíamos hecho Yuri y yo en clase, Tae era muy dulce no sólo con nosotras, también con MinSun, YoonGi...bueno...él era él, pero a veces me intrigaba su forma de ver la vida.
— Tae, te he dicho que no me digas noona, sólo soy un año mayor...
— Me gusta decirle noona...noona—sonrió colocando sus manos en su rostro.
YoonGi rodeó los ojos sonriendo burlonamente.
— Yuri dijo que estabas algo decaída—comentó mirándome con ojos gatunos. Ese chico siempre me recordaba a un gato perezoso pero lindo— ¿Te sientes bien? ¿Estás teniendo problemas con las clases?
Ser madre soltera y trabajadora además de estudiante era difícil. Yuri me ayudaba, pero seguía siendo duro, los chicos no sabían mi historia completa, mucho menos quien era el verdadero padre de MinSun.
No quería hablar de nada al respecto.
Las palabras de Yuri volvieron a mi mente y suspiré.
— Estoy bien—forcé una sonrisa.
— Noona, sabe que puede contar con nosotros siempre—Tae pellizcó mi mejilla—La queremos mucho, a usted, a Yuri y al pequeño Min.
— MinSun—corrigió YoonGi. No le gustaba ese apodo de "pequeño Min" porque una vez en el trabajo creyeron que era su hijo.
Una tragedia para el chico (nótese el sarcasmo)
[...]
Trabajaba en una tienda de instrumentos musicales, debía atender a los clientes y YoonGi quien trabajaba conmigo en el mismo horario me apoyaba, era un genio con el piano y la música. Realmente era talentoso, no me cansaba de decírselo.
Por la noche Yuri era quien cuidaba al niño o sino Tae lo hacía, YoonGi una vez me llamó loca por dejar que eso pasara, pero TaeHyung sabía cuidar de un niño muy bien debido a sus primos pequeños.
Revisando en el computador con algo de aburrimiento y cansancio se me ocurrió escribir en la barra del navegador.
Park Jimin sale libre en Busan.
Algunas noticias salieron, pero sólo una me interesó, las fotos que se mostraban dejaban ver a un Jimin con el cabello más largo, tenía un cubre bocas y una bufanda, iba abrigado y muy bien cubierto. No podía ver su rostro, eso me inquietó más.
— ¿Quién es ese? —di un respingo casi cayéndome de la silla al encontrar a YoonGi detrás de mí.
— Nadie, ¿No deberías atender a los clientes?
— ¿No deberías estar trabajando y no viendo noticias de asesinos libres?
— Él no es un asesino, es...—YoonGi levantó una de sus cejas cruzándose de brazos—Sólo es una noticia, Yuri me habló de ella en la mañana—me apresuré a cerrar todo en el computador forzando una sonrisa, pero sus ojos gatunos me miraban sospechando.
— Estás escondiendo algo, Sunny.
— No lo hago—acaricié mis muslos eliminando el sudor de mis manos.
— Sí, claro.
Lo miré alejarse respirando de nuevo a medias. Jimin estaba libre, sé que estábamos lejos, pero... ¿Qué me asegura a mí que su obsesión por mí acabó? Además, ¿Cómo pudieron soltarlo después de todo lo que me hizo? Las lágrimas quisieron salir, pero negué con la cabeza respirando profundo.
No enloqueceré por su culpa.
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