VII: Nuevo recluta
Chaewon POV
"Esta película es una mierda". Jungeun se burló mientras se metía un puñado de palomitas de maíz en la boca.
"Pienso igual." Hyejoo frunció el ceño mientras veía a Bella llorar por alguna razón desconocida.
"x2." Resoplé, "¿Por qué diablos decidimos ver esto?"
"No puedo creer que esto sea lo que la gente de la Tierra ve como entretenimiento". Hyejoo se quejó.
"Actúas como si no fueras de aquí." Jungeun se rió.
"Me pregunto por qué." Murmuré, lo que provocó que Hyejoo me lanzara un puñado de palomitas de maíz.
Todas decidimos ver Crepúsculo porque ninguna la había visto y no teníamos nada más que hacer. Hicimos palomitas de maíz, compramos unos refrescos y mi mamá nos había hecho sándwiches. Como era de esperar, la película terminó siendo terrible.
"Esto es tortura." Dije dramáticamente. "Mejor veamos ¿Y dónde están las rubias?".
"¡¿Y dónde están las rubias?!" Jungeun sonrió.
"¿Qué diablos es eso?" Hyejoo arrugó la nariz en un lindo- no, sin enamorarse de ella. ¿Te gusta una extraterrestre? Demasiado drama.
"Es una película sobr- no importa." No tenía ganas de explicarlo porque soy vaga.
"Oh, Chaewon, tengo que decirte algo." Hyejoo se puso de pie y se dirigió hacia la puerta. Jungeun me estaba viendo con esa mirada que hacía cada vez que leía un fanfic o planeaba algo malvado.
"Cállate." Gemí mientras salía por la misma puerta por la que Hyejoo había salido.
"¿Qué pasa?" Le pregunté mientras me empujaba a la habitación libre frente a la mía. Al entrar tropecé y casi me caigo.
"He decidido la fecha en la que vamos a recuperar mi nave". Hyejoo explicó, estaba acostumbrada a que me tropezara tanto y simplemente lo ignoró. "Se acercan las vacaciones de primavera".
¿Nave? Ah sí, alienígena. Me había olvidado por completo de eso. "Oh sí." Suspiré.
"Prometiste que me ayudarías." Ella me miró.
"Sí, sí, lo sé. Para eso estamos los amig-" Me interrumpió un pequeño grito detrás de la puerta. Ambas nos quedamos paralizadas.
"Jungeun." Dijimos al unísono.
Hyejoo corrió hacia la puerta y la abrió. Jungeun intentó huir, pero Hyejoo la agarró de la muñeca antes de que pudiera llegar lejos. La arrastró de regreso a la habitación y cerró la puerta.
"Júpiter." Resoplé.
"Estrellita." Ella se burló.
"¿Cuánto escuchaste?" Preguntó Hyejoo.
"Suficiente para saber que ustedes van a robar una nave, una nave que resulta ser tuya". Jungeun señaló a Hyejoo. "SABÍA QUE ERAS UN ALIE-"
"SHHH". Pongo mi mano sobre su boca.
"¿Cómo lo supiste?" Hyejoo frunció el ceño.
"Es tan obvio". Ella declaró a través de mi mano y rodó los ojos.
"Porque asume que todo el mundo es un extraterrestre". Señalé y quité mi mano de su boca, "Ella todavía me acusa de serlo".
"Sí, y esto es solo una prueba más". Ella puso sus manos en sus caderas.
"Wow." Hyejoo pasó una mano por su cabello ya desordenado. "¿Cómo me meto siempre en estas situaciones?"
"No se lo diré a nadie." Jungeun fingió cerrar su boca y tirar la llave.
"Es mejor que no lo hagas." Nos miró a las dos, "Ambas".
"No lo haremos." Prometí.
"Entonces, ¿cuál es el plan para recuperar tu nave?" Jungeun preguntó con entusiasmo.
Hyejoo le dio una mirada mordaz, "No vas a ir".
"¡¿Qué?! ¿Por qué no?" Jungeun hizo un puchero.
"Porque", interrumpí, "es demasiado arriesgado. No puedes defenderte solo con papas". Traté de razonar con ella a pesar de que generalmente obtenía lo que quería.
"Te haré saber que casi he matado a alguien con una papa antes". Dijo con total naturalidad.
"Es del gobierno del que estamos hablando". Suspiré. No quería que mataran a mi mejor amiga.
"Y si es como en las películas, podemos vencerlos y recuperar la nave de Hyejoo". Jungeun cruzó los brazos sobre el pecho.
"Jungeun, esto no es como en las películas." Hyejoo le puso una mano en el hombro. Me di cuenta de que estaba haciendo todo lo posible por ser razonable.
"Lo sé", suspiró, "Pero no voy a dejar que ustedes dos vayan solas, así que eso es todo. Iré con ustedes, les guste o no".
Hyejoo y yo nos miramos. Tuvimos un acuerdo silencioso y asentimos. "Está bien, pero tienes que hacer lo que te diga Hyejoo, si te dice que saltes, pregunta qué tan alto. Lo mismo conmigo". Dije volviéndome hacia ella.
Ella pensó por un momento, "Bien, pero voy a llevar mi lanzador de papas".
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