Capitulo 4. El héroe caballero y la prueba
Me equipe con mi armadura, con un cinturón lleno de dagas, dos espadas en mi cintura y dos grandes hachas martillo en mi espalda.
Colgué mi mochila de cuero con suministros tomados de Ivaldi en la espalda.
Me até a la cintura una linterna de aceite con un cristal mágico color ámbar en el centro y con ella iluminando mi camino me adentré en el inmenso túnel que había.
Comencé a pasear por la oscuridad total solo conociendo el camino a cinco pasos delante de mi.
Me iba agarrando de uno de los rasposos muros de piedra.
Clanck, clanck, clanck...
Mis pasos metálicos eran lo único que resonaba, el eco golpeó y rebotó a lo largo de toda la larga cueva, eso me hizo pensar ocasionalmente que estaba siendo seguido, pero cada vez que miraba hacia atrás no había nada ni nadie.
Grrr.....
Se escuchó otro ruido pero no parecía haber nada.
"Parece que mi mente es muy frágil a la oscuridad." (Andorax)
Después de susurrar aquellas palabras activé inmediatamente mi barrera. Una gran cúpula roja me rodeó y un segundo después la tierra se abrió
"¡Graaaaa!" (Gusano Monstruo)
Chilló un inmenso y horripilante gusano de color morado oscuro con una boca llena de filas y filas de colmillos amarillentos.
Sus labios con seis grandes colmillos de extendieron envolviendo la mitad de mi barrera.
"Ahgg..." (Andorax)
Me golpeó contra el tejado y cuando el gusano cayó saque inmediatamente mi espada e intenté clavarsela en lo que supongo era su cabeza. Sin embargo el gusano se comenzó a contraer por lo que mi espada se clavó profundamente en el suelo.
"¡Graaaa!" (Gusano Monstruoso)
Se volvió a expandir saltando contra mi.
Activé una segunda barrera y el gusano chocó contra el muro rojo.
Sentí como comenzaba una lucha de fuerzas por saber quién ganaría en éste intercambio.
Mis postura no tembló, sin embargo mis piernas comenzaron a deslizarse lentamente hacía atrás. La fuerza de éste monstruo es superior a la mía.
Mientras buscaba como mover la balanza a mi favor activé una segunda barrera alrededor de todo mi cuerpo.
"¡Graaa!" (Gusano Monstruoso)
Un segundo gusano atravesó en suelo y me golpeó contra el techo nuevamente.
"¡Tcha!" (Andorax)
Me sacudí ante ese brutal golpe haciéndome desactivar mi primer barrera.
Cuando caí decidí retroceder dos pasos inmediatamente.
Ahora dos grandes gusanos capaces de comer a un humano de un bocado estaban delante mío.
Además de que estaba en la cueva, su terreno natural.
"Cualquier humano normal la tendría jodida, ¡Pero yo no soy alguien normal, yo soy un héroe!" (Andorax)
Tomé algunas de las dagas entre mis dedos y los lancé contra las bestias.
"¡Griaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Griaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
Chillaron al unísono por el metal que atravesó sus delicadas pieles.
Sangre morada se escurrió de las heridas.
Inmediatamente excavaron y se volvieron a esconder en la tierra.
"¡Tch, no intenten escapar!" (Andorax)
Saqué la segunda espada y me lancé contra los gusanos, fui capaz de cortar a uno de ellos a la mitad. Su sangre morada y ácida comenzó a carcomer mi espada. Rápidamente la limpie de un movimiento. No creo que pueda cortar a más de 5 de ellos.
Pude ver cómo ambos gusanos habían escapado y entonces la parte cortada comenzó a regenerarse en un nuevo gusano.
Deseinvané una de mis hacha martillo y comencé a golpear una y otra vez a esa mitad de gusano que intentó regenerarse. Lo volví una masa irreconocible de carne que no podia regenerarse.
Limpie rápidamente mi arma, recogí la otra espada y comencé a correr por el túnel.
No podía quedarme quieto o seguro que la próxima vez no vendrán solamente dos.
Corrí durante veinticinco minutos hasta que mi resistencia comenzó a escasear.
"Ah~" (Andorax)
Decidí detenerme y me senté en el duro suelo de piedra. Me quité mi casco y saqué una cantimplora de mi bolsa.
La abrí y entonces comencé a beber. Después de un gran trago me lancé un poco en la cara.
Está agua la traía yo desde afuera y tenía muy poca. Quise tomar más de la residencia de Idlavi sin embargo no encontré ninguna fuente de ella, solo había alcohol, alcohol y más alcohol.
"¿Acaso solo bebé alcohol? ¿Siquiera eso es posible?" (Andorax)
Mientras reflexionaba sobre los misterios de los enanos comencé a escuchar ligeras vibraciones dentro de la tierra.
"Joder... Creo que ya vienen." (Andorax)
Cerré y volví a guardar mi cantimplora, después me coloqué el casco.
Inmediatamente volví a correr ésta vez aún más rápido que antes.
La raza de los Gusanos Monstruosos se dividía en tres categorías; Exploradores, Guerreros, Guardias, Reyes.
Los exploradores van más allá de su nido buscando recursos o enemigos.
Los guerreros vigilan el nido y sus alrededores y atacan todo lo que se acerque, también se mueven cuando los exploradores encuentran enemigos.
Los guardias protegen las zonas más importantes del nido.
Y por último el rey protege a la reina que es la que siempre está soltando crias.
Mientras más alto estén en la jerarquía más poderosos son.
Si enfrentar a simples exploradores fue difícil no quiero ni imaginarme como seria enfrentarme a otros de clase superior.
"Espera, ¿Y si este túnel llega a...?" (Andorax)
Mi cuerpo entero se sacudió y tembló ante la idea tener que entrar a un nido de esas cosas.
Decidí poner mi mente en blanco mientras aumentaba la velocidad de mis pasos.
"Joder Ivaldi, ¿En qué demonios nos metiste?" (Andorax)
Me quejé mentalmente, aún no recuerdo nada de lo que pasó el día anterior, pero existe la posibilidad de que hubiera habido una lucha contra esos gusanos.
De ser así, ¿Porqué Ivaldi no estaba?
Temblé ante la posible respuesta, no podía ser eso, ¿Verdad?
Suspiré para calmar mis pensamientos.
"Pensando lógicamente, en el primer mundo no participe en este evento, si Idlavi no pudiera salir de ésto solo enronces no lo hubiera conocido pues hubiera muerto." (Andorax)
Por estar pensando en tonterías ya llevaba casi treinta minutos corriendo.
El túnel finalmente mostró una luz aparte de mi linterna. Era una luz pequeña y lejana pero que comenzó a expandirse mientras más me acercaba.
Sea el nido o sea otra cosa estoy por llegar a mi destino.
"¡Graaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaaa!" (Gusano Monstruoso)
Escuché múltiples gritos que venían desde todas direcciones.
De inmediato di un salto amplio hacia adelante. Un gusano de piel verde oscura salió desde donde había estado antes.
Cuando toque el suelo me hice bolita y comencé a girar por el piso. Dos gusanos más salieron desde la izquierda y la derecha, me había salvado por los pelos.
Me puse de pie y comencé a correr aún más rápido.
"¡Graaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaaa!" (Gusano Monstruoso)
"¡Graaaa!" (Gusano Monstruoso)
Escuché múltiples gritos detrás mío junto al sonido de la tierra abriéndose ante los gusanos.
Por la cantidad de ruidos que escuche venían mínimo ocho guerreros.
No podía detenerme si quería seguir con vida.
"¡Mierda! Tengo que salir de aquí cuando antes mej..." (Andorax)
Mis pensamientos fueron interrumpidos por un gusano que saltó desde adelante mío. Era de un color negro puro y su tamaño era del doble que los exploradores y los guardias.
Había estado esperando pacientemente a que me acercara lo suficiente.
Comencé a calcular la distancia, la velocidad, la trayectoria, todo, los cálculos en mi mente fueron tales que casi sentí como si viera múltiples futuros en menos de un segundo.
Todos ellos eran diferentes pero terminaban de la misma forma...
Yo era devorado.
"¡JODEEEEEEEEER!" (Andorax)
Salté a la boca del gusano que me devoró entero.
El gusano se hinchó y entonces...
¡Boom!
Explotó.
Mi cuerpo envuelto en una cúpula roja fue golpeando por otro Gusano Monstruoso y salió volando.
Reboté múltiples veces en las paredes y llegué hasta el final del túnel.
Mi cuerpo estaba adolorido de tantos golpes pero no podía parar por lo que me puse de pie y seguí corriendo.
Sujete mi brazo que me dolía, el golpe lo debió haber dislocado.
No esperaba que eso saldría tan bien. Me deje devorar para activar mi barrera y después extenderla para destrozarlo desde adentro.
Muchas cosas hubieran podido salir mal, tal vez el monstruo sería resistente por dentro y por fuera, tal vez no podría activar mi barrera adentro de un monstruo o tal vez el ácido estomacal del gusano sería tal que moriría al instante.
Afortunadamente nada de eso ocurrió.
Inmediatamente cuando salí del túnel comencé a correr sin dirección aparente por una larga e intrínseca red de túnel, eran varios metros de alto y no parecían ser cuevas naturales.
Tregué saliva pensando en lo inmenso de la criatura que cavó este lugar.
La poca iluminación que había era de pequeños hongos que crecían naturalmente por todo el nido.
Esa luz me permitió notar como una larga y gruesa pila de telaraña estaba extendida sobre el techo del nido.
Tragué saliva pensando en como los insectos de los mundo de fantasía eran aterradores.
Sin pensar mucho ingresé en una habitación cercana.
Miré dónde estaba. Era una sala con brillantes hongos azules como los que me había encontrado en mi gran caída.
Varias larvas blancas de un metro de largo estaban comiendo esos hongos.
Las larvas no son peligrosas cuando están solas, pero cuando están en grupo se lanzarán sobre ti.
Puedo fácilmente quitarme de encima a unas diez, pero aquí hay más de treinta larvas aquí. Si todas ellas se me lanzan encima seré hundido y lentamente digerido.
Debo pensar una forma de escapar de ésta situación.
Observe el lugar. La forma era muy similar a un círculo, con piedra liza, un gran poso con los hongos y las larvas ocupaba todo el centro, no había ni un solo camino directo.
Me acerqué a las paredes y efectivamente estaba mojado.
Posiblemente éste lugar este debajo de un estanque o un lago subterráneo y esa humedad que se filtra alimenta a los hongos y larvas.
Trepar por las paredes me seria imposible.
"¡Griaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
Mierda, los gusanos deben estar avisando al resto de que hay un intruso. Debí matarlos, lamentablemente no creo tener el nivel para ello.
Debo darme prisa.
Observé los hongos con detenimiento. Se miraban elásticos.
"¿Podré saltar por ellos como en algún videojuego?" (Andorax)
Rápidamente negué ese pensamiento. Aunque los hongos pudieron amortiguar mi caída es evidente que no son muy resistente. Mi peso los destruirá.
Pase a la tercera opción. Las largas hierbas que colgaban del techo como lianas.
Intenté trepar por ella pero la liana se rompió inmediatamente por mi peso.
Tampoco son una opción de escape.
"¡Griaaaaa!" (Gusano Monstruoso)
El grito estaba más cerca.
Mierda, es verdad, esas cosas se guían por el sonido. Debieron reaccionar a como me caí de la liana y se acercaron más a mi posición.
Espera, es verdad.
Son ciego entonces si yo...
Miré hacia abajo, hacia el foso.
Mierda, no tengo tiempo de pensar.
Agarré la larga liana y arranque otras tres. Entonces comencé a trenzarlas para hacerlas más resistentes.
Terminé con dos lianas trenzadas.
Apreté una alrededor de una gran piedra y comencé a bajar lentamente. Era una caída de dos metros por lo que no hay problema si simplemente salto, pero si lo hago el ruido que haga llamará la atención de esas cosas.
Quitarme mi armadura no es una opción, si lo hago quedare indefenso ante su saliva ácida.
Bajé cuidadosamente y comencé a caminar en puntillas por el foso.
"¡Griaa!" (Cría de Gusano Monstruoso)
Mientras caminaba accidentalmente casi pise a un gusano que salió repentinamente de un hueco.
Me doble hacia adelante y hacia atrás mientras agitaba mis brazos en un intento de recuperar mi equilibrio.
Lo logré.
Tomando algo similar a la pose del cisne me quedé sobre una pierna. Estaba en el mero centro de este agujero, si sigo aquí tendré problemas.
Mientras pensaba eso pude sentir como si algo me mirará.
Inmediatamente salté a una pila de pila de tierra que había cerca y rodé.
Mi armadura se manchó de una sustancia marrón maloliente.
No era tierra...
Me aguante mis ganas de vomitar mientras miraba como donde estaba antes ahora solo había una gran telaraña que se extendía hacia arriba.
Levantando mi mirada pude ver cómo ocho grandes ojos rojos me estaban mirando. Una gran pila de telaraña estaba ocupando el lugar donde yo antes estaba y se levantaba hasta la inmensa red de seda en la parte superior de la cueva.
Creo que es buen momento para decir que padezco aracnofobia.
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