Anastasia POV

Subo al auto con un tremendo dolor de cabeza y las palabras de Cristian resonado en mi cabeza. En mi mente aparecen imágenes mías con Cristian en diferentes escenarios. El trayecto a casa se hace corto, Koby me ayuda a bajar del auto y un mareo me hace tambalear.

-Ana, ¿Estas bien? – Pregunta Koby con preocupación y mi padre me mira con intriga.

-Iré a mi habitación a ver a mis hijos- Comento a nadie en particular.

A mitad del camino un fuerte dolor muy fuerte en mi cabeza hace que todo se ponga negro a mi alrededor y pierdo la conciencia.

Vuelvo a la conciencia en una habitación de paredes claras, trato de levantarme pero el dolor regresa a mi cabeza, tomo un respiro porque debe haber sido por tratar de levantarme rápido, a mi mente viene el recuerdo de un viaje en el yate de Cristian, recuerdos de mi graduación ahí estaba Cristian, mi trabajo en Centurian, mis discusiones con Koby, mi primera vez con Cristian, muchas imágenes claras, son recuerdo de mi vida, lo que me lleva a la conclusión que me han mentido, tengo que tener pruebas. El médico aparece con el traidor de mi papá y el imbécil de mi disque novio.

-Señorita, que bien que ha despertado -Expresa el hombre vestido de blanco.

-Quiero irme a casa – Digo de manera fría. Lo más seguro es que mi madre se quedó con mis hijos.

-Señorita tenemos que esperar los resultados de las pruebas que le hicimos – Me informa el médico.

-Bien, respondo – Koby trata de tomarme de la mano, pero yo la aparto.

Los resultados de las pruebas salen negativos, por lo que deciden darme el alta con la advertencia de que si me vuelven los dolores de cabeza volver al hospital de inmediato. De regreso en el auto todo va muy silencioso y es lo mejor.

Llego a la casa y voy directo a ver a mis hijos y están a lágrima suelta lo más seguro por hambre, son casi las siete de la mañana, los alimento a ambos para luego darme un relajante baño y me acuesto a dormir junto al lado de mis hijos, porque ahora el único consuelo que tengo son mis hijos, los pocos recuerdos que he recobrado apuntan a que mis padres me han mentido, así como el hombre que dice amarme, mis lágrimas inundan mis ojos y decido dormir para desconectarme cuando despierte exigiré la verdad.

El llanto de los niños me despierta, los reviso, confirmando que necesitan un cambio de pañal y tienen hambre. Los gritos en que vienen de la primera planta no me pasan desapercibidos, no obstante, lo único importante en estos momentos son mis bebes. Dos toques suenan en mi puerta.

-Pase- Digo no muy bajo ni muy alto.

-Hija, creo que debes bajar – Me pide mi madre.

-Estoy con mis hijos, mamá- Le digo sin mirarla.

-Ana, creo de verdad que debes bajar – Me suplica.

-Bien- Le respondo. Me acomodo la ropa después de acomodar a los niños en su cuna.

Bajo por la escalera en compañía de mamá, me sorprende ver a Cristian, Elliot en compañía de algunos policías y de un hombre que no conozco. Todos me miran y veo preocupación en las personas que me han estado mintiendo.

-Cristian, Elliot, ¿Qué está pasando? ¿Quiénes son estas personas? – Parece que mi padre y Koby estaban por irse.

-Soy el abogado del señor Grey. Señorita Steele, estamos aquí para reclamar lo derechos del señor Cristian Grey como padre de sus hijos – Los tres traidores se miran entre ellos.

-Todo tiene una explicación – Alude Raymond Steele.

-No, papá. El momento de dar explicaciones pasó. Han tenido el suficiente tiempo para decirme la verdad; no he recordado todo, pero si fragmentos de mi vida. Así que yo quiero saber que ha estado pasando y que me han estado ocultando- Digo mirándolos a todos, principalmente a mis padres los miro con decepción. Koby la verdad es que mi cuerpo ro rechaza y creo saber cuál es la razón.

- ¿Qué necesitan? - Le digo al abogado ya que los Grey ni me miran.

-Que le permitan a la doctora Fraser tomar muestras de ADN de lis niños y confirmar que son hijos del señor Cristian Grey- Me informa el abogado.

-Bien vamos que ya están por despertar – Le digo a la mujer que está a un lado del abogado.

-Creo que no es necesario – Interviene mi padre.

-Claro que, si es necesario señor Steele, los niños fuero inscritos al nacer con el apellido Novikov, para que la corte tenga constancia que son hijos de mi cliente se debe continuar con el procedimiento – Informa el abogado.

-Yo puedo confirmar que mis nietos son del señor Grey – Ratifica mi padre.

-Señor Steele en este proceso su palabra no vale ni una libra o dólar. Aquí es dejar claro quién es padre y así los niños lleven el apellido de su padre biológico – Interviene nuevamente el abogado.

Subo a mi habitación en compañía de la doctora Fraser y como eran de esperar hay un concierto de llanto. La doctora toma las muestras, luego se retira apara darnos privacidad, estos niños necesitan urgentemente un cambio de pañales, apestan. Tendré que ser más cuidadosa con lo que como. Después que reciben su cambio de pañal se vuelven a dormir. Me quedo admirándolos antes de volver a bajar.

Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo, volteo a ver y es Cristian quien nos mira recostado en el marco de la puerta.

- ¿Cuáles con sus nombres? – Me pregunta sin quitarles los ojos a los niños y juraría que está conteniendo sus lágrimas.

-Cristopher y Raymond- Le respondo mirando a mis niños.

-Dime que no fueron ellos quienes les pusieron sus nombres- Me ruego por una afirmación.

- ¿Eso cambiaría que los ames, Cristian? – Pregunto con enojo.

-No, claro que no. Sólo que me vería forzado a pedirte que les cambiaras sus nombres – Sonrío porque eso es muy presuncioso.

-No, fui yo quien se los puso – Le sonrío.

-Eso me alegra – Replica Cristian.

- ¿Hay algo más en lo que deba colaborar? Me siento cansada, pase la noche en el hospital y los niños tienen una rutina de despertar cada tres horas por un cambio de pañal y comida- Le digo bosteando.

-Necesitamos hablar Ana, necesito que sepas como sucedieron las cosas. Quiero ser parte de la vida de mis hijos. Recuperar nuestras vidas. Quiero entender a tu padre, entender lo que hizo, oír de su boca porque nos separó. Voy a quedarme Ana tengo miedo de perderlos nuevamente – Yo no digo nada simplemente bajo a la sala con Cristian pisándome los talones.

Bajamos al salón principal, tanto la doctora como la policía su han marchado, en el salón quedan mis padres Koby, Elliot y el abogado.

-Señor Grey si no me necesita por lo queda del día me marcho. Cuando reciba los resultados las pruebas le estaré informando – El abogado se despide para luego marcharse.

-Bien, ¿Algo que tengan que decir? – Le digo a las tres personas que llevan meses mintiéndome.

-En nuestra defensa... - Koby corta a mi padre.

-No tengo porque defenderme, lo que hice esta mal desde cualquier perspectiva que se vea. Lo que hice fue egoísta, porque sabía que habías olvidado parte de tu pasado, Anastasia. Era plenamente consciente que amas a otro hombre, que tus hijos son de otro y sobre todo que me odiabas. Pero, nada justifica que no te dijera la verdad. Porque todo lo que hice cuando trabajamos juntos fue una farsa, porque te amaba te amé desde que te vi y mi ego no me permitió aceptar que tenías a quien amar. No obstante, como hombre asumo mi responsabilidad, señor Grey, Anastasia si quieren interponer una denuncia en mi contra lo asumiré. Anastasia, cuídate porque las personas que atentaron contra Raymond y en contra de ti están sueltos y no tardan en intentarlo nuevamente. No dejes que extraños se acerquen a los niños. Ahora si no me necesitan iré a desocupar mi habitación – Koby se levanta del sofá donde está sentado y reconozco que él siempre me protegió. Sube las escaleras en dirección a la habitación.

-Bueno ¿Ustedes dos? - Pregunto a mis padres.

-No culpes a tu madre, Ana... - Cristian lo corta, mientras los demás los miramos.

-Los dos han mentido, no hay justificación. ¡POR DIOS! No pensaron en las personas que amamos a Ana, mi hermana, Kate, mi madre y yo. Steele nunca se te pasó por la cabeza que yo también los puedo proteger. Me...me perdí el embarazo de mi mujer, el nacimiento de mis hijos, hiciste creer a tu propia hija una vida que no era la suya – Cristian increpa a ambos. Mi madre llora sin control.

-No, no tenemos justificación. No obstante, lo que quiero que sepan es que lo único que quería era protegerlos, cuando casi te pierdo, Ana. Luego nos dieron la noticia de tu embarazo. Me volví loco, lo único que quería hacerlos desaparecer. Tomé la resolución cuando me enteré de que esa mujer, Leila había escapado con la ayuda de los Hyde – Cuenta mi padre y ya se me hace imposible retener las lágrimas.

- ¿Nun...nunca pensaste en lo que yo podría sentir, me iba a casar con un hombre que no amo, mis hijos crecerían al lado de un hombre que realmente no sería su padre biológico – Koby me había expresado su intención.

- ¿Te ibas a casar con el ruso? – Pregunta Cristian.

-El me hizo una sugerencia, por no quemé neuronas con esa idea – Respondo.

- ¿Qué hay de Leila y los Hayde? ¿Por qué no los estas buscando Steele? – Pregunta Elliot que hasta ahora se había mantenido callado.

-Si, sé dónde están. El problema es que no se puede pedir extradición ya que no hay acuerdos entre los países en que se están moviendo – Dice mi padre.

-Yo los tengo vigilados y sé que están tramando alguien les debe estar pasando información – Inquiere Cristian Molesto.

-Cristian la verdad que estoy cansado, me iré al hotel a disfrutar del día. ¿Vienes? – Pregunta Elliot.

-No, Elliot. Es hora de que pase tiempo con mis hijos y ayudar a Ana a recobrar la memoria –

El me sonríe y mi cuerpo se estremece.

¡¡¡¡Hola!!!! Espero que les guste este capítulo. Les comento que estaré fuera de la ciudad por unos días, es por ello por lo que publicaba a diario. Así que volveré la próxima semana.

PD. Llevo mi cuaderno de notas para ir avanzando en tinta y papel.