Capítulo 24
Cristian POV
Me siento en la silla de mi escritorio me giro para mirar el cielo oscuro de Seattle, cuando conocí a Ana era una niña mimada que no me atraía en nada, estaba más centrado en el sexo que podía disfrutar con Laila, cuando esta me engañó creí que no volvería a amar. Cuando Ana me confeso que me amaba desde que era adolescente, me negué a creérselo. Ese día lo jodí a lo grande, lo dejé pasar y fue cuando ella decidió huir y ahí que mi hermano me hizo ver mi error, estaba dolido por la traición de Leila y me había cerrado a todo, no obstante tenerla lejos y pensar que se podría enamorar de otro, me volvió un egoísta de mierda, el día que ella se entregó a mí me mostró el verdadero amor.
Ahora ella no esta para iluminar mis días, me había tomado mucho tiempo para aceptarlo. ¿Qué será de mi vida ahora que ella no está?, lo primero que haré es darle caza a Leila y a Jack, sé que de alguna manera ellos están involucrados en todo esto, Leila por vengarse de mi y los Hayde por Ray que los dejó fuera de su sociedad por robarles. Sin embargo, hay algo que me tiene con una espina clavada en mi corazón, los Steele estaban muy tranquilos por la muerte de Ana, yo demostré más dolor por su muerte y su repentina salida del país me deja con dudas, muchas para ser honesto.
-Cristian, cariño- La voz ahogada de mi madre me saca de mis pensamientos y paranoia.
-Ma...madre – Mis lágrimas se derraman por mi rostro.
-Hijo, no llores. A Anastasia, no le gustaría verte así derrotado – Me reprocha.
- ¿Qué haré madre? ella ya no iluminará mis días – Ella se acerca a mí y la abrazo.
-Si lo hará, lo hará su recuerdo – No es suficiente.
-Quería un futuro con ella, madre. Sabes, había estado distrayéndola con sexo para que olvidara su control natal –
- ¿Qué hacías qué? – Me pregunta riendo.
-Si madre quería embarazarla antes de cazarnos, no quería esperar. Sabes lo que más me duele que había probabilidades que los estuviese, llevaba dos meses sin su periodo y ella ni enterada estaba. Otra cosa que más me duele es que lo más probable es que Leila haya tenido que ver con su muerte – Ella me levanta de la silla y me arrastra al sillón frente del escritorio, me acuesto posando mi cabeza en sus piernas como cuando era niño
-Lo del bebe nunca lo sabremos hijo y respecto a Leila no tenias manera de saber que escaparía o que tuviera cómplices que la ayudaran a escapar, la interpol la busca y eso es importante. Tienes que levantarte de aquí hijo, todos te necesitamos, las bodas de tus hermanos son en dos días y eres el padrino y yo seré la madrina. Tu padre esta hablando con Taylor; hoy nos quedaremos contigo – Me habla como si fuese un niño.
Las bodas de mis hermanos fue la noticia del año en los tabloides de chismes, me deprimí porque había planeado organizar la mía con Ana para dentro de un mes, Mia y Kate dieron un discurso en memoria de su amiga fallecida la cual nos hizo llorara que quienes la amamos.
Por otro lado, mi búsqueda y rastreo de Leila y los Hyde a dado frutos logré asociarlos con los Clayton, Leila me engañó con Paul durante mucho tiempo de hecho fue con quien estaba el día que se le callo el teatro, los Hyde planeaban matar a Raymond y luego declarar a Anastasia y Carla incompetentes para dirigir la empresa y quedarse ellos con industrias Steele; lo de Ana fue un accidente; sin embargo, eso no les quita ser unos asesinos y lo peor de todo esto es que la policía considera que no hay pruebas suficientes para arrestarlos. El, pero de todo son los Clayton ellos tienen un título nobiliario, cercanos a la realeza británica lo que me impide tocarlos.
-Señor Grey, la hemos encontrado. Hemos encontrado a Leila Williams – Entra mi amigo Taylor interrumpiendo mis divagaciones.
- ¿Dónde la han encontrado? -
-Ha estado en las Islas Caimán y de ahí a algunas islas del caribe, lo lamentable es que esos países no tienen acuerdo de extradición con el nuestro, por sus movimientos es que hemos dado con ella –
-Hay que tenerla vigilada. ¿Qué se ha sabido de los Hyde? -
-Jack, estuvo con la señorita Williams, su registro de salida de las Isla Caimán fue el día de ayer a Londres –
-Gracias Taylor, hay que tenerla vigilada –
-Así se hará – Sale de mi oficina y yo vuelvo a mi trabajo.
A cinco meses de la muerte de mi nena, he tratado de llevar una vida normal, aunque ha sido muy difícil al ver a mis hermanos felices con sus parejas. Ellos me han brindado consuelo, con lo sucedido nos hemos acercado más, sobre todo Elliot, constantemente me invita a salir con él para pasar noches de hermanos y algunas veces le pedimos a Ethan que nos acompañe.
No reconozco a la mujer puesto que no se le ve el rostro. Lo más probable es que se hayan equivocado.
Otra notificación suena segundos después de devolver el móvil a su lugar. La curiosidad me mata y otra vez es un número <<Desconocido>>. Es un mensaje de texto.
<<Sabes nos engañaron a todos. Lo bueno de mi parte, es que ya no está bajo tu sombra y a mi merced. Pagaras con sangre tu desprecio>>
Lo más seguro es que se equivocaron de número que relación podría tener yo con una mujer embarazada, si no he estado con ninguna más que con Ana.
Mi vida transcurre entre la empresa y mi familia, Kate y Elliot nos dan la buena nueva, serán padres y me alegro por mi hermano ya se le estaba haciendo tarde en embarazar a su mujer, por la parte de Mía ellos esperarán un poco más. A mi mente vuelve aquel mensaje de la mujer embarazada, tratamos de rastrear el número que envió el mensaje, pero era uno desechable ubicado en ese momento en Londres.
- ¡Cristian! – El grito de Elliot llama mi atención.
-Dime Elliot-
-Tengo rato de hablarte y tu con tu cerebro ¿Quién sabe dónde? –
-Lo siento estaba pensando en una imagen que me enviaron hace unos meses y no se me ha borrado de la cabeza – Le comento.
-Seguro que fue un número equivocado, hermano- Me comenta Elliot lo que él no sebe es que investigué el número y lo que encontré.
-Cristian sabías que Novikov se asoció con Raymond y les ha ido muy bien, yo pienso reunirme con ellos en Londres –
- ¿Cómo es eso acaso Novikov dejó Centurian? - Pregunto extrañado.
-Bueno, parece que no les estaba yendo muy bien, así que decidió trabajar con la empresa de su padre y ahora se han asociado a Steele Industries, Inc. –
- ¿Sabes algo de ellos, como la están llevando sin... sin Ana? – Indago parece que mi hermano sabe cosas que yo no.
-Eso es lo extraño, he hablado con unos conocidos y han visto a Carla y Ray, es como si nada hubiese pasado – Dice mi hermano.
-Es extraño- Dice papá.
-Puede ser que aparenten. La vida continua – Dice mamá.
-Cristian, ¿Por qué no me acompañas? – Pregunta Elliot
- ¿Acompañarte a dónde? -
-A Londres, así sales de esa burbuja, tal vez conozcas a una chica que te guste –
- ¡Elliot! -Le grita mamá y yo lo miro mal.
-Es una broma – Dice el muy idiota.
-De mal gusto, hijo – Inquiere papá.
-Te acompañaré, porque quiero ver como haces crecer mi parte de la empresa – Le digo sonriendo.
Hemos viajado a Londres, Taylor conduce hacia donde esta el edificio de Steele Industries, al llegar me sorprendo encontrar un edificio de al menos cinco pisos, no es la mitad del que tienen en New York.
En el lobby del edificio me encuentro con Sawyer quien me ve y baja su cabeza. Todavía no le perdono el haber dejado a Ana sola, tuvo el suficiente profesionalismo de renunciar y no retirar el cheque de sus prestaciones, sin embargo, puede retirarlo cuando quiera.
Entramos al elevador y me siento algo extraño me siento ansioso, no sé si es porque vinimos sin avisar y no se como reaccionare al ver otra vez al padre de la mujer que todavía invade mis sueños.
Llegamos al último piso, nos encontramos con dos mujeres que suponemos son las secretarias de Ray y Koby, Elliot es el primero en hablar.
-Señoritas, somos los hermanos Grey y deseamos hablar con el señor Steele- Sonríe a ambas mujeres y ellas se sonrojan.
- ¿Tienen cita con él? No están en la agenda de hoy- Nos dice una de ellas.
-Bueno, no...no tenemos una cita con él, pero creo que no la necesitamos conocemos al señor Steele desde que éramos niños, somos amigos y creo que él no se molestará en que nos haga pasar- Vuelve a sonreír mi hermano y yo pongo los ojos en blanco.
-Bueno vamos los anunciaré – Dice la que está babeando por Elliot y la otra no me quita los ojos de encima, lo siento mujer mi corazón lo cremaron algunos meses atrás.
Caminamos hacia una de las puertas del piso, ella da unos golpes en la puerta, escucho la voz de Ray.
- ¡Adelante! - La Chica abre un poco la puerta y habla.
-Señor Steele, tiene visitas-
- ¿Quiénes son? – Pregunta Raymond en un tono neutral.
-Pues nosotros- Responde Elliot haciéndose camino dentro de la elegante oficina de Raymond Steele, conmigo tras él. Ray se queda lívido al vernos, creo que no esperaba vernos, no obstante, mirando su rostro está pálido y creo verle sudar.
-No esperaba verlos. ¿Qué les trae a Londres? –
-Buenos venimos a hablar de...- La puerta se abre dejando ver a un fantasma.
- ¡¿Qué mierdas pasa aquí?!- Grito furioso, me han visto cara de idiota.
Bueno espero que les guste este capítulo. Inicialmente no era así como iría la línea de esta historia; no quise ser mala con nuestros personajes favoritos.
También había respondido a un comentario que serían dos para el domingo, pero como recién lo termine para que atrasar la publicación.
Sólo les pido que escuchen la música que va con el capituló, por favor.
https://youtu.be/rBEgdLxMZi4
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