Miro para otro lado esquivando por completo la mirada de los vampiros.

-..jamás imagine que little bitch chan fuera tan...liberal? -susurro lo último indeciso el tercer hermano.

M. I. E. R. D. A.

Su situación podía resumirse en esa simple palabra.

Aunque ya se lo veía venir.

●'Al demonio!, tenemos derecho a tener vida sexual!'.

○'Ya sabíamos que esto iba a pasar, son vampiros, tal vez no debimos hacerlo'.

Cerró sus ojos cuando escuchó las opiniones de sus 'yo' internas.

-se está cuidando?.

Apretó sus puños cuando sintió su rostro ponerse rojo en segundos.

-s-sí -en ningún momento miro los ojos fucsia del segundo hermano.

Sus orejas y sus mejillas estaban rojizas, parecía un tomate.

Por qué tenía que tratar algo privado con ellos!, acaso no podían ignorar lo sucedido y ya?, ella fue a la mansión para cumplir con su cargo de segundo sacrificio, eso tenía que ser suficiente.

-Teddy dice que parece un semáforo.

Tendría que haberse puesto un buzo que cubriera su boca al menos, maldita sea su suerte.

●'No te sonrojes!, tenemos que ser atrevidas y duras, ellos no merecen nuestras reacciones!'.

○'Tendremos que tener cuidado, el trastornado sexual nos está mirando raro y el cucaracha también'.

El tercer hermano no había dejado de sonreír y miraba divertido su sonrojo.
El quinto al principio parecía estar a punto de explotar de la furia pero luego sonrió de la nada y sus ojos brillaron.

-procura bañarte varias veces, el olor de esas personas inunda tu cuerpo -el albino la miro neutral dejándola tranquila por segundos.

Por lo menos alguien que actuaba neutral y sin querer avergonzarla con sus preguntas.

-tal como ese hombre ordenó, eres libre de hacer lo que desees siempre y cuando respetes el lugar que se te dio al llegar a la mansión, una de las sirvientas te informará sobre los cuidados que debes tener -el azabache se cruzo de piernas bebiendo su té con tranquilidad.

Cómo demonios había terminado en el living con los 6 hermanos mirándola atentos.

Cierto, había vuelto a la mansión al cumplirse el plazo de días que podía estar fuera de allí.
Cuando entró, el mayordomo la recibió y antes de hablar los dos oji esmeralda habían aparecido, al oler su aroma una escena dramática se desató ocasionando que todos los hermanos aparezcan y Reiji decidió que debían de charlar cómodamente.

Ella solo quería ver a su hermana y estar al tanto de la situación en ese lugar, a ellos no debían de importarles su vida sexual y privada.

-no debe preocuparse, ya me encargué de todo, la agradezco su amabilidad -la oji ámbar retomó su compostura mirando neutral al azabache.

Que arqueo una ceja ante su cambio de actitud.

Aunque por dentro la menor se estaba golpeando a sí misma para soportar la vergüenza y estaba marcando sus uñas en las palmas de sus manos.

-por lo menos eres responsable, pero aún así debes someterte a unos estudios, sería lamentable que quedes embarazada.

Los demás hermanos eran espectadores de su charla pero estaban atentos.

Asari sintió una creciente irritación, sus ojos se nublaron por unos segundos pero luego mantuvo su calma relajando sus manos.

Ya habría tiempo de relajarse al extremo.

-no debe preocuparse por eso, solo un milagro puede dejarme embarazada, soy infértil reiji san.

Todos la miraron ante eso y ella se contuvo para no rodar los ojos.

-...cómo estás tan segura?.

Miro al primer hermano que la estaba mirando fijamente.

-hace un tiempo me hicieron estudios y notaron algo extraño en mis hormonas y...partes de mi cuerpo -se quedó en silencio sin saber cómo referirse a su intimidad -varios especialistas llegaron a la conclusión que sufría de alguna malformación u oclusión, pero jamás pudieron encontrar la verdadera causa, solo saben que soy infértil.

El silencio volvió a reinar, el azabache se ajustó los lentes.

-de todas maneras no debes confiarte, procura cuidarte de alguna enfermedad o tu sangre se verá afectada.

-entiendo, puedo ver a mi hermana? -el vampiro asintió y ella se levantó, hizo una reverencia y luego salió sin perturbarse por la mirada de todos.

Cada hermano se sumió en su propio silencio.

Jamás habían estado al tanto de la privacidad de sus sacrificios, y jamás habían convivido con una joven ligada al término "libre". Asari podía ir por 3 o 4 días a la mansión y luego era libre de hacer lo que quisiera.

Era un caso nuevo y extraño.

-por lo menos no quedará embarazada -sin tomarle importancia, el trillizo mayor se fue de allí seguido de sus trillizos menores.

Subaru simplemente desapareció sin decir nada.

La menor había actuado tan tranquila al hablar sobre su infertilidad, como si no le importará y le aliviará.

Aunque era comprensible, quién querría traer al mundo a un bebé viviendo rodeada de seres oscuros y que posiblemente se quedaría solo porque su madre tenía el destino de morir.

-es curioso -el azabache detuvo su ida al escuchar la voz del rubio.

Lo miro de reojo y se extraño al verlo tan pensativo.

-ese hombre siempre mandó a las mujeres más sanas y "puritanas", pero ahora envía a una que es libre, es infértil, no reacciona ante nosotros, no es del todo sumisa y su sangre solo es perceptible cuando te acercas lo suficiente a ella.

Se levantó de su asiento esperando la respuesta del más inteligente del clan.

-...tal vez solo sea un plan, si trajo a un sacrificio tan peculiar es porque algo esconde.

El primogénito estuvo de acuerdo con ello.

Pero, qué escondía ese hombre.
Por qué llevó a Asari a la mansión.

-me alegró que estés bien Ari, pensé que te había pasado algo.

Sonrió con ternura cuando su hermana tomó sus manos viéndola alegré.

-extrañamente, me dejaron vivir fuera de la mansión siempre y cuando vaya a la academia y venga por unos días a la mansión.

Las dos se sentaron en la cama.

-es una bendición Ari, debes de aprovecharlo y.

-no puedo, no voy a abandonarte y por más que quisiera irme, sabemos que es imposible -la peli marrón miro hacia la ventana.

La rubia siguió se mirada y se sorprendió al ver un murciélago en el árbol fuera de la habitación.

Las estaban vigilando?, desde cuándo?.

-dejemos eso de lado, cuéntame qué ha sucedido mientras no estuve.

-por dónde empezar -suspiro la mayor recordando todo lo que pasó en esos días que su hermana no estuvo.

.

.

.

Seco su corto cabello con una toalla mientras se miraba al espejo.

Se habían terminado de bañar ambas komori, Yui la ayudaba a bañarse cuando era más joven. Gracias a que extrañamente su cuerpo estaba algo débil cuando despertó en ese cuerpo.
Luego se hizo un hábito para las hermanas bañarse algunas veces juntas, eso sucedía cuando tenían charlas muy privadas.

La rubia había terminado de secar su cabello y luego de cambiarse se fue a dormir, estaba débil gracias a la anemia.

-"la trama no cambió en nada hasta el momento, parece que sí soy un personaje de apoyo".

Separo su cabello atando la parte de arriba para empezar a secarlo.

Ya estaba cambiada así que no se preocupaba en que algún pervertido le quisiera hacer algo y ella estuviera semidesnuda.
Desde que empezó a vivir allí aprendió que el tan solo sacar el pie de la bañera se tenía que cambiar rápidamente.

Al terminar de secarse el cabello salió del baño apagando las luces, se acercó a su hermana y acarició su cabello.

Yui era sumisa y muy ingenua pero tenía un buen corazón.
Ella la cuidó con esmero y amor.

-le tienes mucha estimación.

Se exaltó al escuchar la voz de uno de los vampiros.

Kanato estaba sentado en el escritorio abrazando a Teddy.

-Teddy tiene curiosidad por tu sangre, ayato dijo que tiene un sabor comparable al de yui san.

●"Puto, cucaracha hija de re..".

○"Procura no enloquecer, recuerda que su nivel de locura es mayor al nuestro".

-asari san, ven con nosotros.

El vampiro se bajó del escritorio caminando fuera del cuarto, la peli marrón tragó saliva sabiendo cómo iba a terminar eso.

Solo esperaba tener las fuerzas suficientes para encontrar un lugar cómodo para dormir y que esos días pasen rápidos.

See you...