E P Í L O G O
Skyler estaba en su habitación, estaba ordenando todo dentro de su baúl. Una vez que terminó, colocó la jaula de Nix a un lado de el. Puso a Shadow en el suelo para ir hacia el gran comedor.
Al llegar, observó que Todos se encontraban tomando el desayuno en el Gran Comedor. Charlaban entre ellos y disfrutaban su último día en Hogwarts. Camino hacia la mesa de Slytherin y tomo asiento junto a su novio, quién inmediatamente le dió un beso en la mejilla y tomo a Shadow para acomodarlo en su regazo.
—Qué ciclo escolar más loco hemos tenido —dijo Blaise sirviendose unas tostadas— Espero que el año que viene sea un poco más tranquilo.
—Lo dudo mucho Blaise, lo dudo mucho —suspiró Astoria.
—Por cierto, ¿Cómo está Theo? —preguntó Skyler a la castaña— ¿Los medimagos te han dicho algo? ¿Alguna mejoría?
—No —Suspiró Tori con tristeza— Aún no saben cuando va a despertar. Dicen que ya es cuestión de que él quiera hacerlo.
—Sabemos lo fuerte que es Theo —le dijo poniendole la mano en el hombro en señal de apoyo— Él despertará.
Un niño se acercó hasta ellos y le tendió una carta a Astoria y sin decir nada se fue.
— Que extraño —dijo el rubio al ver que el niño no dijo ni una palabra.
—Es una carta de F.F —dijo Tori mirando la dedicatoria.
—Abrela —el moreno se acercó a ella— Quiero saber lo que dice.
—Como te encanta el chisme, Blaise —negó Skyler riendo.
—Así me amas.
—No me queda de otra —rió y Blaise la miró indignado.
—Dice que hoy sabré quién es, y que el me buscará antes de que parta el tren —dijo Tori después de leer la carta.
—¿Emocionada? —preguntó burlón el moreno.
—Blaise, por si no lo recuerdas, tengo novio, un novio al que amo por completo —lo miró Astoria ofendida.
—Lo sé, Tori. Sólo estoy jugando —la abrazó.
—Creo que alguien quiere hablar contigo, Sky —le dijó Draco señalando hacia la puerta.
Skyler miró en dirección a la puerta y vió que Albus Dumbledore la observaba, el barbón le hizo una señal de que se acercara y acto seguido salió del gran comedor.
—Ya se había tardado —dijo Skyler poniendose de pie— Nos vemos al rato, chicos. Dragón, cuida a Shadow.
—¿Dragón? —preguntó Draco sonrojado.
—Tú nuevo apodo, cariño — Skyler le guiñó el ojo y caminó hasta la puerta, escuchando las burlas de Blaise a su novio.
A lo lejos vió que Dumbledore se dirigía a su despacho. Ella no se preocupo y camino tranquila. Cuando llego frente a la gargola, el director ya estaba ahí esperandola. La gargola se movio y subieron por las escaleras hasta llegar a su despacho.
—¿Y bien? —preguntó la pelinegra al tomar asiento.
—Supongo que ya sabes de lo que vamos a hablar, Skyler —le dijo Dumbledore quien se sentó detrás de su escritorio.
—Sí, lo supondré —dijo sin interes.
—Harry, me ha contado todo —comenzó el barbón— Me ha dicho que Peter Pettigrew te ha puesto bajó la maldición Imperio y que te ha ordenado junto a Voldemort.
—Sí, así es —Se límito a decir.
—¿Qué es lo que te ha ordenado Skyler? —Le preguntó Dumbledore, apesar de que él ya lo sabía porque Potter le conto.
—Colagusano me ordenó causarle dolor a Potter —Le dijo mirandolo directamente—le lancé un crucio.
—¿Tus poderes? ¿Te ordenaro a usarlos?
—Sí —Respondió Skyler.
—¿Qué te hizo hacer con ellos?
Parece Interrogatorio, pensó la pelinegra.
—Me obligó a crear una realidad alterna en la cabeza de Potter —dijo sin alguna expresión— El Señor Oscuro, hizo que yo castigará a todos sus Mortífagos por no brindarle la suficiente lealtad.
—¿Dijo algo más sobre ti?
—No que recuerde —mintió.
Guardaron silencio y Dumbledore la analizó.
—Escucha Skyler —dijo el director— Ahora que Lord Voldemort ha regresado, Debes de estar alerta, tú poder es muy fuerte. Estoy seguro que él esta interesado en que estes en sus filas —Añadió— Conforme más usas tus poderes, más crecen. Trata de sólo utilizarlos en situaciones de urgencia.
—¿Por qué no debería usarlos? —cuestinó Skyler con una leve sonrisa— ¿No es mejor que el poder incremente?
—Todos tenemos luz y oscuridad en nuestro ser —dijo Dumbledore observandola— lo importante es a cuál dejamos crecer.
—Interesante —sonrió la pelinegra.
—Skyler, permíte que la luz entre en tí y verás como todo mejorará. El camino de la luz te guiará a lo correcto.
—¿Por qué siento que me está pidiendo que elija el bando donde está Harry Potter? —preguntó suavemente— ¿Eso es lo que quiere?
—Mi deber es orientarte, Skyler. El bando donde esta Harry Potter, es el camino al bien. Nos liberara de la oscuridad.
—¿Y qué pasa si me uno al bando de él Señor Oscuro?
—Sería nuestra destrucción.
—Interesante —murmuró— ¿O sea que en un momento tendré que elegir?
—Asi es, Skyler.
—¿Tendré esa opción? ¿O haré directamente lo que usted diga? —siseó. A lo que Dumbledore se quedó callado— Debo irme.
Skyler se pusó de pie y camino hacia la puerta.
—Recuerda que debes ir con tus padres —escuchó la voz del director al salir del despacho y bajó las escaleras.
—Cuando vea lo que soy capaz de hacer, estará rogandome de rodillas por su vida —siseó Skyler molesta cominando por los pasillos hasta llegar a la Sala Común de Slytherin.
●●●
—Qué genial se siente no cargar el baúl —dijo Blaise con satisfacción. Caminaban hacia los carruajes y sus baules levitaban detrás de ellos, gracias a Skyler.
—¡Miren! Ahí hay un carruaje vacío —señaló Tori. Caminaron hacia el, pero unas chicas corrieron hacia el carruaje. Una vez que estuvieron arriba de el, giraron a verlos y los miraron con superioridad.
—Esas perras aprenderan —sonrió Skyler— Vamos.
Llegaron hasta el carruaje y se pusieron frente a las chicas.
—Okey, sin rodeos. ¿Se bajan por las buenas o por las malas? —preguntó con suavidad.
—¿Y está quién se cree? —dijo una de ellas a las otras.
—Esta bien será por las malas —Skyler tronó los dedos, la pelinegra con magia les tiró del cabello y las hizo levitar para finalmente dejarlas caer con fuerza al suelo.
Las chicas solo se quejaban y lloriqueaban de dolor. Skyler volvió a tronar los dedos y los baules de ellas cayeron sobre si mismas.
—¡Ahh! —sollozaron.
—Ups, perdón —sonrió la pelinegra.
Skyler se volvió hacia sus amigos y con un movimiento de manos, los hizo levitar y los dejo con cuidado sentados sobre el carruaje. Después, ella misma levitó acomodandose a un lado de Draco.
—Eres genial, Skyler —Dijo Blaise riendo de las chicas que seguían en el suelo.
—Lo sé.
El carruaje comenzó a andar, no tardó mucho para llegar hasta el tren. Bajaron del carruaje y caminaron hacia la puerta del tren.
—¡Astoria, espera! —gritaron haciendo que se detuvieran. Giraron a ver quien llamaba a la castaña.
—¿Weasley? —habló Tori confundida.
—¿Puedo hablar contigo un momento? —Preguntó el pelirrojo.
—Espera, ¿Tú eres "F.F"? —preguntó Draco incredulo.
—¿Cómo lo sabes? ¿Les contaste de las cartas? —Se sonrojó.
—Por supuesto que lo hizo —dijo Skyler.
—¿Por qué, F. F? —preguntó Blaise.
—Mi nombre es Fred Fabián —Aclaró y miró a Astoria— Escucha, Astoria. Estoy enamorado de ti, como no tienes idea. Sé que tú de mí no, y sé que estás enamorada de Theodore Nott y que estás saliendo con él. Pero tenía que ser valiente y admitirlo frente a ti —le dijo mirandola con fascinación— Sé que eres feliz con él, y no te preocupes, no interferiré entre ustedes. Pero ten por seguro, que siempre vas a contar con mi apoyo.
—Ahh...Gracias —dijo Astoria sin saber que decirle.
—Y sobre la situación de tu novio, espero de todo corazón que se recuperé pronto —le sonrió Fred— tengo que irme.
Fred Weasley se acercó a Tori y le deposito un beso en la mejilla. Se separó sonrojado y se marchó rápidamente de ahí. La castaña giró a ver a sus amigos y estos la miraban esperando a que ella hablará.
—No tengo palabras para esto —Dijo Tori y subió al tren. Sus amigos hicieron lo mismo y buscaron un compartimiento vacío.
—¿Te imaginabas que una de las fotocopias sería tú admirador? —le preguntó Draco cuando entraron a un compartimiento.
—Yo quiero la ventana —dijo Skyler llegando hasta el lugar que quería.
—La verdad nunca imagine a nadie en especifico —se sinceró— Tenía y Tengo a Theo, nadie más me importaba.
—Ya quiero contarle a Theo —rió Blaise— Odiará por completo a la fotocopia y querrá golpearlo.
—Yo quiero ver eso —Rió Skyler.
—¿Qué haré con ustedes? —Astoria se unió a sus risas.
Después de una hora, Los cuatro se quedaron dormidos. Y no fue hasta que el tren se detuvo cuando despertaron.
—Ahí estan mis padres —dijo Astoria al bajar del tren— nos veremos pronto, Chicos. Los quiero.
Los abrazó fuertemente y se marchó con su familia.
—También debo irme, les madaré cartas para estar comunicados —se despidió el moreno.
—¿Vendrás a la Malfoy Manor, Cariño? —le preguntó Draco acariciandole el cabello.
—No, Drágon. Tengo que ir con mis padres —Dijo fastidiada— Pero trataré de ir lo más pronto que pueda, no creo aguantar estar tanto tiempo con ellos.
—Mandame una carta si quieres que vaya por tí —dijo abrazandola— Te voy a extrañar, Sky. No olvides que te amo.
—Y yo a ti —le dijo dandole un beso.
Observó a Draco marcharse y después junto a su serpiente, su lechuza y su baúl, Skyler salió de la estación King's Cross y caminó hasta un callejón donde nadie la viera. Se iba a aparecer.
Pensó en donde quería aparecerse y sintió como todo daba vueltas hasta que logró estabilizarse. Abrió los ojos y estaba frente a una enorme casa, que lo único que la rodeaba eran unos inmensos arboles cubiertos de nieve, todo estaba cubierto de nieve. Enfrente de la casa, había un pequeño letrero, "Bosque Invernal, regufio 77" leyó Skyler.
La pelinegra se acercó hasta la entrada con sus cosas y tocó la puerta. Escuchó pasos a lo lejos que después se escucharon más cerca. Escuchó como le quitaban el seguró y la puerta finalmente se abrió.
—Bienvenida de nuevo, cariño.
—Gracias, Madre —le sonrió fingidamente. Y se adentró a la casa con rápidez dejando a aquella mujer en la puerta.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro